Presentado en el Salón de Ginebra
Rolls-Royce amplía su gama de modelos con la presentación en el Salón de Ginebra de un cuarto integrante a la misma, cuyo nombre es Wraith.
Según la marca, el Wraith es "el Rolls-Royce más atractivo, más potente y más deportivo del mundo"; pero los que esperen un superdeportivo con el espíritu del éxtasis en el capó deben ir desengañándose. Hacer el Rolls más atractivo de la historia dependerá de gustos, por supuesto, pero que fuese el más potente y el más deportivo, era relativamente fácil.
Para que fuese el más potente bastaba con que el motor V12 del Ghost (que es el que lleva el Wraith), ganase algunos caballos sobre los 563 que rinde en la berlina. Y como ese motor es el V12 de BMW, no había más que encargar a la casa madre una nueva gestión electrónica que elevase la potencia.
Dicho y hecho: el Wraith es oficialmente el Rolls más potente del mundo, gracias a sus nada desdeñables 624 caballos. Con este motor actualizado, y de la mano de una caja de cambios automática ZF de 8 velocidades, el Wraith acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,4 sugundos -o lo que es lo mismo, mejora en tres décimas la marca del citado Rolls-Royce Ghost-.
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En el tema de la deportividad, y teniendo en cuenta la filosofía de lujo y confort que siempre ha aplicado la marca, bastaba con aligerar el coche con respecto al Ghost y endurecer ligeramente la gestión electrónica de la amortiguación para disponer de un cupé "deportivo" inédito en la gama. De todas maneras, los prototipos del Wraith vistos en Nürburgring poniendo en forma el chasis hacen esperar un coche con un comportamiento dinámico inédito en la marca. Pero por supuesto, en palabras de Rolls, "sin comprometer la sensación de conducir sobre una cama de aire". Lo más espectacular del coche, a nivel estético, es su parte trasera "fastback". No tiene portón posterior como el Ferrari FF -hasta ahí podríamos llegar- pero sí una luneta trasera inclinada, un poco al estilo del Bentley Continental GT que es, no lo dudéis, el rival que Rolls tiene entre ceja y ceja.
Los acabados y el equipamiento son dignos de todo un Rolls-Royce. Maderas nobles, piel de la máxima calidad... nada falta en el nuevo Wraith. Ni tampoco la última tecnología, que brilla de manera especial con el sistema de transmisión asistida por satélite. Este dispositivo -de nombre intrigante- utiliza la información del GPS para engranar la marcha adecuada, según sea nuestra posición en el mapa pero también nuestro estilo de conducción. Un sistema que ya estamos deseando conocer de primera mano.
Respecto al nombre; y pese a que se especulaba con la posibilidad de recuperar el nombre de Corniche, al final se descartó aquella opción. La palabra "Wraith", tal como explicaba Rolls-Royce en una larga nota de prensa que incluye incluso citas poéticas del Siglo XVIII, proviene de un antiguo dialecto escocés que significa espectro y que sigue con la línea fantasmagórica de nombres a la que tan aficionada es la marca. Wraith ya se utilizó en un modelo de los años 30 y, acompañado de la palabra Silver, para la versión de batalla larga del Silver Shadow de los años 70.
Es increíble como esta gente es tan rajona xq la verdad q el q d mucho presume es xq nada tienen,, q pena tal vez hasta viajan en metro xq ni carro tienen la verdad son personas q no tienen mas q lengua xq dinero no tienen...esta auto es solo para jeques y petroleros así q no presuman t tener''xq esta mega auto no es para gente q dice tener dinero y q viajan en jet seguro en los sueños