Citroën no está presente con un stand específico en el Salón del Automóvil de Barcelona. No obstante, sí que expone en el pabellón de eléctricos su última realización en forma de prototipo: el Citroën C-Cactus. Este coche se ha construido casi en su totalidad con materiales reciclados o reciclables, y en su montaje se ha buscado la utilización del mínimo número de componentes. El habitáculo está formado por poco más de 200 piezas, la mitad de las que suelen ser necesarias en una berlina de tamaño similar. Su cadena de tracción es totalmente eléctrica, por lo que durante su funcionamiento emite cero emisiones (0 g/km de CO2). Está equipado con baterías de ion-litio y cuenta con una autonomía de 150 kilómetros. Su velocidad máxima es de 110 km/h.
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