Talisman Sport Tourer: El mejor "break" de la historia de Renault

Si hay una conclusión evidente que he podido extraer de mi experiencia con los últimos lanzamientos de Renault, es que la casa francesa está decidida a elevar su posicionamiento en el mercado. El foco que ha puesto la compañía en mejorar la calidad de sus automóviles demuestra una clara intención de ocupar dentro de la Alianza Renault-Nissan el mismo lugar que ya disfrutan las marcas Peugeot y Volkswagen dentro del sus respectivos grupos. Seguirá siendo una marca generalista, desde luego, aunque con una orientación más refinada y aspiracional.

Pero las cosas como son. Para conseguir aquel objetivo, la única receta posible es la de mejorar el producto, porque sin producto no hay nada. Ya habrá tiempo para que la maquinaria de marketing se ocupe de cambiar la percepción de los clientes, pero de

La casa francesa está decidida a elevar su posicionamiento en el mercado.

poco serviría intentarlo si el producto no estuviese a la altura. Y no cabe duda de que, con los nuevos Mégane, Scénic, Espace y Talisman, Renault se ha encaminado en la buena dirección.

Centrándonos en el Talisman, ya sabéis que en coches.net os hemos hablado largo y tendido sobre la nueva berlina de la firma del rombo. Os la presentamos en vídeo nada más ser desvelada en el Salón de Frankfurt 2015, donde nos llamó la atención su diseño atractivo y su buena calidad de terminación. La condujimos poco después en su presentación internacional, que nos permitió descubrir sus buenas cualidades dinámicas. Y esta primavera compartimos con vosotros nuestra videoprueba del Renault Talisman, en la que os explicamos todas sus características. Sólo nos faltaba tener la ocasión de conducir su variante familiar; y ahora, por fin, ya hemos podido realizar nuestro primer contacto con motivo de su presentación a la prensa española.

El Talisman Sport Tourer (conocido en otros mercados como Talisman Estate) es un automóvil muy importante para Renault. Puede que no lo sea tanto en nuestro país, donde la cuota de versiones break apenas supone un 25% del total de las ventas en el segmento D, pero desde luego sí que cuenta mucho en otros estados como Alemania, Italia, Bélgica, Holanda, Portugal… -vamos, prácticamente todos excepto nosotros- donde las versiones familiares acumulan incluso más ventas que las berlinas de tres cuerpos. Así se entiende que el mercado ofrezca tantas opciones dentro de esta categoría, como por ejemplo los Volkswagen Passat Variant, Toyota Avensis Sports Tourer, Skoda Superb Combi, Ford Mondeo Sportbreak, Hyundai i40 CW, Opel Insignia Sport Tourer y Subaru Levorg.

Este tipo de automóvil cuenta con gran aceptación a consecuencia de su mayor sentido práctico, valorado no sólo por los clientes particulares sino también por muchas empresas a la hora de integrar sus flotas de vehículos. Así que Renault no podía esperar mucho más para iniciar la comercialización de un modelo tan esperado en el Viejo Continente.

Como sucede en otros casos, y esta es sólo mi opinión, la versión break del Talisman es todavía más bonita que el sedán del que deriva. Pero a diferencia de otros casos, y esta no es mi opinión sino un hecho, las dimensiones exteriores son casi idénticas a las de la berlina. Su longitud total de 4,87 m sólo crece en los 1,6 cm que se han destinado a ampliar el voladizo trasero; y se mantienen tanto la anchura de 1,87 m como la altura de 1,46 m y la distancia entre ejes de 2,81 m. Como es de recibo, la línea del techo se prolonga hasta casi la altura del portón para mejorar capacidad de carga -más aún con las barras de aluminio pulido que vienen de serie-, como también lo hacen el espacio disponible en las plazas traseras y la visibilidad de que disfrutarán sus ocupantes.

Cuando digo que mejora la capacidad de carga, en realidad no me refiero al cubicaje del maletero medido hasta la bandeja, que es de 572 litros frente a los 608 litros de la berlina. Pero ya os podéis imaginar que el resto de mediciones son favorables. La profundidad de carga con las cinco plazas en uso es de 1,12 m, con una capacidad hasta el techo que ronda los 1.000 litros; y si abatimos los asientos la capacidad sube hasta 1.681 litros, con un plano de 2,01 m de longitud.

Por capacidad de carga y modularidad, el Sport Tourer no decepciona.

Tan importante como la capacidad de carga es la facilidad de acceso a la misma; y en este sentido, el Talisman Sport Tourer no decepciona. El portón trasero, que cuenta con accionamiento eléctrico y opcionalmente sin manos (basta con acercar el pie al paragolpes si llevamos la llave con nosotros) deja tras de sí una boca de carga muy rectangular, con un umbral situado a sólo 57 cm del suelo y con una apertura de 1,07 m. El maletero presenta formas regulares, y cuenta con ganchos y argollas para sujetar bultos. Además, el fondo se divide en dos piezas que podemos reposicionar ya sea para compartimentalizar la carga o para enrasarlo con los asientos traseros una vez los hayamos plegado. Esta última operación se facilita haciendo uso de los tiradores situados en las paredes del maletero, que permiten abatir los respaldos en proporción 40:60 (no existe la opción de plegarlos en tres secciones).

Dado que la batalla del vehículo es la misma que la del Talisman berlina, los ocupantes de las plazas traseras disfrutarán del mismo espacio para las piernas, bastante generoso por cierto, y de la misma sensación de anchura para los hombros. Además, la línea del techo de la versión break, más sostenida, concede 3 cm extra de altura para que las personas de mayor talla no tengan de qué preocuparse. Con mis 1,78 m de estatura, no he percibido el menor problema de espacio después de viajar durante un buen trayecto sentado en la fila de atrás. Quien ocupe la plaza central tampoco saldrá mal parado del todo, aunque deberá aceptar la habitual estrechez, la dureza del respaldo y la mayor cercanía del techo.

Como punto negativo, debo indicar que el acceso a la fila posterior me ha parecido algo incómodo; y no porque la puerta no tenga un buen ángulo de apertura sino porque el vehículo es relativamente bajo para su longitud total, y al apoyarnos en el asiento para entrar en el coche es fácil que demos con la cabeza en el marco de la puerta. Toca agacharse y tener cuidado.

Pasando a las plazas delanteras, no hay prácticamente nada que diferencie a la versión familiar frente al sedán, por lo que no merece la pena abundar sobre la ya de por sí completísima videoprueba que nuestro compañero Jaume Gustems dedicó al Renault Talisman. No os perdáis su detallado repaso al puesto de conducción, incluyendo el interesante aunque todavía imperfecto sistema multimedia R-Link 2 con pantalla táctil de 8,7 pulgadas.

Tampoco cambia el catálogo de combinaciones mecánicas, que nos permite elegir entre dos opciones de gasolina y tres diésel. Por un lado, tenemos dos variantes sobre el bloque turboalimentado TCe de 1.6 litros, con 150 CV y 200 CV respectivamente (en ambos casos con cambio automático EDC de doble embrague y 7 velocidades); y por otro, un 1.5 dCi turbo de 110 CV (manual de 6 marchas) y dos 1.6 dCi: turbo de 130 CV (manual o EDC de 6 velocidades) y biturbo de 160 CV (EDC 6V).

En cuanto a equipamiento, el Sport Tourer está disponible en los mismos cuatro niveles de acabado: Life, Intens, Zen e Initiale Paris. Como ya sabéis, los “apellidos” Initiale Paris implican un nivel de lujo y sofisticación en cuanto a equipamiento, acabado y servicios que responde en cierto modo al tratamiento especial que Ford viene aplicando a sus modelos Vignale.

A partir del equipamiento Intens ya es de serie la tecnología Multi-Sense, que nos ofrece hasta cinco modos de conducción encargados de modificar parámetros como la dirección asistida, la respuesta del motor y la lógica del cambio automático (si procede), además de darnos la opción de poner cada uno de ellos a nuestro gusto. Pero si hay una tecnología controlada por Multi-Sense capaz de cambiar el comportamiento dinámico del vehículo, ése es el sistema 4Control de cuatro ruedas direccionales, diseñado para girar las ruedas traseras en sentido contrario al del giro cuando circulamos a baja velocidad y en el mismo cuando la velocidad es más elevada. Este sistema, siempre acompañado de la suspensión neumática pilotada, es opcional con el acabado Zen y de serie con el Initiale Paris.

El único automóvil que pude probar durante la presentación del Sport Tourer fue el gasolina TCe 200 automático EDC acompañado de 4Control con suspensión pilotada; y las sensaciones que me traigo de vuelta son muy similares a las que Jaume Gustems nos contó a su regreso de la presentación internacional del Talisman berlina. Aunque es voluntarioso y rinde bien, este 1.6 turbo de gasolina se ve lastrado por su falta de cilindrada y, en consecuencia, falta de par motor. La estirada es muy correcta, como también lo es la cifra de aceleración (de 0 a 100 km/h en 7,9 s, sólo 3 décimas más lento que el sedán), pero sus 260 Nm de par limitan la capacidad de recuperación, salvada eso sí por la rapidez de la caja de cambios automática. Si no

Sólo le falta alguna motorización más potente para hacer honor a su apellido.

tenéis prejuicios contra los diésel, me atrevo a recomendaros el diésel dCi 160, que pese a resultar algo más tosco es a cambio un motor más lleno.

Al menos durante la ruta de pruebas, no me pareció que la diferencia de peso de la versión break (unos 60 kg de más con esta mecánica en concreto) fuese decisiva. Como sucede con el sedán, al Talisman Sport Tourer se le nota sorprendentemente ágil para su tamaño, algo a lo que sin duda contribuye un sistema 4Control al que hay que acostumbrarse al principio pero que convierte a este familiar en un coche más compacto por sensaciones. Dicho esto, tampoco creáis que lo de ‘Sport’ lo hace más deportivo de lo que es. Todavía le falta alguna motorización más potente para hacer honor a su apellido, y también le faltaría un ajuste de la suspensión pilotada algo más firme que los existentes.

En suma, el Sport Tourer tiene la habilidad de compensar la inferior utilidad práctica de la berlina, y lo hace sin sacrificar ni la estética -al menos para mi gusto- ni sus cualidades dinámicas. Es muy bueno en autopista, agradable en carretera y bastante correcto en la ciudad, mostrándose en todo momento como un coche maniobrable, seguro cómodo y silencioso. Pero por encima de todo lo dicho, el Talisman es junto con el Espace el automóvil más refinado de la historia de Renault. Aun así quedan aspectos por mejorar, como ciertos detalles de ergonomía y acabado, y se echa en falta alguna versión más prestacional; pero en cualquier caso, se trata de un buen ejemplo de aquello en lo que la firma de Boulogne-Billancourt pretende convertirse.

Antes de terminar, y al hilo de lo mencionado: la calidad se paga. No podemos esperar que un Talisman tenga los mismos precios que el antiguo Laguna, igual que desde luego el Laguna no estaba ni de lejos a la altura del Talisman. Tal y como nos explicaron los responsables de la marca en España, los precios se corresponden con la calidad de la nueva Renault. A partir de aquí, os corresponde a vosotros juzgarlo.

El Renault Talisman Sport Tourer ya ha llegado al mercado español, con la misma gama de acabados y motores que la berlina y con un sobreprecio de alrededor de 1.400 euros sobre aquella. Eso sí: la marca ofrece a sus clientes un descuento de 1.500 euros, ya aplicado sobre la lista que tenéis a continuación:

Diésel

Renault Talisman Sport Tourer Life dCi 110 25.400 € Renault Talisman Sport Tourer Intens dCi 110 27.600 € Renault Talisman Sport Tourer Intens dCi 130 29.200 € Renault Talisman Sport Tourer Intens dCi 130 EDC 30.800 € Renault Talisman Sport Tourer Zen dCi 130 31.800 € Renault Talisman Sport Tourer Zen dCi 130 EDC 33.400 € Renault Talisman Sport Tourer Zen dCi 160 Twin Turbo EDC 34.160 € Renault Talisman Sport Tourer Initiale Paris dCi 160 Twin Turbo EDC 41.000 €

Gasolina

Renault Talisman Sport Tourer Intens TCe 150 EDC 32.000 € Renault Talisman Sport Tourer Zen TCe 150 EDC 34.600 € Renault Talisman Sport Tourer Zen TCe 200 EDC 36.600 € Renault Talisman Sport Tourer Initiale Paris TCe 200 EDC 43.000 €