El inventor del segmento crossover, el Nissan Qashqai, se electrifica. Pero no al 100%. Nissan presenta una nueva versión híbrida, no enchufable, con un funcionamiento muy interesante. Porque funciona como un eléctrico, pero en realidad se alimenta de gasolina. E-power, llama Nissan a esta tecnología. Hemos ido a Suecia a explicaros qué tal va en este SUV compacto.
El nuevo Nissan Qashqai e-power nace con la voluntad de ser una versión de transición para aquellos que quieran pasar del motor de combustión al eléctrico, pero sin hacerlo con un eléctrico puro y duro. Este Qashqai es un híbrido, pero con la particularidad de que funciona prácticamente como un coche eléctrico, porque es el motor eléctrico exclusivamente el que da par motor a sus ruedas.
A diferencia de otros híbridos, en el Qashqai e-power no se conecta nunca el motor de combustión para dar tracción al eje delantero. Esta función la hace solo el motor eléctrico con la energía de la batería.
El motor de gasolina, un 1.5 de tres cilindros y 156 CV, trabaja únicamente para recargar la batería a través de un generador. Lo hace en momentos puntuales, solo cuando es necesario.
Así, esta versión híbrida del Qashqai no necesita cables ni enchufe, es de tipo “autorrecargable”, para entendernos.
Su tecnología podría recordar, de alguna manera, a la de aquellos primeros eléctricos con range extender, que utilizaban un motor de gasolina como apoyo para incrementar su autonomía. Acordaros del Opel Ampera, por ejemplo.
Pero en realidad, no tiene nada que ver con un eléctrico con range extender. Su batería es mucho más pequeña, de ion-litio y 1,5 Kw/h, situada debajo de los asientos delanteros. Y su motor de gasolina es más grande, ya que tiene que trabajar más a menudo, no solo cuando se agota la autonomía.
Un híbrido, algo diferente
La sensación de conducción es la de estar al volante de un híbrido, pero que se impulsa únicamente con energía eléctrica. lo cierto es que detrás, en segundo plano, está trabajando un motor de gasolina. Que apenas se oye, está bien conseguido, la verdad.
El inconveniente de esta tecnología es que los consumos que se obtienen no son para tirar cohetes. Nissan señala que el consumo medio de este híbrido es de 5,4 l/100 km. y las emisiones se quedan en 123 gr/km.
En la ruta que Nissan organizó por los alrededores de Estocolmo, nuestra unidad registró un consumo medio de 5,7 l/100, por lo que la cifra oficial se acerca mucho a la real, al menos en recorridos urbanos y extraurbanos con constantes limitaciones de velocidad, como los que hicimos en Suecia.
Es una cifra de consumo parecida a las que obtendríamos con cualquier otro híbrido convencional en similares circunstancias, quizás un poco a la baja. Así que no esperéis grandes logros en este sentido. Son buenas cifras, no obstante, teniendo en cuenta que este Qashqai e-power ofrece 190 CV de potencia.
La ventaja es que en este híbrido no es necesario un cambio de marchas, al funcionar como un coche eléctrico. Afortunadamente no ha hecho falta instalar un CVT, o cambio de variador continuo, que tanto nos gustan (ironic mode).
El motor eléctrico ofrece 140 kw de potencia, 190 CV, y eso es lo que notaremos en el acelerador. Suficiente para mover un SUV de este tamaño, que pesa algo más que un Qashqai con motor de gasolina, pero que se mueve con soltura.
Par al instante: es eléctrico
La ventaja de moverse con el motor eléctrico es que tenemos par motriz de forma instantánea, y la potencia llega de forma muy lineal, sin baches ni pérdidas. A veces, en los híbridos convencionales, especialmente los que montan CVT, no suele ocurrir. Esto hace la conducción muy ágil y rápida, además de cómoda. Es un coche que no hace ruido mecánico apenas, que se mueve como un eléctrico, en definitiva.
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El motor de gasolina funciona en un segundo plano alimentando con electricidad, a través de un inverter, la batería, el motor eléctrico o los dos a la vez, dependiendo del momento. Este motor es de origen Infiniti, y se ha desarrollado expresamente para este menester. Curiosamente, funciona mediante compresión variable. Es decir, en los momentos en los que se solicita poca potencia, el ratio de compresión es elevado, hasta 14 a 1, para optimizar el consumo y emisiones. Y en el momento en el que se pide la máxima potencia, el ratio baja, hasta un mínimo de 8 a 1, para ofrecer las máximas prestaciones.
Otra de las características de este Qashqai e-Power es que puede conducirse a modo one-pedal, solo usando el acelerador, sin tocar freno. Esto es así porque funciona en la práctica como un eléctrico 100%, y cuenta con un sistema de frenada regenerativo que lo permite. Es un sistema muy útil en ciudad, donde no se alcanzan grandes velocidades y donde puede aprovecharse mejor la energía cinética de las paradas constantes.
No obstante, el coche no llega a frenar del todo, a diferencia de otros sistemas one-pedal de otros vehículos eléctricos. Así que siempre tienes que estar atento para parar el coche con el freno en el último momento. Según nos comentaron los responsables de Nissan, esto es así porque de esta manera se evitan accidentes por distracción.
Este Qashqai también cuenta con un programa de modos de conducción, con tres modos: Sport, Standard y Eco. En cada uno de ellos la respuesta del motor eléctrico al acelerador y la dureza de la dirección cambian, para facilitar una conducción más o menos deportiva o más o menos económica y sostenible.
La misma imagen exterior
El coche no cambia exteriormente respecto a cualquier otra versión del Qashqai. Utiliza la misma plataforma CMF-C, ya desarrollada desde un principio para incorporar esta tecnología e-power.
El interior también es prácticamente igual al que podemos ver en un Qashqai de gasolina, por ejemplo. Solo hay algunas diferencias, muy de detalle, que se centran en la consola central (no hay pomo de cambio convencional) y se incorporan los pulsadores del e-pedal y del modo EV. En el cuadro de instrumentos digital también puede verse el gráfico específico que indica en tiempo real cómo se está consumiendo y distribuyendo la energía en el sistema híbrido del coche.
Las plazas traseras, ya conocidas en el Qashqai, son correctas, aptas para tres adultos, y no sufren cambios con lo conocido en esta última generación de este SUV de la que tanto hemos hablado en nuestras videopruebas (enlace a la videoprueba del Nissan Qashqai)
El maletero tampoco cambia, y tiene la misma capacidad de carga que cualquier otro Qashqai con motor de gasolina. Pensad que la batería va situada en la parte frontal del coche, y no resta espacio en el maletero.
Así, nos encontramos con una versión del Qashqai con la misma capacidad interior que una versión de gasolina, con mejores prestaciones y consumos pero, eso sí, algo más cara.
Nissan ya ha abierto pedidos en los concesionarios y el coche llegará en septiembre, con un precio de partida de 39.850 euros para el acabado N-Connecta. 42.450 euros para el Tekna y 45.200 euros para el Tekna +. Este último monta suspensión multilink en el eje trasero, a diferencia de los otros dos.
No es barato, está claro, como no lo es ningún híbrido del mercado. Y tiene el inconveniente de que al tener etiqueta ECO y no Cero, no entra en el plan Moves 3.
En definitiva, el Nissan Qashqai e-power se posiciona como una alternativa a la versión diésel, que ya no se fabrica, por prestaciones y consumo. Pero sobre todo, es una versión a tener en cuenta para aquellos que busquen un coche que funcione en buena parte como un eléctrico, sin serlo.
Uno más sin calentarse mucho la cabeza