Omoda 5: ¿Un nuevo superventas?

Probamos el nuevo Omoda 5, un SUV de tamaño compacto que tiene en su relación calidad-precio su principal carta de presentación. Y esto, en un momento del mercado en el que los precios ha tirado muy hacia arriba, ha generado una buena expectación.

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Omoda es una marca que pertenece a Chery, Automobile, una multinacional fundada en 1997, que es propiedad del estado chino. Su primer producto para el mercado europeo es el Omoda 5, y precisamente España es el primer país en el que se lanza este coche. Y también el lugar donde, en teoría, se ensamblará, concretamente en las antiguas naves de Nissan en Zona Franca de Barcelona.

Este SUV de 5 plazas mide 4,40 m de largo por 1,82 de ancho y 1,59 de alto. Son medidas parecidas a las de algunos de sus rivales, como el Hyundai Kona y el Toyota C-HR, a los que se enfrenta, sobre todo, con un precio muy competitivo.

El Omoda 5 cuesta 27.900 euros para la versión básica Comfort y acaba en 29.900 euros para la Premium. Son precios de tarifa, incluyendo financiación, a los que pueden aplicarse algún descuento de promoción.

Exteriormente tiene una apariencia bastante convincente, por diseño, por atención al detalle y calidad de acabados general, aunque algunos puntos son mejorables. Por ejemplo, en el caso de la unidad probada, la pintura exterior de la carrocería mostraba algunos tramos con piel de naranja, algo ya raro de ver a estas alturas.

Su frontal llama la atención por la parrilla de grandes dimensiones, con un patrón en forma de diamante, que le da un aspecto bastante contundente visto de frente. Los faros se han colocado en posición inferior, muy abajo, en una disposición que recuerda la del Hyundai Kona, mientras que las luces LED, con forma de T (un poco al estilo Volvo) están en posición superior.

La línea es muy cupé, con un techo en caída hacia la zaga. El diseño más conseguido está en la trasera, que se ve moderna, bien proporcionada y deportiva. Las ópticas con luces LED tienen un grafismo en forma de “teclas de piano” y cuentan con intermitentes secuenciales.

Monta un motor de gasolina de 1,6 litros, de 4 cilindros, que ofrece 185 CV, una cifra superior a la de su competencia más directa. No tiene ningún tipo de hibridación, algo que hubiera venido bien para determinados clientes que buscan un coche de gasolina con etiqueta ECO. Si buscáis un modelo más, digamos, ecológico, sabed que Omoda vende una versión 100% eléctrica, el Omoda 5 EV.

Su salpicadero sigue la línea de diseño más actual, a base de pantallas digitales y poca botonería. La sensación inicial es de buen diseño y buena calidad en los acabados, si bien en realidad se utiliza bastante plástico duro para cubrir el salpicadero y la consola central. Lo que ocurre es que ese plástico tiene una apariencia más que correcta, y se combina con algo de piano black, de una forma acertada. El protagonista en las plazas delanteras es la pantalla de 20,5” que incluye tanto el cuadro de instrumentos como la pantalla de sistema de infoentretenimiento, y que ocupa medio salpicadero. Está en buena posición, es perfectamente legible (tanto el cuadro de instrumentos como los menús del sistema de infoentretenimiento ofrecen buena información y tienen buenos gráficos y colorido) y según lo comprobado en esta primera toma de contacto, tiene un sistema operativo bastante rápido.

El climatizador se maneja principalmente por teclas táctiles, de la misma manera que el freno de mano es de tipo electrónico y la activación de los diversos modos de conducción (Eco, Normal y Sport) se realiza mediante un pulsador en la consola central. En esta consola veréis el pequeño pomo del cambio de marchas, de doble embrague y 7 velocidades, bien resuelto y forrado en cuero sintético. En ocasiones cuesta insertar la marcha atrás, al menos en la unidad probada en la presentación. El volante tiene una buena forma y tamaño, está forrado en cuero sintético y cuenta con un buen grupo de mandos multifunción, con un tacto bastante “premium”. Lamentablemente, no tiene levas de cambio, algo que eché en falta en la prueba dinámica.

Sorprende la calidad y diseño de los asientos de conductor y acompañante, con cabezal integrado, cómodos, con regulación eléctrica y con una buena ergonomía.

Las plazas traseras son amplias, especialmente en distancia entre filas. La altura al techo es buena para tratarse de un SUV con una línea de techo bastante baja, mientras que hay buena anchura y buena altura de banqueta. No falta un reposabrazos con dos huecos portabebidas, rejillas de ventilación y una toma USB-C. Nuestra unidad, en acabado Premium, el superior, montaba de serie techo solar eléctrico y portón también eléctrico.

Lástima que el techo solar no llegue hasta estas plazas traseras. Un techo solar que, por cierto, no es practicable.

El maletero ofrece una capacidad de carga de 360 litros, bastante justa para tratarse de un coche de más de 4 metros y medio de longitud. Lo que ocurre es que doble fondo es poco alto, ya que Omoda ha decidido equipar este coche con rueda de repuesto de tipo galleta, algo difícil de ver últimamente. La capacidad total es de 1075 litros, abatiendo los respaldos en proporción 40:60.

En carretera es un SUV agradable de conducir, muy cómodo y que se maneja de una forma sencilla y segura. Ofrece un buen confort de marcha, y aunque el motor es algo ruidoso a bajas velocidad y bajas vueltas, pero una vez vamos a velocidad de crucero en autovía no se percibe apenas el ruido mecánico. Ni tan solo aerodinámico, es un coche bien insonorizado. Este propulsor se nota potente, pero le cuesta empujar por debajo de las 2000-2500 r.p.m. El cambio automático, de 7 velocidades y de tipo doble embrague, funciona con rapidez, aunque desgraciadamente no podemos accionarlo a través de levas, un equipamiento que la marca china ha considerado prescindible.

El consumo medio anunciado por la marca es de 7,5 litros a los 100 km de media en ciclo WLTP. En nuestra prueba no pudimos confirmar el consumo real, porque el préstamo del coche fue muy limitado. Os ofrecemos el consumo medio que marcaba el día de la grabación, como una referencia básica, y que fue de 10,5 litros a los 100, bastante elevado para lo que se estila en SUVs de similar potencia y tamaño.

Tiene, por lo tanto, un motor de gasolina bastante gastón, pero no olvidemos que ofrece casi 200 CV de potencia. Sin duda, un sistema de hibridación ayudaría a rebajar esta cifra, y de paso, mejoraría su respuesta a bajas vueltas.

Este no es un SUV que destaque por la agilidad, ya que es algo lento en su respuesta y en los apoyos transmite bastantes inercias. La carrocería balancea, pero lo hace hasta un punto próximo y a partir de ahí se mantiene estable. La dirección tiene una desmultiplicación correcta, aunque no es demasiado informativa. Para mi gusto, está demasiado asistida.

Cuenta con un sistema de modos de conducción que permite escoger entre varios programas, uno de ellos deportivo, que endurece ligeramente el tacto de esta dirección. Aunque apenas se nota diferencia en comparación con los otros dos modos, Normal y Eco. Está claro que Omoda ha diseñado un SUV con aptitudes de vehículo familiar o utilitario, ya que es, ante todo, un coche cómodo y espacioso para viajar en familia o en compañia de amigos.-

Conclusión: no es el SUV más eficaz y divertido en carretera, hay que reconocerlo, pero sí que cumple perfectamente para una mayoría de público que busca un vehículo cómodo y seguro, sin excesivas pretensiones.

Lo mejor del Omoda 5 es su equilibrio en cuanto a calidad de acabados, equipamiento y precio, algo difícil de encontrar en otras marcas y que es, en definitiva, lo que le da la competitividad. De hecho, en el momento de hacer este video, cuatro meses después de su lanzamiento, Omoda ya había vendido 2.343 unidades en España, el 82 por ciento a particulares, lo que da una idea del buen arranque que ha tenido este SUV en nuestro mercado.