Hyundai ix35

La casa coreana nos ha invitado a conocer y probar las novedades incorporadas a uno de sus modelos más populares, el ix35. Tres años después de su salida al mercado como sustituto del Tucson, el SUV compacto de Hyundai recibe una actualización aparentemente muy discreta. Sólo aparentemente, ya que los cambios más sustanciales quedan lejos de nuestra vista.

Diríase que los directivos de la marca han optado por “no tocar algo que funciona”, un modo de proceder que viene respaldado por las buenas ventas del ix35 en Europa (nada menos que un cuarto de millón de unidades entregadas desde que hiciese su debut en 2010). Sin duda, estamos ante un rival temible para los Nissan Qashqai, Mitsubishi ASX, Renault Koleos, SsangYong Korando, Toyota Rav4 y Ford Kuga.

Comparando fotografías del nuevo ix35 con otras del modelo al que sustituye, casi podríamos jugar a “las siete diferencias”. Vemos que las ópticas delanteras incorporan luces LED diurnas junto con la posibilidad de equipar faros bi-xenón. Los pilotos traseros cambian su disposición interna, además de sumarse a la tendencia actual de emplear LED (en las versiones mejor equipadas) en vez de bombillas.

Otros pequeños cambios que llegan al exterior del ix35 son unas molduras de plástico en la parte inferior de las puertas, los sensores de aparcamiento en el paragolpes delantero y una antena GPS en forma de aleta de tiburón (para las versiones equipadas con navegador, claro está). Por último, un detalle que suma atractivo: están disponibles tres nuevos diseños de llantas de aleación, con diámetros de 16, 17 y 18 pulgadas respectivamente; los dos modelos de mayor tamaño reciben una particular coloración grisácea que aporta un toque diferente.

En el habitáculo también encontraremos algunos cambios de mayor o menor calado. El salpicadero adopta una combinación de colores más oscura –y en mi opinión acertada, ya que los grises claros daban menor sensación de calidad-. La calidad de los tiradores de las puertas es mayor, los asientos reciben nuevas tapicerías y el parabrisas incorpora una práctica franja solar.

Entre las opciones disponibles podemos destacar una pantalla multifunción de 4,2” en el cuadro de instrumentos y un nuevo navegador con pantalla LCD de 7”; o en su lugar, un sistema de audio con pantalla de 4,3” con acceso a la cámara de visión trasera.

Los (muchos) cambios que no se ven

Los ingenieros del Centro Técnico de Hyundai en Rüsselsheim, Alemania –sí, el ix35 es desarrollado y fabricado en Europa- han centrado sus esfuerzos en mejorar los puntos débiles del ix35. La dirección es ahora más rápida y directa; las suspensiones reciben un tarado más firme y el habitáculo ha ganado en aislamiento acústico y de vibraciones. El sistema de control de estabilidad mejora su eficacia en caso de que transportemos remolque.

El nuevo sistema de control de dirección Flex Steer nos permite seleccionar, mediante la pulsación de un botón, tres ajustes diferentes; por orden de dureza: Comfort, Normal y Sport. Las versiones sin Flex Steer están ajustadas en el modo más suave, para facilitar el uso en ciudad.

Las motorizaciones del ix35 no son novedad: podremos elegir entre un gasolina 1.6 GDI de 135 CV y dos diésel 2.0 CRDi, de 136 y 184 CV respectivamente. En este apartado, la noticia más interesante es la posibilidad de equipar cambio automático en la versión 2.0 CRDi 136 CV. Los técnicos de Hyundai han aprovechado el momento para adaptar a la exigente normativa anticontaminación los motores diésel, incorporándoles un nuevo sistema de recirculación de gases de escape que rebaja las emisiones de CO2 (no disponible en la versión 136 CV 4x4 con cambio automático).

Hemos tenido ocasión de conducir el nuevo ix35 a lo largo de un interesante recorrido que unía la sede de Hyundai en Madrid con la localidad de Hoyo de Manzanares, ubicada en la sierra norte. La ruta combinaba tramos de autovía con carreteras muy variadas. Por desgracia, no pudimos adentrarnos por caminos de tierra, lo que unido al piso seco propio de un día soleado nos impidió comprobar las bondades del sistema de tracción integral.

En cualquier caso, es importante recordar que el ix35 no es un todoterreno, ya que carece de reductora, el recorrido de las suspensiones es limitado y además su distancia al suelo y voladizos tampoco permiten grandes alegrías fuera del asfalto.

Elegimos coches distintos (ambos, eso sí, con el motor 2.0 CRDi de 136 CV) para los recorridos de ida y vuelta; uno de ellos equipaba el cambio manual de 6 velocidades con tracción delantera, mientras que el otro era un 4x4 y acompañado del nuevo cambio automático de seis velocidades. Este último muestra un comportamiento muy adecuado para el día a día, destacando por evitar saltos bruscos entre relaciones y también por la suavidad que ofrece en las maniobras de aparcamiento.

Asoman sus limitaciones cuando intentamos practicar una conducción más agresiva: si pisamos el acelerador con decisión, y sobre todo al hacer kick-down, la respuesta será lenta, con una sensación inicial de vacío, para recibir después de repente toda la potencia demandada. Pero dudo mucho que vayamos a exigir un comportamiento puramente deportivo a este vehículo de orientación familiar.

El cambio automático tiene un sobreprecio de 2.000 euros, a lo que hay que sumar un aumento del consumo de gasoil de más de un litro por cada cien kilómetros recorridos. Teniendo en cuenta estas cifras, bien vale reflexionar acerca sobre la conveniencia de adquirir esta opción. Pero si vamos a utilizar el ix35 para nuestro día a día por la ciudad y

La suspensión es claramente más firme; y el ix35 cada vez más para carretera.

damos valor a la comodidad de “olvidar” la palanca de cambios, la versión automática sin duda compensará el esfuerzo.

La suspensión del ix35 es ahora claramente más firme. Se nota que la mayoría de clientes limitan al asfalto el uso de su coche, y éste es terreno al que han ido dirigidas las mejoras. La efectividad en carretera ha ganado enteros, limitando los balanceos laterales y longitudinales, lo que redunda en un mayor confort de marcha y una disminución de la probabilidad de alguno de nuestros pasajeros de sienta indispuesto... Ahora el rendimiento en curvas se asemeja más al de un turismo, con los condicionantes propios de un centro de masas elevado.

El anterior ix35 no destacaba por la precisión y tacto de su dirección. El modelo de 2013 ha reducido la desmultiplicación para que no tengamos que girar tanto el volante, logrando con ello una mayor sensación de agilidad. En cambio, sigue transmitiendo poca información de lo que sucede en el asfalto. También persiste la sensación de “holgura” en el primer grado de giro del volante, para luego acelerar mucho el desplazamiento lateral a poco que lo hagamos girar más.

Por supuesto, estas sólo son nuestras primeras impresiones, asimiladas en apenas unas horas de conducción. Ampliaremos –y corregiremos según sea necesario- nuestras opiniones cuando efectuemos la correspondiente prueba a fondo.

El Hyundai ix35 ya está a la venta en nuestro país. Podremos elegir entre cuatro niveles de acabado: Essence, Klass, Tecno y Style. El equipamiento Essence sirve como acceso a la gama, está asociado únicamente al motor de gasolina de 135 CV con tracción delantera. Por 21.190 euros, incluye las nuevas luces diurnas LED, faros antiniebla, llantas de aleación de 16”, sensor de presión de neumáticos y equipo de audio con entradas USB y aux.

Aquí tenéis la lista de precios completa:

A todos estos precios les podemos descontar los 1.750 euros que Hyundai ofrece como oferta de lanzamiento para el nuevo ix35.