Hermano mayor
El nuevo SUV de Peugeot completa la oferta, en lo que respecta a la gama todoterreno, de la firma francesa y complementa al 3008, un modelo que no dispone de más versiones de tracción integral que el 3008 Hybrid4. El 4008 representa la segunda opción de Peugeot, junto al 3008, en el segmento C de los SUV, cada día más en alza, pese a las dificultades económicas que azotan a nuestro país.
La marca se ha limitado, para que no se produzca nungún tipo de canibalización interna, a vender versiones 4x4 de este modelo, de manera que la gama se limita a la variante de 1,6 litros diésel de 110 CV y a este 1.8 HDi de 150.
Después de haber hecho una primera toma de contacto en la presentación que la firma gala organizó a finales del pasado año (aquí), ahora hemos tenido la oportunidad de disfrutar del “hermano” del Mitsubishi ASX y del Citroën C4 Aircross -con los que comparte plataforma y propulsor- De hecho, en los tres casos, se trata del mismo coche fabricado por la firma japonesa y con motor Mitsubishi. Peugeot y Citroën personalizan estéticamente sus modelos y han efectuado algunos pequeños ajustes en apartados como la dirección y la suspensión.
Buen aspecto
Exteriormente me parece un coche atractivo -lógicamente el Citroën y el Mitsubishi también-, aunque es la personalización que más me gusta. Con aire aventurero, pero serio al mismo tiempo, el 4008 responde a la demanda creciente de SUV compactos ofreciendo una alternativa ideal para los interesados en este segmento. El morro personalizado de Peugeot, las protecciones para los bajos de la carrocería y los embellecedores de los pasos de rueda -que albergan las llantas de aleación de 18”- le dan un aspecto francamente interesante.
Las “rasgadas” ópticas delanteras con luces diurnas de LED, la estrecha parrilla, las ópticas traseras y las líneas laterales que “suben” hasta la zaga, completan el robusto pero a la vez suave aspecto del nuevo SUV de Peugeot.
De las dos versiones que venda la marca, disfrutamos para esta prueba de la 1.8 HDi, de cuatro cilindros y 150 CV, con una caja de cambios manual de 6 relaciones, tracción 4x4 y sistema Stop/Start. El motor que ofrece un buen rendimiento aunque, como veremos más adelante, con algunos matices.
Interior algo menos atractivo
Si exteriormente merece una buena nota -aunque está claro que contra gustos no hay disputas-, el interior del 4008 me ha parecido un tanto “soso” e incluso con un aire un poco anticuado.
Los instrumentos, mandos y acabados, son prácticamente iguales a los de sus dos “hermanos”, aunque dispone de elementos propios como el volante y algunos materiales de recubrimiento. La posición de conducción es cómoda pero el asiento está situado bastante alto y hace que el acceso sea algo incómodo para personas que no sean altas.
En el cuadro de instrumentos destacan las dos grandes circunferencias del cuentakilómetros y el cuentarrevoluciones, separadas por una pantalla central con el resto de información. En el salpicadero se encuentra la pantalla digital, las salidas de aire y, ya en la consola central, los mandos de calefacción y aire.
Dispone de varios espacios portaobjetos, como el que encontramos delante de la palanca de cambios, el de al lado del freno de mano y, bajo el reposabrazos situado entre los asientos, hay un gran espacio. En su interior se acomoda sin problemas a cuatro ocupantes (es cinco plazas pero como casi siempre la central es estrecha e incómoda) y dispone de un maletero de 442 litros -con el kit antipinchazos- bastante plano y con un doble fondo.
Los asientos delanteros son amplios y cómodos aunque la sujeción lateral es mejorable. Las plazas traseras disponen de un espacio correcto para las piernas -sin grandes alegrías y algo justas respecto al techo para los más altos- pero, eso sí, los respaldos son reclinables.
En la posición “normal” el respaldo está demasiado vertical, pero la posibilidad de poder reclinarlo es un punto a su favor. El aspecto menos favorable es el abultado puente de transmisión y, especialmente, la poca anchura total de la banqueta trasera.
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El 4008 se vende únicamente con el nivel de equipamiento Allure, que incluye seis airbags, ABS, control de estabilidad, control de tracción, repartidor electrónico de frenada, control de distancias de aparcamiento delantero y trasero, climatizador, faros de xenón, luz diurna de LED, Bluetooth, acceso y arranque sin llave, conexión USB, manos libres, programador de velocidad y llantas de 18”, un equipamiento realmente completo
El techo panorámico de cristal con barras de techo (875 euros), los asientos eléctricos con calefacción y cuero (1.875), el navegador (2.000 euros con cámara de retrovisión y 2.715 si añadimos equipo Hifi), y la pintura metalizada o nacarada (545 euros todas salvo la blanca sólida, que es la única sin sobreprecio y la blanca nacarada, que cuesta 700 euros), tendremos que pagarlos como extras.
150 CV y tracción total… si quieres
Así es el sistema de tracción total que incorpora el 4008; para utilizarlo a tu gusto. Se trata de un sistema con gestión electrónica con el que el conductor puede seleccionar tres modos de transmisión: dos ruedas motrices 2WD -que corresponde a una utilización sobre asfalto seco, donde el conductor estime que no habrá pérdida de adherencia-, el modo cuatro ruedas motrices 4WD -que es el modo en el que la centralita se encarga de repartir de manera óptima el par entre los dos ejes y, por último, el modo Lock que, con el bloqueo de las cuatro ruedas motrices, debe usarse sólo en condiciones de baja adherencia.
En este caso, la transmisión a las cuatro ruedas es permanente con una distribución de par mayor a las ruedas traseras que en el modo 4WD y que puede llegar hasta un 82%. Sin duda es uno de los puntos fuertes de este modelo.
El propulsor del 4008 es de origen Mitsubishi y se trata de un 1.8 HDi cuatro cilindros de 150 CV a 4.000 rpm con un par máximo de 300 Nm a 2.000 rpm., que incorpora un turbo diferente y diferentes valores en la centralita que varían la inyección. Es la aportación de Peugeot a este propulsor que si bien ofrece una buena potencia y una respuesta correcta en altas, a bajo régimen se queda lejos de ser efectivo.
La incorporación de otro turbo no es por casualidad y Peugeot ha querido mejorar la respuesta en esa zona, pero lo cierto es que no se ha conseguido del todo. El cambio sí acompaña positivamente al conjunto con un buen tacto de palanca y unos desarrollos correctos, si bien entre primera y segunda no lo parece por la escasa respuesta hasta las 2.000 rpm.
A gusto en ruta
En esta prueba pudimos hacer más kilómetros de los que hacemos habitualmente y pudimos constatar aún mejor, si cabe, el buen hacer de este SUV por vías rápidas. La potencia de su motor y el confort de marcha que ofrece lo convierten en un buen rodador, siempre teniendo en cuenta sus características.
Transmite sensación de aplomo, el tarado de suspensión ayuda a ir cómodos y en virajes rápidos de autopista o autovías demuestra una buena estabilidad. Los consumos no son tan contenidos como la marca dice -o al menos nosotros no lo conseguimos-, pero tampoco son desorbitados si tenemos en cuenta que conseguimos una media de 7,7 litros en el transcurso de nuestra prueba.
Como es lógico también circulamos por carreteras de montaña y ahí el 4008 sufre más. Y lo hace, básicamente, por la falta de respuesta del motor hasta 2.000 rpm. A partir de ahí nada que objetar. La respuesta es contundente, llega “arriba” con facilidad y fuerza y se puede ir ligero. Pero para eso tendremos que superar el tramo inicial en el que el motor “desaparece” hasta que el turbo hace acto de presencia pasadas ligeramente las 2.000 rpm.
Por debajo de ese régimen, la conducción por carreteras muy viradas se hace incluso incómoda por la falta de respuesta y por la, algo brusca, entrada del turbo. Dinámicamente se defiende en este terreno gracias a que la carrocería no balancea en exceso y a una dirección bastante precisa, aunque la suspensión se muestra algo blanda si queremos imprimir un ritmo alto.
En carreteras en mal estado, se nota en exceso la falta de freno de extensión de los amortiguadores traseros -cuando menos en nuestra unidad-, y, en ocasiones, la delantera transmite vibraciones al volante si cogemos un bache considerable. Fuera del asfalto tiene las limitaciones habituales de este tipo de coches, pero se beneficia de un buen sistema de tracción total que le permite ir un poco más allá en zonas difíciles.
Con un precio de 32.170 € -que se convierten en 37.435 € si va equipado como nuestra unidad-, el 4008 es una opción interesante, aunque bastante cara, entre los de su segmento, con una imagen atractiva y unas cualidades que le permiten hacer frente a la competencia como pueden ser el Nissan Qashqai 2.0 dCi o sus propios hermanos el Aircross y el ASX. Su tracción, la respuesta del motor arriba y el confort de marcha en vías rápidas, son su fuerte. Es mejorable la respuesta a bajo régimen y la suspensión. Pero en esta vida todo se puede hacer mejor, lo importante es disfrutar de lo que se tiene y el 4008 tiene mucho…
No esta mal un pequeño y argo caro pero será bueno aunque creó que con ese precio van a patinar pues hay varios más vendibles y con su misma calidad no es competencia para qhasqai kadjar kuga sportage ix35 son más coche que el y se venderán más