Chico para todo
Debo confesar que, aunque siempre me gustaron los Mini, nunca seguí especialmente a la marca hasta que en 2009 llegó a nuestro país la Mini Challenge, un campeonato que en otros países ya se disputaba y que, cuando llegó a España, tuvo un gran éxito y permitió que miles de personas se acercaran a la marca, carrera tras carrera, con una puesta en escena espectacular y con un sinfín de actividades.
A partir de ahí se puede decir que “descubrí” el mundo Mini. Y a ese “mundo” pertenece el Countryman John Cooper Works, protagonista hoy en Coches.net y el Mini más “grande” por el momento. Es la talla XL de “las tiendas Mini” pero podemos catalogarlo como un SUV compacto, así que al Countryman se le debe “tachar” de polivalente y de coche práctico en el uso cotidiano.
Sus cuatro puertas, sus dimensiones y su agilidad son argumentos que lo acompañan. A nosotros así nos lo parce pero, además, “el mayor de la familia” ha logrado algo muy importante: seguir ofreciendo ese “tacto Mini” que siempre ha identificado a la marca y ese punto deportivo que tantos adeptos ha conseguido. Y especialmente en la versión que nos ocupa, pues se trata de la opción más potente de toda la gama.
Sus dimensiones lo colocan más allá de un urbano pero en los parámetros de cualquier compacto, por lo que el Countryman es una opción fenomenal para la ciudad, para el extrarradio, para un uso cotidiano y, en el caso de nuestro protagonista, para disfrutar al máximo en una carretera virada y en conducción deportiva.
Impecable imagen
En el John Cooper Works, no sólo varía el motor y la potencia. Estéticamente recibe cambios respecto a un Countryman “normal” que se centran en unos spoilers de mayores dimensiones -tanto delante como detrás- mientras en los laterales toman protagonismo los bajos de las puertas -de mayores dimensiones- y las entradas de aire.
El “difusor” trasero rodea las salidas cromadas de los tubos de escape -específicos de esta versión-, mientras que el alerón y el logo John Cooper Works completan el look de este Mini que ya no lo es tanto. Llantas de 18” -opcionalmente de 19”- una exclusiva gama de colores y la posibilidad de diferentes combinaciones con el color del techo y los retrovisores, completan las posibilidades estéticas de nuestro invitado.
Su interior demuestra el carácter deportivo de esta versión y propone unos materiales de calidad y de corte racing. Mantiene el estilo de sus hermanos con el típico salpicadero y el cuadro de instrumentos -con el habitual “reloj” central, en el que está incluida la pantalla del navegador-, pero el mayor espacio ha permitido resituar algunos mandos como, por ejemplo, los de accionar las ventanillas que ahora están situados en las puertas. La consola central la preside la palanca de cambios -con dos espacios portabebidas frente a ella- y con el mando selector de los menús de la pantalla detrás.
Como era de esperar en una versión así, el John Cooper Works dispone de asientos deportivos de piel, volante del mismo material multifunción, pedales deportivos, esferas oscuras y embellecedores en el habitáculo de colores específicos para elegir. La posición de conducción es más alta que en otros Mini y, aunque teóricamente son asientos de corte totalmente deportivos, la sujeción lateral es muy mejorable.
Las plazas traseras -de dos plazas (tres opcionalmente)-, gozan de un buen espacio para las piernas y son abatibles y correderas para ganar litros al maletero que llega a disponer de 350 litros de capacidad y hasta 1.170 con los asientos abatidos. El espacio es amplio tanto en plazas delanteras como traseras y el acceso al interior bastante más cómodo que en otros coches de su segmento.
Buen equipamiento… con extras
El equipamiento de serie del Countryman JCW es completo en cuanto a controles de seguridad y sistemas de ayudas a la conducción, pero deja para los cuatro packs opcionales y los extras individuales, el disponer demás elementos en confort y diseño. En cuanto a seguridad y soluciones técnicas, de serie dispone de los airbags -frontal conductor y pasajero, de cabeza delanteros y traseros, laterales delanteros y traseros- y anclajes tipo ISOFIX en asientos traseros, antibloqueo de frenos ABS, ayuda a la arrancada en pendiente, ayuda de frenado en virajes CBC, control de crucero y botón Sport.
Como no podía ser de otro modo en un coche de estas características también ofrece de serie control de estabilidad, control de tracción, control dinámico de tracción -DTC- con autoblocante electrónico -EDLC-, distribución electrónica de frenado -EBD-, suspensión deportiva, start/stop y, en este caso, tracción total. En cuanto a confort y estética el Coutryman que nos ocupa confía en los elementos opcionales para estar a buena altura. O bien mediante los diferentes paquetes que ofrece la marca o bien escogiendo algunas opciones.
El Pack Chili compuesto por alfombrillas de velours tapicería de tela y cuero Parallel Lines, asiento del acompañante con ajuste en altura, parasoles con espejos de cortesía iluminados, paquete de compartimentos, iluminación interior centrada en el guarnecido interior, luces de lecturas delanteras, iluminación de acceso en las puertas y conexión Bluetooth ampliada, tiene un precio de 1.902 €. Si escogemos el Pack Wired, integrado por reposabrazos delantero, pantalla de 6.5" en salpicadero para equipo de sonido, control por voz, conexión USB, parasoles con espejos de cortesía iluminados, conexión para iPhone o iPad (solo con navegador o Radio Visual Boost), iluminación interior centrada en el guarnecido interior, luces de lecturas delanteras, iluminación de acceso en las puertas, navegación MINI y conexión Bluetooth ampliada, su coste es de 1.318 €.
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Nos quedaría la opción del Pack City que con un precio de 989 € nos propone disponer de sensor de lluvia, sensor de luz automático, retrovisores exteriores calefactados, control de distancia en aparcamiento, alarma antirrobo, retrovisores exteriores e interior antideslumbrantes automáticos, limpiaparabrisas con eyectores calefactados y retrovisores exteriores plegables eléctricamente.
Por último Mini nos ofrece el Pack Visibilidad por 275 € que nos permitirá disponer de sensor de lluvia y alumbrado, parabrisas calefactable y retrovisor interior antideslumbrante automático. En cuanto a sonido y multimedia la marca propone el Pack Radio Mini Visual Boost compuesto por una pantalla de 6.5" en salpicadero para equipo de sonido, conexión USB y Radio MINI Visual Boost con un coste de 1.088 €.
Por separado, podemos optar por las tapicerías de cuero Gravity y Lounge -1582 € y 1.923 respectivamente-, la navegación MINI -659 €-, 10 altavoces HiFi Harman Kardon -934 €-, control de distancia de aparcamiento -385 €-, pintura metalizada -494 €, y un gran número de detalles decorativos y de personalización. En resumen, equipamiento discreto para su precio y muchas opciones, algunas de ellas difíciles de entender en un coche de este precio cuando otros más modestos las equipan de serie.
El más potente
El propulsor del Countryman John Cooper Works es más potente que el de sus hermanos. No, no es diferente. Es el mismo 1.6 turbo de inyección directa y cuatro cilindros en línea utilizado en las otras versiones pero al que se le ha dado -mediante gestión electrónica- algo más de potencia para compensar su mayor peso -1.480 kg.- respecto a “los pequeños”. Así con una potencia de 218 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 300 Nm, entre 2.100 y 4.000 rpm, el Countryman JCW es capaz de alcanzar 225 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 7,0 segundos que, aunque no es una cifra espectacular, sí es suficiente para disponer de un coche rápido en este apartado.
Lo menos bueno de este motor se encuentra en la zona baja del cuentarrevoluciones. Lo cierto es que hasta que no superamos las 2.000 “y pico” rpm, la respuesta es escasa y lenta. Nada que ver con lo que sucede cuando la aguja se sitúa más allá de esa franja que es cuando el turbo entra en acción. En ese momento, el Countryman se vuelve “malo” y saca todo su carácter, que es mucho. Pero no es un motor que quiera ser tratado al límite.
Cuando el turbo entra en acción asciende con rapidez hacia la zona roja, situada en 6.500 rpm, sin embargo, es más efectivo cambiar cuando roza las 6.000 rpm. Pasada esa zona el motor sigue “funcionando” pero no empuja. Eso hace que en muchas ocasiones nos de la sensación de que no estamos aprovechándolo todo, pero nada más lejos de la realidad. De todos modos, si no nos parece suficiente y accionamos el botón “Sport” -situado en la consola central-, la potencia no variará pero la respuesta del acelerador será algo más rápida, la dirección más firme y el sonido cambiará recordando a los Mini de competición. Nos parecerá todo más racing. La verdad, está muy bien.
Ágil y preciso
Dinámicamente me ha encantado. Es ágil, estable en todo tipo de virajes, preciso como pocos en la entrada a las curvas y con un tacto de dirección único. Fenomenal, la verdad. Que lástima que el tarado de suspensión no esté acorde con el resto. Si bien eso le da un plus en confort, lo limita un poco en conducción deportiva, aunque hay que remarcar que se muestra eficaz. La morbidez de la suspensión hace que balancee más de lo deseado -y de lo esperado- pero pese a ello es muy eficaz en zonas viradas. La rapidez y precisión de la dirección y la tracción total consiguen que sea “una maquina” en esas circunstancias aunque hay que acostumbrarse al mencionado balanceo intentando reducir en lo posible los cambios de apoyo bruscos.
El sistema de tracción a las cuatro ruedas -All4- se encarga de repartir el par entre ambos trenes dependiendo de la adherencia y con ello consigue que el Countryman apenas tenga subviraje y que se pueda aprovechar todo su potencial en cuanto estamos en el vértice de la curva, sin tener que dosificar demasiado ni esperar a acelerar con las dirección recta. ¡Ojala hubiéramos tenido esa tracción en la Mini Challege! Acorde con el carácter del coche, el cambio manual de seis relaciones -bastante cortas- ayuda a disfrutar de la conducción deportiva.
También los frenos están a buena altura, con un tacto algo blando, pero con buen mordiente y resistentes a la fatiga -al menos al ritmo que fuimos-. En conjunto, debemos hablar de un coche muy efectivo en carretera, que ofrece una dosis de diversión en conducción deportiva que otros no alcanzan. En cuanto a consumos podemos considerarlos bastante buenos si tenemos en cuenta el tipo de coche que es. Mini habla de 7,4 de media y nosotros no bajamos de 9 litros. Pero insistimos. 218 CV y unas prestaciones fantásticas. Nada que decir, quizá al contrario.
Nos gusta
Sí, el Countryman nos gusta. Y en la versión John Cooper Works aún más por sus prestaciones e imagen. Con él podremos ir por ciudad con comodidad, tanto en lo que se refiere a la agilidad y facilidad de conducción como por su comodidad para acceder al interior y al confort de su habitáculo. En vías rápidas, un tarado de suspensión firme, pero enfocado a la comodidad, un buen aplomo y unas prestaciones notables, hacen de él un buen rodador.
Y en su salsa, es decir, en carreteras de curvas, nos hará disfrutar al máximo gracias a su agilidad, a su capacidad de tracción y a un motor que, sin ser explosivo, nos dará todo lo que necesitamos. No es barato, los 37.800 € que cuesta lo demuestran, pero nos gusta. Tiene personalidad, es diferente, polivalente y transmite sensaciones. Que no es poco.
Prefiero el Paceman JCW All4, me gusta mucho mucho más pero con techo y cuero también se pone en los 42.000.