Peugeot 408 PureTech 130 EAT8

El Peugeot 408 es el coche que vosotros decidisteis que debía ganar el premio a Coche del Año en los MotorAwards 2023, celebrados hace relativamente poco. Y vosotros también nos pedisteis una prueba con la motorización de acceso, la gasolina de 130 CV. Pues aquí está. El Peugeot 408 PureTech 130 EAT8 en acabado GT.

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Este es el tercer vídeo que le dedicamos al nuevo Peugeot 408. Hace casi un año Joan Dalmau acudió a la presentación oficial para verlo en persona por primera vez y poder tocarlo, pero no conducirlo. En ese vídeo os hablamos en profundidad de su diseño, de su interior y de su maletero, así que lo podemos tomar como punto de partida para esta prueba.

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Sin embargo, a finales de año, ya nos dejaron conducirlo. Y fue otra vez Joan el que se puso al volante por primera vez de este nuevo coche francés. En aquella ocasión probó la variante híbrida enchufable de 225 CV, así que, si os interesa la hibridación, echadle un ojo a su vídeo y no os lo perdáis.

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Pero hoy vamos con la versión de acceso, sin hibridar, de gasolina, y en su única opción mecánica de 130 CV.

Una versión que arranca en 33.350 euros con el acabado base Allure, y en 37.800 euros para el GT, el que tenemos hoy aquí con nosotros, que es el tope de gama. Además de todo el equipamiento de serie que trae, completísimo, con llantas de 19 pulgadas, cristales oscurecidos, interior de cuero con asientos de Alcantara, volante calefactado, cuadro de instrumentos 3D, navegador o cámara trasera, siempre se le pueden añadir más cosillas, como las que trae esta unidad:

Asiento del conductor AGR con masaje (1.039 €), Sistema Drive Assist Plus 2.0 con control de crucero adaptativo y mantenimiento de carril (364 €), Pack de cámaras 360º (364 €), Carga inalámbrica para el Smartphone (156 €) y el sistema de audio Premium Focal con 10 altavoces (883 €).

Total, que si sumamos estos extras al precio base de esta versión, nos queda un 408 de gasolina con 130 CV, casi "full equip", por 40.606 euros.

Barato no es, como prácticamente todos los coches en la actualidad, pero si tenemos en cuenta que es bastante más grande que un 308, casi como un 508 y con mejor maletero… pues tampoco me parece tan caro como se podría pensar.

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Hablamos de un coche de casi 4,7 metros de largo (4,69 m.) que llega al mercado con mucha ambición. Se trata de un coche global, que se venderá en muchos mercados de todo el mundo, y difícil de clasificar en un segmento concreto.

¿Dónde metemos al Peugeot 408? A mi me parece una berlina tipo cupé, ligeramente elevada. Para ser un SUV cupé, le falta altura libre al suelo. Aunque al llevar los protectores plásticos en los bajos, pues hombre, ¿quizás... crossover cupé?

¿Qué pensáis vosotros?

No vamos a profundizar en su diseño, porque ya hemos dedicado dos vídeos a explicaros el coche a fondo pero sí nos gustaría remarcar que éste es un coche realmente vistoso por la calle, mucho más impresionante en vivo que en foto. Prueba de ello es que durante esta semana de pruebas que lo estoy conduciendo han sido varias las personas que se han acercado a la ventanilla a preguntarme qué coche era. Y eso no pasa a menudo.

Donde sí quiero hacer algunos comentarios es en su interior. Con un salpicadero que os sonará bastante porque es básicamente el mismo que el del 308 con algunas cosas que me han gustado bastante y otras que no tanto.

Empezamos por lo bueno, y es que el diseño y los materiales empleados crean una atmósfera muy tecnológica y a la vez elevan la impresión de calidad prácticamente al nivel de aquellos coches a los que catalogamos como “premium”.

Me gustan los asientos, muy confortables, y también me gusta el funcionamiento general de la pantalla de infoentretenimiento, fácil de usar, muy vistosa, con buena resolución y con muchas opciones, complementada por unos botones táctiles que se pueden configurar para crear atajos a menús y opciones del sistema multimedia.

Ahora bien, y vamos con lo que no me ha gustado tanto: el climatizador. Está dentro de la pantalla y es un engorro que obliga a desviar mucho la vista para fijar una temperatura o modificar la potencia del caudal de aire.

Y luego está el tema del puesto de conducción i-cockpit de Peugeot, con un volante pequeño y achatado por arriba y por abajo, con el cuadro de instrumentos más elevado pero que no hay manera de encontrar una posición cómoda que me permita verlo por completo. No me gusta, lo he dicho muchas veces, y así seguirá siendo.

El acabado GT también monta el cuadro de instrumentos digital con efecto 3D al que cuesta acostumbrarse un poco al principio. Me resulta bastante original, pero lo que más me ha gustado de esta pantalla digital son los múltiples tipos de visualización que ofrece, con mucha información, y el nivel de configuración. Todo muy completo.

La visibilidad delantera es muy buena, ya que vamos ligeramente más elevados que en una berlina convencional, sin embargo, la trasera queda muy condicionada por la forma de la zaga y su pequeña luneta.

Las plazas traseras ofrecen un buen espacio para las piernas y una altura hasta el techo algo más justo para la cabeza. Pero adultos de estatura media, e incluso alta, no encontrarán problema para sentirse cómodos en uno de sus dos asientos laterales. Porque la plaza central es realmente incómoda.

Una de las grandes diferencias entre la versión de gasolina y las híbridas enchufables es su maletero. Los plug-in ofrecen 471 litros de capacidad, que no está mal, pero en este caso, la capacidad del de gasolina asciende hasta los 536 litros. Es decir, también tiene más maletero que un 508 y que un 508 familiar, y que un 308 compacto, pero eso sí, menos que el 308 SportWagon.

En cuanto a la mecánica, el motor PureTech de gasolina con 130 CV es la única opción disponible en la gama 408 sin hibridar. Se trata del conocido motor de 3 cilindros y 1,2 litros que montan muchísimos modelos del Grupo Stellantis.

Con 130 CV de potencia y 230 Nm de par motor es un motor correcto para el día a día, incluso para realizar viajes con carga en el coche. Pero tampoco hay que esperar mucho de él en cuanto a prestaciones, ya que hablamos de un coche de casi 1.500 kg de peso con una cifra de par un poco baja.

Así lo demuestra su registro en el 0 a 100, que lo consigue en unos modestos 10,5 segundos. Pero donde más se percibe esa cierta falta de empuje es en las recuperaciones, porque le cuesta un poco ganar velocidad a altas velocidades.

Tampoco diríamos que es un motor suave y silencioso, porque no lo es. Pero ese es prácticamente un mal común en los motores de 3 cilindros, que tienen a ser bastante más ruidosos y ásperos en cuanto a sonido y vibraciones. Este es de los mejores que hemos probado en este sentido, pero en ciertas fases, sobretodo en aceleración, un cuatro cilindros resulta bastante más confortable.

Esta mecánica sólo puede asociarse a un cambio automático de 8 velocidades en la gama 408. Se trata de un cambio por convertidor de par con un funcionamiento bastante bueno y un temperamento calmado. Las transiciones entre marcha no son extremadamente rápidas pero sí bastante suaves. Tan solo acelerando desde parado puede sentirse algún pequeño tirón en las primeras marchas, a partir de ahí, como acabo de comentar, es suave y tiene una buena gestión de las marchas en modo automático. El hecho de contar con 8 relaciones permite que el motor siempre se mueva en un rango de revoluciones óptimo, además de poder alargar las dos últimas marchas para un rodar en autopista muy desahogado.

Este es más bien un coche de vías rápidas, donde saca a relucir una puesta a punto del chasis bastante enfocada hacia el confort de marcha. En este sentido nos topamos con una suspensión de carácter más bien blando, capaz de tragarse cualquier tipo de bache y roto en la carretera, así como salvar con muy buena nota el paso por los típicos reductores de velocidad que inundan cada vez más las vías de las grandes ciudades.

En carretera secundaria también se defiende más o menos bien, pero con cierto balanceo de la carrocería que nos invita a realizar una conducción más bien tranquila. Tiene un modo Sport, pero que no afecta a la suspensión, tan sólo a la dureza de la dirección, que se agradece, y a la respuesta del acelerador y el cambio, que estira más las marchas. Por lo tanto el cabeceo a la hora de frenar y la inclinación lateral en los cambios de apoyo seguirán estando ahí.

Sin embargo, el nivel de estabilidad y aplomo que presenta el nuevo Peugeot 408 es más que notable. Es un coche que inclina, sí, pero que no rebota, y mantiene su trazada de forma estupenda. Tiene una suspensión trasera sencilla, de tipo barra de torsión, pero que trabaja bastante bien.

Por su parte, la dirección es buena, tiene un guiado rápido y bastante preciso, aunque le falta algo de información en el volante.

Hablemos del consumo, y es que según su ficha técnica y según el ciclo de homologación WLTP, debería gastar unos 6 l/100 km de media. La realidad es que gasta un poco más, pero no mucho más. Siempre y cuando no se abuse de la ciudad, donde sí se eleva considerablemente la media.

En nuestro caso, después de una semana de pruebas por todo tipo de vías, el ordenador de a bordo ha acabado reflejando unos correctos 6,5 l/100 km. Destacando sobre todo el consumo en autopista, cercano a los 5 l/100 km.

Este es un coche cómodo, espacioso, bien terminado, y en este caso, con un motor de gasolina de 3 cilindros que podría rendir más fino, pero que no va nada mal.

Es la única opción disponible, de momento, de combustión pura, las otras dos opciones son híbridas enchufables con su pegatina Cero de la DGT. Así que, si te gusta este coche, y no lo quieres híbrido, el 130 de gasolina es tu única opción. Con sus pros y sus contras, como te hemos contado.