Jeep Camp: Tributo a la marca

Jeep es una marca que sabe cuidar al detalle todo el simbolismo que se mueve en torno a uno de sus vehículos icónicos, el Jeep Willys MB de 1941. Este 4x4 significó el nacimiento de una marca especializada en el mundo del off-road que 75 años después sigue cultivando esa filosofía y estilo de vida.

Un claro ejemplo es la reunión anual que los propietarios de cualquier modelo de Jeep organizan en algún lugar de Europa, la denominada Jeep Camp. Es un evento que se desarrolla al estilo de los Jeep Jamboree, tradicionales concentraciones de jeeperos que tienen lugar en Estados Unidos desde 1953.

La diferencia es que el Jeep Camp se desarrolla en el viejo continente, desde hace relativamente pocos años, 15 en concreto. Siempre con el mismo espíritu: reunir a propietarios de Jeep en un entorno natural, en un ambiente familiar y colaborativo, con el objetivo de pasar un fin de semana de aventura, de aprendizaje de nuevas técnicas 4x4, y sobre todo, de culto a la marca.

Esta edición del Jeep Camp tuvo lugar este año en las magníficas instalaciones del SIP, en Bassella (Lleida). Es la tercera vez que el Jeep Owners Club organiza esta concentración, después de haberlo hecho en Italia (2014) y Francia (2015). Anteriormente, bajo el nombre de Euro Camp Jeep, también Alemania, Croacia y Austria fueron algunos de los países elegidos en anteriores ediciones.

El Jeep Owners Club fue capaz de concentrar más de 400 Jeep provenientes de toda Europa, y unos 2.500 entusiastas de la marca americana. Cabe calificar la convocatoria de éxito, teniendo en cuenta que España está situada en la posición más occidental de Europa, y por lo tanto, no resulta tan fácilmente accesible para la mayoría de propietarios de estos vehículos, muchos de ellos centroeuropeos.

También hay que tener en cuenta que el Jeep Camp 2016 coincidió con la celebración del 75 aniversario de la marca. Un 5 de Junio de 1941 salió de la cadena de montaje el primer Willys-Overland MA, un vehículo militar que posteriormente tuvo su derivación civil y que tiene actualmente como descendientes al Jeep Wrangler, Cherokee y Grand Cherokee.

75 años después, Jeep inauguró un nuevo Jeep Camp con un buen número de actividades destinadas a recordar esta efemérides, la historia y el futuro de la marca. En Bassella pudo verse toda la serie 75 aniversario, ya presentada en el pasado Salón de Ginebra, unas series especiales de la actual gama Jeep, con equipamiento y decoración especial; Los asistentes pudieron conocer parte de su pasado, mediante una exposición y la posibilidad de ponerse al volante de algunos de los vehículos históricos puestos a disposición por un par de coleccionistas de la marca. Allí estaban un ejemplar del primer Willys, un Willys Wagon de 1946, un Willys Jeepster de 1948, un Jeep Wagoneer de 1963, un Jeep Cherokee Golden Eagle de 1978, un AMC CJ-7 de 1979, un Jeep Wagoneer XJ de 1988 o un Jeep Grand Cherokee de 1998, entre otros.

Los participantes en la Jeep Camp 2016 también pudieron hacerse una idea del futuro que prepara la firma americana, ya que con motivo de la Jeep Camp se trajeron de EE.UU varios concepts, dos de ellos creados expresamente para el Easter Jeep Safari, un evento que cada año atrae a cientos de jeeperos en las inmediaciones de Moab (Utah). Concretamente, fueron el Jeep Trailcat Concept, un Wrangler con motor 6.2 Hemi Hellcat V8 de 707 CV y preparación big foot, y el Jeep Comanche Concept, un pick-up de estilo militar construido sobre la base de un Jeep Renegade. Tuve ocasión de conducir tanto uno como otro y comprobar que no son sólo vehículos de exposición, sino que funcionan perfectamente. Eso sí, el Trailcat me pareció bastante desagradable de conducir, ya que su chasis difícilmente era capaz de asumir la potencia que transmite el propulsor. No obstante, tiene mérito poner a disposición de la prensa concepts de este estilo, algo que no todas las marcas son capaces de hacer. Entre otras cosas, porque la mayoría de concepts no pasan de ser meros coches de salón y poco más que una maqueta.

El segundo concept un tanto especial es el Jeep Comanche, un pick-up compacto decorado al estilo militar creado sobre la base de un Jeep Renegade, al que se le ha alargado la batalla para poder colocar la caja de carga.

Monta un motor de gasolina de dos litros y caja de cambios automática de 9 velocidades, todo suavidad y par. Lástima que el mercado de pick-ups sea tan limitado en Europa, porque un coche de este estilo es una alternativa muy válida al que busca un coche de ocio muy diferente a todo lo conocido.

Además de ver estas joyas rodantes, los participantes en la Jeep Camp 2016 pudieron realizar las tradicionales rutas 4x4 por la zona, todo un ejemplo de belleza natural bien conservada. También pudieron ampliar sus conocimientos de franqueo y superación de obstáculos bajo los consejos de instructores profesionales. Para ello, se habilitó una zona en el campamento con un pequeño circuito off-road.

La Jeep Camp también es una concentración con carácter familiar, con atracciones y actividades para todos los públicos. Los participantes pudieron hacer vóley-playa, clases de yoga o flamento, practicar Kayak en aguas del Pantano de Rialb o disfrutar de los conciertos de música nocturnos, uno de ellos a cargo del grupo sueco The Hives.

“Un Jeep no se conduce, se vive”, comentó Steve Zanlunghi, Director de Jeep Europa, Oriente Próximo y África. “Este tipo de eventos no son un formato inventado por un genio del marketing, sino que han sido creados por personas que tienen algo que compartir, ya sean sus aventuras off-road, sus actividades al aire libre… y sus historias personales”.

Desde el primer Jeep Jamboree que se organizó en las montañas de California en 1953, pasando por los Euro Camp Jeep de los primeros años de este nuevo siglo, hasta los Jeep Camp actuales, la fórmula siempre ha sido similar: ser un punto de encuentro de aficionados a la marca, un perfecto escaparate para conocer lo último en relación a producto o merchandising y una excusa perfecta para pasar un fin de semana rodeado de personas con una afición común.