Del Volkswagen Golf 8 ya os lo hemos contado casi todo en coches.net. Estuvimos presentes en su premiére mundial, celebrada en Wolfsburgo en octubre de 2019; en diciembre, pudimos conducirlo por primera vez con motivo de su presentación dinámica por las carreteras de Portugal; y en febrero de este año, os mostramos cómo serán los próximos Golf GTI y GTE.
Hace escasas fechas llegó a nuestras manos un Golf eTSI de 150 CV, así que en esta ocasión decidimos hacer una prueba diferente: emprender una ruta de tres días (desde Barcelona a Madrid por autopista, regresando por carreteras secundarias pasando por Guadalajara, Teruel y el Alto Aragón) para descubrir si esta variante híbrida ligera es, como promete, la más “sensata” de la gama Golf. Os contamos nuestra experiencia en el vídeo que acompaña a estas líneas.
Cambia, pero cambia poco
Recordemos algunos datos básicos del Golf 8. Para empezar, las dimensiones del nuevo modelo no presentan grandes sorpresas: ahora es 2,5 centímetros más largo (mide 4,28 metros), con 1,5 cm más de batalla; reduce su altura en 3,5 cm (1,46 m) y conserva la misma anchura de 1,79 m.
Si hablamos de diseño, podríamos hacer un paralelismo entre la evolución del Volkswagen Golf, el Porsche 911 y el iPhone de Apple a lo largo de los años. Son tres productos muy diferentes entre sí, de eso no cabe duda, pero coinciden por no incorporar cambios radicales en cada nueva generación; al contrario: procuran modernizarse de manera iterativa. El Golf trata de mantener una imagen perfectamente reconocible; lo que para el gusto de algunos lo convierte en un icono de la automoción; y para el de otros, en un producto aburrido. En cualquier caso, queda claro que Volkswagen no desea estropear lo que les ha funcionado.
Si por fuera casi parece el mismo Golf de siempre, el puesto de conducción presenta numerosos cambios. Ahora podemos contar hasta tres pantallas digitales si sumamos el head-up display opcional, que se refleja sobre el parabrisas. El cuadro de instrumentos digital viene de serie; su pantalla es de 10,25 pulgadas y permite presentar su información en varios estilos diferentes. La pantalla táctil central es de 8,25” en el Golf básico y de 10” para el resto.
El equipo de infoentretenimiento es compatible con Android Auto y CarPlay inalámbrico. Su sistema operativo trata de asemejarse al de los teléfonos móviles de la actualidad y nos permite navegar entre distintos apartados y menús; quizá demasiados. Lástima que el climatizador se desprenda de los mandos tradicionales en favor de los no muy prácticos pulsadores táctiles.
Disponemos de muchos espacios para dejar nuestras cosas: el lado interior de las puertas, el cofre con reposabrazos, el espacio central con portabebidas, el hueco alargado junto a la mini-palanca selectora del cambio… Y también se ofrece una bandeja de carga inalámbrica para el móvil con dos tomas USB-C.
En términos de calidad percibida, el Golf 8 se mantiene a la altura del Golf 7; una buena noticia si tenemos en cuenta la bajada de nivel que hemos constatado en otros modelos compactos como el SUV Volkswagen T-Roc y el eléctrico Volkswagen ID.3.
La habitabilidad de la zona posterior sólo mejora por el ligero aumento de batalla. Por lo demás, seguiremos contando con suficiente espacio para las piernas, una amplia banqueta y sobrada altura libre al techo. El maletero, por su parte, mantiene la misma capacidad de 380 litros.
Ahora, también híbrido ligero de gasolina
El Golf 1.5 eTSI incorpora un sistema híbrido ligero de 48 V y recibe por ello la etiqueta ECO de la DGT. Integra un motor de gasolina de 150 CV de potencia y 250 Nm de par con un pequeño generador/motor eléctrico, una batería y una caja automática DSG de 7 velocidades. Con este conjunto, acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 224 km/h.
Este propulsor turboalimentado de gasolina con desconexión automática de cilindros me parece ideal para un coche como el Golf: su potencia es más que suficiente para el uso general, tiene una capacidad de recuperación muy interesante y acelera con alegría. Su problema está, a decir verdad, en la caja de cambios que lo acompaña.
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Me explico. La tecnología de doble embrague asegura transiciones rápidas entre las 7 marchas de esta caja automática, sobre todo en sentido de subida. Hasta aquí muy bien; pero ya os comenté que sus desarrollos son demasiado largos. A ello hay que sumarle que su lógica es muy conservadora y suele llevar al motor a un régimen de giro más bajo de la cuenta. En el modo de conducción Comfort es fácil circular a 80 km/h con la séptima engranada; pero es que en el modo Sport la cosa tampoco mejora mucho: es habitual comprobar cómo la caja DSG decide subir de marcha con el motor a 3.000 vueltas o menos incluso cuando tratamos de practicar una conducción alegre.
Así pues, la solución que nos queda es recurrir al modo manual y usar las levas de cambio, lo que por fin nos permitirá sacar el máximo jugo a un motor que, como tal, me parece estupendo. Que por cierto, ¿sus consumos?… Encontraréis la respuesta en nuestro vídeo.
Las sensaciones de conducción son casi las mismas que en el modelo anterior, salvo porque el leve incremento de distancia entre ejes contribuye a aumentar ligeramente el aplomo del vehículo. Así pues, continúa siendo un coche fácil de conducir y al que no cuesta acostumbrarse. La dirección tiene la rapidez necesaria aunque le pediría que fuese algo más sensible, y la capacidad de frenada me parece correcta para un coche de estas características. En cuanto a las suspensiones, siguen presentando un tacto suave, que se acompaña con leves balanceos de carrocería; permiten viajar con toda comodidad pero también conducir a buen ritmo sin descomponerse.
A partir de aquí hay que subrayar dos cuestiones. La primera es que las motorizaciones básicas montan un eje trasero de barra torsional; mientras que la suspensión multibrazo queda reservada a los modelos con tracción total o con una potencia mínima de 150 CV. Por lo tanto, este Golf eTSI sí la lleva; y con ello, asegura una pisada más precisa y estable en curvas rápidas.
La segunda cuestión es que nuestra unidad monta un equipo de amortiguación regulable con dos niveles de dureza en la que el ajuste Comfort es muy suave, casi demasiado; y luego está el ajuste Sport, que en realidad no es tan deportivo como suena. Sí es cierto que muestra mayor viveza y reactividad; pero al final, este modo Sport ofrece el tacto que hubiese deseado encontrar en el modo Comfort.
En conjunto, el Volkswagen Golf ofrece una conducción sencilla e intuitiva que lo hace apto para cualquier uso, si bien carece del carácter deportivo de un Seat León (que se sitúa un paso más allá en cuento a dinamismo) o, especialmente, un Ford Focus (cuyo chasis es, en mi opinión, el mejor de la categoría compacta -en las versiones con eje trasero multibrazo-).
Una versión bien equipada y un tanto cara
El Golf 1.5 eTSI de 150 CV con acabado Style tiene un precio de 33.415 euros. Es cierto que viene bien equipado y trae faros LED, climatizador tri-zona, cuadro de instrumentos digital, pantalla de 10”, numerosos asistentes de conducción y los asientos delanteros que tanto nos han gustado. Pero si el precio base ya es elevado, ahora toca sumarle los extras: iluminación LED matricial, intermitentes dinámicos, llantas de 18”, techo solar corredizo, navegador, head-up display… Con todo lo que lleva de más, el precio de nuestra unidad asciende a 37.575 euros.
En conclusión, y en efecto: este coche es caro y así hay que decirlo. Si también lo es para vosotros, estáis de suerte después de todo... porque en coches.net encontraréis la mayor oferta de unidades para el Volkswagen Golf de segunda mano y de KM0.
Me hace gracia al decir , calidad y silencio de marcha ……… bueno tengo el golf 8 r line manual, el peor de lo peor , un ruido molestoso de flipar y dice que es constructivo.