Desde que en 2007 el Gobierno liberalizara el suministro del Autogás, o gas licuado del petróleo (GLP) en las gasolineras españolas, este carburante ha ido cogiendo fuerza como alternativa a la gasolina. Además de que emite menos partículas contaminantes a la atmósfera, permite un ahorro de entre un 40-45 por ciento en combustible respecto a la gasolina por su menor coste. Los vehículos propulsados por GLP actualmente cuentan con la etiqueta eco de la DGT. Sus ventas en 2021 crecieron por encima del 34% comparado con el año anterior, representando una cuota de mercado del 1,11%.
En la actualidad se estima un parque superior a los 30 millones de vehículos en el mundo propulsados por GLP, de los cuales unos 10 millones circulan en Europa y más de 100.000 en España, en su mayoría taxis, autobuses urbanos, camiones de basura o flotas de empresas privadas, aunque cada vez son más los vehículos particulares. ¿Pero realmente qué es el Autogás? ¿En qué coches se puede utilizar? ¿Dónde puedo repostar? ¿Tiene inconvenientes? Resolvemos todas las dudas sobre el uso del gas de automoción, el combustible alternativo que más se utiliza en el mundo. Autogás es el término común empleado para referirse al GLP (gas licuado del petróleo) utilizado como carburante en automoción. Se trata de una mezcla de butano y propano y en su mayoría se obtiene directamente de yacimientos de gas natural o petróleo, un 60 por ciento frente al 40% que procede de la destilación del petróleo en refinería. Al ser sometido a presión, este gas pasa de estado gaseoso a líquido, ocupando mucho menos volumen. Además está prácticamente exento de azufre y otras sustancias como metales.
Este carburante se almacena, transporta y se distribuye en fase líquida y se comercializa a través de las estaciones de servicio mediante una sencilla y rápida operación de llenado similar a las del diésel y gasolina. Al vehículo transformado a gas GLP se le instala una boca de carga con tapa normalmente en un lateral del vehículo. Este vehículo arranca en gasolina y no pasa a gas hasta que el motor alcanza una temperatura de unos 40 grados (tarda un minuto). A partir de ese momento puede circular indistintamente con gasolina o gas seleccionándolo a través de un conmutador que se instala en el salpicadero, una operación que se puede realizar tanto con el vehículo parado como circulando. En el caso de que uno de los dos combustibles se agote, el motor pasaría a alimentarse del otro combustible previo aviso de un indicador visual. Los vehículos con GLP no sustituyen a los coches con gasolina pero sí es una alternativa muy rentable para los usuarios que realizan un mínimo de kilómetros: con un coche de tipo medio la amortización puede estar en los 30.000 kilómetros realizados.
¿Qué es un coche GLP? Vehículos que pueden utilizan GLP
Cada vez son más los fabricantes que incluyen en sus gamas vehículos bifuel, es decir, con motores de gasolina preparados para utilizar GLP. Actualmente solo las marcas Dacia, DFSK, Ford, Renault, SsangYong y la nueva marca SWM ofrecen modelos con Autogás en sus gamas: Dacia Sandero, Logan, Jogger y Duster, DFSK 580 y F5, Ford Fiesta, Renault Captur y Clio, SsangYong Korando y Tívoli y SWM G 01.
En el mercado de ocasión puedes encontrar una amplia oferta de coches GLP y en este otro enlace tienes una buena lista de ofertas de coches nuevos con GLP. Suelen ser versiones con potencias no muy altas (la mayoría entre 70 y 100 CV) y tienen un sobrecoste entre 1.500 y 2.000 euros aproximadamente sobre la versión de gasolina equivalente. Si estás interesado en comprar un coche nuevo ya preparado con GLP te recomendamos que preguntes en los concesionarios porque no siempre estas versiones aparecen incluidas en el listado de modelos de la marca. Las transformaciones más frecuentes se realizan con modelos que están propulsados por motores de gasolina ya que la operación es más sencilla y el ahorro más significativo. En el caso de motores diésel, la transformación es más compleja y, por tanto, más cara, por lo que solo se realiza en vehículos industriales o grandes flotas de empresa porque recorren muchos kilómetros al año y puede salir rentable. A diferencia de los coches de gasolina, en los diésel la transformación es dual y el vehículo consume tanto diésel como GLP al mismo tiempo. Es decir, se trata de un motor monofuel que utiliza una mezcla del 30% de Autogás y 70% de gasóleo.
Cómo transformar un coche gasolina a Autogás
Otra alternativa para los usuarios de vehículos propulsados por motores de gasolina que quieran utilizar Autogás es acudir a un taller especializado para su transformación, unos 300 talleres autorizados en España. El kit de transformación cuesta entre 1.500 y 2.500 euros, dependiendo del tipo de vehículo. En un coche sencillo, tipo Renault Clio, la operación en el taller puede conllevar ocho horas de trabajo, y en un modelo de gama alta, con motor de ocho cilindros, se puede tardar incluso tres días ya que la falta de espacio libre en el motor complica la instalación del kit.
Hoy en día sólo se pueden transformar vehículos tipo turismo y furgonetas con motor de gasolina y que estén dentro del intervalo de potencia entre un mínimo de 30 CV y un máximo de 460 CV, unos parámetros que cubren el 95 por ciento del mercado. Pueden ser coches nuevos o usados de cualquier cilindrada y tamaño. Una vez realizada la instalación del kit, el vehículo debe legalizarse en una estación de ITV (Inspección Técnica de Vehículos). Es un trámite rápido y sencillo que puede realizar el taller instalador o el propio cliente. Para poder legalizar la transformación el vehículo debe cumplir al menos la normativa de emisiones Euro3. En este artículo te contamos dónde es más barato pasar la ITV. El inconveniente entre comprar un vehículo de fábrica ya preparado para su uso con GLP o transformarlo a posteriori en un taller especializado está en la garantía, ya que al hacer la transformación con un tercero puede ocurrir que pierdas la garantía de fábrica de tu vehículo. A nivel de fiabilidad no hay diferencias porque los kits que utilizan en las fábricas son los mismos que utilizan los talleres independientes. Mira nuestra prueba comparativa entre el Skoda Scout 1.8 TSI y Subaru Outback GLP, aunque tiene algún tiempo es interesante la comparativa entre un gasolina y un modelo similar con GLP.
GLP: Un combustible más ecológico y barato
El Autogás tiene dos ventajas principales, la medioambiental y la económica, pero hay más. Mejora la calidad del aire: Este combustible alternativo contribuye a mejorar la calidad del aire, en especial en las zonas urbanas ya que reduce en un 68 por ciento las emisiones de NOx y del 15 por ciento del CO2 si lo comparamos con la gasolina. Ventajas medioambientales frente a la gasolina - Reducción del 68% de las emisiones de NOx - Reducción del 15% de las emisiones de CO2
Ventajas medioambientales frente al gasóleo o biodiésel - Reducción del 99% de las emisiones de partículas - Reducción del 96% de las emisiones de NOx - Reducción del 50% del nivel de ruido - Reducción del 10% de las emisiones de CO2 Más barato: Pero la ventaja que más aporta al bolsillo del conductor es sin duda la económica y es que como media, tanto en España como en Europa, el precio del Autogás es un 50 por ciento más barato que el de la gasolina o el diésel. Actualmente el precio medio del GLP está alrededor de 1 €/l frente a 2,11 €/l de la gasolina 95 y a 2,08 €/l del gasóleo A (datos medios de la última semana de junio 2022 según el Ministerio para la Transición Ecológica). Su menor coste permite un ahorro entre un 40 y 45 por ciento de combustible, un porcentaje que sería del 50 por ciento si no fuera porque los vehículos transformados a gas aumentan su consumo un 10 por ciento en comparación con la versión de gasolina. Aún así, económicamente es muy rentable. En comparación con el diésel el ahorro es del 15-20 por ciento.
El bajo precio del Autogás se debe por un lado a que el excedente de GLP previsto en todo el mundo se sitúa entre 11 y 17 millones de toneladas y por las tasas fiscales relativamente bajas que se le aplican.
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Mantenimiento más económico: Los vehículos que se mueven con gas de automoción duplican la duración del motor debido al menor desgaste de los cilindros y segmentos del motor. El gas es más limpio, deja menos depósitos carbonosos en la combustión y permite que el aceite del motor se mantenga limpio durante más tiempo. En contra, la falta de lubricación del GLP con respecto a la gasolina puede producir un desgaste prematuro de las válvulas. Con respecto a un diésel, un vehículo gasolina con Autogás tiene por lo general menos averías y menos costosas por la ausencia de elementos mecánicos complejos como el turbo, la bomba de combustible de alta presión, etc. En caso de avería los componentes que forman el sistema de gas GLP son sencillos y por tanto su coste es más reducido. El único mantenimiento de vehículos transformados se realiza cada 40.000 kilómetros. Mayor autonomía: Un vehículo adaptado a Autogás multiplica por dos su autonomía al instalar un segundo depósito para el GLP. El depósito de gasolina se mantiene inalterado y el conductor puede utilizar ambos combustibles indistintamente. La autonomía media de un vehículo con Autogás es de 500 o 600 kilómetros, el doble si también utilizamos gasolina. Alto nivel de seguridad: El Autogás cumple con toda la normativa que se exige al resto de carburantes. El Real Automóvil Club de España (RACE), junto a otros clubes europeos, llevó a cabo unas pruebas de choque e incendio con el fin de comprobar la seguridad de un vehículo de GLP y la prueba demostró un alto nivel de seguridad. El depósito, los soportes y el sistema de tubos de alimentación resistieron intactos. En España no hay restricciones para que vehículos con GLP entren en aparcamientos subterráneos.
Inconvenientes del GLP: Una red de abastecimiento insuficiente
Coste de amortización: Uno de los inconvenientes que encontramos en el Autogás es que hay que amortizar una inversión que ronda entre los 1.500 y 2.500 euros. Aunque es un producto apto para todo el mundo no para todos los usuarios es rentable. Un vehículo con GLP se amortiza a los 50.000 kilómetros de vida útil del coche. Esta cifra media depende mucho del tipo de vehículo y de su coste. Así un vehículo de gran cilindrada con consumo alto amortizará el sobrecoste en menos de 10.000 kilómetros. Sin rueda de repuesto o con menos maletero: Hay dos tipos de depósitos, uno es cilíndrico y se sitúa en el maletero y otro es toroidal (en forma de rueda) y se coloca en el hueco de la rueda de repuesto del vehículo. En este último caso la rueda de repuesto se sustituye por un kit homologado repara-pinchazos y el maletero mantiene su capacidad. Si el coche no tiene rueda de repuesto el depósito se coloca en el maletero aunque en algunos casos se puede instalar en los bajos del vehículo, aunque no es lo habitual. Pocas gasolineras con GLP: Una barrera para el crecimiento del parque de vehículos con gas en España es que los puntos de suministro son insuficientes. En la actualidad podemos repostar GLP en más de 600 gasolineras distribuidas por toda España, la mayoría de ellas de Repsol, compañía que ha apostado fuerte por este carburante.
"Estamos lanzando un mensaje a los usuarios de que el Autogás es rentable y presenta una clara ventaja económica. Quien quiera comprar un vehículo de este tipo dispondrá de un carburante competitivo y eficiente con una red de suministro suficiente en el horizonte de unos años", explican desde Autogás en Repsol. "Los operadores estamos impulsando el mercado ampliando la red de suministro pero los fabricante son el otro actor importante para acercar este tipo de vehículos a los usuarios", continúa diciendo. Puedes encontrar GLP en gasolineras y puntos de suministro de Repsol, GALP, Shell, Total, BP, Cepsa, Avia, Petromiralles y otras marcas blancas. Consulta el listado actual de estaciones de servicio con GLP. España ha ido por detrás de otros países europeos en cuanto al desarrollo del Autogás. En España su desarrollo se estancó de manera importante por una legislación que limitaba su uso al transporte público y por elevadas tasas fiscales. A partir de 2007 es cuando el Gobierno considera al Autogás un combustible alternativo, aplicándole una carga impositiva baja, y cuando permite su instalación en estaciones de servicio ofreciéndolo a todos los usuarios. Aún así el retraso en España con respecto a otros países europeos puede llegar a diez años. Europa cuenta con unos diez millones de vehículos propulsados con Autogás y con una red de abastecimiento que supera los 46.000 puntos, con Francia, Alemania e Italia en cabeza. Puedes buscar las estaciones GLP europeas aquí.
Reducción de potencia: A diferencia de lo que ocurría hace años cuando los taxistas empezaron a utilizar Autogás, los kits de transformación actuales han evolucionado de manera importante dando unos buenos resultados tanto en prestaciones como en fiabilidad. Aún así se sigue produciendo una merma de potencia con respecto a la gasolina que puede llegar hasta el cinco por ciento. Una cifra apenas apreciable por el conductor, muy por debajo de lo que notamos al conectar el aire acondicionado. "No conocemos a nadie que sea capaz de distinguir cuando circula con GLP o gasolina. Hace 20 años la tecnología era peor y sí se perdía el 20 por ciento de potencia pero ahora no. Es un inconveniente imperceptible", explican desde la Asociación Nacional de Empresas Transformadores de GLP.
Actualmente los vehículos propulsados por GLP cuentan con las ventajas de la etiqueta eco de la DGT, además se pueden encontrar otras ventajas en el impuesto de vehículos de tracción mecánica. En los últimos dos años han sufrido un gran revés al quedar fuera de las ayudas del Plan MOVES.
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