Nissan Note Tekna Sport 1.5 dCi 90 CV

El Note es uno de esos modelos que hay que tener en mente si se busca un coche “multiusos” de tamaño contenido que, además de ser práctico para moverse por ciudad, ofrezca otros valores añadidos como una dinámica que le permita salir de ella. Y es que el modelo de Nissan se comporta bien en todo tipo de vías, a lo que hay que sumar un motor 1.5 dCi de 90 CV con un convincente consumo que, pese a no ser un “rayo”, se aprovecha de la ligereza del vehículo para ofrecer unos aceptables resultados.

Uno de los puntos clave del Note es, sin duda, su habitabilidad, pues está dotado de un interior espacioso y versátil. No hay que pasar por alto el destacable listado de equipamiento que incorpora esta unidad, perteneciente al acabado Tekna Sport. Éste se ve completado en este caso por el paquete Style, que afecta sobre todo a la imagen exterior del vehículo. El precio de esta versión es de 19.475 euros. Entre los numerosos rivales del Note se encuentran modelos como el Fiat 500L, el Hyundai ix20 o el Kia Venga.

Guiño europeo

Teniendo en cuenta la importancia que tiene el diseño para los conductores europeos, Nissan decidió dotar esta segunda generación del Note con un frontal distinto al de otros mercados, con personalidad propia. Esta zona del vehículo destaca por la forma de la parrilla, que “entra” dentro de las alargadas ópticas para darle una mirada algo agresiva. La forma de la entrada de aire inferior y el contorno de los faros antiniebla también contribuyen a reforzar su imagen atrevida, que en esta unidad es más evidente gracias a detalles como el paragolpes deportivo que incluye el pack opcional Style (650 euros).

Además del frontal, hay que señalar que los intermitentes de los retrovisores se han concebido para los modelos que se venden en nuestro continente. En cuanto a sus proporciones, el Note mide 4,14 metros de largo y 1,53 m de alto. Tiene una apariencia muy compacta gracias a sus cortos voladizos y a una batalla larga para su longitud, pues ésta es de 2,6 m.

Al observar el lateral del vehículo se aprecian, por un lado, los acentuados pasos de rueda así como la orientación descendente del techo en la zona posterior. Ambos rasgos, unidos a las llantas de aleación Corte Diamante de 16 pulgadas incluidas en el comentado pack Style, se encargan de aportar más carácter al modelo japonés si se comparan con la anterior generación. La zaga de este Nissan cuenta con paragolpes con acabado en efecto carbono y un spoiler superior específico, elementos que también forman parte del paquete Style y que le dan un toque deportivo al vehículo. El color gris metalizado (420 euros) de la carrocería es una alternativa opcional en esta unidad.

Con la llegada de esta segunda generación, Nissan buscó claramente desviarse de la categoría de los monovolúmenes urbanos en la que se integraba el primer Note. Sin embargo, el modelo no esconde un interior amplio, polivalente y modulable, cualidades que caracterizan al comentado segmento. Para empezar, hay que destacar que las contenidas proporciones del coche están muy bien aprovechadas, pues dan lugar a un habitáculo generoso, con un espacioso puesto de conducción. Se agradecería que el volante tuviera regulación en profundidad.

La calidad de acabados es bastante buena, con algunos plásticos agradables al tacto y paneles que transmiten solidez. El plástico negro brillante es atractivo pero también difícil de mantener limpio. Cabe señalar que el uso de los mandos de la columna central es sencillo e intuitivo. Bajo el sistema de infoentretenimiento se encuentra un conjunto de mandos de forma circular para el climatizador. Existe una buena presencia de huecos para alojar pequeños objetos, muestra del carácter práctico del Note.

La segunda fila de asientos ofrece una notable amplitud para dos ocupantes. La plaza central no es tan cómoda debido al excesivo tamaño del túnel central. Un aspecto a destacar de esta zona posterior es el buen ángulo de apertura de las puertas traseras, lo que no solo facilita el acceso sino también la colocación de sillitas infantiles. Mientras tanto, el maletero ofrece unos remarcables 325 litros, que pueden crecer hasta los 1.495 litros si se abaten los respaldos traseros.

Esta unidad pertenece al acabado Tekna Sport, uno de los más equipados de la gama (solo por detrás de Tekna Premium y N-Tec). Esta terminación incluye airbags frontales, laterales y de cortina, control de estabilidad, control de crucero, volante multifunción, sensores de luces y de lluvia, sistema NissanConnect 2.0 con navegador 3D, pantalla táctil a color de 5,8” y Bluetooth, seis altavoces, arranque sin llave, faros antiniebla y climatizador. A todo ello hay que sumar el paquete Style opcional comentado anteriormente, que aporta además volante de cuero.

Para esta prueba, la mecánica escogida ha sido la única diésel disponible, una de las variantes más recomendables de la gama. Se trata del motor 1.5 dCi de 90 CV, un turbodiésel de cuatro cilindros en línea conocido también de otros modelos Nissan. Este propulsor ofrece un par máximo de 200 Nm a 1.750 rpm, lo que es suficiente para mover con cierta soltura el vehículo. Cumple a bajas vueltas aunque no cabe esperar de él un nivel prestacional excelente. De hecho, necesita 11,9 segundos para completar el 0 a 100 km/h y su velocidad máxima es de 179 km/h.

El motor se caracteriza por un destacable nivel de eficiencia. Homologa una media de 3,6 litros cada 100 kilómetros, si bien el registro después de finalizar la prueba fue de 4,7 l/100 km. En cualquier caso, queda evidente su tendencia ahorradora teniendo en cuenta que el recorrido abarcó carreteras de curvas, autopista y zonas urbanas. Para ajustar aún más el consumo por estos tramos de ciudad, el vehículo cuenta con un eficaz sistema Stop & Start de serie.

El 15 dCi solo se ofrece con la caja de cambios manual de cinco velocidades, por lo que en caso que querer decantarse por la alternativa automática habrá que elegir la versión 1.2 DIG-S de gasolina. Gracias a un escalonado de marchas muy equilibrado, no se echa demasiado en falta una sexta relación en esta transmisión manual. No hay que pasar por alto que el tacto de la palanca al cambiar es suave y agradable.

Nissan ha dotado al Note de un importante compromiso entre confort de marcha y estabilidad. Para ello, este vehículo cuenta con una suspensión de tarado un punto más firme que en la primera generación. El resultado es una reducción de las oscilaciones de la carrocería y una dinámica más noble. Esta mayor firmeza no supone, por el contrario, que el coche penalice en confort de marcha, pues su comodidad queda patente en todo momento.

También contribuyen a reforzar la sensación de confort los bajos niveles de sonoridad y de vibraciones que se perciben desde dentro del habitáculo. Y es que se nota que los ingenieros de la marca japonesa han trabajado a fondo en estos ámbitos. El Note no esconde que su lugar favorito es la ciudad, por cuyas calles se mueve como pez en el agua. Una buena maniobrabilidad y una considerable ligereza lo llevan a ofrecer unos destacables resultados en este contexto.

Pero sus cualidades amplían sus horizontes mucho más allá del territorio urbano. Cuando llega la hora de enlazar curvas se muestra ágil y permite realizar una conducción animada siempre que seamos conscientes de que, obviamente, no llevamos entre manos un automóvil de corte deportivo. Tampoco se acobarda al entrar en autopista, donde saca a relucir su buena calidad de rodadura que confirma que no se trata de un coche concebido únicamente para rodar por ciudad.

En definitiva, se trata de un vehículo de proporciones compactas dotado de un carácter polivalente. Si bien se mueve con soltura por zonas urbanas, sus posibilidades son más amplias, puesto que ofrece un buen comportamiento por otro tipo de vías. Por su parte, el motor rinde bien a bajas vueltas y, aunque no destaca por unas prestaciones extraordinarias, su nivel de consumo es ambicioso. Asimismo, el Note cuenta con un interior práctico y espacioso en, a lo que acompaña un completo equipamiento en este acabado Tekna Sport.