El Renault Austral es el sustituto del Renault Kadjar. Es un coche francés… “Made in Spain”, ya que se fabrica en Palencia, y básicamente este coche es uno de los pilares básicos de la ofensiva de Renault hacia la electrificación de toda su gama de modelos. El nuevo Austral sólo se vende con motorizaciones híbridas y micro-híbridas.
Esta no es la primera vez que le hacemos un vídeo al Austral, y quién sabe si será la última, pero os invito a ver el primer contacto en vídeo que le hizo Joan Dalmau donde explica en profundidad todos los detalles de la gama completa del Austral.
Si tenéis otro ratillo, tampoco deberíais dejar pasar la oportunidad de ver la comparativa entre el Renault Austral híbrido y el Nissan Qashqai e-Power, dos coches con la misma plataforma pero con una manera distinta de entender la hibridación.
En esta prueba vamos a pasar por alto algunos detalles de la gama completa y nos vamos a centrar en la versión micro híbrida de gasolina y 160 CV. Como ya os he comentado podremos elegir un Austral con motor híbrido o micro híbrido. De momento no hay versión híbrida enchufable. En el caso del motor micro-híbrido, se puede elegir con dos potencias: 140 o 160 CV como la que hemos probado.
Este “mild hybrid” está compuesto por un motor de gasolina de 4 cilindros y 1,3 litros de cilindrada, y un sistema de eléctrico de 12 voltios, con una pequeña batería de apenas 0,15 kWh, que ayuda ligeramente al motor térmico en las aceleraciones. La potencia total que se consigue es de prácticamente 160 CV y el par motor se queda en 270 Nm.
Este es un coche de tracción delantera, y en las versiones híbridas puede montar el sistema de ruedas traseras directrices, con la micro-híbrida no.
Si os ronda por la cabeza la versión de 160 CV, por esos 20 CV de más que parecen apetitosos, debéis saber que la transmisión sólo puede ser automática. Y de tipo variador. Aunque debo reconocer que en este coche el funcionamiento del CVT no me está desagradando del todo. No es muy ruidoso, esa clásica sensación de desajuste entre velocidad y revoluciones está bien resuelta y, si queremos usar las levas en el volante, automáticamente entramos en un programa con 7 marchas predefinidas que simula bastante bien el funcionamiento de un cambio automático convencional.
En las versiones de 140 CV micro híbridas se podrá elegir entre un cambio manual de 6 relaciones o este automático de tipo variador. Ahí ya, la elección es vuestra.
De todas maneras, aunque estemos probando la versión de 160 CV, que debería ofrecer quizás un poco más de "punch", lo cierto es que cuando le pides un poco más al motor, la respuesta no es extraordinaria. El 0 a 100 lo hace en 10 segundos, que no es grave, pero en recuperaciones si que se echa en falta un poquito más de par motor y reacciones más directas.
Si echamos un vistazo a su ficha técnica, el consumo medio de esta versión debería rondar los 6 litros a los 100 km, aunque nos parece que es una cifra un tanto optimista. Tras varios días de uso por todo tipo de vías debo reconocer que es difícil bajarlo de 6 litros y medio. En ciudad supera los 7 litros fácilmente, y en vías rápidas me esperaba algo menos.
Tiene pegatina ECO, sí, pero este sistema micro-hibrido apenas influye en un consumo real que creo, sinceramente, que debería ser algo menor.
En cuanto a la conducción, el nuevo Renault Austral es un coche que gustará a la gran mayoría. Incluso a mí, que no soy muy amante de los SUV, pero le he cogido simpatía. Es un coche cómodo de llevar, con una buena sensación de seguridad gracias a una postura de conducción elevada, con una suspensión agradable y con un tacto en general más confortable que el de un Nissan Qashqai, por ejemplo.
Al volante te acostumbras muy rápido a sus reacciones. Lo primero que percibes es que el coche balancea un poco en curva. Incluso en alguna ocasión llega a rebotar más de la cuenta en la parte trasera cuando no hay ocupantes en la segunda fila o cuando llevamos el maletero vacío. Y esto es porque monta una suspensión trasera por barra de torsión bastante simple. En las versiones con el sistema 4Control con ruedas traseras directrices, la suspensión trasera es multibrazo, que debería reducir ese mencionado rebote.
Con todo ello, la estabilidad del nuevo Austral es muy buena. Incluso el nivel de agarre que ofrecen los Michelin Primacy en esta medida de 235/40 van muy acorde con lo que se espera de este SUV de más de 1.500 kg.
Sorprendentemente es un coche muy silencioso. En conducción normal y relajada ésta es una de sus grandes virtudes. El motor se escucha poco y la insonorización del habitáculo está muy bien conseguida.
Es un coche todoterreno, y no porque sea un buen 4x4. Es más, no es ni 4x4. Pero se defiende bien en cualquier situación: ciudad, carretera y autopista. Y aunque sus 18 cm de altura libre al suelo no son nada del otro mundo, permite circular por caminos de tierra en buen estado con esa pequeña ventaja de salvar los bajos del coche si nos encontramos algún tramo un poco roto.
Pero también os quiero hablar de un aspecto que no acaba de gustarme del todo. Y es el de la visibilidad delantera. En el Austral vas a tener que configurar la altura del asiento más arriba de lo que en un principio te pide el cuerpo. Y eso es por culpa del capó, que es muy recto y alto, y siempre lo tienes presente ahí delante. Va bien porque ves dónde acaba el morro, pero te obliga a ir más alto porque sino no vas a poder ver qué tienes delante a pocos metros.
Y con este pequeño detalle, entramos a hablar del diseño del nuevo Austral. Y es que a simple vista se puede ver que es un coche imponente, que queda bien asentado en la carretera y con unas líneas y unos perfiles muy bien definidos que le aportan una musculatura extra muy impactante. Si todo ello lo rematamos con la pintura gris pizarra satinada, como la de esta unidad, el juego de sombras realza aún más esta impresión de poder.
Es un coche que mide 4 metros y medio (4,51 m.) de largo, 1,84 de ancho y 1,62 de alto. Y con una batalla de 2,67 metros entre ruedas asegura un buen espacio interior.
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Lo reconocerás rápidamente por el nuevo logotipo de Renault, situado en el centro de la parrilla, y por los faros delanteros con la característica lágrima con luz diurna. Unos faros que, por cierto, en este acabado Techno Esprit Alpine, incorporan la tecnología LED Adaptive Vision de serie, capaces de variar el haz de luz según las condiciones de la vía o el tráfico.
Los pilotos traseros también son Full LED, con efecto 3D y las llantas de esta versión son de 20 pulgadas. La variante Esprit Alpine se complementa con el logotipo de la marca deportiva francesa tras los pasos de rueda delanteros y con detalles en negro brillante para la zona más expuesta de la carrocería que no creo que sea lo ideal…
No había tenido la oportunidad de ver a este Austral en vivo hasta hace unos días y no os voy a mentir que una de las mejores sensaciones que he tenido con él ha sido cuando me subí por primera vez.
Me mola mucho el diseño del interior. Hay cosas que no tanto, como el volante doblemente achatado, pero la impresión de calidad que ofrece a simple vista es muy buena. Materiales de tacto blando en el salpicadero y puertas, una combinación de materiales en este acabado Sprit Alpine con un toque incluso deportivo, con costuras en azul y el uso de la Alcantara. Y por supuesto el gran aporte tecnológico que ofrecen sus dos grandes pantallones.
El cuadro de instrumentos digital tiene un diseño muy limpio, con información clara y varios modos de visualización personalizables que podremos ajustar. Muchas funciones se pueden controlar desde los mandos del volante, que incorpora también un mando satélite para seleccionar los distintos modos de conducción, y otras habrá que pasar por la gran pantalla central vertical que se posiciona como el centro neurálgico del coche.
El sistema multimedia Open R Link funciona fantásticamente, muy fluido, y la calidad de la pantalla me parece muy alta. En nuestra versión, además de navegación y un montón de aplicaciones más, incorporaba incluso acceso a internet, y puede crear un red wifi para que los ocupantes del vehículo puedan conectar sus dispositivos y navegar tranquilamente.
Por supuesto, cuenta con conectividad Android Auto y Apple CarPlay, y además se nutre de la tecnología de Google con varias aplicaciones para hacernos la vida a bordo más fácil e intuitiva, como Google Assistant, que funciona a las mil maravillas.
Esta versión tope Esprit Alpine viene bastante bien equipada, pero claro, la nuestra lleva absolutamente todo lo que se le puede añadir. Empezando por paquetes de seguridad con ayudas a la conducción, aparcamiento automático o cámaras de 360º, hasta el techo panorámico o el masaje para el asiento del conductor. Una delicia.
También es un extra el hecho de que la banqueta trasera sea deslizante y que los respaldos puedan reclinarse para ganar en confort. No es muy caro, son unos 300 euros, pero yo los pagaría encantado. Así puedes elegir entre más maletero o más confort.
La habitabilidad trasera también es muy buena. Hay mucho espacio para las rodillas y la altura al techo va sobrada incluso para personas de gran estatura. Los asientos no son tan cómodos como los delanteros, y eso se nota, pero en peores plazas hemos toreado.
La capacidad del maletero en el Austral viene dada por dos factores a tener en cuenta: el primero es el tipo de hibridación. Las versiones híbridas convencionales tienen menos espacio de carga, en concreto 430litros. Las micro-híbridas ofrecen 500 litros, 70 litros más. Y si además pagamos la opción de la banqueta deslizante, podremos incrementar esta capacidad hasta los 575 litros al adelantar al máximo la posición. Bajo el piso hay hueco, y además, podemos equiparlo con una rueda de emergencia de 17 pulgadas con un sobrecoste de 190 euros. Con los asientos abatidos la capacidad total aumenta hasta los 1.525 litros.
Y por cierto, el portón eléctrico del maletero también es opcional. Bueno, es obligatorio pagar por él si eliges la pintura gris pizarra satinada con el techo en negro. Cosas del configurador…
Vamos con los precios. La gama Austral está dividida en tres niveles de acabado. Equilibre, Techno e Iconic, y sobre estos dos últimos se puede añadir el paquete Esprit Alpine que le ofrece un toque más deportivo.
La gama Austral arranca en 30.900 euros. El micro-híbrido de 160 CV con el acabado Techno Esprit Alpine, el único que podemos elegir con este motor, tiene un precio de 37.400 euros con descuentos aplicados.
Para configurar esta unidad, hay que añadir todos los paquetes posibles: el Safety, el Advance Driving Assist, el City Premium y el Winter Comfort. Con ellos tendremos una significante mejora en las ayudas a la conducción y sistemas de seguridad, como los controles de velocidad y crucero inteligentes, el reconocimiento de señales o las cámaras de 360º, así como otros de confort, con asientos calefactables y masaje para el conductor. También sumaremos la pintura gris pizarra satinada tan chula, la apertura del maletero eléctrica, los asientos traseros deslizantes, el techo panorámico y la rueda de emergencia.
Total, que nos plantamos en 43.813 euros con Austral prácticamente full equipe.
El salto de calidad que hay del Kadjar al Austral es abismal. No tienen nada que ver. El coche es vistoso, va bien, es confortable… pero donde destaca por encima de todo es en su interior. Está bien acabado, la habitabilidad es muy buena y esa pantalla central con Google Asisstant y centernares de posibilidades es una pasada. De verdad. De lo mejor del segmento, sin duda.
Que aburrimiento de coche y por el precio que tiene no me quiero imaginar cómo responderá su penosa caja de cambios automática