Fusión industrial: Opel ya es de PSA

Opel y su marca hermana Vauxhall, que opera sólo en Gran Bretaña e Irlanda y vende los mismos productos que Opel, ya son propiedad del grupo francés PSA. Los consejos de vigilancia de PSA y de General Motors, propietaria hasta ahora de Opel/Vauxhall han aprobado la venta por un importe de 2.200 millones de euros de los que 1.300 corresponden a las actividades automovilísticas de la compañía alemana incluyendo cinco plantas de producción de vehículos, entre ellas la de Figueruelas en Zaragoza, seis plantas de fabricación de componentes y el centro de ingeniería de Russelsheim donde se desarrollan los modelos de Opel, una compañía que cuenta actualmente con 40.000 empleados.

Los otros 900 millones de euros se han destinado a la adquisición de las operaciones europeas de GM Financial, la entidad financiera de Opel. La adquisición de esta última ha sido compartida entre Banque PSA Finance, la financiera de PSA y el banco francés BNP Paribas.

Con la adquisición de Opel, PSA se convierte en el segundo fabricante europeo por volumen sólo por detrás del Grupo Volkswagen y dispondrá de una cuota de mercado en Europa del 17%. De golpe, PSA se convierte en líder de ventas en varios mercados continentales entre ellos dos tan importantes como el francés y el español.

Opel/Vauxhall mantendrá su autonomía como marca en los próximos años y PSA apostará por su relanzamiento. Opel, tras unos años en números rojos, puede volver pronto a la rentabilidad y dispone de una gama de productos relativamente reciente además de preparar varias novedades inminentes como el nuevo Opel Insignia o los SUV Crossland X y Grandland X, ambos fruto ya de acuerdos anteriores con PSA. El grupo francés calcula que Opel puede lograr un margen operativo corriente del 2% en 2020 y del 6% seis años después.

La relación entre ambos grupos no es nueva. Hace tres años, PSA se asoció con General Motors Europa para crear una central de compras conjunta que, según ambos grupos, ha permitido ahorrar 1.100 millones de euros en ese periodo a los que se añadirán, a partir de ahora, otros 300 millones anuales. PSA y Opel tienen en marcha actualmente tres proyectos de plataformas compartidas. El primero es el que prevé la construcción en Figueruelas del Opel Crossland X y el futuro Citroën C3 Aircross, el segundo es el Grandland de Opel, que se fabricará en Francia sobre la plataforma del Peugeot 3008 y el tercero un proyecto común para los sustitutos de los Citroën Berlingo, Peugeot Partner y Opel Combo que deberían producirse en la planta de PSA de Vigo.

Respecto a la gestión, parece que Opel seguirá de momento en manos de su presidente Karl-Thomas Neumann con quién Carlos Tavares, presidente de PSA parece tener una buena sintonía. El ejecutivo alemán declaró recientemente que "Opel debe orientarse progresivamente hacia el vehículo eléctrico" de manera que no es descartable que la marca alemana se convierta en la opción eléctrica dentro del Grupo, algo acorde con su logotipo del rayo.