El Passat tiene un problema
El Passat y el resto de berlinas generalistas del segmento D europeo. Un problema serio llegado de la República Checa y llamado Superb. Un problema porque esta nueva generación del buque insignia de Skoda ya no es un Passat más largo, más práctico, más barato y... más feo. Ahora es un Passat igual de largo, más práctico, más barato y... como mínimo, igual de atractivo.
El nuevo Skoda Superb mide 4,86 metros (10 cm más que el Passat) y tiene una distancia entre ejes más larga (2,84 metros contra 2,79 del Volkswagen) lo que se traduce en una habitabilidad trasera sin parangón en el segmento. Sentado en las plazas traseras, es casi imposible que nadie, a menos que uno sea como Pau Gasol y el conductor como su hermano Marc, llegue a rozar el asiento delantero. Y no hablo de las rodillas, que es virtualmente imposible, sino de los pies. La distancia entre filas es propia de un Mercedes Clase S.
Y si el espacio detrás es enorme, al maletero le pasa exactamente lo mismo. El Passat tiene un maletero muy grande, con 585 litros, pero el Superb, aún destinando más espacio a los pasajeros traseros, logra superarle. El Skoda ofrece 625 litros que llegan a ser 1.780 si abatimos la banqueta trasera separada por mitades. El abatido puede realizarse desde el maletero y también el asiento del acompañante puede abatirse hacia delante.
Además, el Superb es un cinco puertas de manera que resulta mucho más fácil de cargar y descargar y admite bultos de tamaño superior a los que entran en un Passat berlina o en cualquiera de sus otros rivales con carrocería de cuatro puertas. Otra cosa son las carrocerías familiares pero al respecto os puedo adelantar que el Superb estrenará versión Combi en el Salón de Frankfurt, en septiembre.
¿Equivale todo esto a decir que Skoda es capaz de sacar más partido al coche que Volkswagen? Si nos ceñimos estríctamente a la habitabilidad y al maletero, la respuesta obvia es que sí, que los ingenieros checos han logrado más espacio en las plazas traseras y en el maletero que sus colegas alemanes partiendo de la misma base, la plataforma MQB del Grupo Volkswagen que lo mismo vale para un Audi TT de 4,17 metros y 2,50 metros de batalla que para este Superb de 4,86 metros y 2,84 metros de distancia entre ejes. Eso sí, aumentando la longitud del coche.
Esto de que Skoda ofrezca más espacio y más maletero que sus rivales es ya algo habitual que sucede tanto en el Fabia (aquí tenéis la reciente videorpueba del mismo) como en el Octavia (aquí la videoprueba) pero con un matiz; hasta ahora, y el Octavia es un buen ejemplo de ello, la marca checa lo conseguía haciendo coches más grandes. Con el Superb, esta teoría se desmonta ya que es, por ejemplo, un 1 cm menos que el Ford Mondeo (aquí la videoprueba), al que que supera por 85 litros en capacidad de maletero y 2 cm más que el Opel Insignia (prueba) al que supera en maletero en la misma proporción que al Ford.
Muy buenas ideas
Dimensiones al margen, el Superb cumple con otra de las premisas habituales de la marca Skoda; la practicidad. Tiene cinco puertas y un fácil acceso a un enorme maletero (el portón eléctrico y la posibilidad de abrirlo pasando el pie bajo el parachoques es opcional) para el que se ha eliminado el "fiasco" de la doble apertura que complicó (y encareció) absurdamente a la generación anterior del modelo (me refiero a lo que se aprecia en esta imagen) pero además, está plagado de buenas ideas para el día a día.
Valgan como ejemplos la toma de USB y de 230 voltios traseras, los accesorios para disponer un iPad tras el reposacabezas delantero o en el apoyacodos central trasero, un compartimiento específico para tablets (en vertical) en el cofre del apoyabrazos delantero, unos accesorios con velcro para compartimentar el maletero, la característica rasqueta para el hielo en la trampilla del depósito, dos paragueros en las puertas delanteras (con paraguas, claro), un portabotellas que permite quitar el tapón de rosca antes de cogerla ya que la mantiene fija o una luz de maletero que se convierte en linterna extraíble con luz de LED y que está imantada para poder situarla, por ejemplo, en el paso de rueda cuando cambiamos una rueda pinchada por la noche.
Y, hablando de características de la marca, el Superb cumple también con otra de las habituales; la del interior funcional y con diseño clásico. No hay sorpresas en la presentación, con una instrumentación completa con una pantalla central a color que proporciona diferentes informaciones (navegación, ordenador de a bordo, conexión y desconexión de las ayudas a la conducción, emisora de radio...), una consola central con la pantalla del navegador (táctil) situada, como siempre, un poco baja, los mandos de la climatización devajo y, junto a la palanca del cambio, el freno de mano eléctrico y una serie de botones entre los que destaca el de selección de los modos de conducción.
Skoda ofrece en el Superb por primera vez la posibilidad de modificar el modo de conducción. Este sistema, de serie en los modelos más equipados y opcional en el resto, permite elegir entre los modos Eco, Confort, Normal, Sport e Individual, éste último una configuración personalizada de todo aquello que puede modificarse. ¿Y que puede modificarse? Pues la respuesta del motor y del cambio automático, el sonido del motor, la asistencia de la dirección, la climatización (menos efectiva en modo Eco) y, en aquellos modelos en que se monten, de serie o en opción, el control de crucero activo y la suspensión pilotada con control electrónico.
Y ahora, además, es muy bonito
Un Skoda con todo lo que suele ofrecer Skoda. Este sería el resumen si no existiera en este caso una variante nueva. Este Superb es un coche realmente bonito y esto, tratándose de la marca checa, ya no era tan habitual. Normalmente, Skoda priorizaba la funcionalidad a la estética (Roomster, Fabia anterior, Yeti, Rapid... no hace falta que siga, ¿verdad?) y sus coches no eran de los que obligan a girar la cabeza. Con el nuevo Superb, esta tendencia, ya apuntada en las recientes generaciones del Octavia y del Fabia, se rompe por completo.
Este es un coche elegante, que gustará más o menos ya que esto de la estética es muy particular, pero al que nadie podrá negar que, ahora sí, tiene personalidad. El frontal cuenta con una rejilla con una forma que se reproduce en el resto de modelos de la marca, con un rebaje en la parte superior para prolongar el capó hacia la parrilla y situar el nuevo logotipo de la marca, más serio con el fondo negro. Los faros, por su parte, son "estilo Seat" con una forma de pajarita asimétrica y todos los elementos tienen un corte parecido.
Si observamos los faros, los antiniebla, los retrovisores o los pilotos traseros de LED así como las líneas de los parachoques y los bajos de caja, todo parece esculpido con líneas rectas que se entrecortan y la línea de cintura queda definida por la elevación que sufre casi al final de la puerta trasera. La silueta de falso tres volúmenes (falso porque tiene portón trasero) aligera la línea y le da la elegancia que el cliente del segmento busca en este tipo de coches.
En definitiva, que la estética es lo que justifica el eslogan de Skoda de "una nueva era" aplicado al lanzamiento de este Superb. La marca lo posicionará como un coche con las virtudes de siempre pero con un enfoque más emocional, añadiendo el diseño a sus cualidades y "limpiando" su imagen con, por ejemplo, su no homologación para taxi tal como se ha hecho también con el Octavia. Hoy, el Rapid (prueba de la versión 1.6 TDi) es el único Skoda que puede utilizarse para servicio público en aquellas ciudades donde existe homologación (Madrid o Barcelona, esencialmente).
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Cuatro motores para España
Vamos ahora con las mecánicas. Skoda anuncia cinco motores de gasolina y tres diésel pero la filial española lanzará sólo uno de gasolina y los tres de gasoil en nuestro mercado. Citemos en la gama de gasolina los 1.4 TSi de 125 CV como opción base, el 1.8 TSi de 180 CV y los 2.0 TSi de 220 y 270 CV, este último sólo disponible con tracción a las cuatro ruedas. Ninguno de ellos se venderá en España aunque el importador anunció que más adelante llegarán nuevos motores sin precisar cuáles. El que sí tendremos en España es el 1.4 TSi ACT con desconexión temporal de cilindros (aquí tenéis la prueba del Volkswagen Polo y aquí la del Seat Ibiza con este motor) y una potencia de 150 CV, siempre con cambio manual de seis marchas y en los tres primeros niveles de acabado; Active, Ambition y Style.
En el campo diésel, la gama arranca con el conocido 1.6 TDi de 120 CV y culmina con los dos 2.0 TDi en sus versiones de 150 y 190 CV. El Tdi 120, sólo con cambio manual, estará disponible en los acabados Active y Ambition, el de 190 se ofrecerá en los tres superiores; Ambition, Style y Laurin and Klément (en los dos últimos con cambio manual, automático DSG y con la combinación de este último y tracción integral de tipo Haldex) y, finalmente, el TDi de 150 CV se ofrecerá con cambio manual o DSG en los cuatro acabados y será, sin ninguna duda, el que más ventas tendrá.
El equipamiento incluye numerosos elementos inéditos no en el mercado pero sí en la marca. Por ejemplo, la cámara de visión trasera es algo de lo que el modelo anterior carecía (complementa así al sistema de aparcamiento asistido automático opcional), al igual que el freno de mano eléctrico o el acceso y arranque sin llave. También puede llevar techo de cristal panorámico, calefacción programable o asientos con calefacción.
La conectividad, elemento imprescindible hoy en día, se ha puesto a la altura de los mejores con acceso a internet de alta velocidad (con el navegador Columbus, el de mayor precio de los que se ofrecen), una aplicación para gestionar a distancia el sistema de entretenimiento desde los asientos traseros (mediante una tablet y vía wi-fi), el interface SmartGate que permite acceder a datos del coche desde el móvil y las habituales aplicaciones MirrorLink para recrear la pantalla del móvil y sus aplicaciones a la pantalla del coche, Apple CarPlay y Android Auto.
Finalmente, en el apartado de seguridad y ayudas a la conducción, todos los Superb llevan de serie el sistema de asistencia frontal, que avisa de la posibilidad de tener un accidente si el coche de delante está demasiado cerca y con la función de frenada de emergencia en ciudad. También son de serie siete airbags (incluidos los de rodillas para el conductor y con los laterales traseros opcionales) y el control de presión de neumáticos.
Entre las opciones destaca el control de crucero adaptativo, el sistema de pre-activación de los elementos de seguridad pasiva, el aviso de cambio involuntario de carril con corrección de volante (funciona realmente bien en autopista y debe desconectarse en carretera ya que resulta incordiante), el asistente de arranque y parada en atascos y el sistema Emergency Assist que detecta si el conductor tiene un problema que le impide seguir conduciendo y llega a detener el coche por completo. También están disponibles el control del ángulo muerto, el detector de fatiga, el detector de tráfico cruzado (advierte de la presencia de coches en perpendicular cuando se sale de un aparcamiento en batería marcha atrás), el reconocimiento de señales o el sistema de luces LED inteligente que adapta el haz de luz en anchura y profundidad a las características de la vía y la velocidad del coche.
Visto todo ello, so contaré que pude probar brevemente dos versiones del Superb en la Toscana italiana, en un trazado con mucha vía rápida y zonas viradas con mucho tráfico como es habitual en Italia. Primero conduje el 2.0 TDi de 150 CV con cambio DSG y más tarde el 2.0 TSi en su versión más potente de 270 CV y tracción integral que, de momento, no llegará a España.
El TDi de 150 CV DSG me gustó como coche de viaje. Es muy cómodo, con un excelente aislamiento acústico y de rodadura y una suspensión confortable que filtra todas las irregularidades de la carretera (y en las carreteras italianas hay muchas). El motor va bien, con un buen rendimiento a medio régimen y el DSG es suave y admite un modo manual sin problemas, con la rapidez necesaria en un coche de este tipo y esta potencia.
En trazados más revirados, la suspensión blanda origina una inclinación de carrocería notable que, de todas maneras, no compromete en ningún momento ni el guiado ni la estabilidad. En modo Sport se nota una cierta respuesta más rápida del cambio y poco más ya que el coche que probé no llevaba la suspensión activa. La dirección también se endurece y creo que en los Superb que lleven el sistema de modo de conducción, los usuarios optarán por poner la dirección en modo sport en la programación individual ya que en los modos confort o normal, la asistencia es exagerada.
La versión con motor 2.0 me entusiasmó y es una pena que no venga a España aunque hay que entender al importador que no cree que sea una versión adaptada a nuestro mercado donde, en este segmento, sólo se venden diésel y los clientes que buscan 270 CV bajo el pie derecho se van directos a las marcas premium. En este caso sí se notaba el modo sport en la suspensión activa pero lo que más me sorprendio fue la respuesta del motor, con un empuje increíble y la agilidad del chasis en un coche que pesa 1.615 kilos, que no es tanto en un automático 4x4 de este tamaño.
Cabe decir que buena parte de la responsabilidad de la eficacia de esta versión, con un comportamiento realmente deportivo, está en el trabajo del sistema de tracción integral Haldex y en el XDS (de serie en toda la gama), el sistema de imitación del "diferencial autoblocante" que elimina casi por completo el subviraje y que equilibra el vehículo de manera muy eficaz.
Para terminar os dejo los precios del nuevo Superb. Sobre estos precios, que son de tarifa, hay que descontar 4.200 euros de promoción de lanzamiento.
PRECIOS: Skoda Superb 1.4 TSi ACT Active: 26.770 € Skoda Superb 1.4 TSi ACT Ambition: 28.020 € Skoda Superb 1.4 TSi ACT Style: 30.570 € Skoda Superb 1.6 TDi 120 CV Active: 26.270 € Skoda Superb 1.6 TDi 120 CV Ambition: 27.520 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV Active: 28.370 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV DSG Active: 30.660 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV Ambition: 29.620 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV DSG Ambition: 31.910 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV Style: 32.170 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV DSG Style: 34.460 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV Laurin and Klément: 37.220 € Skoda Superb 2.0 TDi 150 CV DSG Laurin and Klément: 39.510 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV Ambition: 31.620 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV DSG Ambition: 33.910 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV Style: 34.170 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV DSG Style: 36.460 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV DSG 4x4 Style: 38.660 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV Laurin and Klément: 39.220 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV DSG Laurin and Klément: 41.510 € Skoda Superb 2.0 TDi 190 CV DSG 4x4 Laurin and Klément: 43.710 €
208 dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. El más inculto y paleto de este país eres tú.