Audi TT

En marzo de este mismo año acudimos a un “workshop” sobre el nuevo Audi TT realmente interesante que la marca organizó en sus instalaciones de Ingolstadt, Alemania. En ese evento pudimos conocer todos los detalles de la nueva generación del cupé deportivo, pero no pudimos conducirlo. En este artículo Nuevo Audi TT encontraréis toda la información detallada sobre las novedades que presenta el TT.

Hoy completamos toda aquella información añadiendo una primera toma de contacto que hemos realizado en las cercanías de Málaga, probando la tercera generación del cupé y descubriendo qué cosas han mejorado respecto a la versión conocida hasta la fecha.

También hemos probarlo a fondo en el Circuito Ascari de Ronda, un escenario ideal para comprobar hasta dónde llegan los límites dinámicos del nuevo TT sin jugarnos los puntos del carnet de conducir, la versión más deportiva TTS que llegará al mercado en enero.

Para el lanzamiento sólo estarán a la venta una versión de gasolina 2.0 TFSI de 230 CV y una variante diésel 2.0 TDI ultra de 184 CV. Ambas ofrecen de serie el cambio manual de seis velocidades y tracción delantera, sin embargo, para el gasolina, puede optarse por el cambio automático de doble embrague S tronic, también de seis marchas, asociado a la tracción total quattro.

El Audi TT lleva con nosotros desde 1998, que se dice pronto, y después de 17 años nos encontramos ahora con un modelo que aún sigue fiel a aquél modelo de antaño. Las formas geométricas que presentaba aquella primera generación resultaron todo un acierto ante el asombro de la gran mayoría al encontrarse con un diseño que, si bien recordaba ligeramente al del Beetle, se mostraba como avanzado a su época.

En la actualidad cada vez cuesta más sorprendernos. Los que estamos metidos en el mundo del motor, ya sea por afición o trabajo, las hemos visto de todos los colores, aunque eso no quita que algunos diseños nos sigan llamando más la atención que otros. El TT, en mi caso, rompe con esa regla. Después de tantos años con sus características formas puedo afirmar que me sigue pareciendo un coche estéticamente muy bonito.

Esta tercera generación explota las formas curvas y ovaladas y añade nuevos elementos que resaltan el espíritu deportivo del modelo. Como podéis observar se le ha instalado una parrilla singleframe más ancha en el frontal, con un nuevo esquema de tomas de aire inferiores y con una mirada más agresiva gracias a los nuevos faros con xenón de serie y LED o Matrix LED en opción con el toque tecnológico que ofrecen los intermitentes dinámicos.

Las líneas que recorren toda la carrocería están más marcadas y se ha aumentado la distancia entre ejes 37 mm hasta los 2.505 mm, un hecho que aploma y refuerza la sensación de deportividad del conjunto. Con 4.180 mm de longitud es prácticamente igual de largo que la segunda generación. La anchura se cifra en 1.832 mm y tiene exactamente la misma altura que la generación anterior: 1.353 mm.

En vivo la zaga parece más ancha que la del modelo actual. Una impresión creada por un diseño de líneas horizontales. En combinación con las luces delanteras LED o LED Matrix, los grupos ópticos traseros adoptan también la tecnología LED. La tercera luz de freno se sitúa ahora bajo el borde del spoiler trasero y consta de una fina tira de LEDs muy discreta de faro a faro.

El alerón emerge del borde de la tapa del maletero cuando se superan los 120 km/h y ofrece carga adicional en el eje trasero para mejorar el comportamiento a altas velocidades. Las versiones estándar llevan dos grandes salidas de escape redondas como guiño al primer TT, mientras que la variante TTS monta cuatro.

Como en todos los modelos de la firma alemana estará disponible el paquete opcional S line que mejora, según el gusto de cada uno, el aspecto de la carrocería enfatizando la deportividad con paragolpes más pronunciados, entradas de aire más grandes, una retocada parrilla singleframe, estribos laterales y un clásico difusor trasero. También se rebaja la altura de la carrocería en 10 mm y se montan llantas de 18 pulgadas.

En el interior nos encontramos con un diseño muy Audi, sin grandes lujos, con superficies sencillas pero agradables al tacto donde el nivel de ajuste y calidad de las mismas es muy bueno. Una de las novedades más graciosas la encontramos en los difusores de aire redondos similares a unas turbinas de avión. Todas las funciones del climatizador y de la calefacción de los asientos están incorporadas en las mismas salidas de aire.

Otra de las grandes novedades es el espectacular cuadro de instrumentos digital de alta resolución Audi Virtual Cockpit. Se trata de una gran pantalla TFT de 12,3 pulgadas que sustituye a la clásica instrumentación y suprime la típica pantalla situada en la consola centrla. El nuevo cuadro ofrece diferentes modos de visualización: se puede optar por la clásica visualización convencional, también puede extenderse el navegador de forma que ocupe prácticamente todo el display, y puede mostrarse todo lo que nos sea necesario y relevante en cada momento. La versión TTS incorpora un modo único donde se resalta el cuentarrevoluciones en en el centro y la velocidad de forma digital.

El salpicadero se muestra mucho más claro que en la versión anterior y presenta un diseño fuertemente orientado hacia el conductor. Si algo hay a criticar es el espacio para las piernas que le resta a la plaza del acompañante, forzándolo a retrasar mucho el asiento si se trata de una persona de gran estatura.

De serie se ofrecen unos asientos deportivos, que me han gustado especialmente por su buena sujeción lateral. Tienen los reposacabezas integrados y combinan a la perfección con el diseño interior del habitáculo. Opcionalmente y de serie en el TTS se ofrecen los asientos deportivos S, con flancos laterales ajustables y una apariencia algo más radical. El volante, ajustable en altura y profundidad, tiene la parte baja achatada y estará disponible en dos opciones, una estándar y otra más completa con todas las teclas y funciones del sistema MMI integradas.

Si las plazas delanteras son amplias y cómodas, no puedo decir lo mismo de las traseras. Dada la configuración 2+2 del modelo, atrás sólo podrán viajar niños. La distancia para las piernas es muy justa y la altura libre hasta el techo insuficiente debido a la pronunciada caída que ofrece.

El maletero no es de lo mejor que hemos visto pero sus 305 litros, 13 más que antes, aumentan las opciones. Por supuesto pueden plegarse los respaldos traseros y cuenta con dos pequeños compartimientos de almacenaje bajo el piso.

Entre las opciones que propone Audi, algunas de ellas con un sobrecoste aún sin especificar, se encuentra una paleta de colores para el exterior que se extiende hasta las 11 variantes cromáticas, 7 de ellas son nuevas en la gama TT y dos más completamente nuevas en toda la gama Audi (Gris Nano y Rojo Tango). En el interior, la línea estética TT tendrá tres variantes y la TTS otras tres a elegir.

Se ha instalado un nuevo mando MMI en la consola central más intuitivo y con funciones mejoradas como la escritura táctil con el dedo más precisa (MMI Touch). Si equipamos también el sistema Audi Connect, el módulo de transferencia de datos que establece la conexión a internet, los ocupantes del TT tendrán acceso a internet mediante un punto de acceso WLAN. Además de streaming de audio y manos libres para nuestro teléfono Smartphone, entre otras funciones.

Se han propuesto un total de doce modelos de llanta para elegir. De serie, el TT, viene equipado con llantas de aleación ligera de 17 pulgadas, mientras que el TTS ya las incluye de 18. También tendremos la opción de pagar un poco más y decantarnos por unas de 19 o 20 pulgadas.

El TT es un coche diseñado para el disfrute de su propietario. De tal manera, la marca de los cuatro aros propone una gama mecánica acorde a las pretensiones del cupé. De entrada se ofrecen dos variantes: un gasolina de y un diésel .

El motor diésel es un 2.0 TDI ultra de cuatro cilindros, 184 CV de potencia y un par motor de 380 Nm. Con estas cifras es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos y alcanzar los 235 km/h de velocidad punta. Con un consumo homologado de 4,2 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 110 g/km se sitúa como la opción de lanzamiento más ahorradora y eficiente.

El motor 2.0 TFSI se ofrecerá en dos versiones: 230 CV para el TT y 310 CV para el TTS que llegará en enero. En el primer caso entrega un par máximo de 370 Nm entre las 1.600 y las 4.300 rpm permitiendo lograr una aceleración de 0 a 100 en 6 segundos con cambio manual y de 5,3 con el S tronic y tracción quattro. La velocidad máxima en ambos casos está limitada electrónicamente a 250 km/h.

El TTS tiene un par máximo de 380 Nm entre las 1.800 y las 5.500 rpm y una mayor potencia que logran ponerlo a 100 km/h desde parado en 4,7 segundos. Además, esta versión “S”, incorpora unas mariposas en el sistema de escape que intensifican el sonido. Con el cambio automático S tronic opcional se incluye la función “launch control”.

El conocido sistema de selección del tipo de conducción Audi Drive Select puede montarse en opción (de serie en el TTS). Varía diversos parámetros del coche como la dureza de la suspensión, el tacto de la dirección, las funciones del climatizador o la respuesta del acelerador según el modo elegido para adecuarse a las preferencias del conductor.

El tren de rodaje recibe múltiples mejoras para lograr una conducción fluida con ese tacto deportivo característico que debe tener. La suspensión delantera McPherson incorpora nuevos cojinetes giratorios y el bastidor auxiliar en aluminio, reduciendo de esta forma el peso suspendido. En el eje trasero se utiliza una suspensión de cuatro brazos por rueda. En el TTS, así como con el paquete deportivo S line y la suspensión Audi magnetic ride, la carrocería se rebaja 10 mm.

El equipamiento de serie cuenta con una dirección progresiva con distintas relaciones de transmisión según el ángulo de giro del volante y la velocidad a la que se circula.

Para el TTS se han propuesto unos frenos de nuevo desarrollo con pinzas fijas de aluminio que reduce en casi 5 kg el peso de los anteriores. El freno de estacionamiento es electromecánico y actúa sobre las ruedas traseras.

Gracias al principio de construcción ligera con aluminio y aceros de alta resistencia se ha conseguido que el nuevo TT, con motor 2.0 TFSI, tenga un peso total de solamente 1.230 kg, 50 kg menos que la generación anterior y hasta 140 kg si lo comparamos con el primer TT.

En el TT con tracción delantera el bloqueo transversal electrónico, una función del ESC, frena ligeramente la rueda delantera que se encuentra en el interior de la curva para mejorar su paso y evitar subvirajes. En los modelos con tracción quattro la gestión del par individual para cada rueda envía todo el par necesario a las ruedas exteriores que empujan al coche hacia el interior de la curva ayudando a redondear la trazada.

Durante la presentación tuve la oportunidad de probar las tres versiones, con transmisión manual o automática S tronic. En cualquier caso, y así de avanzadilla, las tres ofrecen lo que realmente se espera de un Audi TT: deportividad.

El Audi Virtual Cockpit es sencillamente espectacular, y aunque el diseño en sí del habitáculo se preste bastante sobrio para mi gusto debo reconocer que una vez te sientas y compruebas como todos los mandos quedan a mano y el salpicadero te envuelve, me ha convencido.

Una vez en marcha, conduciendo tranquilamente y recogiendo las primeras informaciones que te transmite el coche, me ha gustado en especial el tacto de la dirección. Ésta es muy precisa y la asistencia al giro está regulada de forma excelente. Las suspensiones tienen ese tarado duro que precisa un deportivo pero para nada se antojan demasiado secas, hasta puedes ir en modo Dynamic que no se hacen incómodas.

La insonorización interior está muy lograda hasta el punto de tener que bajar las ventanillas o subir de vueltas el motor para escuchar la presencia de éste. El sonido del TFSI es muy deportivo, me ha gustado sobretodo en la zona media del cuentarrevoluciones, y sorprendentemente el diésel tiene un toque deportivo también.

Los tres motores ofrecen suficiente potencia como para pasar un buen rato en tu carretera preferida. El diésel tiene muy buenos bajos y permite estirar ligeramente las marchas. Los 180 CV responden contundentemente cuando sobrepasamos las 2.000-2.200 vueltas, aunque su punto fuerte es la permisividad a circular calmadamente por debajo de dicha cifra con un consumo de combustible bastante ajustado (he logrado una media a velocidades legales de 5,7 litros).

La versión de gasolina destaca especialmente por su agrado de conducción y por una finura y refinamiento que el diésel no llega a conseguir. Los 230 CV son una cifra respetable para un modelo con aspiraciones dinámicas. Lo he probado con el cambio automático S tronic y me ha parecido una opción muy interesante. Cambios rapidísimos, buena gestión en modo automático y levas en el volante para una conducción en secuencial sin despegar las manos del volante.

En carretera abierta es un coche noble y fácil de llevar. Su gran estabilidad invita a pisar un poco más de la cuenta el acelerador en carreteras reviradas y disfrutar de una conducción algo más deportiva de lo habitual. Durante este pequeño test el consumo se ha disparado hasta los 8,5 litros. Eso sí, no me he privado de algún que otro achuchón al gas.

El circuito de Ascari, situado en la localidad malagueña de Ronda, es un trazado muy interesante. Combina zonas rápidas con otras partes más técnicas y lentas. En esta ocasión nos hemos dado unas vueltas en la versión TTS, que con sus 310 CV de potencia nos ha permitido pasar una mañana muy pero que muy divertida.

El motor empuja con fuerza prácticamente en todo el rango de revoluciones, sacando elsu carácter, acompañado de un fuerte rugido en el tubo de escape, a partir de las 4.000 rpm en adelante. La combinación del cambio S tronic, el propuslor 2.0 TFSI, la tracción quattro y el reparto de par entre las cuatro ruedas es demoledora.

Corre mucho, se aguanta extraordinariamente bien en curva, permite trazar viraje tras viraje con mucha suavidad y si se desconecta el control de tracción, que puede hacerse por completo, es capaz de despertar a ese piloto que llevamos dentro y hacernos trabajar con el volante para aguantar o corregir los sobrevirajes según nos convenga.

A finales del próximo mes se lanzará al mercado esta tercera generación del Audi TT. Como ya hemos comentado, dos serán las variantes a las que se podrá optar: un diésel y un gasolina, y un poco más adelante el deportivo TTS. Unos meses más tarde llegarán el resto de motorizaciones, con propulsores más racionales que completarán la gama para ajustarse a las posibilidades de cada cliente.

Los precios de salida quedan de la siguiente manera:

Audi TT 2.0 TFSI 230 CV 40.870 euros Audi TT 2.0 TFSI 230 CV S tronic quattro 46.550 euros Audi TT 2.0 TDI 184 CV 42.390 euros El precio del TTS aún no se ha comnuicado.