Los familiares de tamaño medio derivados de un modelo compacto -como el Opel Astra Sports Tourer, el Renault Mégane Tourer o el VW Golf Variant, por citar algunos ejemplos- no suelen gozar en nuestro país de una aceptación comercial acorde con las ventajas que proporcionan a sus propietarios. Su notable capacidad de carga en relación a sus medidas exteriores (son ligeramente más largos que un compacto pero mantienen unas cotas exteriores bastante contendidas) proporcionan sobrados argumentos para satisfacer las necesidades de espacio de una familia joven. Sin embargo, la tendencia en la mayoría de los casos es, en caso de necesidad de espacio, saltar del compacto de 5 puertas a la berlina grande familiar.
Modelos como el Ford Focus Sportbreak ejemplifican de forma muy evidente la practicidad de estos vehículos frente a rivales de mayor tamaño. Además, en el caso de modelo probado, con la motorización más potente de la nueva generación de motores tricilíndricos EcoBoost, las sensaciones que transmite son francamente sorprendentes. Igualmente, el equipamiento tecnológico y de seguridad que ofrece el Focus actual, de serie o en opción, puede compararse sin complejos con otros rivales incluso del segmento Premium, por lo que merece la pena considerar los muchos pros y los pocos contras que conlleva decantarse por un compacto con carrocería familiar.
Diseño
La imagen del Focus familiar presenta un perfil lateral bastante dinámico, con líneas de fuerza que transmiten dinamismo y un aspecto "veloz". El frontal resulta especialmente aerodinámico y agresivo por el efecto de los faros estilizados con luces diurnas de Leds y sobre todo por la parrilla inferior trapezoidal atravesada por dos nervaduras verticales que dividen la toma de aireación en tres secciones. Por su parte, la zaga resulta incluso más acertada que la del 5 puertas (con excesivo protagonismo de los pilotos traseros). Al contrario de lo que suele ser habitual entre los compactos familiares, que en algunos casos presentan un simple volumen posterior "añadido". En esta ocasión los diseñadores de la marca del óvalo han sabido integrar de forma armoniosa el volumen trasero para configurar un perfil equilibrado y proporcionado. Las llantas de radios múltiples de esta unidad y las barras de techo cromadas acaban por conferirle un toque de elegancia clásica que le sienta bien al familiar americano.
Habitabilidad
En el interior del habitáculo las formas algo "forzadas" de la consola central y las rejillas de aireación, junto con el salpicadero, el panel de instrumentos y la botonadura transmiten una imagen de avanzada modernidad, quizás incluso demasiado para determinados perfiles de cliente, ya que por ejemplo el diseño poco convencional del tirador del freno de mano (muy próximo a la pierna del conductor) sorprenden al principio. En cualquier caso, la presentación es bastante buena y la calidad también está a la altura de lo esperado. La insonorización es también buena teniendo en cuenta que se trata de un bloque de tres cilindros y la ausencia de ruidos debido a ajustes inadecuados u holguras entre piezas es total.
Por lo que se refiere a capacidad, su zona de carga es la mayor baza de esta configuración, pues no mejora el espacio para los pasajeros respecto al 4 o el 5 puertas al destinarlo casi íntegramente a maletero. Gracias a los 20 cm adicionales en la longitud exterior del Sportbreak, la capacidad del Focus se incrementa en 200 litros respecto al 5 puertas: de 277 a 477 litros. Además de un amplio y práctico portón enrasado con el suelo de carga y una boca bastante baja, el maletero presenta formas muy aprovechables y multitud de prácticas soluciones, como dos compartimentos laterales con tapa, doble luz, 4 ganchos y toma de 12V.
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Mecánica
Los motores EcoBoost de Ford despliegan en todas sus variantes un sorprendente y eficaz rendimiento gracias a la combinación de inyección directa y turbo. Pese a tener sólo un litro y tres únicos cilindros, este avanzado propulsor de gasolina ofrece unas prestaciones que hasta hace poco hubieran parecido técnicamente inalcanzables pues alcanza los 193 km/h de punta con un cero a cien en 11,5 segundos. De lo más razonable para un bloque tan pequeño. Su potencia (125 CV) en relación a su consumo y emisiones es todo un logro de ingeniería, ya que gasta 5,1 litros de media y emite 117 g de CO2 por km. Sus buenos registros medioambientales se cimentan también en la presencia de un sistema de parada y arranque automático, de serie en esta versión. Además, pese a su escasa cilindrada, tampoco requiere de un trabajo frecuente sobre el cambio manual de seis velocidades ni "exprimir" excesivamente cada marcha para obtener todo su potencial mecánico. El ritmo puede ser relajado y cómodo, con un empuje progresivo y una suavidad y refinamiento impropios de un tricilíndrico.
Comportamiento
El familiar compacto americano ha demostrado sobradamente a lo largo de las generaciones anteriores su liderazgo en el segmento por lo que se refiere a comportamiento dinámico. La precisión en la trazada, el aplomo en recta, la pisada consistente y segura del coche y su notable agilidad en tramos virados evidencian un chasis brillante y un magnífico trabajo de puesta a punto de la suspensión, que se muestra tolerante con los ocupantes en conducción diaria y resolutiva ante una mayor exigencia. La dirección, con asistencia eléctrica, es de tacto agradable, se muestra rápida y permite "apuntar y dibujar" la trayectoria deseada en el trazado de las curvas.
Seguridad
Como apuntábamos antes, uno de los aspectos más sorprendentes del Focus es su avanzado equipamiento de seguridad. Además de los habituales 6 airbags, ABS, etc., puede contar con elementos que hasta ahora estaba reservados al segmento premium. Entre ellos destacan el sistema City Safe Mode, un dispositivo que, entre 15 y 30 km/h, frena el coche ante un obstáculo o peatón; el avisador de cambio de carril -que recupera la trayectoria girando levemente la dirección-; el detector de ángulos muertos; un sistema de reconocimiento de señales; el control automático de luces largas y la alerta de fatiga. Este último es un dispositivo capaz de detectar falta de atención al volante que recomienda detener la marcha si se rebasan varias veces las líneas del carril. En definitiva, un despliegue apabullante que además presenta precios francamente competitivos.
Valoración final
El Focus Sportbreak (21.550 euros el modelo de la prueba) es un vehículo altamente recomendable por su excepcional dotación de elementos de confort, asistencia a la conducción y seguridad activa y pasiva, pero sobre todo por su fabulosa eficiencia en relación a su apreciable respuesta dinámica y mecánica. En cuanto a capacidad y versatilidad, supera ampliamente a las carrocerías de 4 y 5 puertas y no comporta un aumento excesivo de su tamaño exterior, que se mantiene en unos moderados 4,55 m de largo. En definitiva, un excelente compromiso que permite compatibilizar una cierta deportividad en la conducción con los requerimientos de espacio y capacidad de una familia de tipo medio pero siempre manteniendo a raya el consumo y las emisiones.
Yo tengo el tdci 1.6 2012 Y SON PEREZOSOS DE COJONES no lo volveria a comprar por el motor