Volkswagen T-Cross: Mejora en pequeños detalles

Volkswagen ha renovado el T-Cross con nuevos detalles exteriores, de diseño, con mejor equipamiento interior y mejorando los materiales de acabado, largamente criticados en el T-Cross anterior. Probamos a fondo este SUV pequeño para ver cómo lo hace para mantener su atractivo. 

El Volkswagen T-Cross hace ya unos años que batalla dentro del segmento de los SUV o todocaminos de poco más de 4 metros de largo- Mide exactamente 4 metros 13 centímetros de longitud. Es un segmento muy competitivo, por precio y por el tipo de usuario, muy exigente, que busca un coche para uso diario, que sea económico y a la vez versátil. 

Todas estas cualidades están presentes en el Volkswagen T-Cross , que se ha situado como el segundo modelo más vendido de la marca en España. Se construye en Landaben, Navarra, desde donde han salido más de 700.000 unidades para todo el mundo. 

Por lo tanto, estamos hablando de un todocamino de éxito, que ahora busca reforzar su atractivo para hacer frente a su competencia con mejores armas. 

Una competencia representada por su primo Seat Arona, por el Toyota Yaris Cross, el Renault Captur o el Citroën C3 Aircross, por citar algunos rivales. 

Su imagen exterior no ha cambiado apenas, excepto por el hecho de que ahora Volkswagen ofrece una nueva paleta de colores con nombres muy curiosos: amarillo Chillooon, Azul azulillo, Rojo Rojo, Blanco y punto… 

Un amarillo Chilloon con el que estaba pintado la unidad de pruebas, con acabado R-Line, el más completo de la gama. 

Este acabado más deportivo monta paragolpes específicos, con un tramado diferente y con una moldura con un acabado también diferente.  

Este acabado R-Line viene de serie con faros matrix ºLED, con tecnología IQ.Light y asistente dinámico de luz de carretera. 

Las ópticas traseras también ofrecen un diseño tridimensional, y conectan con el portón.  Las llantas en los acabados básicos son de 16 pulgadas, pero en el acabado R-Line son de  17, y tienen un nuevo diseño. 

Si echais un vistazo al interior, veréis que cambian algunos elementos de la instrumentación y la terminación general, aunque sigue siendo el salpicadero de siempre. 

El cuadro de instrumentos digital es de de 8” de serie o bien de 10,25” en el acabado R-Line. En la actualización hecha por Volkswagen al T-Cross también cambia el diseño de la pantalla central que mantiene medidas, que son de 8” de serie o de 9,2” en opción. Ahora tiene una forma más de tablet, no está tan integrada, y queda en una posición algo más alta, mejor para no desviar la vista de la carretera

El sistema es ahora compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos. En la consola central cambian los mandos del climatizador, que pasan a ser táctiles en lugar de diales; Y las tomas USB convencionales se sustituyen por tomas USB-C 

Algunos detalles exclusivos de este acabado R-Line son los asientos deportivos, las inserciones decorativas en el umbral de las puertas, el volante con las inscripciones R Line o los pedales de aluminio.

El Volkswagen T-Cross ya destacaba por su habitabilidad, sobre todo en la parte trasera, apta para dos adultos. Ofrece buen espacio para las piernas y también en altura.

El maletero no cambia: Ofrece entre 385 y 466 litros, esta última cifra gracias a que la banqueta trasera se puede deslizar, como os he explicado. La capacidad máxima, una vez abatidos los respaldos de la segunda fila, es de 1281 litros, bastante buena. 

Este SUV tiene una funcionalidad interesante, ya que puede abatirse el asiento del copiloto para poder colocar dentro del coche objetos de hasta 2,4 metros de largo.

La gama de motores la forman un gasolina de 3 cilindros con 95 o 115 CV y otro gasolina de cuatro cilindros con 150 CV. Hemos probado el motor intermedio, el de 115 CV, un TSI con solo un litro de cilindrada. Un motor bastante apretado pero que va, en general, muy bien. 

El único “pero” es que empuja poco por debajo de 2.500 vueltas, y necesita un poco de juego de acelerador para salir en parado o recuperar a bajas vueltas. 

Aunque el Volkswagen T-Cross también está disponible con cambio manual de seis velocidades, la unidad probada venía con el tradicional DSG de doble embrague. 

El cambio DSG disimula esa falta de empuje del motor a bajas vueltas y evita que tengamos que tirar de embrague y estar buscando siempre la relación más adecuada, algo que obliga a hacer la versión con cambio manual. 

Este cambio también permite usarse en modo deportivo, y entonces bloquea las marchas hasta justo la llegada del sobrerrégimen, sobre las 6.000 vueltas,. Entonces pasa a una marcha superior. 

También dependiendo del modo de conducción escogido, Eco, Normal o Sport, el cambio elige una relación u otra. En función de si queremos eficiencia o bien aprovechar al máximo los caballos del motor. 

Volkswagen ha aprovechado la actualización de este modelo para mejorar el conjunto de ayudas a la conducción Travel Assist, que ahora  incluye control de crucero adaptativo y sistema de  mantenimiento de carril con efecto sobre la dirección, y, en esta versión con cambio DSG, modo de función de parada y arranque en atascos.

El Volkswagen T-Cross con motor 1.0 TSI de 115 CV, acabado R-Line y cambio DSG cuesta 31.740 euros de tarifa, sin incluir posibles descuentos. Con algunas opciones como el sistema de navegación Discover Pro, el equipo de sonido Beats o el paquete confort con el sistema de entrada y arranque sin llave o el cargador inalámbrico, el precio final de esta unidad que habéis visto en el video se va a 34.810 euros.

Para acabar: un apunte: que sepais que una de las opciones, el gancho de remolque, ha aumentado su capacidad de carga vertical , de forma que permite que se puedan colocar bicicletas eléctricas. Un buen detalle para los que penséis usar el coche para vuestros desplazamientos con la BTT.