Al volante con lluvia, niebla, viento, nieve o hielo
¿Tienes tu coche a punto para afrontar el frío? ¿Cuenta con la iluminación adecuada? ¿Sabrías actuar en caso de aquaplanning? ¿Cómo debo conducir con lluvia, viento, nieve o hielo? Te contamos cómo prepararte para la conducción en invierno.
La luminosidad y la meteorología tienen mucho que decir en la siniestralidad de las carreteras españolas y aunque los meses de verano son los más trágicos para los vehículos turismos, el de diciembre también se incluye entre los peores, con un 18% de los fallecidos. Sólo en los meses de diciembre, enero y febrero se producen el 23% de las víctimas mortales de tráfico. Menos horas de luz a lo que se añade situaciones de lluvia, viento, nieve o hielo son motivos más que suficientes para que en invierno extrememos la precaución al volante.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), cerca del 30% de los accidentes en 2012 ocurrieron durante el crepúsculo o por la noche con un porcentaje de fallecidos del 44% en vías urbanas y del 38% en interurbanas. Es lógico que la mayoría de accidentes ocurran durante el día por la mayor intensidad circulatoria, sin embargo es el período de la noche –concretamente desde las 20,00h a las 7,59h- el que presenta mayor número de víctimas mortales, concretamente el 40%. También hay que destacar que el 55% de los peatones fallecidos en 2012 en vías interurbanas estuvieron implicados en un accidente durante la noche, con un 72% de atropellos, un 83% en el caso de animales. De ahí la importancia de llevar una correcta iluminación en nuestro coche no sólo para ver si no para ser visto.
En invierno, más horas de conducción nocturna
Ya desde el mes de noviembre y debido a la entrada del horario de invierno, las horas de luz se reducen y sobre las 18h se empieza a hacer de noche. ¿Tu coche cuenta con la iluminación correcta y los faros están bien reglados y ajustados? Ten en cuenta que a través de nuestros ojos recibimos el 90% de la información mientras conducimos con la particularidad de que la vista se ve obligada a adaptarse rápidamente a un entorno que por la velocidad cambia más rápido que en condiciones normales. ¿Y qué cambios implica la noche? “La agudeza visual se reduce un 70 por ciento y el sentido de profundidad es 7 veces menor, es decir, disminuye nuestra capacidad para detectar objetos y su distancia”, nos explica Nuria Alonso, directora de Comunicación del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA). Pero no solo por la noche, también durante el día es importante ver y hacerse más visible en la carretera, y más en estos meses fríos en los que el sol no sale tan a menudo. Si a estas condiciones le añadimos, además, una meteorología adversa, toda precaución es poca.
En países de la Unión Europea como Finlandia, Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca, República Checa o Polonia es obligatorio el alumbrado durante todo el día pero en España la luz de cruce solo está recomendada para los vehículos que no lleven incorporado de serie las Luces de Conducción Diurna (LCD). Recordamos que esta iluminación ya es obligatoria, por Directiva Europea, para todos los vehículos fabricados desde 2011. La iluminación LCD ofrecen estimaciones más seguras de la distancia y velocidad y mejoran la identificación de los coches.
Diversos estudios de la Unión Europea aseguran que llevar la luz de cruce durante el día reduce en un 10% los fallecidos a causa de accidentes múltiples diurnos en invierno (aquellos en los están implicados más de un vehículo, incluyendo los que se producen entre vehículo y peatón). Además con luces encendidas, un vehículo oscuro es visto 170 metros antes respecto a uno que no las lleva puestas.
Tu coche a punto para afrontar el frío
Además de una correcta iluminación en invierno, más que nunca, es importante mantener el coche en buen estado. La evolución de los automóviles ha llevado a que exista menor estacionalidad en las averías que hace 20 años. Ya no son tan frecuentes los típicos calentones en verano o la resistencia al arranque en invierno. “Ahora, no detectamos una clara influencia de las averías por época del año con respecto al factor ‘máquina’. El principal diferencial entre invierno y verano viene dado por el factor ‘clima’. Es decir, hay más problemas con los neumáticos, los frenos o los amortiguadores cuando circulamos con condiciones atmosféricas adversas como lluvia, niebla o nieve”, explica Ramón Marcos, presidente de Conepa, Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción. Por otro lado, las visitas al taller han descendido un 20% desde que se iniciara la crisis y la imagen, ya casi olvidada, de los coches ‘tirados’ en las cunetas, empieza a ser relativamente frecuente.
Ante una situación de lluvia, nieve, niebla o hielo poco podemos hacer, pero sí está en nuestras manos conducir con precaución y sobre todo, con nuestro coche en buenas condiciones. ¿Qué nos recomiendan los talleres? Lo primero, y esto lo podemos hacer nosotros mismos, comprobar periódicamente los niveles de lubricante, líquidos de freno y refrigerante, el estado de la iluminación y señalización, el desgaste y la presión de los neumáticos, el estado de las escobillas limpiaparabrisas y el de la batería. Y si eres de los que utiliza agua con jabón para limpiar el parabrisas no olvides sustituirlo por líquido limpiaparabrisas, un preparado específico que incluye anticongelante, sobre todo si tu coche duerme en la calle.
Neumáticos con presión adecuada y sin desgaste, claves ante pérdidas de adherencia
Muy importante seguir las indicaciones de revisiones y mantenimiento de los fabricantes y aunque se hagan pocos kilómetros con el coche es recomendable acudir al taller al menos una vez al año ya que solo un profesional es capaz de detectar problemas en el funcionamiento de componentes como los amortiguadores o los frenos, claves ante pérdidas de adherencia en condiciones meteorológicas adversas. También en el taller te dirán si el sistema de calefacción está en buen estado. Aprovecha las campañas de posventa de invierno que algunas marcas están promocionando estos días con descuentos y regalos, entre ellas Alfa Romeo, Abarth, Chrysler, Dodge, Fiat, Ford, Jeep, Lancia, Nissan, Skoda o Volkswagen, entre otras. Aquí puedes consultar consejos para un correcto mantenimiento del vehículo.
Neumáticos de invierno, una alternativa a las cadenas
Seguro que has oído hablar del neumático de invierno, ¿son recomendables? Siempre que la temperatura baje de los 7 grados serán mucho más efectivos que los convencionales porque han sido diseñados especialmente para afrontar cualquier situación de meteorología adversa. El neumático de invierno ofrece mejor capacidad de tracción, de adherencia y de frenado no solo con la carretera húmeda, con nieve o hielo, también con asfalto seco. En España su uso está regulado como alternativa a las cadenas. Más información sobre los neumáticos de invierno aquí.
Y hablando de cadenas, el 80% de los conductores en España asegura no haber utilizado nunca unas cadenas para la nieve. El Real Automóvil Club de España (RACE) recomienda llevar un juego en el coche en época invernal y no sólo cuando tenemos previsto recorrer zonas con riesgo de nevada. Las hay de varios tipos pero las más recomendables son las de tela por su facilidad de montaje y condiciones de seguridad y las convencionales por la durabilidad y eficacia que presentan en condiciones de hielo y nieve. No estaría de más revisar las instrucciones de montaje e incluso hacer la prueba antes de iniciar un viaje. Y no olvides unos guantes por si llega la hora de la verdad.
Carreteras en mal estado, enemigas de la conducción
Las malas condiciones de conservación de algunas carreteras debido a los recortes presupuestarios pueden aumentar el riesgo de accidentes en determinados tramos. Si a esto le añadimos una meteorología adversa, el peligro es mayor. “Un drenaje inadecuado, un coeficiente de rozamiento insuficiente, así como deterioros superficiales o estructurales tales como baches, grietas, roderas…, pueden aumentar las posibilidades de pérdida de control de los vehículos”, advierte Enrique Miralles, director técnico de la Asociación Española de la Carretera (AEC).
Para hacernos una idea de las consecuencias de una carretera en mal estado, un drenaje inadecuado impide que el agua se filtre y, además de favorecer el aquaplanning, dificulta la percepción de las marcas viales; si las señales verticales pierden sus propiedades de retrorreflexión se convierten en invisibles para los conductores nocturnos o en condiciones de mal tiempo; y una reducción de la iluminación de la vía (incluso el apagado para reducir costes) inciden en la pérdida de seguridad y confort de los usuarios. Consecuencias que a su vez se ven agravadas con meteorología adversa. Además, durante las operaciones de viabilidad invernal se pueden provocar daños añadidos sobre el equipamiento de la vía. La sal deteriora elementos metálicos como las barreras de seguridad y las máquinas quitanieves en ocasiones arrancan los captafaros –también conocidos como ‘ojos de gato’- de los márgenes de las carreteras.
¿Cómo reaccionar ante un aquaplanning?
Levanta el pie del acelerador, sujeta con fuerza el volante y nunca frenes
O lo que es lo mismo, ¿qué hacer cuando el coche ‘flota’ sobre un gran charco de agua? Ana Rodríguez, gerente de la Escuela de Conducción Can Padró nos lo explica: “En esta situación, debemos pisar el embrague y poner recta la dirección. Con esto conseguimos que todos los neumáticos den las mismas vueltas y que, por tanto, todos tengan la misma adherencia, evitando que el coche se gire. Al salir del agua y volver a ganar adherencia, continuaremos con la conducción normal”. Levanta el pie del acelerador, sujeta con fuerza el volante y nunca frenes.
Consejos para conducir con lluvia, niebla, viento, nieve o hielo
Además de saber reaccionar ante un aquaplanning, ¿qué otros consejos debemos tener en cuenta cuando conducimos con lluvia, niebla, viento, nieve o hielo? En estas circunstancias lo que ocurre fundamentalmente es una pérdida de adherencia con el asfalto, de ahí la importancia de llevar unos neumáticos en buen estado. Además, el ABS o freno antibloqueo -obligatorio desde 2004- se encargará de corregir y balancear los esfuerzos que soportan los neumáticos para que no se saturen y se bloqueen.
En condiciones adversas hay que aumentar la distancia de seguridad
“Lo ideal sería que todos contáramos con los sistemas más avanzados de seguridad en nuestros vehículos, que los supiéramos utilizar y que tuviéramos los neumáticos ideales en cada momento. Pero todos sabemos también que la realidad no es así”, nos cuentan desde la Escuela de Conducción Can Padró. Para ayudarnos a mejorar nuestra seguridad nos explican que si nuestro coche cuenta con ABS la frenada debe hacerse con la máxima potencia para que la capacidad del neumático con baja adherencia sea mayor. Si no tiene ABS, hay que intentar llegar al máximo de frenada sin bloquear el neumático. Conocer este límite sólo es posible con formación práctica y experiencia, por lo que, si tienes la oportunidad, intenta realizar un curso de conducción que es como mejor aprenderás a reaccionar. También en condiciones adversas hay que mantener un mínimo de cuatro veces la distancia de seguridad habitual, “porque es lo que el coche necesita para frenar dadas las restricciones del asfalto”, añaden. Con el pavimento mojado disminuye el coeficiente de rozamiento y aumenta significativamente la distancia de frenada.
Con lluvia:
Si circulas por una zona inundada, hazlo lentamente y en primera para evitar que el motor se moje y se pare. Ten especial cuidado con los frenos ya que no suelen funcionar correctamente cuando las ruedas están empapadas. Y si el agua le llega más allá de las rodillas abandone el vehículo.
En el caso de que la lluvia no sea tan fuerte, es importante saber que las primeras gotas mezcladas con el polvo y la suciedad de la calzada convierten el firme en deslizante, por lo que hay que conducir con mucha precaución, aumentar la distancia entre los vehículos y reducir la velocidad.
Con niebla:
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Cuando circulamos por una zona con bancos de niebla lo primero que tenemos que hacer es aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, encender las luces antiniebla y circular, principalmente, fijándonos en las líneas de la carretera. Las luces antiniebla delantera son opcionales pero las traseras son obligatorias, pero no por eso se deben utilizar de forma indiscriminada. Según el Reglamento de Circulación sólo deben conectarse en casos de niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo. La iluminación de estas luces es muy potente por lo que si las utilizamos cuando no son necesarias pueden deslumbrar o molestar sensiblemente a otros conductores.
Con viento:
Cuando el viento sopla excesivamente fuerte, debemos aminorar la velocidad del vehículo y sujetar con firmeza el volante, especialmente si se está adelantando a un vehículo de gran tamaño o salimos de un túnel. En estas situaciones, conviene mantener un elevado número de revoluciones para que la fuerza del motor ayude a mantener la trayectoria.
Con nieve o hielo:
Si no tenemos más remedio que coger el coche cuando las carreteras están nevadas o con hielo, lo primero es realizar las maniobras con más suavidad y de manera progresiva, sin brusquedades. No hay que frenar sino levantar suavemente el pie del acelerador y dirigir el volante hacia el lado al que se desvía la parte trasera del coche. Si hay mucha nieve lo más recomendable es circular por las roderas que haya dejado otro vehículo y a baja velocidad. En cambio, si la nieve no es muy abundante es mejor circular junto a las roderas pero no por encima. Con las cadenas puestas no superes los 50 km/h ni circules por terrenos sin nieve o hielo.
En un puerto de montaña con pendientes ascendentes y descendentes hay que extremar aún más la atención. Los descensos deben realizarse a velocidad constante y con una marcha lo más reducida posible que evite que el vehículo se embale. Si necesitamos frenar más lo mejor es utilizar el freno de servicio que actúa sobre todas las ruedas. En el caso de que estemos ascendiendo, una frenada puede aumentar la posibilidad de subviraje (el eje delantero pierde adherencia) y terminar con el vehículo en sentido contrario. Para evitarlo lo que hay que hacer es dejar de acelerar para llevar algo más de peso al eje delantero y aumentar el agarre. Las curvas deben tomarse acelerando y manteniendo una velocidad constante y pon especial cuidado al salir de un túnel para adaptar la conducción a las condiciones meteorológicas. Y no olvides equipar tu vehículo con cadenas o neumáticos de invierno.
Datos del último anuario publicado por la DGT con cifras de 2011 reflejan que el 10,15% de los accidentes se produjeron en circunstancias meteorológicas adversas. En total fueron 8.430 accidentes con 12.278 víctimas mortales, de los cuales 7.536 se produjeron con lluvia, 473 por niebla, 285 por viento y 16 por nevadas.
Otros consejos ante un viaje en invierno
- Informarse de la previsión del tiempo y de la situación de la ruta, y en todo caso, evitar coger el coche con meteorología adversa. Puedes informarte a través de la web o la aplicación para móvil de la DGT o de la app de Seguridad Vial del RACE.
- Extremar la precaución, evitar adelantamientos innecesarios y prestar especial atención a peatones, ciclistas y motoristas.
- Viajar con neumáticos de invierno o cadenas. Ir provisto de guantes, linterna, calzado y ropa de abrigo por si fuera necesario montar las cadenas.
- Evitar viajar de noche, especialmente por carreteras secundarias.
- Atender las indicaciones de los agentes, de la señalización de la carretera y de los paneles informativos.
- En vías desdobladas circular por el carril derecho y si tienes que detener el vehículo hacerlo fuera de la calzada o en el arcén.
- Procurar llevar teléfono móvil con batería y llenar el depósito de combustible cada 100 kilómetros aproximadamente. Si te ves obligado a inmovilizar tu vehículo por una nevada, deja vía libre para los quitanieves, apaga el motor y no abandones el vehículo si no hay refugio cerca. El combustible te vendrá bien para poner la calefacción en caso de emergencia.
- Tampoco olvides los triángulos de emergencia, los chalecos de emergencia, herramientas, una manta o fusibles de repuesto si los puedes cambiar tú mismo.
- Si aparcas en zonas heladas, levanta los limpiaparabrisas: el peso de la nieve puede romper los ejes.
- En caso de observar o sufrir un accidente recuerda la conducta PAS: prevenir nuevos riesgos, avisar a emergencias y socorrer a los heridos en los casos de extrema gravedad. Ponte en zona segura mientras esperas a los servicios de emergencia.
- Si circulas por la noche o con baja luminosidad el reglaje correcto de los espejos, tanto el interior como los exteriores, permitirá reducir los reflejos molestos del alumbrado de otros vehículos. Evita conducir con las luces interiores encendidas ya que la diferencia de contrastes, entre el interior y el exterior, reduce la visión.
- Y por supuesto, utiliza siempre el cinturón de seguridad y las sillas de retención infantil si viajas con niños.
Pregunta..mi experiencia con los 4x4 en poca,siempre turismos rapidos pero ahora vivo a 1600 i me compre un jeep cherokee que ya me dio un par de sutos por la nieve hielo..Alguien con mas experiencia me dice que en bajada es mejor no poner el 4X4 porque el jeep tiene tracción trasera i retiene mas de atrás i con las ruedas delanteras sueltas manejas mejor la dirección..pero esto no lo he leído ni escuchado a nadie mas..pido consejos gracias