Suzuki ha lanzado la sexta generación del Suzuki Swift, un coche utilitario que siempre ha nadado entre dos aguas ya que su tamaño ha sido, habitualmente, superior al de un segmento A, pero inferior a la media del segmento B al que pertenece por plataforma, presencia, equipamiento y motores. Después del vídeo que Sara Soria nos hizo para presentar el coche de forma estática, hemos podido ya conducirlo en los alrededores de Burdeos con el único motor disponible, un bloque de gasolina de 3 cilindros micro-híbrido de 82 CV que está ya a la venta desde 18.500 euros con descuentos.
En un segmento en el que la mayoría de los coches superan claramente los 4 metros de longitud, el Swift, pese a que ha crecido un centímetro y medio, se mantiene claramente por debajo de esa cifra con 3,86 metros de largo. Para que os hagáis una idea, un Hyundai i10, un coche del segmento A mide 3,67 y un Hyundai i20, de segmento B, 4,06, de modo que el Swift se encuentra en una posición equidistante. Su anchura es de 1,73 metros y su altura de 1,49 con una distancia entre ejes de 2,45 metros, en este caso más cercana al segmento A que al B.
El diseño del nuevo Suzuki Swift 2024
La estética del coche es peculiar y supone una evolución de las líneas maestras del Swift que teníamos hasta ahora. En el frontal destaca un capó muy plano y con la línea de encaje muy marcada, a la altura de los faros que tienen las luces diurnas en forma de L. La parrilla es más grande y el logotipo, que antes estaba en la parrilla, sube al espacio entre ésta y el capó.
En el lateral, los pilares en negro consiguen esta nueva moda del “techo flotante” siempre y cuando, claro está, no optemos por el techo contrastado en negro ya que, entonces, ese efecto se pierde y el coche pasa a ser simplemente bicolor. Otra curiosidad es la vuelta al tirador convencional en la puerta trasera en lugar del escondido en el montante. Buena decisión, sin duda. Las llantas son de 16 pulgadas en toda la gama salvo en las versiones básicas, que las montarán de 15.
Y en la trasera encontramos un aspecto de Swift de toda la vida, con los pilotos cuadrados, un portón muy vertical y los logotipos colocados con discreción en el propio portón. Todo muy convencional, sin nada que sorprenda. Suzuki ofrecerá para este coche nueve colores de carrocería y cuatro combinaciones bicolor, dos con el techo en negro y dos en gris.
El habitáculo del nuevo Suzuki Swift
En el interior, nuevo diseño del salpicadero, pero sin abandonar las buenas costumbres. Por ejemplo, la instrumentación es analógica, con los elementos circulares habituales para velocímetro y cuentarrevoluciones, la palanca de cambios, incluso en las versiones automáticas, se mantiene donde suele, el climatizador tiene mandos propios, sin diales esta vez, ya que se usan pequeñas palancas y las salidas de aireación están bien situadas y no se han intentado esconder. Lo que más destaca, eso sí, es la pantalla, que pasa de siete a nueve pulgadas y se sitúa en una posición elevada en una consola ligeramente orientada al conductor.
El sistema de infoentretenimiento es nuevo y ahora incluye conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto. Además, el Swift incluye el interfaz Suzuki Connect para conectarse con el vehículo en tiempo real a través del teléfono móvil para diferentes funcionalidades. Al tratarse de un modelo nuevo, el Swift incorpora todas las ayudas a la conducción obligatorias por ley más otras como el reconocimiento de señales o el mantenimiento de carril.
Las plazas traseras son más amplias de lo esperado. Tienen una distancia entre filas correcta y una altura al techo óptima para personas incluso de buena estatura. En este sentido, las diferencias con respecto de un coche del segmento B son mínimas y como cualquiera de sus rivales, está más pensado para dos plazas que para tres. Lo que no tiene es ningún tipo de equipamiento; ni bolsillos en los respaldos, ni salidas de aireación, ni tomas USB, ni apoyabrazos, absolutamente nada.
El maletero, por su parte, es pequeño para un coche del segmento B donde las capacidades de entre 300 y 350 litros son lo habitual e incluso hay algunos modelos que se acercan a o superan los 400 litros, Así, los 265 del Swift se nos antojan cortos, pero ese es el precio a pagar por tener una longitud más corta que el resto de los coches de su segmento y no sacrificar las plazas traseras en la misma proporción. El equipamiento también es mínimo y no hay ni tan siquiera un doble fondo.
El motor de 3 cilindros y 82 CV del nuevo Suzuki Swift
Bajo el capó encontramos un propulsor nuevo, de 3 cilindros y 1,2 litros con 82 CV de potencia y 108 Nm de par, cifras que pueden parecer modestas para un coche sin otra oferta mecánica que ésta. Eso sí, la marca lo ofrece tanto con caja de cambios manual de 5 velocidades (ojo que no es de seis) como con un cambio automático de tipo CVT. Y lo mejor es que Suzuki lo ofrecerá también en una versión con sistema de tracción 4x4 y con cambio manual, algo que sería inédito en este segmento… si no tuviéramos en cuenta al Swift anterior, que también lo ofrecía.
El motor tiene un sistema de microhibridación de apenas 12 voltios, el mínimo necesario para que la legislación de la DGT le otorgue la etiqueta Eco. El motor, que es atmosférico, es un poco justo para un coche de este tipo, sobre todo teniendo en cuenta que no existe una segunda versión más potente ya que el Swift Sport actual no tendrá continuidad. Es cierto que al tratarse de un atmosférico es perezoso en la banda baja de utilización, pero la ayuda de los 3 CV extra del motor eléctrico se nota un poquito, mejorando tanto las aceleraciones como las recuperaciones. No mucho, pero se notan.
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Por lo que respecta al cambio, el hecho de que sea de solo cinco marchas hace que los saltos entre segunda y tercera y tercera y cuarta sean notables, lo que obliga a jugar bastante con el cambio, sobre todo en carretera y en zonas viradas, algo que acaba pasando factura en el consumo. Una sexta con un desarrollo similar a la quinta actual que permitiera acortar las marchas anteriores sería bienvenida, sobre todo teniendo en cuenta que el motor tiene pocos bajos
El consumo homologado por la marca oscila entre 4,4 y 4,6 litros a los 100 para la versión manual en función del acabado y asciende a 4,9 litros en la variante CVT y a 5,2 para la de tracción integral. En nuestra prueba, con mucho tráfico y acelerando constantemente para hacer las pasadas para el vídeo, subió más allá de 6 litros, pero lo normal en un uso convencional será de unos 5 litros.
En la actualidad es absurdo que una marca lance una plataforma nueva para un coche de combustión, primero porqué es una inversión que difícilmente amortizará y segundo porque la plataforma es lo suficientemente buena como para no cambiarla. Por este motivo, Suzuki ha decidido mantener la que tenía la anterior generación con algunos pequeños retoques.
Cómo va el nuevo Suzuki Swift en carretera
El Swift ha mejorado en dos aspectos fundamentales. El primero es que ahora la suspensión delantera es un poco más firme lo que elimina los cabeceos y matiza los balanceos en curva, donde el coche transmite más confianza. El segundo es la mejora de la rapidez de respuesta de la dirección, que es muy precisa y, efectivamente, más rápida, lo que incide en la agilidad del coche, sobre todo en zonas muy viradas que es donde realmente se nota la precisión de la dirección.
En el buen comportamiento del coche incide también su bajo peso, que no llega a la tonelada, algo también muy poco habitual en un coche moderno. Eso hace que los 82 CV, que pueden parecer muy justos, le permitan desenvolverse con suficiencia tanto en autopista como en carretera
En todo caso, el Swift es un coche con cierta tendencia a subvirar. Suzuki ha intentado que la parte trasera no se mueva en exceso, ni tan siquiera en frenadas en apoyo para que el coche sea lo más fácil de conducir posible y, en consecuencia, tiene un comportamiento noble, pero claramente subvirador, con tendencia a irse de morro, fácilmente corregible simplemente levantando el pie del acelerador.
En cualquier caso, sin embargo, es evidente que el Swift tiene una vocación claramente urbana. En ciudad es donde mejor responde y donde más a gusto se encuentra, aunque, y esta es su principal diferencia con respecto a un coche del segmento A, es perfectamente válido para viajar, sobre todo si somos parcos en el equipaje utilizado.
Suzuki venderá este coche en tres acabados llamados S1, S2 y S3, muy bien equipados desde la base con elementos como la pantalla de 9 pulgadas, todas las ayudas a la conducción o la cámara de visión trasera. Los precios arrancan en los citados 18.500 euros de la versión S1 con descuento. El precio de tarifa, sin la rebaja, es de 20.100 euros. La versión S2 cuesta 20.200 euros con descuento y la S3 21.200. Las versiones automáticas, sobre S2 y S3 tienen un sobrecoste de 1.500 euros, exactamente el mismo que la variante 4x4, solo disponible en acabado intermedio S2.
El Swift cambia, pero sin cambiar en exceso. Sigue siendo un coche a medio camino, en tamaño, entre un segmento A y un segmento B, de modo que es mejor que un segmento A para viajar ya que tiene un poco más de maletero y un comportamiento dinámico a la altura de lo que se espera de un coche más grande y es más barato y más ágil en ciudad que un segmento B convencional. Además, ahora es más tecnológico, está mejor conectado, tiene más equipamiento y se ha renovado estéticamente, algunos dirán que para bien y otros que para mal, como en todo cambio de generación. Y mantiene, eso sí, un motor de gasolina parco en consumo y con la etiqueta Eco de la DGT y, suponemos que la buena fama de fiabilidad asociada con la marca y con todo aquello que se sigue fabricando en Japón. Visto así y desde 18.500 euros no parece un mal negocio.
Muy atractivo y manejable sobre todo en ciudades