Lamborghini es especial y parece que no ha perdido su carácter indomable y extravagante tras su adquisición por Audi. El nuevo Aventador LP700-4 (700 por los caballos y 4 por la tracción a las cuatro ruedas) es fiel reflejo de esta tradición y un digno sucesor de los Diablo y Murciélago como deportivo con motor V12 de la marca de Sant'Agata.
Frente a la elegancia "tipo Armani" de un Ferrari, un Lambo es como una creación de Roberto Cavalli, más agresiva y brutal; con trazos más violentos y fuertes contrastes de formas. Estas líneas esconden una sofisticada aerodinámica activa, con tomas que se abren o cierran en función de la velocidad o las necesidades de refrigeración de la mecánica, para que cuando se acoplen con la carrocéría el coche corte el viento con más eficacia. Como es norma de la casa desde el Countach, las puertas tienen apertura vertical.
Eso sí, la llegada del fabricante alemán ha supuesto una inyección de recursos y tecnología para la marca italiana, que ahora puede presumir de soluciones técnicas de la más avanzada tecnología, como el monocasco de carbono o las suspensiones pushrod. El Aventador es, además, el primer modelo desarrollado íntegramente bajo la tutela de Audi y será un rival mucho más competitivo para los modelos de 12 cilidros de Ferrari que los anteriores Diablo y Murcielago. Dentro de esta tendencia, también supondrá un avance brutal en fiabilidad, facilidad y comodidad de uso.
El Aventador dispone de una estructura monocasco de fibra de carbono que aloja el habitáculo y sobre la que se anclan los subchasis delantero y trasero de aluminio. Los paneles de la carrocería son de aluminio y el capó, de fibra de carbono. Esta solución - el monocasco solo pesa 147,5 kilos, 229,5 con los subchasis- permite la máxima rigidez (35.000 Nm por grado) con un peso relativamente contenido (1.575 kilos, con una relación peso/potencia de 2,25 Kg/CV) para un coche de casi cinco metros de longitud y más de dos de anchura.
Como buen Lambo, las cifras son igual de salvajes que las formas: 2,9 segundos en el 0-100 km/h y 350 km/h de velocidad máxima. Además, se han reducido los consumos y emisiones en un 20% respecto a su predecesor.
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Sobre el subchasis trasero se ubica la enésima evolución del mítico V12 atmosférico, en este caso con 6,5 litros de cilindrada, 700 CV (a 8.250 rpm) y 690 Nm. La caja de cambios es manual con embrague robotizado "ISF". Según Lamborghini, esta solución -con sincronizadores dobles- es la que permite los cambios más rápidos y además, pesa menos que una de doble embrague. Este cambio dispone de cinco modos de funcionamiento, dos manuales y tres automáticos y "launch control" para arrancadas fulgurantes.
Un elemento claramente diferenciador del Aventador son las suspensiones tipo pushrod, heredadas de los monoplazas de competición. Con esta configuración, los amortiguadores van colocados en posición horizontal y perpendicular al sentido de la marcha, actuando sobre los brazos de suspensión a través de empujadores.
En el interior sí se notan influencias de Audi, con mandos similares al MMI, una rica gama de elementos opcionales, la gran pantalla para el navegador y una instrumentación que se proyecta en una pantalla TFT.La nueva criatura de Lamborghini se lanzará a finales de verano y costará 255,000 € sin contar los impuestos. Como es tradición de la marca italiana, el nombre de este modelo proviene de un Toro que se lidió en Zaragoza en 1993 y que ganó el "Trofeo de la Peña La Madroñera" por su casta.
soy un ganfan de lamborllini y de mallor mevoi a comprar uno cual me acosejas tu