Gracias al propulsor 2.0 JTDm de 170 CV, el compacto italiano de 4,35 metros de longitud aúna un notable grado de aceleración y una media de consumo bastante ajustada. A estos argumentos, cómo no, cabe sumar la evidente atracción que provoca su elegante y atractiva línea de diseño, aspecto tan cuidado habitualmente por el fabricante italiano.
Y todo ello sin pasar por alto otra de las bazas innatas del caballo de batalla de Alfa Romeo. No es otra que su innata deportividad dinámica, que puede afinarse al máximo gracias a la gestión del sistema DNA. Mediante un simple selector que permite variar entre tres modos distintos se puede pasar de una conducta equilibrada pensada para primar el confort de marcha y el ahorro de combustible a otra concebida para una conducción mucho más activa, pasando por un tercer modo que adapta el comportamiento del vehículo a condiciones de baja adherencia. Entre el amplio abanico de contrincantes del púgil italiano se encuentran el Opel Astra, el Volkswagen Golf, el Audi A3 o el BMW Serie 1.
Diseño
Una de las grandes bazas de Alfa Romeo la integra, sin duda alguna, el diseño de sus automóviles, con una aportación emocional presente en cada uno de sus modelos. Así sucede en el vehículo que se ha convertido en uno los estandartes de la marca. Su carácter dinámico se percibe ya desde el frontal, que desprende energía gracias a detalles como los nervios en forma de V que recorren el morro y que evolucionan hasta tradicional parrilla triangular marca de la casa.
Si nos fijamos en las ópticas veremos que tanto las delanteras como las posteriores disponen de tecnología LED, aspecto que fomenta una apariencia moderna. La fuerza que transmite el vehículo se aprecia también a la hora de observar su vista lateral, tanto por las nervaduras laterales que marcan su línea atlética como por sus llantas deportivas de aleación y las considerables dimensiones de las ventanillas. Asimismo, destaca su inspiración cupé patente en detalles como la presencia disimulada de los tiradores de las puertas traseras.
Por otra parte, la zaga del Giulietta la completan ciertos rasgos cuyo objetivo es reforzar la deportividad del vehículo. Este es el caso del pequeño alerón superior o la caída inclinada de la luneta, al igual que la forma achatada de los faros.
Habitabilidad
Vayamos dentro de la cabina del Giulietta, donde encontraremos un tablier que posee un diseño atractivo y proporciona un buen nivel de acabados con paneles y botoneras de tacto agradable. La amplitud que ofrece el puesto de mando origina una posición de conducción cómoda y espaciosa. Ésta mejora aún más al ponernos en movimiento gracias a la óptima sujeción lateral que proporciona el asiento.
Otro de los aspectos a destacar una vez que nos sentamos al volante es el alto grado de ergonomía. Y es que la totalidad de los mandos es fácilmente accesible y de uso muy intuitivo, lo que facilita el hecho de habituarse a ellos. Aunque no dispone de demasiados huecos para guardar pequeños objetos, los que posee son suficientes siempre que no pretendamos vaciar demasiado los bolsillos.
Por cuestión de anchura, la parte posterior del automóvil está concebida para que viajen dos personas de forma confortable. Cabe tener en cuenta que la altura al techo en esta zona del vehículo puede ser algo justa para los pasajeros más altos. En lo que se refiere a capacidad de carga el Giulietta saca partido de un maletero de 350 litros de volumen que, gracias a un diseño bastante regular, permite aprovechar muy bien el espacio disponible si bien la altura al plano de carga es algo excesiva. En caso de precisar un volumen mayor, es posible ampliar su capacidad hasta los 1.045 litros plegando los respaldos.
Mecánica
La versión que hemos probado es la más potente que ofrece la gama del compacto italiano entre sus posibilidades diésel. Incorpora el propulsor 2.0 JTDm de 170 CV (disponible también en 140 CV). Para aquellos conductores que cubran habitualmente bastantes kilómetros y se decanten por el diésel pero que en ningún caso quieran renunciar a la diversión al volante, éste bloque supone una excelente alternativa. No en vano es capaz de rodar a una velocidad máxima de 218 km/h y permite pasar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos.
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Para lograrlo, el motor hace gala de una magnífica respuesta a bajas revoluciones, acompañada por un buen nivel a la hora de las recuperaraciones. Se trata de una mecánica que muestra un destacable grado de elasticidad y que aprovecha al máximo un par motor máximo de 350 Nm a partir de las 1.750 rpm.
Este bloque diésel con turbo de geometría variable, engranado a una caja de cambios manual de seis velocidades, también sobresale por su grado de consumo, ocupando en este ámbito uno de los escalafones más competitivos de su categoría. Su media homologada es de 4,7 litros cada 100 km, mientras que registra unas igualmente reducidas emisiones de 124 g/km de CO2. A ello contribuye el sistema Start&Stop, que viene de serie. Durante nuestra prueba, que combinó ciudad, carretera y autopista, la media de consumo registrada fue de 5,9 litros.
Comportamiento
El magnífico guiado que ofrece la dirección del Giulietta se complementa a la perfección con una dinámica realmente estable, que se percibe sobre todo durante los apoyos cuando forzamos el ritmo. En estas circunstancias se aprecia el trabajo realizado en materia de suspensión, pues los balanceos de la carrocería son prácticamente inexistentes. Si nos decantamos por una conducción más tranquila nos beneficiaremos de un confort de marcha encomiable.
Para variar el comportamiento del vehículo según nuestras preferencias de conducción o para adecuarlo a cada circunstancia el vehículo dispone del selector DNA. Desde aquí, es posible cambiar entre los modos Dynamic, Normal y All Weather. Cada uno de estos modos modifica la conducta de diferentes parámetros de la transmisión, el propulsor, el control de estabilidad y el diferencial electrónico.
El modo Normal marca como objetivos principales obtener los máximos niveles de eficiencia y confort. En el caso del modo All Weather, las variaciones están orientadas a momentos en que la adherencia es escasa como por ejemplo en condiciones de nieve. Mientras tanto, el modo Dynamic adecua al vehículo para un tipo de conducción más dinámico, primando la deportividad a base de estirar más la entrega de fuerza por parte del motor y de aportar una mayor firmeza de dirección.
Seguridad
El listado de equipamiento de seguridad del Giulietta incluye seis airbags, ABS con EBD y control de estabilidad VDC, que dispone de control de tracción ASR y asistente de arranque en pendientes. Cabe destacar la presencia del citado dispositivo Alfa DNA, que cuenta con el denominado sistema Q2. Éste se encarga de simular electrónicamente el funcionamiento de un diferencial autoblocante para optimizar aspectos como el agarre y la motricidad general. Los asientos delanteros con reposacabezas inteligentes "antiwiplash" también forman parte del equipamiento de serie.
Valoración final
Con el turbodiésel 2.0 JTDm de 170 CV, el compacto de Alfa Romeo consigue un fantástico compromiso entre confort de marcha y diversión al volante, aunando notables prestaciones con una suavidad de marcha que le convierte en un ideal compañero de viaje. El precio puede convertirse en uno de sus hándicaps, aunque su atractiva línea de diseño y la calidad que transmite su interior justifican el desembolso extra con respecto a algunos de sus rivales de segmento.
En diseño exterior es sin duda de lo mejorcito, en eso coincidimos casi todos, incluidos los que odian Alfa, sobre todo sin haber tenido, ni probado uno. Tengo un 147 del 2000, va para 17 años, como está a terceros, el pobre tiene el exterior de los años...pero jamas ha dado problemas de motor con sus 200.000km, no se ha cambiado el embrague, ni siquiera los discos, ni rotulas, amortiguadores ni muelles,trapecios, nada...lo habitual de mantenimiento. Lo he usado en todas circunstancias, incluso habitualmente en caminos de tierra empedrada comiendo mucho barro. Nunca he tenido un susto por respuesta en carretera en conducciones agresivas. Puedo decir que pecan de electrónica en cuestienes de chorraditas, ya que tiene infinidad de sensores, pero de motor y dureza en mi caso puedo decir que tienen un 10. Ahora estoy pensando en el Giulietta, y comentarios mal avenidos por su fama me las trae al pario. Alfa no solo es estilo.