Diseño
A lo largo de la trayectoria del coupé alemán, el trabajo realizado en la mesa de diseño ha jugado un papel fundamental, como lo atesora la herencia de sus dos generaciones. En ambos casos, Audi consiguió una estética inconfundible gracias a una línea arqueada que marcó tendencia. En su último facelift, el Audi TT Coupé gana aún más carácter gracias, en parte, a la orientación más inclinada y afilada de sus faros, lo que le otorga mayor agresividad en la mirada. Los faros antiniebla reciben un aro cromado de nueva factura y la parrilla, un rediseño que implica entradas de aire de mayor tamaño. La vista lateral es quizá la más característica, pues se encarga de recalcar ese trazo sutil del modelo alemán capaz de aunar simplicidad y belleza en un mismo vehículo. Entre las novedades a nivel estético recibidas por el TT se encuentran nuevos colores de carrocería como el Gris Oolong de la unidad probada, que sustituye al anterior Gris Meteoro. En la zona posterior destaca el spoiler, integrado de forma discreta como una extensión del portón del maletero, que se despliega automáticamente al alcanzar los 120 Km/h y se vuelve a esconder cuando reducimos por debajo de 80 Km/h. Por supuesto, también puede extraerse a voluntad mediante un botón. En la parte trasera percibimos también otro detalle, pues desaparece la inscripción de la cilindrada, que deja paso a la tecnología del motor y a la tracción (TDI quattro).
Habitabilidad
Si analizamos el puesto de conducción de este coupé, cabe destacar la extrema facilidad para hallar la postura más confortable. Los numerosos reglajes disponibles, sumados al volante deportivo de cuero, ajustable tanto en altura como en profundidad, contribuyen a ello. También debe valorarse la buena sujeción lateral y un mullido firme pero que resulta confortable al mismo tiempo. Un apartado donde podemos hallar ciertas carencias es el de las plazas traseras. Y es que, aunque estemos ante un 2+2, no hay que obviar que la caída de la carrocería en el sector trasero hace que las plazas posteriores sean apropiadas, principalmente, para dos niños. Por su parte, el maletero dispone de un volumen de 290 litros con los asientos traseros en posición normal, lo que no permite demasiadas florituras a la hora de albergar el equipaje, aunque no tendremos problemas para un par de maletas pequeñas. Se trata de unas cifras algo superiores al Nissan 370Z pero por debajo del volumen que ofrece el Peugeot RCZ. Si plegamos los dos asientos posteriores el volumen crece hasta los 700 litros. Con un tacto agradable de los mandos y un notable nivel de calidad percibida, en el habitáculo del TT Coupé se aprecia una especial atención por los detalles. Lástima que ciertos elementos de confort como la tapicería de cuero formen parte del equipamiento opcional.
Mecánica
El motor que da vida a este TT coupé es un 2.0 TDI de 170 CV. Se trata de un bloque de cuatro cilindros en línea con tecnología common rail. Es evidente que no estamos ante uno de los bloques puramente deportivos de la marca de Ingolstadt, pues su punto fuerte no son las prestaciones de vértigo. Su principal baza es el equilibrio, que mantiene tanto en comportamiento como en consumo de combustible (5,3 l/100 Km. de consumo medio). A pesar de ello, vale la pena resaltar que alcanza prestaciones dignas de algunos motores de gasolina de caballajes semejantes. Se distingue por una buena entrega de par desde bajas vueltas (ofrece 350 Nm entre 1.750 rpm y 2.500 rpm.) y recupera con suma facilidad. En la última renovación del vehículo, este motor "adelgazó" cuatro kilogramos, factor que ayuda a fomentar la ligereza del conjunto. Si nuestra intención pasa por mantener el control absoluto sobre el comportamiento de las relaciones, apreciaremos las bondades del cambio manual de seis velocidades asociado al bloque diesel. Está integrado por marchas de recorridos cortos, capaces de exprimir al máximo toda la fuerza del motor. Su carcasa fabricada de magnesio ultraligero reafirma la voluntad de Audi de priorizar la reducción de pesos. El óptimo rendimiento del cambio automático S Tronic de la marca alemana es de sobras conocido, pero esta alternativa no está disponible en versión diesel. Y es que uno de los peros de la única versión de gasoil del TT Coupé es precisamente ése, que es única y no deja lugar a la elección.
Comportamiento
En el apartado dinámico es donde el Audi TT Coupé saca pecho y extrae el máximo partido de una estructura pensada para dos usos bien diferenciados. Y es que pese a su estética puramente "sport", los ingenieros de la firma germana han logrado una suavidad de marcha que permite una conducción tranquila sin que un tarado excesivamente duro, nos recuerde el vehículo que llevamos entre manos. Es por ello que puede ser un automóvil ideal para largos viajes, pues rueda con suma comodidad por grandes rectas. Sin embargo, si nos decidimos a alegrar el ritmo por trazados revirados, comprobaremos que esconde una estabilidad que hace honor a su carácter deportivo. El tren delantero es de tipo McPherson con brazos transversales triangulares inferiores, chasis auxiliar de aluminio y barra estabilizadora transversal. Por su parte, el trasero es multibrazo con barra estabilizadora. Gracias a la eficacia del chasis, la sensación de control sobre el vehículo es excepcional en todo momento. Y todo ello, administrado por una efectiva dirección, que pone su granito de arena, para que el vehículo avance "casi por raíles". Esta precisión y la suavidad de marcha que ofrece el coupé de Audi dan como resultado un vehículo de conducción sorprendentemente sencilla.
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Seguridad
Una de las bazas más relevantes en materia de seguridad del TT Coupé es la presencia del laureado sistema de tracción integral de Audi denominado quattro. Dispone de un embrague multidisco con control electrónico que, en circunstancias normales, envía el par motor a las ruedas delanteras. Por su parte, las traseras reciben la fuerza necesaria si las condiciones lo exigen. La tracción total será de gran ayuda, sobre todo, en situaciones de baja adherencia como una carretera nevada o una superficie con grava. Entre los sistemas de seguridad también cuenta con ABS, ASR y ESP...
Valoración final
De entre el abanico que ofrece el segmento coupé, la propuesta de Audi sigue manteniéndose como una de las más equilibradas. Y es que, a diferencia de muchos deportivos puros, el TT Coupé consigue concentrar diversión y confort en un mismo vehículo, lo que le otorga un punto a favor para quienes no sean partidarios de los extremos. Pero aprovechar esta ventaja exige un presupuesto que supera los 40.000 euros. Nissan 370Z y Peugeot RCZ son dos de las principales alternativas.
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