Capacidad y carácter
Para muchos conductores con familia o que necesiten espacio para practicar deportes al aire libre, la variante que hemos probado del Serie 3 va a estar entre las más atractivas de la gama. En primer lugar, el incremento de tamaño que ha recibido la Serie 3 Touring hace que se haya ganado espacio en casi todos los ámbitos. El avance afecta muy positivamente a los ocupantes traseros debido a la mayor longitud y distancia entre ejes y no debemos olvidar el aumento, respecto a la generación anterior, del versátil maletero, cuya capacidad también crece considerablemente.
Acompañando al crecimiento hay que subrayar sus cualidades dinámicas, que permiten al mismo tiempo disfrutar de una conducción de alta carga deportiva y “devorar” kilómetros por autopista sin inmutarnos. Por su parte, el propulsor diésel 3.0 de 258 CV asegura una respuesta contundente si pisamos a fondo el acelerador y un comportamiento suave si mantenemos velocidades de crucero. Y todo ello marcando unos registros de consumo bastante bajos que aún pueden serlo más si sacamos partido del modo de conducción ECO. Para obtener todo ello, no obstante, se exige un desembolso que no es precisamente escaso ya que el coche cuesta 50.400 euros.
Más grande y deportivo
En lo que respecta a proporciones, el modelo cuenta con una anchura de vías mayor con la que se fomenta su estética deportiva. Esta variante familiar es idéntica a la versión con carrocería berlina hasta el montante B, por lo que ambas comparten el mismo frontal expresivo. Éste se basa en los modernos faros con tecnología LED y la parrilla ovoide doble levemente inclinada hacia delante. De aquí parten las nervaduras en forma de V que recorren el capó y que refuerzan la personalidad del vehículo.
Por otra parte, las entradas de aire inferiores situadas en los extremos son más anchas que antes. Al observar el vehículo de perfil, vemos que se distingue por una silueta alargada que le aporta una destacable presencia. Cabe señalar que el modelo es 9,7 centímetros más largo que antes y que su distancia entre ejes también ha crecido, en este caso 5 cm. Destaca por estar provisto de unas importantes superficies acristaladas y por su línea descendente del techo, que finaliza en un alerón con el que se dilata la apariencia deportiva.
Si nos fijamos en la zaga del coche veremos que el principal protagonismo lo adquieren los pilotos envolventes en forma de L. Al igual que por delante, la parte trasera se caracteriza por su elegancia, a lo que se le añade funcionalidad. Ello se observa, por ejemplo, en las importantes dimensiones del portón, que ofrecen un buen acceso al maletero y que puede ser eléctrico en opción.
Paso al frente en habitabilidad
El incremento de tamaño del Serie 3 Touring ha dado lugar a un interior más amplio en todos los aspectos. Para empezar, nos ofrece un puesto de conducción espacioso, con una buena altura al techo y unos asientos confortables que sujetan el cuerpo de manera magnífica. Hay que señalar su buena ergonomía, reforzada por el hecho de que el tablero esté orientado hacia el conductor. En la línea de los estándares que suele brindar la firma alemana, el vehículo muestra una excelente calidad de acabados que se percibe en los mandos, el volante, el salpicadero y la tapicería de piel.
El modelo puede escogerse con tres líneas de acabado opcionales, llamadas Sport, Luxury y Modern, así como con el paquete deportivo M. Nuestra unidad pertenecía al acabado Luxury, que aporta al habitáculo diversos elementos cromados y molduras de madera brillante que impulsan aún más el ambiente de alta calidad interior. Al haber crecido tanto en longitud como en batalla, los pasajeros traseros se benefician de un espacio más holgado para las piernas, ganando 17 milímetros a la altura de las rodillas. Aunque poco perceptible, también se ha ampliado en casi un centímetro la altura al techo. En cualquier caso, para viajar con total comodidad es mejor que se alojen dos ocupantes en esta zona.
Donde más ha mejorado el modelo alemán a nivel de habitabilidad es en cuanto a maletero. Y es que éste ha crecido en 35 litros, lo que supone un volumen de 495 litros, algo más que el Audi A4 Avant y que el Mercedes Clase C Estate, sus dos grandes rivales en el segmento premium. Además, cuenta con una buena versatilidad, pues es posible organizar la carga bajo el piso, a través de una red de sujeción o mediante distintos ganchos y los respaldos traseros pueden plegarse en proporción 40/20/40. Con todos ellos abatidos, se logra una gran capacidad de 1.500 litros. Asimismo, se incluye la luneta de apertura independiente de serie, lo que facilita introducir o extraer pequeños objetos del maletero sin necesidad de abrir el portón.
Prestaciones y eficiencia
La unidad 330d Touring probada está movida por un motor diésel de seis cilindros en línea de 2.993 cc y 258 CV de potencia. Se trata del techo de la gama en el ámbito del gasóleo y ofrece un rendimiento y una eficiencia mejorados en comparación con su antecesor gracias a los avances logrados por BMW en su tecnología TwinPower Turbo. Y es que, debido a la reducción del peso y las fricciones internas y a la optimización del sistema de inyección, no sólo se ha conseguido aumentar par y potencia, sino que se han reducido consumos si lo comparamos con el anterior propulsor diésel 3.0 de seis cilindros.
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Esta mecánica manifiesta una magnífica entrega de fuerza a bajas revoluciones, generando una respuesta muy eficaz y aprovechando a fondo sus 560 Nm de par entre 1.500 y 3.000 rpm. Además, recupera de forma muy destacable, lo que se agradece sobre todo durante los adelantamientos en vías de doble sentido. El motor que da vida al 330d se caracteriza asimismo por un alto grado de suavidad de funcionamiento, aspecto que contribuye a aumentar el confort general.
Asociada al motor se encuentra la caja de cambios automática de ocho velocidades, que goza de unos desarrollos muy equilibrados y que reacciona realmente rápido entre marchas. La raza del propulsor al pisar el acelerador queda más que probada teniendo en cuenta que completa el 0-100 km/h en sólo 5,6 segundos. De igual forma, puede alcanzar una velocidad punta de 250 km/h limitada electrónicamente. En el capítulo de la eficiencia, el 330d Touring homologa 5,1 litros cada 100 km, o lo que es lo mismo, un 15% menos que antes. No fue tan baja la media al acabar nuestra prueba, aunque registró un excelente valor de 6,5 litros.
Adaptado para cada ocasión
En términos dinámicos, la versión familiar del Serie 3 se comporta de forma impecable, pues proporciona una altísima estabilidad incluso en conducción a ritmos elevados por zonas reviradas, con un mínimo nivel de oscilaciones de la carrocería. Asimismo, se muestra muy eficaz en los cambios de apoyo, si bien en este aspecto se muestra algo menos ágil que en su hermano en variante berlina. En cualquier caso, desde el primer momento demuestra que es capaz de responder de forma estupenda tanto a la hora de viajar de forma tranquila como a ritmos más animados.
Para adaptar el comportamiento según nuestras preferencias cuenta con el dispositivo Driving Experience Control. Integra cuatro modos de conducción entre los que podemos escoger denominados Eco Pro, Comfort, Sport y Sport+. El primero de ellos se basa en el máximo ahorro de combustible y actúa en consecuencia. Para ello, se modifica la conducta del acelerador y de la transmisión y se reduce el uso de energía en diversos sistemas como el climatizador. Con este modo Eco Pro, es posible reducir el consumo hasta en un 20%.
Si optamos por el modo Comfort, la suspensión adopta un reglaje algo más blando pensando principalmente en la comodidad de los ocupantes. Mientras tanto, cuando ansiemos una conducción muy activa debemos escoger el modo Sport o, en su defecto, para una mayor diversión, el Sport+. En este último, además de una mayor firmeza en la suspensión, el propulsor, la transmisión y la dirección se adaptan para poder extraer el máximo rendimiento deportivo del coche.
Conclusión
El aumento de tamaño de la nueva Serie 3 Touring se refleja en un habitáculo más generoso para todos los ocupantes y, además, en un maletero que crece considerablemente. Por otra parte, su eficaz chasis unido a las múltiples posibilidades de configuración genera unos resultados dinámicos de alto nivel, aunque levemente por debajo a los de la variante berlina. Mientras tanto, el propulsor diésel 3.0 es capaz de explotar sus cualidades deportivas reduciendo aún más su media de consumo anterior. El principal hándicap se encuentra en el precio, que supera los 50.000 euros.
A ese precio ya de por sí elevado, deberemos añadir, como siempre en la marca, los numerosos opcionales que hacen que, por ejemplo, nuestra unidad de pruebas, con asientos eléctricos, tapicería de cuero, asistente de mantenimiento de carril, navegador professional, el paquete Luxury y numerosos elementos añadidos de confort y funcionalidad, se fuera más allá de los 67.000 euros, un precio casi prohibitivo para un familiar por muy premium que sea.
que razón tienes