Renovar un símbolo, rediseñar un modelo tan emblemático como el Panda siempre entraña dificultades que van más allá del reto estético, pues ha supuesto cambiar su cuerpo sin cambiar su alma. Pero hay que reconocer el nuevo Panda "se sale con la suya", pues logra la mayoría de los objetivos fijados en el briefing de producto. No se puede negar que conserva su aire simpático, popular, sencillo y amable de siempre, pero potenciando su vertiente más práctica, cómoda e ingeniosa gracias a un concepto de diseño que sus creadores han llamado soft strenght (fuerza suave) y que se basa en una figura geométrica que condensa la solidez del cuadrado con la suavidad de la redonda: el "squircle". Estos cuadrados redondos de aristas biseladas se repiten a lo largo de todo el coche en multitud de elementos y componentes: mandos, botones, tipografía, elementos decorativos... El resultado es de una gran coherencia y continuidad en sus formas, un elemento que demuestra el intenso trabajo de desarrollo que se requiere tras la idea inicial de planteamiento. Este "valor añadido", esta "marca de la casa" (también presente por ejemplo en el icónico Fiat 500) es algo que en muchas ocasiones se echa a faltar en la competencia (Hyundai i10, Nissan Pixo, Citroën C1, Toyota Aygo, Ford Ka...) y lo que suele acabar distinguiendo a un coche normal de uno líder.
Diseño
Sus creadores dicen de él que "posee la sencillez de los objetos inteligentes y que resulta tan generoso y acogedor como un hogar italiano". El Panda actual conserva las formas maestras del modelo anterior; la diferencia respecto a su antecesor es su orientación a la función. Muchos de sus detalles responden a criterios de coherencia y funcionalidad, como por ejemplo la parte exterior acristalada continua, con ventanillas en cada sección del coche hasta envolver todo el vehículo para obtener la máxima visibilidad y luminosidad interior. También la posición elevada de los pilotos traseros permite salvaguardarlos de los pequeños golpes de aparcamiento habituales de la ciudad, además de hacerlos más visibles para otros conductores entre el tráfico cuando hay una frenada inesperada. Otros detalles prácticos están más "escondidos", como el Smart Fuel System, que impide mancharse al repostar o equivocarse de surtidor ya que el cierre va unido a la tapa (carece de tapón independiente).
Habitabilidad
El habitáculo también cuenta con algunos guiños al modelo original, como la "bolsa marsupial" del primer Panda, a modo de bandeja o guantera sin tapa extra. Otros detalles originales son por ejemplo la banda del color de la carrocería, que envuelve al salpicadero y engloba todos los controles en un frontal más tecnológico. Como soluciones novedosas e ingeniosas, citar por ejemplo, el grupo de "cuadrados redondos" en relieve ubicados en el respaldo de los asientos, que permite crear una zona de ventilación para la espalda; o el nuevo freno de mano tipo "mouse", que libera espacio en el túnel central. Gracias a esta minuciosa redistribución de mandos y controles, el Panda cuenta con hasta 14 huecos portaobjetos, lo cual es mucho considerando su tamaño. Pero sin duda lo más destacado de la habitabilidad del utilitario de la prueba es el aumento de capacidad, versatilidad y amplitud interior logrado. Sus nuevas dimensiones exteriores -es 11 cm más largo que el modelo de 2003- le permiten alcanzar los 260 litros de maletero (cuando antes tenía 236) y ampliar su capacidad total hasta los 870 abatiendo los asientos, mientras que los respaldos de los traseros se desplazan longitudinalmente hasta 160 mm para acondicionar el espacio interior según la preferencia.
Mecánica
El motor que equipa el modelo probado es el sorprendente 0.9 Twin Air Turbo de 85 CV, un minúsculo bloque de configuración bicilíndrica que ofrece un rendimiento muy satisfactorio. Esta versión certifica unos registros muy favorables en relación a su potencia: sólo 4,2 litros de media a los 100 km y 99 g de CO2, gracias también a la presencia del sistema Start&Stop de serie. Sin embargo, estas cifras son más sobre el papel que en conducción real. Resulta francamente difícil bajar de los 5 litros y cuesta acercarse siquiera a los valores oficiales incluso con un estilo de conducción eficiente y especialmente ahorrador. De cualquier forma, y superado el "impacto acústico" de los primeros kilómetros -la sonoridad de este motor es muy, pero que muy peculiar-, no hay duda que obtener 85 CV de un motor de dos cilindros es un hito mecánico que hay que valorar muy positivamente.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Comportamiento
Gracias a este voluntarioso propulsor, el Panda goza de una notable agilidad por carretera. Su rendimiento mecánico es óptimo, permitiendo realizar aceleraciones de cierta contundencia cuando la maniobra lo precisa, y obteniendo registros de velocidad punta (177 km/h) y salida parada (0-100 en 11,2 s) bastante estimables para sus escasos 900 cc. Otro gran aliado del Panda en conducción urbana es la tecla City de su dirección, que permite suavizar el tacto y la resistencia al giro del volante para efectuar maniobras en la ciudad a baja velocidad con mayor comodidad y sin el menor esfuerzo. En cuanto a dinamismo, las nuevas dimensiones del vehículo y la optimización del conjunto de las suspensiones han comportado una notable mejora en este apartado, en el que se aprecia enseguida el mayor aplomo del coche, que circula más asentado y que proporciona una sensación de pisada más firme.
Seguridad
En lo referente a la seguridad, el utilitario italiano experimenta también un gran salto cualitativo: se ha reducido un 35% el balanceo de su carrocería, se ha incorporado el ESP de segunda generación de serie y como novedad de equipamiento opcional se puede instalar el sistema LSCM (Low Speed Collision Mitigation), un dispositivo que mediante un sensor láser ubicado en el parabrisas frena el coche automáticamente si detecta la presencia de un obstáculo al circular por debajo de 30 km/h.
Valoración final
Con unas ventas que superan los 6,5 millones de unidades en los 32 años de vida comercial desde que fue lanzado el primer Panda, en 1980, está claro que "algo tiene" más allá de un diseño simpático que lo diferencia del resto de la competencia. Además, Fiat argumenta que el 46% de sus propietarios repite modelo y se convierte en "pandista" incondicional, una tasa de fidelidad que ningún otro modelo alcanza, y menos en categorías pequeñas. Está claro que posee unos valores, un estilo y una "personalidad" que resultan atrayentes para una gran diversidad de público; desde los jóvenes con pocos recursos económicos que estrenan licencia, a los automovilistas veteranos que renuncian a prestaciones y ostentaciones en favor de la comodidad, la sencillez y la facilidad de manejo. Si algo tiene el Panda es que su público es realmente tangencial, abarcando por igual a hombres y mujeres, independientemente de grupos de edades o estratos; otro mérito que debe reconocérsele. Sin embargo, los 13.100 euros que cuesta con esta motorización pueden ser una importante limitación en un segmento en el que los precios tienen una importancia crucial al decantarse por una u otra marca.
Tengo un Fiat Panda del 20o9 con 45.000 km y le tengo que cambiar la dirección se me bloquea al entrar en redondas por un smple relé más de 1000 euros no dan duros por pesetas