Skoda Kamiq: Típicamente Skoda, y eso es bueno

Hemos viajado hasta Estrasburgo (Francia) para probar por primera vez el Skoda Kamiq. El nuevo SUV compacto de la firma checa ya está a la venta en versiones de gasolina y diésel, con una variante GNC prevista para final de año. Los precios en el mercado español parten desde 20.140 euros (14.900 euros con descuento de lanzamiento y financiación).

El Kamiq repite una fórmula que ya hemos visto otras veces en Skoda: tomar una plataforma del Grupo Volkswagen, alargarla y, con ello, desarrollar modelos más amplios y con el sentido práctico que caracteriza a la marca. El ejemplo más reciente es el nuevo Scala, diseñado sobre la base del Volkswagen Polo y el Seat Ibiza pero con una longitud superior. Y lo mismo sucede con el nuevo Kamiq, que viene a ser, a su vez, la variante crossover del Skoda Scala -aquí la primera videoprueba del compacto checo-.

Como todos los modelos mencionados, el Kamiq recurre la plataforma MQB-A0 (variante algo más pequeña y simple que de la MQB renuncia entre otras cosas a la tracción integral y el eje trasero multibrazo) y la estira para distinguirse de sus parientes cercanos: Volkswagen T-Cross y Seat Arona.

Comparado con aquellos, el Kamiq es igual de ancho y alto, pero su distancia entre ejes se extiende hasta los 2,65 m (9 cm más) y su longitud total llega hasta nada menos que 4,24 m. Este hecho, en combinación con la notable anchura de su plataforma, sitúa al Kamiq a medio camino entre los segmentos B y C.

Esta mayor longitud y batalla se traduce en un mayor desahogo para los ocupantes de las plazas traseras, especialmente en cuanto al espacio para las piernas. Dos personas adultas de buena estatura viajarán con bastante confort y sin escasez de anchura ni altura. Además, el Kamiq puede ofrecer una bandeja plegable en cada respaldo delantero, un reposabrazos central con dos portabebidas, salidas de aireación individuales, dos puertos USB-C e incluso asientos calefactados. La plaza central es aceptable porque su respaldo y asiento son suaves, pero falta anchura para tres personas y tampoco ayuda la presencia de un incómodo túnel central.

En términos generales, la habitabilidad de la fila posterior está entre las mejores del segmento. Lástima que la banqueta no tenga regulación longitudinal como el Volkswagen T-Cross: esta característica hubiese cobrado incluso más sentido en el Kamiq, donde sí quedaría sitio para alojar a dos niños incluso con la banqueta adelantada (mientras que en el Volkswagen no hay espacio alguno para las piernas en ese caso).

El puesto de conducción repite el diseño estrenado por el Scala, con su misma calidad de materiales y acabados (superior en todo caso a la de T-Cross y Arona). El salpicadero se corona una vistosa pantalla táctil de tipo tablet, disponible en medidas de 8” y 9,2”. El sistema de infoentretenimiento, que es compatible con Android Auto, CarPlay y MirrorLink.

Presenta un manejo relativamente sencillo e intuitivo, aunque no me entusiasma la ausencia de botones físicos en la pantalla de 9,2” y que algunas funciones del climatizador deban realizarse a través de los menús. De todas maneras, podremos controlar numerosas funciones del vehículo gracias a su asistente virtual, que tiene nombre y todo: se llama Laura.

Una buena noticia es que ya no necesitaremos enchufar el móvil por cable para usar Android Auto y CarPlay, porque el Kamiq ofrece conectividad inalámbrica en las versiones equipadas con bandeja de carga para el móvil -si tenemos que recurrir a la carga por cable, disponemos en cualquier caso de dos puertos USB de tipo C-. Otra opción que será del gusto de muchos clientes es el cuadro de instrumentos digital configurable, con pantalla de 10,25”.

Como es costumbre en la marca, no faltan espacios donde dejar objetos: tenemos a nuestra disposición una guantera enorme, un cofre -no tan enorme- bajo el reposabrazos, huecos en las contrapuertas para dejar botellas de hasta 1,5 litros y dos portabebidas en la consola central. El equipamiento de confort se completa con calefacción en el parabrisas, el volante y los asientos, además de la la iluminación multicolor para el habitáculo, tan de moda hoy en día.

El maletero ofrece 400 litros que, para que nos hagamos una idea, son los mismos del Seat Arona. Esta capacidad se verá reducida si montamos la rueda de emergencia, que es opcional (de serie tenemos el tristemente habitual kit de reparación). Queda claro, pues, que la mayor longitud del Kamiq no se ve reflejada en este aspecto.

El interior del maletero es tan práctico como en cualquier Skoda ya que nos ofrece ganchos, argollas y redes para sujetar la carga. Los respaldos traseros se dividen en dos secciones (salvo en el modelo básico, que trae banqueta corrida); y con los asientos abatidos, la capacidad máxima llega a 1.395 litros; y si tumbamos el respaldo del acompañante, podremos cargar objetos alargados de hasta 2,45 m.

El nuevo SUV compacto de la firma checa luce un exterior fresco y moderno pero sin estridencias. Como casi siempre, este Skoda resulta agradable a la vista, preserva un inconfundible aire de familia y, aun así, se permite alguna licencia creativa. Me refiero concretamente a su frontal, donde a ambos lados de la típica parrilla de Skoda encontramos unas ópticas divididas que, a mi modo de ver, recuerdan a las de un Citroën actual. La carcasa inferior aloja los proyectores de cruce, carretera y antinieblas, mientras que la superior da cabida a unas afiladas luces diurnas LED que integran los intermitentes. Éstos, por primera vez en la marca, pueden ser dinámicos, aunque están reservados para las versiones con iluminación LED completa.

La vista lateral es típicamente SUV, con una carrocería robusta y sobreelevada (su distancia al suelo es de 18,8 cm), barras de techo, ruedas grandes (con llantas llantas de aleación entre 16” y 18”) y protecciones bajo las puertas. Curiosamente, los pasos de rueda no cuentan con protecciones plásticas, detalle que sí lucirá en un futuro la variante "campera" Kamiq Scout.

La trasera del vehículo presenta una apariencia agradable y relativamente convencional. Como en el Scala, el logotipo de la marca deja paso a la inscripción ‘Skoda’ sobre el portón. Las ópticas son parecidas a las del compacto y me recuerdan igualmente a las del Fiat Tipo y el Ford Focus. Su forma horizontal proporciona mayor impresión de amplitud a un SUV que ya es relativamente ancho de por sí.

Por supuesto, no podían faltar los detallitos ‘Simply Clever’: entre otros, el Kamiq puede llevar una linterna en el maletero, una bola de remolque con accionamiento eléctrico, protectores en las puertas, un rascador de hielo que dobla como medidor de profundidad de los neumáticos y -cómo no- un paraguas siempre a mano.

La oferta de mecánicas es casi idéntica a la de su hermano de gama, el Skoda Scala. En gasolina tenemos el motor 1.0 TSI de tres cilindros, en potencias de 95 y 115 CV; y por encima, el 1.5 TSI de 150 CV con desconexión automática de cilindros. El único diésel es el 1.6 TDI de 115 CV. El gasolina de 95 CV viene acompañado de una caja de cambios manual de 5 marchas, y todos los demás nos dan a elegir entre un cambio manual de 6 relaciones y el automático DSG de 7 velocidades.

Ni hay ni habrá versiones híbridas pero sí ha de llegar, a final de año, una de gas natural comprimido con el motor 1.0 G-Tec de 3 cilindros y 90 CV de potencia. Y para dejar a un lado cualquier duda, no esperemos variantes 4x4: el Skoda Kamiq es un automóvil de tracción delantera.

Durante nuestra jornada de conducción por la Alsacia francesa y la zona fronteriza de Alemania, nos pusimos al volante del Kamiq con el motor de gasolina 1.0 TSI de 115 CV, que no sólo será la opción que previsiblemente acaparará el grueso de las ventas sino, en mi opinión, la más equilibrada de la gama.

Este propulsor, todo un habitual del Grupo Volkswagen, obtiene unos consumos relativamente bajos (homologa 5,3 l/100 km WLTP) y presenta una “garra” poco habitual teniendo en cuenta su cilindrada, especialmente cuando gira a medio régimen (su estirada no es tan destacable y su carencia de fuerza por debajo de 2.000 rpm sí refleja su escaso cubicaje). Sólo se quedará algo corto si vamos a viajar habitualmente a plena, en cuyo caso la opción obvia y clara es el 1.5 TSI de 150 CV, más competente que prestacional.

En Skoda tienen muy presente que su nuevo Kamiq no debe ir dirigido a los amantes del motor sino a quiene buscan a disfrutar de una experiencia de conducción relajada, confortable y, no por ello, carente de dinamismo. Es decir, al 90% o más de las personas con carnet de conducir.

Se nota desde el principio que este Kamiq está hecho para agradar al gran público. Y creo que agradará, porque es otro de esos coches que te hacen sentir a gusto desde el principio: la dirección no es lenta -aunque transmita poco-, los pedales tienen buen tacto y, en general, las reacciones del vehículo son muy predecibles. Sus 4 cm extra de distancia al suelo en comparación con el Scala encajan con quienes buscan un postura de conducción elevada; y las suspensiones, con un poquito más de recorrido, absorben las bien las ondulaciones del terreno sin sacrificar la estabilidad entre curvas.

La unidad que Skoda puso a nuestra disposición equipaba el tren de rodaje deportivo rebajado en 1 cm, acompañado de un equipo de suspensiones con amortiguación regulable. Este sistema nos da a elegir entre los modos Normal y Sport; y para mi sorpresa, ni siquiera el primero resultó ser tan blando como es costumbre en la marca. De hecho, tanto un modo como el otro me parecieron cercanos al equilibrio, desplazándose obviamente hacia el confort o el dinamismo pero sin llegar a extremos en ningún caso. Casi se nota más la diferencia en el tacto del volante, otro de los parámetros regulados por estos modos de conducción además de la respuesta del acelerador y, de venir instalado, el cambio automático.

En resumen: para tratarse de un SUV, con este coche puedes llegar incluso a divertirte. Y además, en autopista, su amplia pisada favorece la estabilidad del vehículo, lo que nos permite viajar a altas velocidades con un aplomo que transmite confianza al conductor.

El Skoda Kamiq ya está a la venta en España con cuatro niveles de acabado: Active, Ambition, Style y Sport. El modelo básico Active trae de serie llantas de aleación de 16”, luces diurnas LED, retrovisores eléctricos y calefactables, faros antiniebla, volante y palanca de cambio en cuero, pantalla táctil de 8” y dos puertos USB-C. El equipamiento de seguridad activa incluye frenada de emergencia y asistente de mantenimiento de carril; y puede añadir frenada multicolisión, detección de fatiga del conductor, control de crucero adaptativo, alerta de tráfico posterior, y detección de ángulo muerto.

El modelo básico Active 1.0 TSI 95 CV cuesta 20.140 euros, que con la campaña de lanzamiento y financiación a través de la marca se quedan en 14.900 euros. La lista de precios oficiales (sin aplicar descuentos) queda como sigue:

Skoda Kamiq 1.0 TSI 95 CV Active 20.140 € Skoda Kamiq 1.0 TSI 95 CV Ambition 21.390 € Skoda Kamiq 1.0 TSI 115 CV Active 20.940 € Skoda Kamiq 1.0 TSI 115 CV Ambition 22.190 € Skoda Kamiq 1.0 TSI 115 CV Style / Sport 23.790 € Skoda Kamiq 1.5 TSI 150 CV Ambition 23.240 € Skoda Kamiq 1.5 TSI 150 CV Style / Sport 24.840 € Skoda Kamiq 1.6 TDI 115 CV Active 23.340 € Skoda Kamiq 1.6 TDI 115 CV Ambition 24.590 € Skoda Kamiq 1.6 TDI 115 CV Style / Sport 26.190 €

Nota: las versiones Sport y Style tienen precios equivalentes; el cambio automático DSG (sólo disponible con los motores de 115 CV o más) añade 1.600 euros.