El Skoda Superb Combi que acaba de presentar la marca checa (el Combi llega antes que la berlina ya que se vende más en la mayoría de los mercados) es un ejemplo de lo que veremos cada vez más a menudo aplicado a los coches de combustión en una industria del automóvil volcada hacia la electrificación, es decir, una profunda remodelación del coche ya existente. No se trata de una nueva generación, sino de una más que notable puesta al día, con retoques estéticos y un incremento del equipamiento en aspectos como la seguridad, el equipamiento de confort y la conectividad. El nuevo Superb Combi ya está disponibles con unos precios de tarifa parten de los 46.200 euros.
En esta presentación pudimos conducir diferentes versiones de este coche que apuesta por sus grandes virtudes de siempre, es decir, una carrocería amplia, sobre todo en las plazas traseras, un maletero enorme, con 690 litros de capacidad, 30 más que antes y una gama de motores equilibrada que incluye versiones de gasolina, con y sin micro-hibridación, diésel e híbridas enchufables.
La nueva estética del Skoda Superb
Estéticamente el coche cambia lo suficiente como para que se reconozca con facilidad, aunque no debemos perder de vista que se trata de un rediseño profundo y, en ningún caso de una nueva generación. En el frontal la parrilla es distinta, más angulosa y cambia la distribución interior de los faros, que ahora pueden ser matriciales, y los parachoques.
Por detrás, pilotos y parachoques son nuevos y también lo es el portón, del que desaparece el filete cromado que unía los faros y donde se sitúa el nombre de la marca con una nueva grafía. Skoda sostiene que los cambios han permitido mejorar la aerodinámica del coche hasta lograr un Cx de 0,25, el mejor de la historia de la marca para un modelo familiar.
Por lo que respecta a las dimensiones, el Superb Combi sigue siendo muy grande. Ha crecido en 4 cm por los nuevos parachoques y ahora mide 4,90 metros por 1,85 de ancho y 1,48 de alto. La distancia entre ejes se mantiene invariada en 2,84 metros, evidencia de que la plataforma sigue siendo la misma.
En el habitáculo, Skoda ha rediseñado completamente el salpicadero ya que este es uno de los cambios habituales en una actualización de este tipo. La pantalla central pasa a tener 13 pulgadas, el climatizador se mantiene fuera y se añaden unas teclas inteligentes en la parte inferior que pueden tener diferentes funciones. La instrumentación es completamente digital y de 10 pulgadas, aunque queda muy rara ya que mantiene la visera y queda muy mal integrada.
La gran novedad en el habitáculo son las teclas inteligentes de tipo dial que Skoda llama Smart Dials. Se trata de tres grandes mandos que sirven para diferentes funciones y que pasan de una a otra simplemente pulsándolos hacia dentro. En los exteriores tenemos la temperatura del climatizador, pero también, los mandos de la calefacción y ventilación de asientos, mientras que, en el central, en el coche de pruebas teníamos el caudal de aire, el volumen de la radio, los modos de conducción y el zoom del mapa del navegador. Estas funciones u otras, así como el orden en que aparecen puede programarlas el propio usuario y las acciones aparecen en un menú emergente en la pantalla central.
Otra novedad es la disponibilidad de un nuevo interfaz de comunicación con inteligencia artificial y la incorporación de ChatGPT al asistente de voz que se sigue llamando Laura y al que hay que llamar por ese nombre (un lío si la usuaria o su hija se llaman así)
El espacio interior y el maletero del Skoda Superb
En estas plazas delanteras, Skoda ofrece tres tipos de tapicerías en tela, terciopelo o cuero y los asientos pueden tener calefacción, ventilación, memoria e incluso masaje. Las plazas traseras del Superb son espectaculares, con muchísimo espacio para las piernas y al techo y el maletero es de los más grandes en un coche de serie actual.
En un familiar la parte más importante es el maletero, de gran tamaño como es habitual en la marca. En este caso hablamos de 690 litros, que son 30 más que en la generación precedente. El maletero se abre eléctricamente, el estor cubreequipajes se retira automáticamente al abrirlo, tenemos un doble fondo y la posibilidad de abatir los asientos traseros desde el maletero mediante tiradores. Además, existen un montón de accesorios pensados para incrementar la funcionalidad.
Gama de motores del nuevo Skoda Superb
La gama del Superb es muy amplia. Al no haber variado la plataforma, todos los motores del grupo están disponibles y Skoda ha elegido cinco variantes. Probamos la versión 1.5 TSi de 150 CV con hibridación ligera y, a nivel mecánico no hay sorpresas. Se trata de un mínimo para este coche (junto con el TDi de 150 CV). No acelera mucho (0/100 en 9,3 segundos), pero alcanza una buena velocidad, recupera bien y, sobre todo, el consumo es muy bajo, con 5,4 litros homologados y en nuestra toma de contacto no pasamos de 6,7 en condiciones muy exigentes, de modo que entre 5,5 y 6,5 serán los consumos habituales.
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La gama incluye, además de este 1.5 Tsi híbrido ligero, otras dos versiones de dos litros turbo de gasolina con 204 y 296 CV y dos diésel de 150 y 193 CV, el antiguo de 200 adaptado y finalmente hay un híbrido enchufable de 204 CV que, como novedad, cambia el motor de gasolina pasando del 1.4 litros al de 1,5 que es el mismo que se monta en el híbrido ligero.
La versión híbrida enchufable no solo cambia de motor, sino que ahora incluye una batería mucho más grande, de 25,7 kWh de capacidad bruta, casi el doble que la de la versión precedente. Evidentemente esto ha incrementado la autonomía en modo eléctrico, que ahora pasa a a ser de 100 km homologados en ciclo WLTP. Además, cambia también la posibilidad de recarga ya que ahora, además de admitir recarga en corriente alterna hasta a 11 kW, puede también cargarse en cargadores rápidos a un máximo de 50 kW, de modo que puede pasar del 10 al 80% en 25 minutos. Este coche mantiene un depósito de gasolina de 45 litros, aunque pierde capacidad de maletero que baja de los 690 litros del resto a 510.
Un familiar de viaje muy confortable
El Superb Combi es un coche pensado para largos viajes en familia, para usar en autopista esencialmente y, por lo tanto, es un coche confortable, como el resto de los Skoda, una marca en la que siempre se prioriza el confort de marcha. Este coche tiene un chasis muy bien puesto a punto, pero confortable y aunque es un poco blandito no es un SUV. La posición de conducción baja ayuda a encontrarte a gusto y al no ser un SUV, al ser más bajo y aunque se mueva un poco en las curvas, transmite mucha confianza y ofrece mucho confort.
Cabe destacar que este coche puede montar opcionalmente una suspensión electrónica adaptativa con dos válvulas por amortiguador, lo que permite controlar por separado la extensión y la compresión de la suspensión. Además de adaptar el comportamiento del coche al tipo de vía con mayor facilidad, permite al usuario configurar la respuesta de la suspensión, más firme o menos, en una variedad muy elevada de posibilidades.
Una de las particularidades del Superb es que se ha eliminado el cambio de la zona de la consola, así como el mando pequeñito del cambio que llevan otros automáticos del grupo. En su lugar hay un mando detrás del volante, una palanca que es más grande que las de los intermitentes y que tiene un juego para poner la marcha hacia adelante (y el modo sport dándole una segunda vez) y la marcha atrás. No es de los mandos más intuitivos que hemos visto, pero no está mal y, sobre todo, despeja la zona de la consola para incrementar el almacenamiento y colocar el cargador inalámbrico que es nuevo y no estaba en la generación precedente. El sistema mantiene las levas para el cambio.
Entre las novedades en los sistemas de ayudas a la conducción destacan la incorporación del asistente de giro en los cruces (con frenada automática en caso de peligro), la alerta de salida (si llega algún vehículo o ciclista en el momento de abrir la puerta) y un sistema de detección de cansancio mejorado.
Skoda ofrece para este coche tres acabados, el básico Essence, el intermedio Selection y el superior y más lujoso Laurin&Klement. Cada uno de ellos puede completarse con una serie de paquetes opcionales de diseño que incluyen más equipamiento y algunos cambios estéticos mínimos. Más adelante se lanzará una variante Sportline de connotaciones más deportivas, pero solo de aspecto. También más adelante, en unos meses, se añadirá a la oferta la carrocería berlina.
Siempre hemos explicado que el Skoda Octavia Combi es un coche perfecto por funcionalidad y capacidad. El Superb sigue la misma línea, pero siendo más grande para el que necesite un coche más grande. Las marcas europeas ya no hacen coches como este y para aquellos que busquen un coche de este tipo, con su gran maletero, su buen equipamiento máximo y un comportamiento y un consumo claramente mejores que los de un SUV, este Skoda, que mantiene una relación precio-producto razonable no es que se haya convertido en una buena alternativa, sino que, siendo buena, es casi la única disponible sin entrar en el segmento premium, junto con su primo el Volkswagen Passat Variant.
Leer "SKODA" y "desde 46k euros"... confirma que el mundo se ha vuelto loco del todo.