Audi prologue

Audi ha sorprendido en el Salón del Automóvil de Los Ángeles con un showcar que, según afirman, anticipa el futuro lenguaje de diseño de la marca alemana.

Marc Lichte, nuevo jefe de diseño de Audi desde febrero de este año, es el responsable del concept, que han bautizado como Audi prologue. La llegada de Lichte a la marca de los aros entrelazados podría ser un revulsivo, y orientar el diseño de los nuevos Audi hacia formas un poco más vanguardistas y menos conservadoras. Está por ver, pero de momento el Audi prologue aporta bastantes soluciones que podrían hacerlo un “coche de referencia”, según señaló en Los Angeles Ulrich Hackenberg, responsable de Desarrollo Técnico.

El Audi prologue es un cupé de cuatro plazas con aires de cupé, que mide 5,10 metros de longitud, 1,95 de ancho y 1,39 de alto. Su batalla es de 2,94 metros. Es un poco más corto y bajo que un Audi A8, pero por capacidad, lujoso interior y potente motorización bien parece haberse inspirado en él. De hecho, Audi lo considera como la base para el futuro Audi A9.

El concept que Audi presenta en Estados Unidos es elegante en sus formas, pero a la vez tiene un toque deportivo. En el frontal, por ejemplo, vemos una parrilla que se sitúa en una posición más baja de lo habitual en la marca, que mantiene su imagen de poderío mediante grandes barras transversales con sus extremos divididos. También se han instalado unas grandes entradas de aire debajo de los faros con formas que recuerdan a unos pequeños alerones delanteros de F1. En la parte inferior del paragolpes también se han colocado unos spoilers de color negro.

La carrocería muestra unos marcados pasos de rueda, que envuelven unas espectaculares llantas de 22 pulgadas con neumáticos 285/30. En esta carrocería podemos ver algunos detalles originales, como los pequeños retrovisores de aluminio, que cuentan con unos sensores que sirven para abrir las puertas. Como puedes ver en las fotos, éstas no tienen manecillas, y se abren de forma electromecánica. Otro elemento que en el Audi prologue está bien disimulado es la tapa del depósito, que está mimetizada en el montante C. En la trasera, se utiliza un portón independiente. Según Audi, los grupos ópticos traseros LED tienen un cristal 3D que crea, al frenar el efecto de que la luz se dirige a la persona que la mira.

Esta curiosidad se suma a la tecnología láser Matrix de alta definición que presentan los faros delanteros, una evolución de la que ya se monta en el Audi A8 o el A7 Sportback. La novedad es la utilización de cinco lentes de plástico, colocadas debajo del faro principal, que permiten ensanchar aún más la luz de carretera. Sin duda, Audi se está postulando como una de las marcas que mejor cuida el I+D para la iluminación de sus futuros vehículos.

El interior de este concept tiene un aspecto bastante futurista, si bien cuenta con soluciones factibles de ver en los próximos años en un coche de serie. Por ejemplo, el frontal del tablero de instrumentos integra tres displays táctiles: el situado a la izquierda del conductor sirve para manejar las luces y los sistemas de asistencia; el de la derecha, para controlar el sistema multimedia; y en el lado del acompañante, se controlan otras funciones del sistema de entretenimiento. Este display del acompañante es interactivo. Es decir, con un movimiento de barrido, el acompañante puede poner a disposición del conductor las rutas preconfiguradas, por ejemplo, y que éste las visualice en su campo de visión. Es una usabilidad derivada de la que se ha impuesto en el mundo de los smartphones y tabletas.

La modificación de la climatización o la entrada de direcciones para el navegador se realiza desde un cuarto display situado en la consola central, justo por delante de la palanca del cambio Tiptronic. En definitiva, Audi nos presenta un completo mundo digital en este habitáculo, que por ese motivo muestra ese aspecto tan vanguardista y en cierto modo minimalista. Como es habitual en la marca alemana, los materiales utilizados para este interior son exquisitos: aplicaciones de aluminio mate, con cantos pulidos; embellecedores en madera de olmo; cuero “Passion” de tono claro para los asientos, el tablero de instrumentos, la consola central y reposabrazos; cuero Nubuck para la parte trasera de los asientos y revestimientos laterales traseros; y cuero “Passion” oscuro para la parte alta que abraza conductor y acompañante, lo que Audi denomina “wrap-around”.

Estos detalles definen al Audi prologue como una auténtico cupé de lujo, que no escatima tampoco en montar un propulsor a la altura. Se ha escogido un 4.0 TFSI que genera 605 CV y 700 Nm de par motor, con modo overboost que permite activar durante 15 segundos ese par motor hasta los 750 Nm. Con este V8 biturbo, el Audi Prologue acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, una décima menos que un Audi R8 con motor V10. Por otro lado, Audi declara un consumo medio para este concept de 8,6 litros a los 100 km., cifra que logra gracias a la utilización de un sistema eléctrico de 48V que permite montar un alternador muy potente y recuperar buena parte de la energía que se pierde en las fases de desaceleración. El cambio de marchas es un Tiptronic de 8 velocidades.

Para aguantar semejante potencia, el Audi prologue tiene un chasis con suspensión neumática y deportiva, que permite variar la altura de la carrocería al suelo. Los discos de freno son cerámicos con pinzas de seis pistones. Finalmente, la dirección es de tipo dinámico: pueden girar las ruedas del eje trasero hasta cinco grados para facilitar las maniobras de aparcamiento.

Marc Litchte, jefe de Diseño de Audi y responsable directo de este concept, considera que “hemos creado el automóvil más deportivo del segmento de lujo”. Faltará ver si este ejercicio de diseño y escaparate tecnológico tiene su traslado al mundo real, a la producción en serie.