La falta de mantenimiento del vehículo es una de las infracciones más frecuentes. Un coche en buen estado es fundamental para la seguridad en cualquier viaje o trayecto pero, lamentablemente, no todos los conductores pasan las correspondientes revisiones. Así lo acaba de confirmar la Dirección General de Tráfico (DGT) en su última campaña de vigilancia de las carreteras convencionales.
En una semana 1.049 conductores han sido denunciados por circular con vehículos que presentaban importantes deficiencias técnicas, 36 de ellos fueron, incluso, inmovilizados por ser imposible continuar su viaje y, por tanto, ser un peligro evidente para la seguridad.
El verano ya lo tenemos a la vuelta de la esquina, algo que se empezará a notar en el número de desplazamientos por carretera. Escapadas de fin de semana, viajes por vacaciones… Es el momento de revisar nuestro coche -si no lo has hecho ya- para que el trayecto sea seguro. La edad media de los vehículos implicados en accidentes mortales en 2015 fue de ¡14 años! También ten en cuenta que el aumento de las temperaturas provoca un aumento de las averías mecánicas.
Muchos coches circulan en mal estado
Para garantizar que los coches que circulan en España cumplen unos mínimos existe una ley que obliga a los propietarios a pasar una inspección técnica en centros homologados por la administración. Son los conocidos centros de ITV, cuya misión es eliminar lo posible el riesgo de sufrir un accidente y controlar las emisiones contaminantes. Aquí puedes consultar cuándo hay que pasar la ITV.
Pues bien, los últimos datos publicados por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos, AECA-ITV, también nos confirma lo que hace tiempo venimos escuchando por parte del sector: en España tenemos un parque de vehículos viejo e inseguro.
El 18,5% de los vehículos que pasaron la ITV en España en el año 2015 fueron rechazados fundamentalmente por defectos en el alumbrado y señalización, neumáticos, ejes y suspensiones, y en los frenos. Los técnicos detectaron más de 15 millones de defectos leves y 6,1 millones de defectos graves que fueron reparados y volvieron a una segunda revisión. De éstos, el 6,7% (227.478 vehículos) fueron nuevamente rechazados. El promedio de errores graves detectados por vehículo rechazado fue de 1,8.
Si bien estos datos preocupan, lo hace aún más el absentismo, que AECA-ITV estima entre un 15% y un 20% de vehículos de todo tipo, especialmente en furgonetas, motos y ciclomotores, que asciende al 40%. “Estos vehículos temen presentarse a las inspecciones porque saben que no van a superarlas por lo que deberían realizar reparaciones importantes y costosas y/o dar de baja el vehículo”, explica Luis Rivas, secretario general de dicha asociación. Muchos de estos coches en mal estado se refugian en las ciudades por lo que la actuación de policías locales y urbanos es fundamental para detectarlos.
Un parque demasiado viejo
Es obvio que cuanto mayor es la antigüedad del vehículo, más fallos se le detecta, un 19,7% de tasa de rechazo entre 5 y 10 años de antigüedad y un 23,5% en aquellos con más de 15 años. El problema es que en España la edad media del parque automovilístico roza los 12 años –frente a los 8 años que tenían en 2008-.
Tras conocer estos datos, hablamos con la Federación Española de Asociaciones de Talleres (Conepa) y su preocupación también es patente. Las cifras de los primeros meses del año reflejan una caída en la actividad de los talleres que contrastan con un final de año que terminó con cifras optimistas. Si 2015 se cerró con un aumento de la facturación del 3,7%, el primer cuatrimestre de 2016 refleja un importante frenazo con crecimientos mínimos del 0,5-1%. “Estamos muy preocupados porque las cosas no van bien. Hemos hablado con otros sectores como de neumáticos y aceites y corroboran nuestra preocupación”, nos comenta Nuria Álvarez, responsable de prensa de Conepa.
“El problema es que en España el parque de vehículos es muy antiguo y muchos de estos coches viejos no pasan por el taller. La crisis económica ha tenido mucha culpa y, aunque se intenta renovar con las ayudas a la compra del Plan PIVE, no es suficiente”, explica Juan Antonio Sánchez, presidente de Ganvam, Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios.
Hace diez años, en pleno boom económico, las matriculaciones superaban 1,5 millones de unidades al año. Hoy, estos coches, afectados por una importante crisis, empiezan a cumplir diez años. Son los llamados coches mileuristas que, a pesar de representar el 53% del parque, sólo son responsables de un 34% de las operaciones que se realizan en el taller, según desvela un informe de la empresa Audatex, experta en el desarrollo de soluciones digitales para el sector posventa.
No a los talleres ilegales, lo barato sale caro
En el mercado existen varias alternativas para pasar las revisiones periódicas de tu coche como son talleres independientes, talleres multimarcas o los talleres oficiales de las marcas. Es importante que sepas que desde el año 2010 el usuario tiene libertad para elegir el tipo de taller sin riesgo de perder la garantía. También puede que hayas oído hablar de los talleres ilegales o clandestinos. Son modelos de negocio fraudulentos que ofrecen servicios de reparación y de revisión sin licencia y de forma totalmente ilegal, por tanto, no poseen los permisos reglamentarios y suponen un riesgo para la seguridad vial. Ahorrarte unos euros puede salirte caro. Evita estos talleres que tanto daño hacen.
Los talleres legalmente reconocidos son los únicos que poseen la maquinaria y herramientas necesarias para la reparación, tienen acceso a información técnica del vehículo, utilizan únicamente piezas y recambios homologados, garantizan las reparaciones que realizan al emitir la factura correspondiente y proporcionan formación continua a sus empleados.
Cuándo hay que pasar las revisiones
En el libro de mantenimiento de tu vehículo –te lo entregan junto al coche- se establecen los períodos de revisiones que dependen de cada modelo, de su antigüedad y del número de kilómetro recorridos. Pasar estas revisiones son condición indispensable para que la garantía oficial de la marca se mantenga.
El problema empieza cuando se acaba la garantía y ya nada nos obliga a pasar por el taller. El coche es como un hijo, hay que cuidarlo siempre. Como referencia, ten en cuenta que al menos una vez al año tendrás que visitar al mecánico profesional. Aunque lo más seguro es seguir las indicaciones del fabricante, esta guía puede servirte de ayuda, aunque siempre dependerá de cada coche y de otros factores como, por ejemplo, tu modo de conducir:
• Aceite del motor: Entre los 7.000 y 10.000 km en coches con más de 10 años. Hasta los 30.000 km en coches nuevos.
• Cambio de filtros y control de nivel de líquidos: Al menos una vez al año sobre todo en vehículos de más de 10 años.
• Revisión de amortiguadores cada 20.000 km y cambio entre 65.000 y 90.000 km (dependiendo del uso).
• Revisión del desgaste de las pastillas y discos de freno: cada 20.000 km.
• Cambio de pastillas de frenos: A los 50.000 km.
• Cambio de neumáticos delanteros: A los 50.000 km.
• Cambio de neumáticos traseros: A los 60.000 km.
• Cambio de bujías en coches: Las bujías modernas tienen una vida útil entre 30.000 y 60.000 km.
• Cambio de la batería: La vida útil está en torno a los 4 o 5 años, pero depende del tipo de conducción, número de arranques y marca.
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• Cambio de la correa de distribución: Entre 80.000 y 150.000 km, según modelo. A los 5 años la correa ya puede presentar signos de deterioro.
• Cambio de embrague: A los 150.000 km aproximadamente.
Qué puedes revisar del coche tú mismo
No todas las operaciones de revisión de un vehículo hay que hacerlas en un taller. Hay muchas que puedes hacerlas tú mismo. Un mínimo mantenimiento que te ayudará a evitar averías de mayor coste y algún posible susto en la carretera.
Una tarea sencilla es revisar los niveles de los diferentes líquidos, el aceite del motor, el líquido de frenos, el refrigerante, el del limpiaparabrisas –mejor con anticongelante- y, si tu coche equipa dirección electro-hidráulica o hidraúlica, también su nivel de aceite.
Imprescindible, al menos una vez al mes, es revisar la presión y el estado de los neumáticos, que no tenga cortes, grietas, desgaste… Circular con el dibujo de los neumáticos con una profundidad por debajo de 1,6 mm es ilegal.
También comprueba el estado de las escobillas del limpiaparabrisas, tú gran aliado en caso de lluvia. Al menos hay que revisar los difusores del agua y las escobillas dos veces al año y cambiarlas al final del verano. La visibilidad tiene que ser total, de ahí que un parabrisas con grietas, golpes o sucio no sea un buen compañero de viaje. No te olvides de los faros, si están rotos o amarillentos, será momento de cambiarlos, y de vez en cuando levanta el capó del coche y revisa si en la zona del motor hay alguna pieza suelta, rota o se sale algún líquido.
Cómo afecta los neumáticos en la seguridad
El neumático es el único elemento del vehículo que le pone en contacto con el asfalto, de ahí que sea clave para la seguridad. La ventaja es que tú mismo puedes revisarlo. La presión nominal recomendada por el fabricante es de +/-0,3 bar, mientras que la profundidad mínima del dibujo no puede bajar de 1,6 mm. De poco vale comprar el mejor neumático si luego no lo llevas con la presión y el estado correcto.
Si circulas con una presión inferior a la recomendada: el vehículo consumirá mucho más, los neumáticos ofrecerán menor adherencia, frenadas más largas y mayor desgaste. Y si el suelo está mojado, también aumenta el riesgo de sufrir aquaplaning, es decir, cuando el neumático no es capaz de evacuar todo el agua y pierde el contacto con el suelo.
Si circulas con una presión superior a la recomendada: aumenta el sobrecalentamiento y también el peligro de sufrir un reventón, se reduce el agarre, se pierde confort de marcha y aumenta la posibilidad de más averías en la suspensión y dirección del vehículo.
Con neumáticos desgastados aumenta de forma drástica la distancia de frenado, unos metros cruciales para evitar una colisión o atropellar a alguien.
Cómo afectan los amortiguadores en la seguridad
No les prestamos mucha atención hasta que un día nos dan un susto, hemos derrapado en una curva o la frenada se ha alargado más de la cuenta. El problema es que su deterioro no es fácil de percibir. Algunas claves de que algo va mal son: un desgaste irregular de los neumáticos, mayor dificultad para controlar el vehículo en curvas o superficies mojadas, mayor sensibilidad al viento lateral, hundimiento del eje trasero al acelerar, en baches muy pronunciados los amortiguadores tocan fondo y se clavan…
La función de los amortiguadores es muy importante: mantener los neumáticos en contacto con el suelo, controlar los movimientos verticales del coche, absorber las oscilaciones de los muelles para que no se transfieran a la carrocería y, en definitiva, mantener el coche estable. Ten en cuenta que en el momento en que las ruedas pierden contacto con el suelo, el coche no podrá frenar ni girar. Unas suspensiones en buen estado nos ayudan a reducir la distancia de frenada entre un 20 y un 30%, mejorando además la maniobrabilidad.
Por tanto, si los amortiguadores están desgastados y en mal estado aumenta el riesgo de derrape en curva, de mayor distancia de frenado, mayor fatiga en el conductor, vibración del volante, posibilidad de aquaplanning a menor velocidad y fallos en otros sistemas de seguridad como el control de tracción, los frenos ABS o el control de estabilidad.
Se aconseja revisarlos por un profesional cada 20.000 kilómetros y cambiarlos –siempre por parejas- entre 65.000 y 90.000 km.
Cómo afectan los frenos en la seguridad
Los neumáticos, amortiguadores y frenos forman lo que se conoce como ‘Triángulo de la Seguridad’. Sin unos frenos eficaces y en buen estado nuestra seguridad y la del resto de usuarios de la vía peligra.
¿Sabías que a una velocidad de 120 km/h la diferencia entre unos frenos en buen estado y otros deteriorados es de 20 metros en la distancia de frenado? No es fácil comprobar por uno mismo el estado de los discos y las pastillas de freno. Por este motivo lo más recomendable es que lo vea un mecánico profesional. Con el paso de los kilómetros las pastillas y discos se desgastan, se deforman, se oxidan, pueden aparecer grietas… y el líquido de frenos también pierde sus propiedades.
Ten en cuenta que los frenos, además de garantizar una frenada eficaz, también son la base para que funcionen correctamente otros elementos como el sistema antibloqueo de frenos (ABS) y el control de estabilidad (ESP). Si notas que al frenar el coche tarda en reaccionar, oyes ruidos o chirridos, no dudes en llevarlo al taller.
Mantener un coche en buen estado no es un lujo, es una cuestión de seguridad.
Se recomienda revisar el sistema de frenado cada 20.000 kilómetros y antes de largos desplazamientos, aunque los vehículos más modernos ya cuentan con un testigo de desgaste de las pastillas en el panel de instrumentos que te avisa si están desgastadas. Por lo general, las pastillas se deterioran antes si viajamos más por ciudad que por carretera. Si llega el momento de hacer el cambio, sustituye los frenos siempre por pares en el mismo eje. En cuanto al líquido de frenos, éste debe cambiarse entre el año o los dos años, dependiendo del líquido utilizado y de la indicación de cada fabricante.
Es obvio que la crisis ha hecho mucho daño en muchos aspectos y uno de ellos es la seguridad del vehículo. Ante la falta de dinero, las familias priorizan y el automóvil se lleva la peor parte, aumentando el riesgo de sufrir un accidente. Las visitas al taller se retrasan, en muchos casos, hasta que algo falla y nos impide circular. Según datos de Audatex, el conductor español gastó una media de 322 euros en operaciones de mantenimiento y averías mecánicas durante el año 2014.
Si estás en proceso de compra o ya te ronda por la cabeza adquirir un coche en breve, es importante que tengas en cuenta los gastos de mantenimiento que supondrá. No te centres sólo en el precio del coche, después tendrás que cuidarlo.
Mantener un coche no es un lujo, es una cuestión de seguridad.
la foto de portada parece más que de cuidar el coche, de dieselgate destrucando motores.