Toyota RAV4 GR Sport: Deportividad matizada

Toyota ha presentado una nueva versión tope de gama del RAV4 llamada GR Sport que, sobre el papel, se convierte en la más "deportiva" de este SUV que se vende en dos versiones, una híbrida convencional y otra híbrida enchufable. En el caso concreto del RAV4 GR Sport solo se comercializará en la variante híbrida a un precio de 50.600 euros, aunque más adelante (finales de este año o principios de 2024) llegará también el híbrido enchufable (PHEV). Además de los cambios estéticos, este coche tiene la suspensión ligeramente más firme e incluye el resto de las novedades de la gama 2023 del RAV4, entre ellas una nueva instrumentación digital y una nueva pantalla central más grande y con interfaz renovado.

En primer lugar, veamos lo que cambia en el GR Sport respecto de cualquier otro RAV4. El tramado de la parrilla delantera y los marcos de los faros antiniebla tienen un diseño diferente y la placa de protección inferior tiene un acabado en gris metalizado. También cambian los pasos de rueda y los bajos de caja que ahora son en negro brillante y lo mismo sucede con la pieza que une los pilotos traseros y con los montantes que soportan el alerón posterior. Finalmente, las llantas de aleación de 19 pulgadas que este coche monta de serie están fabricadas con un nuevo método de producción que consigue que los brazos sean más finos y tengan un acabado más cuidado. Añadid a todo esto los logotipos GR Sport y ya tenemos el RAV4 más deportivo de la gama.

En el interior los cambios van un poco en el mismo sentido. La tapicería de piel sintética con el logotipo GR bordado en los apoyacabezas y las inserciones decorativas en color gris oscuro caracterizan a este coche que, además, incorpora una serie de novedades que, como hemos explicado al inicio, son extensivas al resto de los Toyota RAV4 de 2023. Ahora, todas las versiones disponen de una nueva instrumentación con una pantalla de 12,3 pulgadas y otra para el equipo de información y entretenimiento de 10,5 pulgadas.

La instrumentación puede personalizarse y está dividida en 3 zonas en las que el conductor puede elegir qué información quiere ver. Además, existe la posibilidad de almacenar 3 configuraciones diferentes para acceder a ellas y la presentación cambia cuando seleccionamos los tres modos de conducción disponibles: Eco, Normal y Sport.

La pantalla central puede conectarse tanto a Apple Car Play como a Android Auto, en el primer caso de manera inalámbrica o por cable y en el segundo solo por cable. El navegador, que funciona ahora a través de la nube, es mucho mejor que antes, el sistema se actualiza automáticamente online y admite órdenes de voz que se activan mediante la expresión “hey Toyota”. Se le puede pedir, por ejemplo, que cierre las puertas o que suba y baje la temperatura del climatizador además, evidentemente, de que busque una dirección o que haga una llamada.

Finalmente, la marca ha incorporado a su paquete de ayudas a la conducción Toyota Assist un sistema de detección de vehículos en dirección contraria en intersecciones, la asistencia a la esquiva de ciclistas, peatones y vehículos estacionados y la detección de vehículos que se acercan en sentido contrario.

Probamos el coche en Lulea, al norte de Suecia, en las carreteras que se abren entre las diferentes islas de la zona solo en invierno, cuando la congelación del mar permite construir estos atajos. La normativa sueca obliga a circular por estas carreteras, delimitadas por muros de hielo de considerable dureza, a una velocidad máxima de 30 km/h, a respetar una distancia de 50 metros con respecto del coche precedente (por si el coche precedente se hunde en el hielo) y a andarse con ojo puesto que aquí los coches conviven con gente que patina, esquía, pasea al perro o se mueve en moto de nieve.

Circular sobre hielo es poco tranquilizante, sobre todo cuando uno piensa que va montado en un aparato de 2 toneladas que circula sobre medio metro de hielo y que, debajo, está el mar, lo suficientemente profundo para zamparse el Toyota de manera inmediata y lo suficientemente fresquito cómo para congelar a sus ocupantes en menos de lo que canta un gallo. Como curiosidad, en estas carreteras heladas se circula sin cinturón de seguridad para, en caso de que el hielo se rompa y el coche se hunda, podamos intentar escapar lo más rápidamente posible.

Además de por las carreteras heladas abiertas en el mar, probamos nuestro RAV4 GR Sport en otro tipo de superficies. El coche calzaba los neumáticos más adecuados para este uso invernal intenso, unas gomas Nokian Hakkapeliita finlandesas con pequeños clavos.

A 30 km/h pocas conclusiones pueden sacarse del comportamiento de un coche que, además, monta neumáticos específicos de invierno, pero también circulamos por carreteras convencionales donde, efectivamente, esta versión GR Sport se nota ligeramente más firme de suspensión que el resto de la gama. Este coche no está a la altura de un GR Yaris o un GR86, ya que ni es ni pretende ser un coche deportivo, pero el hecho de tener una suspensión ligeramente más firme, aunque solo sea para acompañar a su estética más deportiva, rectifica en cierto modo uno de los reproches que habitualmente le hacíamos a este coche, del que considerábamos que tenía una suspensión excesivamente blanda teniendo en cuenta el nivel de potencia de que dispone esta versión 4x4.

Cabe recordar aquí que la versión híbrida 4x4 monta un motor de gasolina de 4 cilindros y 2,5 litros que rinde 177 CV complementado por dos motores eléctricos, el primero sobre el eje delantero con 120 CV y el segundo sobre el eje posterior con 54 CV de potencia. El motor trasero se activa cuando se acelera a fondo para proporcionar al coche una mejor motricidad y también se fuerza su entrada en acción cuando se pulsa la tecla Trail situada en la consola central. En total, este sistema híbrido tiene una potencia conjunta de 222 CV y un consumo combinado de acuerdo con la normativa WLTP de 5,8 L a los 100 km.

La versión híbrida enchufable, que no llegará hasta el año 2024 tiene el mismo motor de gasolina, pero con 185 CV y dispone de 2 motores eléctricos de los que el delantero, con 182 CV, también es más potente, mientras que el trasero es igual que el de la versión no enchufable, con los referidos 54 CV. La gran diferencia es que la versión enchufable dispone de una batería con una capacidad útil de 18,1 kWh que le proporciona una autonomía teórica en modo 100% eléctrico de 75 km, que en condiciones como estas de temperaturas bajo cero se reduce notablemente.

El precio de venta de este coche es de 50.600 euros y solo se comercializa en versión de cuatro ruedas motrices. El precio es el mismo que el de las versiones Luxury y Adventure y entre el equipamiento de serie se incluyen elementos como el techo de cristal, la cámara de 360º, un equipo de sonido JBL, las levas para la caja de cambios y el sistema multimedia que Toyota llama Smart connect plus. El equipamiento es cerrado y la única opción disponible es la pintura metalizada.