Opel Astra eléctrico: a prueba en Berlín

Era la pieza que faltaba. Después de conocer la nueva generación del Opel Astra, con versiones de combustión y alternativas híbridas enchufables, era el turno del Opel Astra eléctrico y para ello nos hemos trasladado hasta Berlín, una de las capitales más cosmopolitas… y con el tráfico más sobrecargado de Europa.

Tiene sentido que la compañía alemana haya escogido este escenario para la versión eléctrica de uno de sus súperventas que, además, estéticamente no cambia nada frente a sus hermanos. Y esto es una gran ventaja, ya que la imagen del renovado Astra es uno de sus puntos fuertes.

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Destaca por un paragolpes prominente con rasgos deportivos, la inconfundible firma Opel Vizor y, de serie, faros LED con luces de conducción diurna, faros antiniebla y luces traseras LED, así como asistencia de luz de carretera. De manera opcional, también se podrá optar por la tecnología Intelli-Lux LED Pixel Light, integrada dentro del sistema Intelli-Drive 2.0, que integra numerosos asistentes electrónicos combinados por primera vez con el cambio de carril semiautomático y la adaptación inteligente de la velocidad.

Otro de los aspectos destacados en el aspecto del Opel Astra eléctrico es también la pintura bitono con el techo y las carcasas de los retrovisores en negro carbón, así como las llantas aerodinámicas de aleación ligera de 18 pulgadas, de serie, combinadas con neumáticos Michelin específicos con dimensiones 245/45 R18 A+.

A bordo del Opel Astra destaca la sensación percibida de amplitud. Lo cierto es que a pesar de estar ante un coche compacto y eléctrico, el espacio para los pasajeros no se ve comprometido y eso se debe a que la batería este ubicada bajo la carrocería. Además, el diseño interior también ayuda al ser minimalista.

En el salpicadero destaca el Pure Panel integrado por dos pantallas de 10 pulgadas cada una, una para el cuadro de instrumentación y otra para el infoentretenimiento, desde las que se manejan parámetros tales como el estado de la batería o la autonomía. Ahora bien, Opel ha querido conservar en el Opel Astra eléctrico algunos botones en el salpicadero, desde los que se maneja principalmente la climatización.

Es de agradecer que las marcas se animen a mantener esto, y la decisión adquiere mucha más lógica cuando te explican que el principal motivo es que una función como esta sea accesible en cualquier momento con un simple botón y sin tener que indagar en un menú, lo cual aumenta la seguridad durante la circulación. Es sencillo, práctico y dado que en Berlin había unos agobiantes 27 grados, tuvimos que recurrir a menudo a este elemento para mantener fresco el interior del habitáculo.

Haciendo referencia al maletero, su capacidad se mantiene en 352 litros y sube hasta 1.268 litros con los asientos plegados, pero lo que más llama la atención es la boca de carga, pues de lado a lado contamos con 1,02 metros.

El Opel Astra eléctrico viene propulsado por un motor eléctrico de 156 CV y 270 Nm; cifras que, para un vehículo que pesa 1.679 kg -han logrado mantener el mismo peso que en la versión Plug-In Hybrid- son más que suficientes. Mueven con soltura el conjunto y eso se agradece en esta prueba: conducir en Berlín no es tarea fácil, pues hay tráfico, mucho tráfico, intersecciones imposibles, calles adoquinadas y unas cuantas restricciones, además de muchos turistas y bicis. Casi en la misma proporción que coches.

Pero el comportamiento del Opel Astra eléctrico es fluido; responde bien a las peticiones de tu pie derecho y la agilidad se deriva también de una dirección bien ajustada y directa, con un volante muy agradable para las manos.

Ofrece además tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport, que te permitirán variar ligeramente su comportamiento. En cuando a rendimiento apenas he notado diferencias entre los dos primeros, siendo reactivos, pero suaves y amables con tus lumbares, aunque en el más deportivo de los tres se endurece ligeramente dirección y suspensión, así como la respuesta al acelerador.

Esto último en carretera se agradece mucho, especialmente en un lugar como la ‘Autobahn’, y dado que la rigidez torsional ha mejorado un 31% y además el centro de gravedad baja gracias a la ubicación de la batería, el Astra eléctrico desprende confianza y un buen dinamismo si buscas un poquito más de diversión. Además, Opel ha elevado su velocidad máxima hasta los 170 km/h.

La posición de conducción también adquiere ciertos toques deportivos gracias a los nuevos asientos Active Sport con certificado AGR. Son cómodos y permiten un gran número de ajustes, tanto manuales como eléctricos, para adoptar una postura más baja si se desea.

La batería del Opel Astra eléctrico tiene una capacidad de 54 kWh y homologa un consumo de 14,8 kWh a los 100 km, y según ciclo WLTP, ofrece una autonomía de hasta 418 km; durante la prueba conseguimos bajar ese consumo hasta los 13,9 kWh, aunque en el último tramo subió un poco debido a las condiciones del tráfico.

Con el modo Eco se puede mantener un mayor control sobre el consumo, variando solo de manera muy ligera su respuesta frente al modo Normal, como ya habíamos comentado. Además, incorpora sistema de frenado regenerativo para recuperar energía durante la conducción.

Respecto a la carga, el Opel Astra Electric viene equipado de serie con un cargador trifásico de 11 kW a bordo para la caja de pared de casa, pero es posible cargar al 80 por ciento la capacidad de la batería en tan solo 30 minutos a través de una estación de carga rápida de corriente continua de 100 kW.

Aún no está disponible el precio del Opel Astra eléctrico, pero sí sabemos que llegará al mercado en el último trimestre del año y que lo hará junto a la versión Opel Astra Sports Tourer eléctrico para completar la gama.