El Volkswagen Taigo (primera información) es el hermano mellizo del T-Cross (presentación del modelo), el SUV más compacto y accesible de la familia alemana. Esta carrocería, que deriva del Nivus vendido en Sudamérica, se identifica por los detalles de carácter deportivo, más próximos a la herencia de un T-Roc (renovado recientemente), el siguiente en el portfolio de la marca, y la ligera caída del techo de silueta coupé. Por ahora se comercializa en los niveles Life y R-Line con un precio de partida de 27.700 euros sin descuentos y con el bloque 1.0 TSI de 95 CV con cambio manual. Comparte plataforma con el nombrado T-Cross, a pesar de ser ligeramente más grande y ofrecer un maletero considerable para el segmento de 440 litros de capacidad.
En coches.net se han realizado, durante varios años, estudios sobre el proceso de compra de un vehículo. Como en nuestro portal puedes elegir entre modelos de segunda mano o nuevos, la investigación abarca un amplio rango de tipos de compradores. Según estos estudios, en el proceso de elección del coche existen muchos factores o atributos pero primero el precio, la fiabilidad y luego el modelo que, básicamente es el diseño.
Es un concepto subjetivo pero tan obvio que a día de hoy estamos ante el Volkswagen Taigo, el hermano coupé del T-Cross. Es decir, hace ya una década los compradores empezaron a priorizar la imagen de los todocaminos por delante de la funcionalidad de los monovolúmenes. Ahora ya ponemos a los crossovers por delante de todo: utilitarios, compactos, familiares de siete plazas. Así que sí, el diseño es clave para vender coches y más si das en la tecla de acierto como han hecho con este Taigo.
La presentación oficial de este nuevo miembro fue bastante breve y compactada en el tiempo, con visita a la fábrica de Pamplona incluida. Por ahora no hemos contado con el kilometraje necesario para hablaros de sensaciones de conducción fiables pero vamos a tratar de mostraros las características que hacen a este SUV de acceso, fabricando en España ojo, una opción que arrasará en el mercado.
Para empezar ya tenemos su precio de lanzamiento que, con descuentos y la financiación por parte de la firma, sale desde 22.600 euros. Su coste inicial es de 24.700 euros, para que sepáis el ahorro final que supone comprar el Volkswagen Taigo con acabado Life y el bloque motriz de 95 CV de gasolina. Esto lo sitúa, como era de esperar, entre el T-Cross del que parte y el siguiente en el escalafón: el T-Roc.
Una oferta por completar
Con el pequeño, y más económico de Volkswagen, comparte plataforma MQB A0 y oferta motriz. Por ahora estará disponible en el mencionado 1.0 TSI de 95 CV con cambio manual o el mismo motor de 110 CV disponible también con el DSG de siete velocidades. Al principio de su comercialización podremos pedirlo con el acabado R-Line, mucho más atractivo y juvenil, disponible desde esta potencia de 110 CV, automático y manual, o con la opción de cuatro cilindros de 150 CV, únicamente con esta transmisión DSG.
Más adelante estará disponible en cuatro niveles de equipamiento: Taigo, Life, Style y R-Line. La dotación será considerable desde el modelo de acceso, con óptica LED, instrumentación digital de 8 pulgadas y ADAS como el asistente de mantenimiento de carril. Las diferencias entre el acabado Style y R-Line tienen más que ver con el enfoque estético, siendo más elegante el primero y deportivo el R. Eso sí, ambos comparten los faros matriciales LED llamados IQ.Light, llantas de aleación de 17 pulgadas con diseños específicos y, en el interior, la instrumentación de 10,25 pulgadas, pantalla central de 8 pulgadas y asientos calefactados, entre otros. El sistema Discover Pro disponible, de 9,2 pulgadas, es opcional.
Para gustos colores pero soy de las que opina que los SUV’s de VW sin el R-Line, no son lo mismo. Me gustan especialmente los guiños deportivos con paragolpes más grandes y salidos, además del tramado de la parrilla con detalles ciegos y otros funcionales. Si colocáramos un T-Cross al lado de este Taigo lo veríamos como empequeñecido, con menos carácter pero una imagen más amigable para todos los públicos. El Taigo, en cambio, tiene los módulos de los antinieblas similares al T-Roc e incluso más grandes, con una entrada de aire inferior única sin división ornamental del paragolpes.
Los grupos ópticos también presentan una nueva firma lumínica más tecnológica, que incorpora de serie tecnología LED. El bordeado de la luz diurna es más fino y puntiagudo, concediendo importancia a la franja central que va de lado a lado y se ilumina como en el Golf o en el Polo 2022 en los acabados superiores con IQ.Light. También se siente un morro más afilado y enfocado al suelo, como hace el T-Roc pero no tanto el T-Cross, en gran parte conseguido por las nervaduras del capó que le conceden aire deportivo. Un estilo que se repite al fijarnos en su silueta, que si bien conserva las mismas líneas de cintura, se ven enfatizadas por la ligera caída del techo.
Como comentábamos la imagen del R-Line es bastante más deportiva que la del modelo de acceso Life, que opta por los pasos de rueda y faldones en plástico negro, un recurso mucho más SUV. Las llantas de serie son de 16 pulgadas con neumáticos 205/50 que se ven algo pequeños y poco trabajadas en el apartado diseño pero pueden alcanzar las 18 pulgadas en el R-Line, por suerte también mantenemos las barras del techo.
Sus cotas son de 4,26 metros de largo por 1,75 m de ancho y 1,51 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,55 metros y un peso en báscula, para el de acceso, de 1.220 kilogramos. Es, por tanto, 15 centímetros más largo y 6 centímetros más bajo que el T-Cross convencional, que también tiene 1 milímetro más de batalla y pesa un pelín más.
El culo que venderá más
Llegamos a la parte clave de este Taigo, el motivo de ser de este SUV que deriva del Nivus vendido en Sudamérica, su zaga. Por tener tiene hasta diferente los grupos ópticos, que son completamente horizontales con la C en picuda en los exteriores y no esos módulos más cuadrados del T-Cross. La caída de la luneta, con el pequeño alerón encima, le sienta fenomenal pero, como para gustos colores, hablemos de su practicidad y funcionalidad.
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No tiene sistema de apertura eléctrica o automatizada pero sí uno de los maleteros más interesantes de su segmento, con 438 litros de capacidad ampliables a 1.222 litros frente a los 385 litros del T-Cross. Hablamos de rivales como el Audi Q2 (restyling de media vida) de 402 litros de capacidad, Ford Puma con 401 litros (prueba del Puma), Mazda CX-3 (novedades) de 350 litros o el Opel Mokka de 350 litros de capacidad (presentación). Si le supera el Hyundai Kona con 450 litros de maletero (primera prueba), pero todos ellos tienen una silueta menos coupé que el Taigo.
¿Es un Polo?
Está claro que frente a sus rivales de otras marcas, y el suyo directo de casa, la estética exterior es clave para el Taigo. En cuanto al interior, vemos un salpicadero idéntico al presentado por el nuevo Polo 2022 del que tenemos vídeoprueba completa en el canal. Hablamos de un salpicadero claramente panorámico con presencia elevadísima de plásticos duros a la vista y al tacto pero un arsenal tecnológico también considerable.
Os hemos hablado de las pantallas disponibles y compatibles con Android Auto y Apple CarPlay, con tamaños que van desde los 6,5 hasta las 9,2 pulgadas para la central y de 8 o 10,25 pulgadas para la instrumentación. Esa conectividad está disponible a partir del sistema de infoentretenimiento de 8 pulgadas pero tampoco podemos pasar por alto el módulo de la climatización, que es táctil y no con ruletas. No es tan incómodo como una pantalla así que lo veo una solución interesante.
Empezamos el artículo hablando de los atributos más importantes a la hora de comprar un coche y la seguridad es el cuarto más valorado. En ese sentido el Taigo dispone del IQ-Drive Travel Assist que es capaz de guiarte en una autopista por la combinación del control de crucero adaptativo y el mantenimiento de carril. También encontramos ADAS como el detector de ángulo muerto, frenada de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas y el aparcamiento asistido para algunas maniobras.
La personalización también es importante para el tipo de cliente del Taigo, de modo que la firma lo ofrecerá en ocho tonos distintos pero con paquetes disponibles. El Roof Pack añade el techo bicolor en negro, mientras que Black Style es clave para poner embellecedores decorativos en negro retrovisores, llantas, parrilla y la zona de los escapes. En el interior tenemos el paquete Visual Green con las costuras y las molduras en ese color, que personalmente no me gusta.
Sensaciones de conducción
La firma asegura que, pese a derivar del modelo vendido en sudamérica, han reajustado el chasis y los elementos de su conducta en carretera para ser más afín al público europeo. Eso supone una dosis extra de deportividad sin renunciar a un confort prioritario, algo que en un coupé al uso se debe dar por sentado. No podemos atrevernos a comparar el T-Cross y Taigo con los pocos minutos de conducción que hemos tenido pero, si tuviera que aventurarme, diría que es algo más durito en líneas generales.
El tacto de la dirección es asistido pero sincero, sabiendo transmitir las órdenes del volante a la carretera sin ser directa o deportiva. La suspensión, en cambio, me ha sorprendido para bien por su aplomo en las curvas, incluso a alta velocidad parecía estable y seguro pese a su altura de más. Si lo que buscas es conducción no puedes recurrir al bloque pequeño de 95 CV, se quedará corto a la primera de cambio y el de 110 CV TSI destaca en su combinación con el cambio automático, con el que firma un consumo homologado (WLTP) de 5,6 litros a los 100 km en la versión R-Line. Un modelo que se venderá en 29.800 euros.
El cambio DSG no va mal, ni mucho menos, pero está enfocado claramente a la eficiencia. Permite poco juego con las revoluciones y acaba “capando” las estiradas del propio bloque, incluso en el de 150 CV acaba notándose cojo por ir demasiado alto de marchas. Esta última opción, sin embargo, es por la que optaría si voy a realizar viajes por vías secundarias con curvas implicadas y la necesidad de tener más fuerza bajo el pie derecho.
Tendremos que proceder a una prueba a fondo para poder completar mejor las sensaciones al volante pero, por ahora, solo puedo asegurar que esta carrocería SUV coupé y compacta me gusta especialmente. Es más, diría que es gracias a este recurso estético que han empezado a gustarme los todocaminos. En cuanto al precio, teniendo en cuenta el equipamiento, está en la media del segmento pero por encima de otros como el Fiat 500X (último lanzamiento).
Espero que vendan 0 unidades. 27k por un polo grande de 95cv. De verdad hasta donde vamos a llegar. Con este mercado actual las ganas se sacan mas beneficios que nunca con los coches aunque vendan menos, los unicos perjudicados son los concesionarios? al tiempo