Puesta al día
Parece que fue ayer, pero ya hace 20 años que Volkswagen lanzó el Sharan. Este monovolumen ha sumado desde entonces 800.000 unidades en todo el mundo, 200.000 de las cuales pertenecen a la tercera generación, la que nos ocupa en este contacto.
Lo que Volkswagen nos ofrece ahora es una revisión, actualización o restyling, como queráis llamarlo, sobre la misma base ya conocida, sobre el modelo hasta ahora comercializado. Es decir, el Sharan sólo cambia en algunos puntos clave, que lo hacen ser un poco más eficiente, más seguro al equipar nuevos sistemas de seguridad activa y mejor conectado al mundo virtual.
Vamos por partes. La estética no cambia, excepto la introducción de luces LED en las ópticas traseras y el montaje de unas llantas de aleación de 16 pulgadas con un nuevo diseño, denominado “Jakarta”. Así pues, conservadurismo a tope en un monovolumen que precisamente se caracteriza por tener unas formas poco atrevidas, más bien sobrias, como muchos otros vehículos de la marca alemana.
El interior del coche también se mantiene intacto, y sólo se añaden nuevos elementos decorativos en el salpicadero y en los revestimientos de las puertas, en color plata, Piano Black o madera de fresno, según el acabado escogido.
La impresión al subirte al interior del Sharan es la de siempre: buenos acabados, sensación de calidad en los materiales y diseño práctico y agradable.
El Sharan se va a seguir vendiendo en formato de 5, 6 o 7 plazas, que demuestra las múltiples posibilidades de configuración y la capacidad de su interior. Es un monovolumen que mide 4,85 metros de longitud, 1,71 metros de alto y 1,90m. de ancho (las medidas no cambian) y por lo tanto, se sitúa claramente por encima de su hermano pequeño Volkswagen Touran, es un poco más pequeño que un Volkswagen Multivan, y está a la altura de otros MPV de su estilo, como el Ford S-Max, el Renault Espace o el Seat Alhambra, con el que coincide prácticamente en todo.
Modularidad sobresaliente
Si en algo destaca el Sharan es en el espacio que ofrece en su habitáculo y sobre todo, en las excelentes soluciones de modularidad. Las banquetas traseras son independientes, pueden desplazarse longitudinalmente y variar la inclinación de su respaldo en 20 grados. Una de estas banquetas tiene asiento para niños integrado, de forma que no es necesaria una banqueta accesoria para niños ya un poco creciditos pero que no alcanzan la altura de un adulto. El sistema de plegado es muy rápido (con un solo movimiento están en el suelo) y fácilmente amplían el espacio del maletero, que es de 2.430 litros como máximo.
Los asientos de la tercera fila también se benefician de este sistema de plegado que Volkswagen denomina “EasyFold”, y con un par de movimientos quedan recogidas en el suelo del maletero. El espacio en estas filas traseras es correcto, aunque el acceso es un tanto estrecho, lo habitual.
Este monovolumen destaca por la atención al detalle, y en todas las plazas hay suficientes huecos para dejar botellas, guardar gafas, conectar dispositivos o resguardarse del sol con cortinillas fácilmente instalables en las ventanillas traseras. Los pasajeros de la segunda fila pueden ahora encajar su Tablet en un soporte base que se fija en entre los puntales de los reposacabezas de las plazas delanteras. También tienen a su disposición una mesita plegable para escribir, dibujar o pintar, un accesorio especialmente interesante para niños.
Conectado al mundo virtual
Todo esto ya era conocido en el Sharan y forma parte de sus buenos argumentos para convencer a aquellos que busquen un vehículo para un uso familiar intenso. El restyling aplicado a este monovolumen ha servido también para mejorar un aspecto cada día más importante: la conectividad a bordo.
Por primera vez, Volkswagen incluye en el Sharan las funciones MirrorLink, CarPlay y Android Auto, que permiten, por un lado, hacer compatible la conexión de cualquier Smartphone de última generación con el sistema de infoentretenimiento del coche; y por otro, instalar en el propio sistema aplicaciones hasta ahora sólo disponibles para móvil.
De esta manera, con una simple conexión por cable podemos traspasar los datos y las aplicaciones compatibles de nuestro móvil al coche, y operar con ellas a través de la nueva pantalla táctil de 5 o 6,5 pulgadas, esta última a partir del acabado Advance. Algunas órdenes pueden hacerse por voz, ya que el sistema puede reconocerlas a través de Siri. Así, podemos activar la ruta hacia una dirección mediante el navegador del propio móvil (Maps de Google, por ejemplo). El sistema es compatible para smartphones con Ios 8 o bien a partir de Android 5.
Motores Euro 6
Ya es una constante en todas las actualizaciones o restylings de modelos ya conocidos que se dedique un esfuerzo importante en mejorar el funcionamiento de los motores, con el objetivo de reducir su consumo y las emisiones. La normativa Euro 6 que limita el número de partículas contaminantes que se emiten a la atmósfera obliga a ello. El Volkswagen Sharan no es una excepción, y en esta última entrega presenta como principal novedad la mejora de la eficiencia de sus propulsores, hasta un 14,3%, según Volkswagen.
Y eso, sin perder potencia, todo lo contrario. El motor de gasolina TSI pasa de 200 a 220 CV. El diésel TDI de 140 CV pasa a tener 150, mientras que el de 177 CV eroga ahora 184 CV.
El incremento de potencia se acompaña de una reducción del consumo y las emisiones. Esto se consigue con el uso de un catalizador SCR (reducción catalítica selectiva) que “neutraliza” las partículas contaminantes antes de que salgan por el escape. Como contrapartida, este sistema obliga a rellenar en el concesionario el depósito de Adblue (mezcla de urea y agua) cada 30.000 kilómetros aproximadamente.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
La utilización de tecnología como el Start & Stop o el sistema de recuperación de energía en las fases de frenado también contribuyen a mejorar los registros de consumo. De esta manera, los motores TDI de 115 y 150 CV, por ejemplo, unidos a una caja de cambios manual de seis velocidades, logran gastar 5,0 l/100 km. de media, según la marca.
Todos los motores, excepto el diésel de menor potencia, pueden montar el cambio automático DSG de doble embrague. Este cambio, como novedad, puede facilitar el modo de conducción por inercia, de forma que en las desaceleraciones se desacopla del motor para evitar pérdidas de energía por arrastre y así mejorar el consumo.
De todos ellos, el más recomendable, según mi punto de vista y después de lo probado en la presentación, sigue siendo el diésel de 184 CV, el más potente de los tres diésel disponibles. Es el que mejor arrastra una carrocería, la del Sharan, bastante pesada; sólo gasta una décima más a los 100 km. respecto al de 150 CV, y tiene un coste de mantenimiento por uso inferior al del motor de gasolina, que es más bebedor: 7,2 litros a los 100.
Este diésel de 2 litros se caracteriza por un rodar muy fino, silencioso y agradable. El confort de conducción es todavía más elevado en las versiones con el cambio automático DSG de doble embrague, que sigue siendo una referencia en el sector por su suavidad y eficacia. Donde mejor se perciben las bondades de este cambio, o obstante, es unido al motor de gasolina de 220 CV, que es el que da mayores sensaciones deportivas. De hecho, este motor sólo se vende unido al DSG, como un matrimonio bien avenido. La tracción integral 4Motion está disponible sólo en la versión diésel de 150 CV.
Disfrutar del paisaje, con seguridad
La conducción del Sharan puede definirse como agradable, suave, progresiva. Es un vehículo que transmite una buena sensación de aplomo y seguridad, pero que no incita a conducir de forma deportiva. Está pensado para viajar a ritmo constante, sin brusquedades, acorde con su filosofía básicamente rutera y de carácter familiar. Incluso la versión más potente, de 220 CV, se percibe poco excitante, a pesar de poner a disposición del conductor la posibilidad de modificar la dureza de la suspensión o la rapidez del cambio DSG mediante la activación de sus respectivos programas deportivos.
Conducir un Sharan es ahora un poco más seguro, ya que Volkswagen ha creído interesante incorporar en esta última versión los sistemas de ayuda a la conducción ya vistos en otros modelos de la marca. Así, monta de serie un sistema de frenado anti colisiones múltiples. Opcionalmente, puede equipar “Front Assist” con función de frenada de emergencia en ciudad, que avisa al conductor si la distancia con el vehículo que le precede es demasiado corta y llega a frenar el vehículo si no reacciona. El ACC o control de crucero adaptativo también es novedad en la gama Sharan. De forma opcional también pueden pedirse el sistema de aparcamiento asistido Park Assist y el detector de ángulo muerto con asistente de salida de aparcamiento marcha atrás.
Ocean, edición limitada
Las primeras unidades del nuevo Sharan llegarán a los concesionarios en septiembre. Primero vendrán las versiones con motor diésel, más adelante llegará la de gasolina. Se venderá con los acabados Edition, Advance, Ocean y Sport.
El acabado Edition corresponde a la configuración de 5 asientos y lleva de serie volante multifunción, sistema multimedia “Composition Colour” con pantalla de 5 pulgadas, Connectivity Package, Climatronic, llantas de 16” y sistema de aparcamiento Park Pilot.
La versión Advance se reserva para la configuración de 7 asientos, y añade a la Edition las barras de techo cromadas, el sistema Composition Media con pantalla de 6,5”, Park Assist 3.0, puertas correderas eléctricas, cámara de visión trasera y retrovisores plegables eléctricos.
Por encima del Advance se sitúa el acabado Ocean, de edición limitada. Sólo está disponible hasta final de año, y se caracteriza por estar pintada en un color azul exclusivo, Hudson Bay Blue Metalizado, y por montar equipamiento opcional como el techo panorámico, los faros bi-xenón con luces LED, el sistema de aparcamiento asistido o las puertas corredizas eléctricas en lugar de manuales, entre otros. Se sitúa a medio camino entre el acabado Advance (sobre el que suma 2.300 euros) y el Sport (sobre el que sale 1.500 euros más barato).
Finalmente, el acabado Sport añade al Ocean la tapicería de Alcántara/cuero, las llantas de 17”, ACC con Front Assist, cristales tintados y suspensión deportiva.
Los precios apenas cambian, y son los siguientes:
PVP:
Volkswagen Sharan Edition 2.0 TDI 115 CV 37.010€ Volkswagen Sharan Edition 2.0 TDI 150 CV 38.510€ Volkswagen Sharan Edition 2.0 TDI 150 CV DSG 41.060€ Volkswagen Sharan Advance 2.0 TDI 150 CV 43.440 € Volkswagen Sharan Advance 2.0 TDI 150 CV DSG 45.980 € Volkswagen Sharan Advance 2.0 TDI 150 CV 4Motion 44.240 € Volkswagen Sharan Advance 2.0 TDI 184 CV 43.970 € Volkswagen Sharan Advance 2.0 TDI 184 CV DSG 46.510 € Volkswagen Sharan Ocean 2.0 TDI 150 CV 45.710 € Volkswagen Sharan Ocean 2.0 TDI 150 CV DSG 48.250 € Volkswagen Sharan Sport 2.0 TSI 220 CV DSG 53.570 € Volkswagen Sharan Sport 2.0 TDI 150 CV 47.250 € Volkswagen Sharan Sport 2.0 TDI 150 CV DSG 49.790 € Volkswagen Sharan Sport 2.0 TDI 150 CV 4Motion 48.060 € Volkswagen Sharan Sport 2.0 TDI 184 CV 47.780 € Volkswagen Sharan Sport 2.0 TDI 184 CV DSG 50.320 €
Además, Señor Joan, hasta los motores del Proace son de origen PSA-Fiat...y como seguramente haya leído...pero no ha dicho...es que...---solo tendrán de Toyota la insignia sobre la culata (o ni eso)----
#40 Voy a dejarlo señor mío. Relea el comentario número 38. Reléalo, interprételo o que se lo expliquen, lo que sea. Pero hágame el favor de entenderlo. Verá que estamos diciendo exactamente lo mismo.
#41. Casi.
#41. De lo que se trata es que viendo el Proace tanto por fuera como por dentro, incluyendo el motor, es 100X100 una Citroën, una Peugeot o aunque le duela, un Fiat.