Los dos últimos años están siendo muy provechosos para Volvo. La puesta en escena de la nueva plataforma modulable SPA (Scalable Product Architecture), le está permitiendo renovar toda su gama de producto, una renovación que ha empezado con fuerza con toda la serie 90 (Volvo XC90, S90 y V90); y ahora Volvo completa esta familia con el nuevo Volvo V90 Cross Country, la versión todocamino del familiar V90.
Lo primero que os vendrá a la cabeza al observar el Volvo V90 Cross Country es que su imagen es la de un V90 con algunos elementos estéticos que le hacen parecer un todocamino, y poco más. Pero en realidad, el V90 Cross Country ha sido diseñado a conciencia, con el objetivo de ofrecer no sólo un vehículo familiar con estética más off road, sino también con un comportamiento que haga honor a esta imagen. No olvidéis que Volvo fue la marca que inauguró este segmento de los familiares crossovers, hace ya veinte años, con el XC70, un familiar que ofrecía unas buenas aptitudes para el off-road. Y la tradición obliga a hacer las cosas de la misma manera.
Precisamente la marca escandinava ha celebrado este año sus dos décadas de desarrollo de su sistema de tracción integral, una tecnología imprescindible desde el punto de vista de la seguridad y las aptitudes dinámicas de sus vehículos. «Volvo Cars es una marca conocida por lo que en sueco se denomina framkomlighet, esto es, la capacidad de llevarte allí donde quieres ir por muy mal tiempo que haga”. Así define Henrik Green, vicepresidente primero de Investigación y Desarrollo de Volvo Cars, la filosofía de sus coches.
Por ello, el lanzamiento del nuevo Volvo XC90 Cross Country es algo más que un simple ejercicio de estilo. Es la presentación de una versión que hereda la tradición de la marca en el desarrollo de vehículos familiares con aptitudes para circular por terrenos deslizantes. Y de eso los suecos saben un rato.
Imagen y aptitudes más off-road
Respecto a un Volvo V90, esta versión más campera cambia un poco en el diseño de la parrilla; añade las protecciones frontal y trasera en color plateado, las esquinas de los paragolpes son algo diferentes, en color negro; cuenta con protectores en los pasos de rueda; tiene detalles como las molduras de las ventanillas en negro; y por supuesto, se identifica por el logo Cross Country en el paragolpes trasero.
Monta de serie llantas de 18 pulgadas (19 y 20” opcionales) con unos neumáticos específicos con un perfil más redondeado y apto para el off-road. Y lo que es más importante, cuenta con una altura libre que ya quisieran algunos SUVs: 210 mm., que puede incrementarse unos 40mm. más si se equipa el coche con suspensión neumática y el modo dinámico off-road. Esto es un indicador de que Volvo ha creado una versión Cross Country que parezca un todocamino, pero que también lo sea. En este sentido, su carrocería ha sido reforzada en algunos puntos para soportar los mayores esfuerzos que supone rodar fuera del asfalto.
El Volvo V90 Cross Country es una buena alternativa para aquellos que buscan un coche con pequeñas aptitudes para rodar por campo y no les acaba de encajar la estética de un SUV. Va dirigido a aquellos a los que prefieren un Volvo con una apariencia menos aparatosa que la de un XC90, con una estética más cercana a la de un turismo y con unas aptitudes familiares excelentes.
No es un coche pequeño: mide 4,93 metros de largo, 1,88 de ancho y 1,54 de largo, dimensiones que quedan disimuladas por sus aerodinámicas y fluidas líneas.
Si miramos a su competencia, el V90 Cross Country tiene como principales rivales al Audi A6 Allroad quattro (cuyo precio de tarifa parte de los 63.430 euros) y al Mercedes Clase E All Terrain (su tarifa empieza en los 66.550 euros). El Volvo, por lo tanto, se posiciona como un familiar campero algo más accesible que sus rivales “Premium” alemanes, al estar disponible desde 57.447 €. Raíces familiares
Las características básicas en cuanto a diseño, espacio y modularidad del interior no difieren apenas respecto a lo conocido en el Volvo V90. El V90 Cross Country cuenta con un salpicadero impecablemente terminado, que tiene cuero en su parte superior, molduras de madera o aluminio a media altura y plástico en color negro brillante en los alrededores de la pantalla digital de 9 pulgadas.
La combinación de colores y texturas es muy acertada, y crea una sensación de calidad muy alta. El diseño de este salpicadero es calcado al del V90, y se caracteriza por la utilización de un cuadro de instrumentos digital, con pantalla de 12”, y la ya comentada pantalla del sistema de infoentretenimiento.
La sensación de espacio en las plazas delanteras queda algo mermada por la presencia de una consola muy ancha y alta, si bien esto también genera una posición de conducción muy de “cockpit” y ligeramente deportiva. En el salpicadero hay pocos pulsadores, prácticamente todo se controla desde la pantalla táctil, incluyendo el climatizador. El uso de los menús es muy simple. Un único pulsador conduce al menú principal mientras que el acceso a los submenús se consigue mediante movimientos similares a los de un Smartphone o una Tablet. Asi, desconectar cualquier sistema de ayuda a la conducción, por ejemplo, no es un calvario. Dos pasos y listo.
Este es un coche con buenas aptitudes como vehículo familiar, con espacio holgado en las plazas traseras para tres adultos y un maletero con buenas dimensiones: 560 litros ampliables a 1.526. El plano de carga está un poco elevado, fruto del diseño de esta versión con la carrocería un poco más alta y obliga a esforzarse algo más de lo habitual para entrar los bultos en este maletero. Pero la apertura automática del portón y la posibilidad de abatir los respaldos de la segunda fila en un proporción 60/40 lo hacen en cualquier caso práctico y modulable. Su acabado enmoquetado es impecable.
Silencioso y cómodo
La toma de contacto con el coche por carreteras de Castilla y León se hizo en un 90% por autopista. Esto no permite sacar demasiadas conclusiones sobre el comportamiento dinámico en curva, aunque sí os puedo confirmar que el confort de marcha a velocidad de crucero en autopista es excelente, como era de esperar. Volvo cuida mucho la calidad de rodadura de sus vehículos, y el V90 Cross Country, a pesar de su mayor altura respecto al V90, disimula perfectamente los ruidos aerodinámicos a alta velocidad.
Por otro lado, las suspensiones son confortables. Quizás no sean algo mas secas de reacciones que la de algunos de sus rivales, pero están al nivel esperado. Las unidades que conduje en la presentación equipaban el sistema de modos de conducción, que permite escoger entre los programas Eco, confort, Off-road o Dynamic. En cada uno de ellos se modifica la dureza de la amortiguación y la altura de la carrocería (siempre que se equipe la suspensión neumática opcional), la respuesta del motor y la dureza de la dirección. En modo confort, el V90 Cross Country se percibe como cualquier otra berlina de lujo: suave, silencioso, cómodo, con un rodar perfecto.
La ruta fue de unos 700 kilómetros, y apenas noté cansancio. Los asientos tienen un buen mullido, ofrecen regulación eléctrica, calefacción y función de masaje. Sólo es mejorable, desde mi punto de vista, la sujeción lateral. No tienen un aspecto y forma deportivos, ni mucho menos.
Volvo=seguridad, lema histórico
Durante la larga ruta por autopista pude comprobar el funcionamiento de uno de los sistemas de ayuda a la conducción más interesantes: el Pilot Assist o sistema de conducción semi-autónoma, que guía el coche por el carril de forma automática, sin necesidad de dar gas ni de llevar la dirección.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
El sistema funciona correctamente, como es lógico, pero obliga a mantener siempre las manos en el volante (cuestión de sentido común), aunque en determinados momentos se desconecta. Concretamente, el guiado automático desaparece cuando la señalización de la carretera no es clara (en un tramo de obras, por ejemplo) o cuando accionamos el intermitente para cambiar de carril(como es normal). Por lo tanto, debéis tener presente que el Pilot Assist es una buena ayuda para evitar una salida de la calzada por despiste o para “relajar” la conducción en vías rápidas, pero no un sistema plenamente autónomo.
El Pilot Assist es un primer paso hacia la conducción automatizada, en la que Volvo se ha planteado como objetivo presentar en 2021 el primer coche de conducción totalmente autónoma. Muy probablemente lo consiga, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.
Otro de los sistemas de seguridad presentes en este Volvo es el City Safe, que viene de serie. El City Safe monitoriza todo lo que ocurre delante del coche y advierte de la presencia de peatones, ciclistas o animales grandes en la trayectoria. Si no reaccionamos, frena el coche por sí solo para evitar la colisión. Otros sistemas presentes de serie en el V90 Cross Country son el de atenuación de salida de calzada (redirige el coche al carril y llega a frenarlo si detecta que nos desviamos peligrosamente, por ejemplo, hacia el arcén), el de alerta de cansancio del conductor, el control de crucero adaptativo o la monitorización de señales de trafico (cuyos indicadores pueden verse en el Head-up Display).
Como opción se ofrece el sistema de advertencia de puntos ciegos (sorprende que no venga de serie), el de advertencia de colisión trasera, el de alerta de tráfico cruzado, la cámara 360º y la ayuda al aparcamiento.
Todo ello convierte al Volvo V90 Cross Country en uno de los todocaminos mejor equipados en cuanto a sistemas de seguridad, siempre que se disponga de un presupuesto extra para montar alguno de ellos. Volvo vuelve a ser una referencia en este sentido, consciente de que la seguridad activa y pasiva es un valor que siempre se atribuye a los coches de esta marca escandinava.
Motores diésel muy agradables
La gama de motores la forman los diésel D4 y D5 con 190 y 235 CV respectivamente, y los gasolina T5 y T6, con 254 y 320 CV respectivamente. Todos van unidos a cajas de cambios automáticas de 8 velocidades, excepto el D4 de 190 CV, que es el único que se vende con cambio manual de 6 relaciones.
Pude conducir una unidad del V90 Cross Country con este último motor, un cuatro cilindros que se caracteriza por tener un buen consumo de combustible (5,1 l/100 km. de media) y que permite que haya una versión de acceso a la gama Cross Country desde 57.447 euros. Tiene 45 CV menos que el diésel D5, y se nota, pero no por ello resulta anodino. Empuja muy bien a bajas vueltas, recupera con fuerza y no es nada ruidoso. El cambio manual tiene un accionamiento un tanto duro, pero a la vez es bastante directo y está bien escalonado.
Aunque el D4 me gustó, la verdad es que salí más satisfecho después de conducir la versión diésel más potente. D5. Es igual de refinada en su funcionamiento, ofrece más potencia, tiene un cambio más efectivo, rápido y agradable, y consume casi lo mismo: 5,3 l/100km. de media. Esta es la cifra oficial. Para que tengáis una referencia, el consumo real en autopista de ambos motores se mueve en torno a los 8 l/100 km, tal y como pude comprobar en la ruta.
Lamentablemente, los responsables de Volvo en España nos confirmaron que no está previsto lanzar una versión plug-in hybrid de este coche, algo que sí que ocurrirá después del verano con las berlinas Volvo S60 y el familiar V90.
Buena tendencia
Volvo España espera que el V90 Cross Country contribuya a mantener los positivos resultados que registra la marca en los últimos años. Volvo quiere alcanzar las 14.000 unidades vendidas de todos sus modelos en un año en este 2017, lo que supondrá un 5% de crecimiento.
El V90 Cross Country se empieza a vender con dos acabados diferentes: el standard y el Pro. En el Cros Country “ a secas” se incluyen de serie llantas de aleación de 18”, railes de techo en aluminio, tubos de escape dobles, retrovisores retractables, sistema Sensus Connect con pantalla de 9”, panel de instrumentos digital de 8”, cuero en volante, pomo de cambio y tapicería de los asientos, freno de mano electrónico, ajuste lumbar eléctrico de asientos delanteros, arranque sin llave y climatizador dos zonas, como elementos más destacados.
El acabado Pro añade el sistema de ajustes de modos de conducción, asientos delanteros con memoria, llantas de 19”, luces antiniebla con iluminación en curva, panel de instrumentos digital de 12,3”, tapicería de cuero “Nappa” o umbrales de la puerta iluminados con el logo Volvo, entre otros.
Hay un extenso listado de opciones que permite personalizar el coche a gusto y en función del presupuesto disponible. Comprende el techo solar eléctrico (1.732 euros), la suspensión neumática (2.157 euros), la cámara de aparcamiento 360º (1.209 euros), Head-up Display (1.438 euros) o el magnífico equipo de sonido Bowers & Wilkins, que junto con el Sensus Connect con pantalla de táctil a color de 9” se vende por 3.922 euros.
El listado de PVP queda de la siguiente forma:
V90 Cross Country D4 AWD manual 57.447 € V90 Cross Country D4 AWD manual Pro 61.722 € V90 Cross Country D4 AWD Auto 59.962 € V90 Cross Country D4 AWD Auto Pro 64.237 € V90 Cross Country D5 AWD Auto 64.886 € V90 Cross Country D5 AWD Auto Pro 69.161 € V90 Cross Country T5 AWD Auto 61.517 € V90 Cross Country T5 AWD Auto Pro 65.963 € V90 Cross Country T6 AWD Auto 73.261 € V90 Cross Country T6 AWD Auto Pro 77.706 €
Este comentario ha sido eliminado.