El Renault Twingo es un coche que siempre se ha caracterizado por su enfoque plenamente urbano. Es un coche pequeño, ágil, asequible... Pues bien, ahora incluso es aún más urbano, y es que en España la gama Twingo se ofrece únicamente con una mecánica 100% eléctrica. Tiene una autonomía superior a los 200 km y y un precio que, con descuentos y Plan MOVES, se sitúa por debajo de los 13.000 euros.
La electrificación se abre paso poco a poco entre nuestra sociedad y para un coche pequeño y urbano como el Twingo, es una solución tremendamente válida. Es un coche de apenas 3,6 metros de largo (3,61 m), por 1,64 de ancho y 1,55 de alto, con una distancia entre ejes de 2,49. Y pese a contar con un paquete de baterías, su peso queda contenido en poco más de 1.100 kg.
Y además tiene un radio de giro pequeñísimo, de apenas 4,30 metros, que según la marca, es el mejor del segmento. Es una pasada a la hora de callejear por vías estrechas o incluso para aparcar en huecos pequeños.
El Twingo eléctrico llega para acompañar al superventas Renault Zoe en el plano eléctrico en una categoría inferior. Pero lamentablemente, o no, este podría ser el último envite del Twingo en la gama de modelos de Renault, el cual dejaría paso al futuro Renault 5 electric, un modelo de marcado carácter neo-retro que ha causado furor en su formato prototipo, y que llegaría al mercado en 2023 con un precio bastante asequible.
Dos acabados
Para hacer las cosas más sencillas, el Twingo eléctrico sólo está disponible en versión Zen, desde 19.500 euros con descuento aplicado, y sin extras añadidos, los extras se pagan aparte, o bien también nos podemos decantar por la serie limitada Urban Night que cuesta unos 1.500 euros más e incluye colores de carrocería exclusivos, pegatinas, llantas y acabados para el interior.
El modelo que hemos probado no es ni un Twingo Zen, ni un Urban Night. Es un Twingo Vibes, que ya no se vende porque era una serie limitada, pero que nos ha servido igual para conocer cómo es y cómo va este pequeño urbano 100% eléctrico.
El equipamiento del Twingo incluye luces diurnas de LED, las de cruce aún son halógenas, llantas de 15 pulgadas, o de 16 en opción o pack, se puede equipar un techo panorámico por algo más de 730 euros, puede contar con pegatinas para la carrocería, cristales oscurecidos y se pueden elegir varios colores de carrocería tan chulos como el Naranja Valencia, que cuesta 620 euros adicionales y que lucía nuestra unidad.
En el interior todos los Twingo cuentan con climatizador automático, una pantalla táctil de 7 pulgadas con sistema Easy Link, conectividad Android Auto y Apple CarPlay, navegación, volante de cuero, y detalles a juego con la estética exterior. En este caso con acentos en naranja y en blanco.
Y en cuanto a las ayudas a la conducción que ofrece, pues podemos encontrar el sensor de luces y lluvia, un regulador con limitador de velocidad, cámara trasera, ayuda al arranque en pendiente, y como opción también se puede equipar la alerta de cambio involuntario de carril.
Un interior original
La primera vez que te sientas al volante percibes un coche bastante original en cuanto al diseño. Es muy juvenil y hasta en cierto punto resulta agradable a la vista. Si nos ponemos a toquetear en profundidad, no hay ni un solo material de tacto blando, todo es duro, e incluso algunos ajustes podrían estar mejor acabados. Pero en un coche así, pequeño, urbano, en cierto modo económico… se le puede llegar a perdonar.
Los asientos son cómodos, un poco altos para mi gusto, y como gran pega el volante no tiene regulación en profundidad, y a los más altos nos va a tocar sufrir un poco al adoptar una postura de conducción no tan confortable.
Hay pocos botones, un climatizador sencillo pero eficaz, tiene una pantallita táctil con un manejo muy intuitivo... y poco más. Guantera para dejar algún objeto, un portabebidas, un pequeño espacio en las puertas y dos tomas USB. Muy simple.
La pantalla central es de 7 pulgadas, pequeñita, y con pocas opciones. Aunque las necesarias. Audio, navegación, conectividad con el teléfono y algún menú con información sobre la conducción o la configuración de las ayudas. Más simple es el cuadro de instrumentos, que aporta una pequeña pantalla TFT la cual informa de la carga restante de la batería, la autonomía, la velocidad, el consumo, y cuatro cosas más.
Las plazas delanteras son bastante cómodas, y lo que más sorprende es que las traseras también lo pueden ser. Si nuestros acompañantes no miden más de 1,80 metros irán bastante bien. El espacio para las rodillas no es mucho, pero se pueden meter los pies por debajo del asiento delantero. En cambio, la altura hasta el techo es muy buena.
Es un coche homologado para cuatro ocupantes, así que aquí no habrá problema para sortear a ver quién tiene que ir en medio. Tiene dos asientos casi independientes que recogen muy poco el cuerpo y que no son ninguna maravilla en cuanto al mullido, pero en peores plazas hemos toreado. Las ventanillas traseras son de tipo compás.
El maletero se abre con un botón situado debajo del limpialunetas trasero. Y aunque el motor eléctrico va situado debajo del propio maletero, la capacidad total de carga se mantiene respecto al anterior Twingo de gasolina. Tenemos 240 litros, suficiente para llevar la compra, algunas bolsas o las mochilas de los niños. Pero si no nos acompaña nadie más, podemos abatir los respaldos de la segunda fila para conseguir unos interesantes 980 litros de capacidad totales. No tiene doble fondo, ni huecos para separar carga, pero para sus dimensiones, está muy bien.
Un motor a juego
Como en los Smart o en el Twingo de gasolina, que aquí ya no se vende, el motor, en este caso el eléctrico, va situado debajo del maletero. El del Twingo Electric es un motor de 60 kW de potencia, que son unos 80-81 CV hecha la conversión y ofrece 160 Nm de par máximo desde el primer instante.
Las cifras de prestaciones que aporta no son nada del otro mundo, pero para las pretensiones de este coche, me parecen más que correctas, y una vez en marcha incluso parecen mejores: acelera de 0 a 100 km/h en 12,9 segundos y su velocidad máxima está limitada a 135 km/h.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
La batería està situada debajo de los asientos delanteros, de ahí que el asiento no se pueda bajar demasiado. Tiene una capacidad de 22 kWh que según el ciclo WLTP permite recorrer hasta 190 kilómetros combinados, 225 km si se usa el modo Eco y 270 km sólo en ciudad.
Lo que pasa es que si pones el modo Eco, el coche parece que tenga muchos menos caballos. Acelera de forma muy progresiva. Además, si está la calefacción o el aire acondicionado encendido la autonomía también se reduce considerablemente.
Así que al final, si lo usamos únicamente en ciudad, sin el modo eco, es posible que podamos recorrer algo más de 200 km, siendo generosos. Y si salimos a carretera abierta, circulamos por una ronda como la de Barcelona a 80, o nos aventuramos a seguir el ritmo de la vía en autopista o autovía a 120, la autonomía cae en picado. Muy en picado.
Pongamos que vamos a circular a 80 km/h por la Ronda, un día con temperatura suave, sin calefacción ni aire acondicionado, podríamos hacer unos 160 km con el modo Eco o 145 sin éste activado. Más o menos.
Si aumentamos la velocidad a 120 km/h y el día es fresquito como para encender la calefacción… Como mucho nos da para unos 100 km, y tirando largo...
Total, que este es un coche para trayectos más o menos cortos. Para ir a trabajar, para llevar a los niños al colegio o para hacer la compra de la semana. Un segundo coche en toda regla.
El sistema de recuperación de energía es un poco distinto al del Zoe. El Twingo también tiene un modo B en el cambio, pero lo que activa al seleccionarlo son los programas de modos de retención. En el Twingo hay 3 intensidades de recuperación de energía que se pueden variar con las levas situadas aquí detrás del volante. Podemos elegir la retención máxima, muy útil en ciudad para lograr cargar al máximo la batería al acercarnos a un semáforo, dejarlo en una intensidad media, que vendría a ser como la posición D en el cambio, o incluso podemos hacer que la retención sea mínima y que deje correr al coche prácticamente a vela cuando soltamos el pie del acelerador. Perfecto para vías rápidas.
Sin embargo, está claro que donde más sufre este coche es precisamente en vías rápidas. Le falta un poco de aplomo y si el viento sopla fuerte incluso se desvía ligeramente de la trayectoria. Eso sí, es cómodo y al menos, con un sólo ocupante, los 81 CV de potencia resultan más que suficientes.
En ciudad posiblemente sea uno de los vehículos eléctricos que más he disfrutado entre el tráfico urbano. Es muy ágil, tiene buena respuesta de motor en aceleraciones, y lo del radio de giro tan cerrado es realmente una pasada. Aunque eso sí, la dirección tiene muchas vueltas de volante.
Como punto negativo, señalar que el tacto del freno no es nada natural. Y además es completamente distinto al de un freno convencional. Es decir, cuando nos acercamos a un semáforo y apretamos ligeramente el pedal, el coche frena mucho porque se apoya de la regeneración de energía. Lo que pasa es que si mantienes la misma fuerza, cuando estás a punto de detenerte, en un coche convencional soltarias un poco de freno para acabar de modular, pero aquí es al revés, hay que apretar un poco más porque en el momento en el que deja de cargar batería, se queda suelto. Es muy raro, ya os digo, pero con unos días de manejo al final le acabas pillando el truquillo.
Hora de cargar la batería
El nuevo Twingo eléctrico no admite carga rápida. Es decir, sólo puede cargarse en corriente alterna. Pero como la batería tampoco es excesivamente grande, no supone demasiado problema.
Permite la carga a diferentes potencias, tipo monofásica o trifásica. Con tiempos variables según el tipo de enchufe. Para que os hagáis una idea, en un enchufe doméstico tarda unas 15 horas en completar la carga completa. 8 horas si la toma es de 3,7 kW, 4 horas si es de 7,4 kW o apenas hora y media si lo enchufamos a un cargador de pared de 22 kW, la potencia máxima admitida.
El cable tipo Mennekes para cargador de pared viene de serie con el coche. Si queremos uno tipo Schuko para un enchufe doméstico, habrá que pagar un extra de 372 euros.
En cuanto al consumo obtenido en nuestra prueba: gastamos un 75% de la batería, para recorrer 99 kilómetros. Gran parte de ellos en ciudad, y salidas esporádicas por las Rondas y autopista. El consumo medio obtenido, ha sido de 14,1 kWh/100 km.
A mi me parece un coche super simpático de estética, con un interior muy alegre y personalizable, es un coche que realmente va muy bien, y ya es raro que lo diga yo, pero me parece un acierto total la electrificación de este modelo. Le encuentro todo el sentido y si tuviera la posibilidad de cargarlo en casa incluso me lo podría llegar a plantear.