Seguro obligatorio con GPS

Desde hace pocos años algunas compañías aseguradoras ofrecen una modalidad de seguro en el que pagas según tus hábitos de conducción. Van dirigidos fundamentalmente a jóvenes, a padres cuyos hijos utilizan el coche, a quienes conducen pocos kilómetros o se consideren buenos conductores. Este grupo de asegurados se beneficiará de una prima mucho más barata –con ahorros de hasta el 40%- y con bonificaciones por baja siniestralidad si realmente son tan buenos conductores como declaran.

Para poder beneficiarte de un precio más económico para tu seguro de coche, la compañía obliga a instalar en el coche un GPS o dispositivo telemático –el terminal y su instalación están valorados en unos 350 euros y suelen ofrecerse de forma gratuita- . El GPS analiza la velocidad a la que circulas, los frenazos, los acelerones, si cumples los límites de velocidad y la localización del vehículo, de este modo, la aseguradora comprueba los hábitos reales de conducción y puede ajustar la prima incluso mensualmente. Ten en cuenta que estos ahorros de los que hablan se calculan con respecto a un seguro normal de la misma compañía por lo que te aconsejamos que compares precios con otras aseguradoras.

Otra ventaja de esta modalidad de seguro ‘pago como conduzco’ es la localización del vehículo si se produce robo o un siniestro, en cuyo caso el sistema también realiza una llamada de emergencia, primero a la compañía y en caso de no recibir respuesta, al servicio 112 de la zona. Pero también te puedes estar preguntando ¿qué ocurre con la privacidad de los datos? Las compañías aseguran que están al día con la ley de protección de datos por lo que no habría de qué preocuparse.

El dispositivo se instala de manera sencilla en el interior del coche de manera que queda oculto, se puede instalar en cualquier marca y modelo y el tiempo de instalación no supera las dos horas. Esta modalidad con GPS puede ir asociada a un seguro obligatorio o a todo riesgo pero sobre todo va encaminada a que un buen conductor -sobre todo uno joven perjudicado por pertenecer a un colectivo de riesgo-, consiga una prima lo más económica posible. La compañía, por su parte, gana clientes y atrae a los más rentables para su negocio, aquellos que conducen tranquilos o no utilizan mucho el coche.