BMW 340i xDrive ¿Quién quiere un M3?

El BMW M3 -ahora también el M4- es la versión más deportiva de la Serie 3, el coche que culmina la gama más popular y exitosa del fabricante bávaro. Además, es un vector de imagen espectacular ya que representa, desde hace cinco generaciones, la expresión de la deportividad intrínseca de BMW. ¿Qué os vamos a contar del M3 que no sepáis? Por si acaso, aquí tenéis dos estupendos vídeos: la prueba del M4 de Luís Miguel Reyes y el reportaje de las cinco generaciones del M3 que hizo Gerard Farré.

Vale. El M3 -o el M4- es el Serie 3 superlativo, el coche que todos los amantes de la marca querrían aparcar en su garaje. De acuerdo, pero... ¿qué sucede cuando uno no tiene a mano los 89.950 euros que cuesta un M3? Pues que siempre pueden buscarse alternativas. Así, a voleo, se me ocurren tres. La primera es un M3 de segunda mano. En Coches.net tenemos varios de ellos. La segunda, optar por uno de los nuevos BMW M2, la reencarnación, dicen los que lo han probado, de los primeros M3, al menos en espíritu. Y la tercera, la única que nos queda cuando lo que necesitamos es una berlina de cuatro puertas, es recurrir al coche que vamos a probar hoy, el BMW 340i xDrive que, dicho sea de paso, existe también con la carrocería Touring, más práctica y con más maletero.

Este Serie 3 de altos vuelos es una de las novedades del reciente rediseño del modelo (lanzado a finales del año pasado) y puesto al día en temas de equipamiento y motores. Antes, el Serie 3 con este propulsor de seis cilindros en línea, tres litros de cilindrada y tecnología Twin Turbo se llamaba 335i pero ahora ha pasado a denominarse 340i, entre otras cosas porque ha ganado 20 CV extra. Con ello suma 326, 100 menos que el M3 y eroga un par de 450 Nm, de nuevo 100 menos que el M3 aunque porcentualmente la diferencia es menor, conseguido, además, a sólo 1.350 rpm.

Que a menos de 1.500 vueltas esté disponible todo el par del motor habla muy a las claras del carácter de este seis en línea y que la cifra de potencia máxima, que se alcanza a las 5.500 vueltas, se mantenga intacta hasta 1.000 revoluciones más arriba nos da pistas sobre su rendimiento en alta. A título comparativo, el brutal motor del M3, realizado sobre el mismo bloque, mantiene la potencia máxima hasta las 7.300 vueltas pero, en cambio, llega a su cifra de par máximo 500 vueltas más arriba. Del M3, por cierto, tenéis una prueba completa en este link.

El motor es lo más destacado de este BMW. El seis cilindros de tres litros es toda una referencia, desde hace años, en la gama del fabricante y desde que se evolucionó con la tecnología Twin Turbo es uno de los propulsores de mayor rendimiento en su categoría. En el Serie 3, además, encaja como un guante y resulta el modelo ideal para sacarle todo el partido. Ya comentamos en su momento, al probar el M4, que nos parecía que el coche había perdido algo de su feeling por un exceso de caballería. En este 340i, el encaje entre motor y chasis está mucho más conseguido.

El Serie 3 es un coche muy ágil y muy reactivo, con un tarado de chasis muy logrado en todas sus versiones pero en este caso, la suspensión más firme se adapta perfectamente a las características del motor y del cambio automático, el ZF de ocho relaciones que llevan todos los Serie 3 automáticos y que, aunque no tiene la endiablada rapidez del DKG del M3 (éste de siete relaciones) sí es lo bastante rápido en modo secuencial como para disfrutar cambiando marchas con las levas y está lo suficientemente bien escalonado como para llevar el motor siempre en su régimen correcto. A mi me gusta más ese cambio que el manual aunque es evidente que la diferencia de precio existente (2.645 euros) no es de las menores del mercado.

De todas maneras, el seis cilindros parece estar siempre en el régimen correcto. Tiene tanto par y desde tan abajo, que cualquier aceleración es inmediata (abate el 0 a 100 km/h. en 4,9 segundos) y recupera incluso en marchas largas con una facilidad enorme. La elasticidad que ofrece proporciona muchas satisfacciones. Permite conducir en marchas largas en autopista buscando consumos ajustados y facilita apurar las marchas, siempre con la respuesta adecuada, en las carreteras de montaña cuando nos apetece conducir de manera deportiva.

En el apartado de consumo. BMW asegura que ha rebajado un 10% el consumo respecto al 335i anterior. La homologación oficial habla de 6 litros a los 100 pero pensad que en autopista a velocidad legal consume unos 7,5 litros y que en carreteras de montaña o ciudad, el consumo se acerca con facilidad a los 10 litros. Como en todos los gasolina turbo, el incremento del consumo es notable cuando se usan las prestaciones del motor.

El comportamiento dinámico se apoya también en el sistema de tracción a las cuatro ruedas xDrive, uno de los elementos que le diferencia del M3. En este tipo de coches, la tracción integral afecta menos al comportamiento que a los que derivan de modelos de tracción delantera. El hecho de que el reparto de par favorezca al eje trasero en condiciones normales apenas modifica las sensaciones al volante y consigue que el límite de adherencia sea superior. Además, en mojado, por ejemplo, las ayudas a la conducción trabajan mucho menos que en un Serie 3 de propulsión. Como es habitual en BMW, lo que no nos acaba de convencer son los frenos, potentes al inicio pero tendentes a la fatiga y con un tacto algo raro al principio.

En este sentido, para aquellas personas que tengan intención de comprar un Serie 3 y vivan en zonas de meteorología poco clemente, las versiones xDrive son muy recomendables. Este consejo no aplica a los clientes del 340i ya que esta versión sólo se comercializa con la tracción integral permanente.

Motor y cambio al margen, este 340i xDrive es un Serie 3 con todo lo bueno y lo no tan bueno del resto de la gama. El rediseño a que fue sometido el modelo a finales del año pasado es muy liviano, sin apenas cambios estéticos, pero la sensación es que el habitáculo ha ganado en calidad percibida. Los BMW son coches bien hechos y bien rematados aunque el aspecto general está un paso por detrás de los de un Audi, por ejemplo. La sensación es que en este 340i se ha recortado un poco la diferencia.

La carrocería del 340i xDrive es igual que la de cualquier otro Serie 3. Mide 4,63 metros de largo, pesa 1.690 kilos, que no son pocos y tiene un maletero de 480 litros, suficiente para viajar cuatro personas. La habitabilidad trasera, por su parte, es algo justa, con la plaza central de emergencia, y no destaca ni en altura ni por la distancia entre filas como todos los tracción trasera.

Nuestra unidad montaba el paquete de M Sport, que se factura a 8.290 euros y es una de las cuatro líneas de equipamiento que se ofrecen sobre la versión base. Las otras tres son la línea Advantage (3.950 euros), la Sport (5.790 euros) y la Luxury (7.690 euros). Este paquete M Sport incluye el paquete aerodinámico M, control de crucero, faros de LED, navegador Business, paquete de iluminación interior, climatizador, paquete de compartimientos portaobjetos, instrumentación ampliada, sensores de aparcamiento delantero y trasero, espejos antideslumbramiento, faros antiniebla de LED y asientos deportivos.

Sobre esta base, nuestra unidad llevaba además llantas de aleación de 19 pulgadas (las de serie son de 17) facturadas a 1.471 euros, tapicería de cuero Dakota, disponible en varios colores por 2.022 euros, la pintura metalizada en color azul Estoril (1.095 euros) y el navegador profesional (1.109 euros sobre el Business).

Uno de los elementos que siempre se han criticado a los BMW es su relación precio-equipamiento, algo que es más notorio a medida que sube el precio del coche como consecuencia de montar un motor más potente. La marca vende sus coches sin apenas cambios en el equipamiento independientemente de que se compre un 316 o un 340 y mientras que en los menos potentes puede entenderse que haya que completarlos con algunos extras, en un coche que vale casi 60.000 euros no es de recibo tener que pagar aparte una cámara de retrovisión (516 euros), el aviso de ángulo muerto (689), el acceso sin llave (653) o el cambio de luces cortas a largas (159) por poner algunos ejemplos.

Otros elementos opcionales son el mantenimiento de carril (639 euros), el control de crucero activo (972), las cámaras de visión perimétrica (910), el head-up display (1.205), la información de los límites de velocidad (393), el equipo de sonido Harman Kardon (1.294) que mejora al equipo de serie, la calefacción de asientos (455) o la suspensión deportiva adaptativa M (1.353), uno de los extras más recomendables por la manera como modifica la suspensión, más suave y confortable en autopista y ciudad y más firme para conducción deportiva. Cuando se monta esta opción, la suspensión cambia con el modo de conducción elegido igual que la respuesta del motor, las leyes de paso del cambio, el sonido del motor y la asistencia de dirección.

La conclusión es que este 340i xDrive es una excelente alternativa a un M3. Es algo más discreto estéticamente -más si prescindimos del kit M-, es también muy rápido y muy eficaz gracias al plus de la transmisión integral y la diferencia de caballería y la no presencia del cambio DKG -suplido perfectamente por el automático de 8 marchas- no justifican la gran diferencia de precio existente.

Para los que quieran disfrutar al volante y puedan pagarlo, este coche me parece ideal tanto por el encaje entre el conjunto motor-cambio y el chasis como por sus prestaciones. Éste es uno de los Serie 3 más equilibrados que existen y es un coche con el tamaño justo, un motor espectacular y un chasis perfectamente puesto a punto. Lo dicho, ¿quién quiere un M3?