Toyota Highlander: Su nuevo SUV híbrido de 7 plazas

Hemos probado por primera vez el nuevo Toyota Highlander, un SUV de siete plazas que, por tamaño, se sitúa en la gama de Toyota por encima del RAV4 -aquí nuestra videoprueba del Toyota RAV4-. Sale a la venta en España con una sola opción mecánica híbrida convencional de 248 CV con tracción a las cuatro ruedas. En este vídeo compartimos con nosotros nuestras primeras impresiones sobre el SUV más grande que la firma japonesa venderá en nuestro país:

Han tenido que pasar dos décadas hasta que la marca nipona se decidiese a traer el Highlander a Europa Occidental. Y en mi opinión, lo hace por dos razones: la primera, ofrecer una alternativa familiar y rutera frente al Toyota Land Cruiser, también de 7 plazas pero más todoterreno. La segunda es que el nuevo Highlander hace uso de la plataforma modular TNGA-K, que también sirve como base para la berlina Camry -aquí nuestra prueba en vídeo del Toyota Camry- y el SUV RAV4.

Esta plataforma ha sido desarrollada para dar cabida a las variantes híbridas que en otros mercados son opción y en Europa son prioritarias. Así pues, no veremos por estos lares el V6 de gasolina de 295 CV; y la única opción disponible en España será la híbrida convencional de 248 CV.

En la práctica, este SUV viene a ser la versión extendida del RAV4. Mide 4,97 metros de largo (36 cm más que su hermano), y su batalla es de 2,85 metros (16 cm más). Tiene una anchura de 1,93 metros y una altura de 1,76 metros. Y aunque no lo parezca entre tanta nieve, su altura libre al suelo es de 20,2 centímetros.

Como corresponde a un automóvil de estas características, el Highlander trata de acercarse a sus clientes a través de un diseño relativamente conservador; pero tampoco clásico del todo. En este sentido, la línea exterior del vehículo parece una versión reescalada y suavizada del RAV4; como si a su carrocería le hubiesen pasado la pulidora. Para mi gusto, los aspectos más atractivos son su gran parrilla frontal, la impresión de anchura del paragolpes, los pilares A y B en color negro que generan el efecto de “techo flotante”, el creciente músculo de la mitad posterior y el diseño aplanado de las ópticas traseras.

Al abrir el portón encontramos una boca de carga amplísima y casi perfectamente rectangular. Todos los asientos cuentan con respaldo abatible y quedan bien enrasados con el umbral de carga.

Con las 7 plazas en uso, disponemos de 268 litros de capacidad hasta la bandeja. Si plegamos la tercera fila, el fondo de 113 cm de profundidad concede 658 litros hasta la bandeja; y si tumbamos la fila central podremos aprovechar hasta 1.909 litros medidos hasta el techo. Por desgracia, bajo el piso no hay lugar para una rueda de repuesto, pero al menos sí se ofrece un espacio para alojar la bandeja retráctil cuando no la necesitemos.

La segunda fila de asientos es tan amplia como esperábamos. Las generosas dimensiones exteriores y la larga batalla anunciaban que no tendríamos el menor problema de espacio para las piernas, la cabeza y los hombros. Además, la banqueta permite 18 centímetros de desplazamiento longitudinal, lo que permite repartir el espacio disponible y facilitar el acceso a la fila posterior, que no es tan angosta como en otros SUV de 7 plazas.

Por diseño, el puesto de conducción parece un “híbrido” (chiste intencionado) entre el RAV4 y su hermano menor, el Toyota C-HR. Me recuerda a este último la sección central del salpicadero, que integra de la pantalla táctil. Su medida es de 8” en el modelo básico, o bien de 12,3” en el modelo superior. Si en otras ocasiones nos hemos preguntado por qué motivo Toyota no integraba Android Auto y Apple CarPlay en sus sistemas de infoentretenimiento; nuestra queja ya es cosa del pasado.

Otros detalles interesantes son los numerosos espacios donde dejar objetos (el cofre central es particularmente amplio y cuenta con una bandeja de carga inalámbrica), los asientos con ajuste eléctrico y calefacción, y el retrovisor digital (que es opcional y permite vigilar el tráfico posterior con el coche cargado).

Recordemos que el nuevo SUV de Toyota está disponible únicamente como híbrido convencional. Integra un motor de gasolina de ciclo Atkinson y 2.5 litros de cilindrada con otros dos propulsores eléctricos que le permiten generar una potencia total de 248 CV. Como buen híbrido, homologa un consumo comedido: según WLTP, se queda en solo 7,0 /100 km. Y los veintitantos caballos extra respecto del RAV4 le permiten igualar las mediciones de su hermano menor: acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h.

Este es un automóvil 4x4 que no precisa de un árbol de transmisión ya que el segundo motor eléctrico (cuya potencia es de 40 kW) se destina a mover el eje posterior. Con su ayuda, el Highlander tiene una capacidad de remolque de dos toneladas. El sistema de tracción total está gestionado electrónicamente y se ocupa de repartir la entrega de potencia entre el eje delantero y el trasero en proporciones variables, desde 100:0 hasta 20:80.

En la videoprueba que acompaña a este artículo podréis conocer nuestras primeras impresiones de conducción.

La factoría de Toyota en Indiana (Estados Unidos) ya está fabricando las primeras unidades que llegarán a España. En nuestro país, el inicio de su comercialización es inminente; y estará disponible con dos niveles de acabado: Advance y Luxury.

El modelo Advance tiene un precio de tarifa bastante elevado: 59.000 euros antes de aplicar descuentos. A cambio, su nutrido equipamiento de serie incluye faros LED, llantas de 20”, asientos delanteros eléctricos calefactados, climatizador tri-zona, pantalla táctil de 8”, conectividad Android Auto y CarPlay, cámara de visión trasera y numerosos asistentes de conducción. El acabado superior Luxury suma diversos elementos decorativos y de confort, además de la pantalla de 12,3” con navegador y visión periférica, el head-up display y el retrovisor inteligente. Su precio oficial, sin descuentos, se dispara hasta los 70.900 euros.