El XEV Yoyo es un biplaza eléctrico limitado a 90 km/h que sólo cuesta 13.900 euros. Por dimensiones sería un rival directo del Smart Fortwo electric si siguiera a la venta, pero ya no existe el pequeño de Mercedes-Benz. La gracia aquí es que el Yoyo ofrece la misma autonomía que el Smart, un diseño igual de atrevido y todo ello costando la mitad. Toca probarlo para ver qué tal es esta receta de cocina fusión italo-asiática.
El precio del XEV Yoyo en España es de 13.900 euros. Una vez se aplica el plan MOVES se rebajan 1.800 euros y 200 euros del achatarramiento. Además, financiando se pueden ofrecer hasta -1.000 euros de rebaja. El precio final quedaría entonces en 10.900 euros, bastante menos que los 25.000 euros que costaba el Smart FORTWO.
¿Sabes lo que es un L7?
El XEV Yoyo es un utilitario eléctrico concebido para la ciudad que cumple con la normativa de homologación L7. Lo que la DGT cataloga como un cuadriciclo pesado 100% eléctrico limitado a 90 km/h de velocidad punta.
La gracia de pertenecer a esta normativa es que además de poderlo conducir con el carnet B, dentro poco tiempo cuando ya entre en vigor el carnet B1 también lo podrán conducir conductores noveles desde los 16 años. Un nuevo carnet que fue anunciado por la DGT el pasado 9 de junio y que se espera que entre en vigor a principios de 2023.
El Yoyo puede tener mucho sentido como segundo o tercer coche de casa para aquellos quienes tengan menores de edad que quieran disponer de movilidad eléctrica. La velocidad máxima es de 90 km/h y no de 45 km/h como en los cuadriciclos ligeros cerrados. Y encima cuesta menos que muchos de estos cuadriciclos con motor de combustión interna.
El diseño del Yoyo es de lo más fresco. Presenta unas líneas muy futuristas, casi de prototipo de salón. Pero en un coche que es real y está matriculado para ir por la calle. Otra cosa no, pero llamar la atención la llama. Tras un paseo por el centro de Barcelona el otro día puedo asegurar que es un imán para las miradas.
La toma de carga está en el frontal y se abre con una palanca que hay cerca de la columna de dirección. Todo el habitáculo está envuelto en una amplia superficie acristalada para garantizar la máxima visibilidad, incluso cuenta con techo solar.
Este elemento de las puertas, así como los contornos del parachoques delantero y trasero, sólo es del mismo color que el resto de la carrocería en los colores blanco Pure White o negro Space Black. El resto de variantes cromáticas presentan estas piezas en un color de contraste.
Este es el azul Midnight Blue combinado con el naranja Spicy Salmon. Los nombres de los colores y los departamentos de marketing, se podría escribir un libro sobre el tema… Esta unidad monta las llantas de 14”, calzadas con neumáticos medida 155/65 R14.
Las ópticas posteriores describen una forma que recuerda en cierto modo a las delanteras. El portón trasero confeccionado íntegramente en cristal es todo un detalle de calidad en un coche económico como este.
El Yoyo mide 2,53 metros de largo, 1,5 metros de ancho y 1,56 metros de alto. La distancia entre ejes de 1,68 metros garantiza un amplio habitáculo para dos ocupantes. La marca anuncia un peso sin batería de 450 kilos, la batería añade 75 kilos, con lo que para la báscula en vacío en 525 kilos.
Dos amplias plazas
Cuando ves el Yoyo por fuera ni te imaginas cómo será dentro. Claro que no es un Rolls-Royce Phantom, pero ofrece dos amplias y cómodas plazas. Con mi metro ochenta de estatura entro y salgo con un gran nivel de confort, además de contar con mucho espacio libre tanto a la altura de los codos, como con respecto al techo.
El parabrisas queda muy lejos con lo que todavía tienes más sensación de espacio. En el túnel central hay varios huecos para dejar mando del parking, llaves y demás. Incluso cuenta con un reposabrazos que esconde un hueco con tapa. Tiene hasta tres tomas de carga tipo USB.
En las puertas presenta manetas tradicionales y unos prácticos tiradores de símil piel para cerrar las puertas con mayor confort. Parece un Huracán STO en este detalle, pero no es bien bien lo mismo…
Los asientos son cómodos y se pueden regular tanto longitudinalmente, como en inclinación del respaldo. Ahora bien, estos asientos tienen una banqueta un tanto inclinada hacia delante, vamos que si dejas algo apoyado en el asiento del acompañante, como una chaqueta termina cayendo al suelo. El respaldo no recoge mucho, pero oye es lo que hay.
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Un maletero ideal para llevar portafolios, mochilas o incluso bolsas de la compra. Maletas no caben, pero como tampoco vas a ir muy lejos no te hace falta llevarlas. Declara 180 litros, mucho más que un Audi R8, también biplaza, pero con un talante un tanto diferente.
Limitado a 90 km/h
Hoy vamos a centrar la prueba en ciudad que es el hábitat natural del XEV Yoyo. Ahora bien, haremos un poco de carretera para ver qué tal es su comportamiento dinámico. Llama la atención que en curva ofrezca tanto aplomo, sobre todo si tienes en cuenta la corta batalla y el poco peso del conjunto. Se muestra super estable y fácil de guiar. A ver no es un Clio RS, pero va mejor que un Smart FORTWO.
Tiene dos modos de conducción el Eco con el que arrancas por defecto y el Sport. Para seleccionarlo sólo hace falta mover la rueda de la D a la S. La respuesta del motor cambia mucho. No en vano en modo D entrega 7,5 kW, mientras que con la S dobla esa cifra hasta los 15 kW. Potencia se transmite al eje trasero
En ciudad es más que suficiente para moverte con soltura. Además, el hecho de contar con una velocidad punta de 90 km/h permite circular sin problema por vías de circunvalación al estilo de la B-20 de Barcelona o la M-30 de Madrid.
La autopista no es el terreno favorito del Yoyo. No por su comportamiento dinámico, sino porque la batería se agota de forma más acentuada. La marca anuncia una autonomía de entre 120 y 150 kilómetros en ciudad.
En un trayecto de 76 kilómetros gran parte de los cuales transcurrieron por autopista y por vía limitada a 80 km/h el Yoyo terminó con un 8% de batería. El consumo en este trayecto fue de 13,5 kWh, un registro muy bajo de consumo, pero dado la poca capacidad de la batería queda claro que está limitado para este tipo de recorridos en vía rápida. Para ponerlo en situación esta autonomía, próxima a los 80 kilómetros es la que ofrecían un Smart eléctrico o un Volkswagen e-Up!
Hay que tener en cuenta que cuando la batería baja al 30% se limita la velocidad punta a 70 km/h. Una vez la autonomía cae del 20% queda limitado a 50 km/h y cuando baja del 10% pasa a estar limitado a 25 km/h. Vamos que no es recomendable apurarla al máximo.
La batería tiene una capacidad de sólo 10,3 kWh. Además, únicamente cuenta con un sistema de carga lenta. Por lo general en un enchufe doméstico necesita entre 4 horas y 5 horas para recuperar el 100%. No importa que uses un Wallbox con más capacidad porqué el coche no lo acepta.
En Italia ya cuentan con un sistema de carga rápida que consiste en unas estaciones donde en 5 minutos se cambia la batería descargada por otra completamente cargada. Se desmonta el parachoques posterior y con un acceso muy fácil se puede realizar así de rápido.
Ese día conduje brevemente el que está considerado como Pagani de los micro-coches sin carnet, un Casalini. Además de estar fabricado en fibra de carbono y contar con todos los lujos imaginables dinámicamente está un punto por encima del resto.
Comparando con el Yoyo, este último es mucho más silencioso al ser eléctrico, la calibración de suspensión más firme lo hace más apto para cortos trayectos de carretera y encima te permite circular a 90 km/h y no quedas limitado a 45 km/h.
En resumidas cuentas
Este es un ejemplo de un coche eléctrico que tiene todo el sentido del mundo. Es barato, pesa poco, consume poco y encima lo puedes aparcar en cualquier sitio. Tiene más sentido un coche eléctrico así que uno que pese casi tres toneladas y al final tampoco te pueda llevar a ninguna parte porque cuando se acaba la batería necesitas dejarlo cargando un montón de tiempo. Encima es barato y cuesta poco de mantener.
Tengo uno desde finales del 2023 y se lo que compre, estaba a punto de comprarme una moto eléctrica pero con 65 años una caída tonta con la moto, quiero decir que no era un motero, vivo en un pueblo y los recorridos más largos que hacía eran 50 km. Y con el yoyo, no pasó frío, ni calor, el gasto en consumo es mínimo, me siento más seguro y con la moto el primer golpe me lo llevo yo y con el yoyo no......