Renault Mégane RS Ultime: Nos ha dejado un mito...

El Renault Mégane RS Ultime, como su nombre indica, es el último Renault Mégane RS que vamos a conocer. Llegó en 2023 justo 20 años después del lanzamiento del primer Mégane RS en 2003. Se fabricaron 1976 unidades del Ultime, año en el que se fundó la división deportiva de Renault, Renault Sport. Y llegó como último suspiro para cerrar filas de esta gloriosa etapa entre los compactos deportivos.

Al menos, podremos decir que el último Mégane RS se fabricó aquí, en España, en la factoría de Renault en Palencia.

El Ultime está basado en el Renault Mégane RS Trophy, y eso significa que monta la última evolución mecánica. Motor de cuatro cilindros de gasolina, turbo, 300 CV de potencia, 420 Nm de par motor, caja de cambios automática de doble embrague, diferencial Torsen y dirección en las cuatro ruedas.

Ahí no queda la cosa: también tenemos el chasis Cup con la altura rebajada, llantas forjadas Fuji Light de 19 pulgadas y neumáticos semi slick Bridgestone Potenza S007 para que vaya bien pegado al asfalto.

Todo ello, bien batido dentro de esta coctelera amarilla, nos da como resultado un combinado explosivo. Con toques picantes, agresivos, juguetones en el paladar… que no hacen más que invitarte a tomarte otro, aún más cargado.

Sólo hay que ver sus prestaciones, con un 0 a 100 en 5,7 segundos y una punta de 255 km/h. Y aunque en un coche así el tema del consumo debería ser casi secundario, no está de más decir que en un uso normal nos moveremos en torno a los 8 o 9 litros de media, con puntas que podrían salirse fácilmente del razonamiento humano si decidimos darle un poquito de cera.

Una de las cosas que más me gusta de este coche es la gran oferta en cuanto a los modos de conducción se refiere. Tenemos algunos ya predefinidos, como el Save, el Normal, el Sport o el Race, cada uno con sus propias configuraciones destinadas al tipo de conducción que queramos realizar. Pero ahí no queda la cosa, tenemos otro modo más, el My sense, completamente personalizable.

Esto está muy bien, porque te puedes crear un modo más bien confortable de chasis, pero que siga sonando fuerte el escape, o al contrario, un modo muy deportivo, pero que pase desapercibido.

Debo reconocer que este no es de mis compactos deportivos favoritos, pero también debo reconocer que posiblemente sea el que se adapte mejor al gusto de la gran mayoría de conductores amantes de los “hot hatch”. Me explico… No es el más radical pero tampoco el más confortable. Es un coche muy muy eficaz, que transmite buenas sensaciones, que no te quita la sonrisa de la cara, pero que tampoco te pone los pelos de punta.

A qué me refiero con todo esto. Pues sencillamente a que el Mégane RS es un coche que se puede usar perfectamente a diario sin ningún tipo de problema. Tiene una suspensión durita, pero que no hace que te salten los empastes de los dientes. Luego, tiene un sonido muy bonito, incluso con algunos petardeos a la hora de ahuecar el gas o reducir marcha, pero no son tan espectaculares como en algún modelo de su competencia.

Y eso se nota también en la entrega de potencia. Tenemos un motor de 4 cilindros, 1.8 litros, 300 CV y 420 Nm de par, que son cifras muy buenas, pero la entrega en sí es bastante lineal, y eso hace que sea más bien dócil en sus reacciones de aceleración, y que se le coja confianza rápidamente.

Aunque para confianza… sin lugar a dudas su punto fuerte es la calibración de este chasis Cup, sin llegar a ser extremadamente radical, pero con un comportamiento ejemplar, destacando sobre todo el excelente tacto de la dirección, dura, precisa y rápida, apoyada por las ruedas traseras direccionales que lo hace súper ágil en carreteras reviradas aportando, a la vez un nivel de confianza y seguridad abismales.

Y en eso, por qué no decirlo, los semi-slick también tienen mucho que decir. Unos neumáticos enfocados al rendimiento, pero sin sacrificar cierto confort y seguridad. Trabajan mejor con cierta temperatura, sobre todo en el eje trasero, que puede mostrarse algo suelto al principio pero que poco a poco se va asentando al asfalto a medida que enlazamos curvas y frenadas.

Como ya os comentaba al principio, del Mégane RS Ultime, se fabricaron 1976 unidades con un precio de unos 55.000 euros. Obviamente a estas alturas ya están todas las unidades vendidas pero, curiosamente, en el momento de hacer este vídeo, en coches.net hay 9 Ultime a la venta de segunda mano, con un precio… digamos, sustancialmente más elevado que el original. Cosas de la especulación. Eso sí, tienes varios Mégane RS Trophy desde poco más de 30.000 euros. Para pensárselo.

• Ver Renault Mégane RS Ultime de segunda mano en coches.net

• Ver Renault Mégane RS de segunda mano en coches.net

¿Y cómo podrás reconocer un Ultime de un Trophy? Pues lo tienes fácil. De primeras por las pegatinas decorativas que encontramos en el capó, en los laterales, en el paragolpes trasero e incluso en el techo.

También por la inscripción Ultime en la toma de aire inferior en el paragolpes delantero, y por los muchos detalles en negro, entre los que encontramos los logotipos, los tiradores de las puertas, los marcos de las ventanillas, los retrovisores, las llantas, el difusor trasero y los cristales traseros.

Había la opción de elegir la carrocería en negro, blanco, naraja y amarillo. Aunque, sin duda, el amarillo es el color de guerra de Renault Sport. Así que… no hace falta decir nada más.

En el interior nos encontramos unos asientos semi-baquet firmados por Recaro que son, además de tremendos, bastante cómodos para tratarse de un asiento tan deportivo. Vienen tapizados en Alcantara negra con el anagrama RS bordado.

También monta unos umbrales en las puertas específicos y una placa numerada cerca del cambio de marchas que resalta la exclusividad del modelo. También lleva la firma de Laurent Hurgon, el piloto de pruebas responsable de la puesta a punto del Mégane RS.

Lo cierto es que aquí dentro se respira ambiente rácing, y eso es de agradecer a la gente de Renault Sport. Ya sea por los baquet Recaro, por el patrón de fibra de carbono de los guarnecidos, por los detalles en rojo o por el volante deportivo, mitad en Alcantara y mitad en cuero, con las levas del cambio fijas. Aunque a mi me gustan más que giren con el volante, pero para gustos colores.

Y es que precisamente eso es lo que quiere un amante de este tipo de vehículos. Un interior acorde a las características del coche.

Vamos a saltarnos toda la parte de hablar sobre el resto de características del coche porque al fin y al cabo es exactamente igual que un Mégane RS normal. Las plazas traseras están tapizadas también con Alcantara, con un diseño acorde al resto del interior.

Tenemos el mismo maletero que en el resto de Mégane, de 384 litros, que no está mal.

Pues hasta aquí este homenaje de Renault Sport al que será el último Megane RS que conozcamos. Básicamente porque el nuevo Megane es más bien algo parecido a un crossover. Porque es eléctrico. Y porque lo que conocíamos como RS, posiblemente a partir de ahora se llame Alpine.