Renault Mégane R.S. TCe 280 CV EDC Sport: Preciso y efectivo
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Renault Mégane R.S. TCe 280 CV EDC Sport: Preciso y efectivo

Jaume Gustems

Jaume Gustems

1 opinión

Nos ponemos al volante de la 3ª generación del nuevo Renault Mégane RS, uno de los compactos de tracción delantera más rápidos del mundo. Su motor TCe de gasolina 1.8 Turbo ofrece 280 CV garantiza fuertes sensaciones y se acompaña de un chasis con sistema 4Control y una nueva suspensión con topes hidráulicos de compresión como principales novedades.

En los últimos 15 años Renault ha vendido 53.000 Mégane RS, todos ellos desarrollados por Renault Sport . La primera generación del Mégane R.S. llegó en 2001. Le siguió la versión limitada R26 R hasta el lanzamiento de la segunda generación, que incluyó la versión Trophy con la que se consiguieron varios récords en Nurburgring.

El nuevo Megane RS viene con un motor Turbo de 1.8 litros que da 280 CV (5 CV más que la anterior versión Trophy). Utiliza el mismo bloque motor que el propulsor del Alpine A110, pero con una culata con estructura reforzada y un tratamiento especial en los empujadores de las válvulas y las camisas de los cilindro, tecnologías derivadas de la competición. La utilización de un turbocompresor de doble entrada (Twin Scroll) ha permitido mejorar el par motor a bajo régimen. El par máximo es de 390 Nm entre 2.400 y 4.800 r.p.m., una excelente cifra que hace que el comportamiento del motor sea contundente desde bajas vueltas y muy elástico.

La nueva generación del Renault Mégane R.S. no pierde un ápice de estética deportiva. Pintado en color naranja gana en espectacularidad.
La nueva generación del Renault Mégane R.S. no pierde un ápice de estética deportiva. Pintado en color naranja gana en espectacularidad.

Pero hay otras novedades en esta generación. El nuevo Renault Mégane RS monta un nuevo chasis que, por primera vez, equipa sistema 4Control de cuatro ruedas directrices, suspensiones con topes hidráulicos de compresión y frenos más potentes. Su espectacular estética no engaña. Tiene una carrocería más baja, ensanchada. En esta unidad de pruebas venía pintada en un llamativo color Naranja Tonic, opcional.

Más ancho y agresivo

La zaga está muy trabajada, e incorpora un gran difusor con salida central de escape, así como un spoiler más grande.
La zaga está muy trabajada, e incorpora un gran difusor con salida central de escape, así como un spoiler más grande.

Respecto al resto de la gama Mégane, el R.S. se distingue por su frontal deportivo, caracterizado por la parrilla con calandra de nido de abeja, el paragolpes y las aletas ensanchadas para cubrir el mayor ancho de vías y el grupo de luces LED tan particular, con forma de bandera de cuadros y situadas en posición inferior, que incluyen luces de posición, de curva, faros antiniebla y luces de carretera. Justo por debajo se sitúa la “lámina de F1”, como bautiza Renault a la banda gris que cruza el paragolpes a todo lo ancho y que tiene una función aerodinámica.

Las llantas de 19”, el gran spoiler trasero y sobre todo, el difusor con la salida de escape central integrada, dan una imagen muy deportiva al Mégane visto por detrás.

Quizás no exprese la agresividad de un Honda Civic Type R, pero tampoco alcanza la discreción de un Peugeot 308 GTI o un Volkswagen Golf GTI. Tiene una imagen rácing muy equilibrada, al estilo de la de un Hyundai i30 N o un Ford Focus ST, por citar algunos de sus rivales.

El frontal incorpora nuevos faros y un juego de luces en la parte inferior que agrupa las luces de carretera, antiniebla y luces de curva y luces de posición.
El frontal incorpora nuevos faros y un juego de luces en la parte inferior que agrupa las luces de carretera, antiniebla y luces de curva y luces de posición.

El Renault Mégane R.S. se vende con dos tipos de chasis, a escoger: Sport y Cup. El Sport sitúa la carrocería 5 mm. más baja que la de un Rénault Mégane GT, monta estabilizadoras más rígidas y la nueva suspensión con topes hidráulicos de compresión. Esta suspensión deriva del mundo de los rallyes, y utiliza un pequeño amortiguador interno dentro del amortiguador principal que evita el efecto de rebote de la rueda al hacer tope. Es decir, en lugar de utilizar un elastómero como tope de suspensión, que es lo habitual, se sirve de un sistema hidráulico con un pistón secundario que amortigua el movimiento de la rueda antes del final de recorrido. Esto crea un mayor confort de marcha y mayor estabilidad.

El Mégane RS con chasis Cup lleva esta preparación más al extremo. Tiene los amortiguadores un 10 por ciento más rígidos y equipa un diferencial Torsen de deslizamiento limitado, que evita el subviraje y da más motricidad al coche al salir de las curvas. Esta versión llegará un poco más tarde, este mismo 2018.

Ruedas traseras  con dirección

El motor de gasolina TCe de Renault ofrece ahora más potencia: 280 CV.
El motor de gasolina TCe de Renault ofrece ahora más potencia: 280 CV.

Las dos versiones, Sport o Cup, montan de serie el sistema 4Control de cuatro ruedas directrices, ya visto en el Renault Talisman o el Espace. Este sistema permite que las ruedas traseras giren hasta 2,7 grados en sentido contrario de las delanteras. Así, a baja velocidad el coche entra más rápido en la curva, su comportamiento es más incisivo. También facilita las maniobras de aparcamiento, ya que acorta el radio de giro. Hace un efecto de “acortamiento” de batalla.

Es la primera vez que el Renault Mégane incorpora el sistema 4Control de ruedas directrices en el eje trasero. Lo convierte en un compacto muy ágil.
Es la primera vez que el Renault Mégane incorpora el sistema 4Control de ruedas directrices en el eje trasero. Lo convierte en un compacto muy ágil.

Y por encima de 60 kilómetros por hora, es al revés: Las ruedas traseras giran en el mismo sentido que las delanteras, hasta un máximo de un grado, para conseguir mayor estabilidad. En este caso, “alarga” la batalla.

No hay otro compacto deportivo que tenga esta tecnología, que no sólo lo hace más eficaz en conducción deportiva, sino que también lo hace más preciso, ya sea circulando por carretera o callejeando por la ciudad. Esta tecnología de Renault, innovadora en el segmento de los compactos, marca la diferencia respecto a la competencia.

Interior con detalles sport

Las suspensiones de este Mégane son firmes, pero no llegan a resultar incómodas. Es perfectamente utilizable en largos desplazamientos, no es un compacto radical.
Las suspensiones de este Mégane son firmes, pero no llegan a resultar incómodas. Es perfectamente utilizable en largos desplazamientos, no es un compacto radical.

En un coche así no pueden faltar los asientos tipo backet, con reposacabezas integrados, que sujetan perfectamente el cuerpo y, en este caso, no resultan especialmente incómodos. Hay detalles de buen acabado, como el guarnecido de las puertas en símil carbono, el volante forrado en Alcántara con marca de posición y el logo RS incluidos, o la banda luminosa que recorre el salpicadero y que cambia de color según el programa de conducción seleccionado.

El puesto de conducción es muy deportivo. El volante de tres radios está parcialmente forrrado en Alcántara.
El puesto de conducción es muy deportivo. El volante de tres radios está parcialmente forrrado en Alcántara.

Otros signos de buen acabado son los pespuntes en color rojo, los pedales de aluminio o las siglas Renault Sport en el umbral de la puerta.

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La pantalla del sistema R-Link 2 te saluda al entrar y darle al contacto. Es de tipo táctil, se maneja a través de aplicaciones, y resulta muy completa, con unos gráficos muy atractivos. Es la misma pantalla que se monta en toda la gama Mégane, con los mismos menús, pero con el añadido del Monitor RS, un programa que se sirve de la telemetría para ofrecer información en tiempo real sobre aceleración, frenado, ángulo de volante, temperatura, presión de aceite o el funcionamiento del sistema 4Control, entre otros.

Ideal para tandas

Hay buena atención al detalle. El logo R.S. está presente en los cabezales de los asientos.
Hay buena atención al detalle. El logo R.S. está presente en los cabezales de los asientos.

Este compacto alcanza los 250 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos. Esta versión con cambio automático EDC equipa Launch Control, que se activa tirando hacia atrás de las levas de cambio. Es un compacto ideal para hacer tandas en circuito. Para comprobarlo, fui hasta el circuito de Calafat (Tarragona), cuyo trazado revirado y técnico es ideal para disfrutar de un compacto potente como este Mégane.

El R.S. también viene con el sistema Multi-Sense, que permite ajustar el comportamiento del motor, la respuesta del acelerador, la velocidad del cambio y la firmeza de la dirección en función de varios programas, a escoger: Comfort, Normal, Sport, Race y Perso. Para circuito o carretera, el modo Sport garantiza un comportamiento deportivo, pero el coche siempre rueda controlado a través del ESP, aunque con un umbral de intervención algo retardado.

El cuadro de instrumentos digital cambia sus gráficos. En modo Sport pasan a ser de color rojo.
El cuadro de instrumentos digital cambia sus gráficos. En modo Sport pasan a ser de color rojo.

A diferencia del resto de la gama Mégane, el R.S. incorpora el modo Race, que desactiva el ESP por completo y permite un mayor grado de diversión al volante. De hecho, el Mégane R.S. tiene un comportamiento muy particular, diferente al del resto de rivales, condicionado por su sistema 4Control. Al tener dirección en las ruedas traseras, permite que al dejar de acelerar el coche bascule la zaga, de forma que este pequeño movimiento ayuda a colocarlo en la trazada y buscar el vértice de la curva con más rapidez. Esto no quiere decir que tenga un carácter sobrevirador, ya que no tenemos tracción en esas ruedas traseras, sólo dirección. De hecho, como buen tracción delantera, si aceleramos antes de lo previsto o entramos muy “pasados” en el viraje, se va ligeramente de morro.

El equipo de frenos del R.S. también es específico y más potente y resistente que el de la generación anterior. Los discos delanteros tienen más diámetro (355mm.).

La pantalla del sistema R-Link 2 es la ya conocida en otros modelos de Renault.
La pantalla del sistema R-Link 2 es la ya conocida en otros modelos de Renault.

La buena entrega de par a bajas vueltas y la potencia del motor, junto con la velocidad del cambio automático de doble embrague y 6 velocidades, hacen del Mégane R.S. un compacto deportivo muy eficaz y divertido en circuito. Sólo encontré una pega: las levas están demasiado altas, y además, son muy pequeñas.

El sonido que emiten sus escapes está un poco amplificado a través de los altavoces. Esto os puede gustar o no, pero os aseguro que el efecto que crea es muy estimulante.

El Mégane R.S. que tuve oportunidad de conducir llevaba el chasis Sport. En breve se comercializará la versión con chasis Cup, todavía más efectiva, y se espera una versión Trophy con 300 CV a finales de este año.

Suficientemente cómodo

El consumo de este R.S. es un poco elevado, pero a cambio nos da buenas prestaciones.
El consumo de este R.S. es un poco elevado, pero a cambio nos da buenas prestaciones.

Son versiones todavía más radicales y especializadas, todavía más excitantes para conducción deportiva. Pero tened muy claro que éste también es un compacto apto para largos viajes en carretera. Tiene la habitabilidad conocida del Mégane, ofrece su suavidad de marcha si queremos, y permite un uso cotidiano sin problemas. Sólo hay un inconveniente. Toca pasar por la gasolinera más de lo esperado. Difícilmente baja de los 10 litros a los 100, y en su depósito sólo caben 50 litros, por lo que la autonomía real se queda en unos escasos 500 kilómetros.

Renault Mégane R.S.
Renault Mégane R.S.

Un inconveniente que muchos de vosotros pasaréis por alto, ya que, a cambio, este Mégane, como otros compactos deportivos de su estilo, nos ofrece sensaciones de conducción muy cercanas a la de deportivos que le doblan en precio.

El Renault Mégane RS con chasis Sport y cambio automático EDC como el que os he presentado en este video se vende por 36.200 euros. La versión con cambio manual cuesta 34.200. Un importe que, visto lo visto, está más que justificado.

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Curro
Curro

Excelente para disfrutar por las autopistas alemanas.

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