"Sport Technologies"
Hablar del Focus ST nos hace remontarnos hasta el año 2002 cuando la marca americana Ford decidió sacar al mercado la primera variante deportiva de su popular compacto Focus con el apellido ST (Sport Technologies). Por aquél entonces el Focus ST se lanzó con un motor de gasolina Zetec de 2.0 litros y 170 CV de potencia que lo desmarcaban de las variantes estándar. Además montaba llantas específicas de 17 pulgadas y un nuevo cambio manual de seis relaciones.
Dos años más tarde, con el cambio de generación ya realizado, aparecía un nuevo ST. En este caso bajo el capó escondía un poderoso propulsor de 2.5 litros y cinco cilindros en línea, de origen Volvo, que erogaba la interesante cifra de 225 CV.
Con la tercera generación, en 2012, llegaba un nuevo modelo de la mano del motor 2.0 EcoBoost de 250 CV. Se trataba de un modelo con un motor excelente, con suculentas mejoras en el chasis que resultaban en una efectividad mucho mayor que la que ofrecía la generación anterior y unos consumos bastante más contenidos en comparación con el 2.5 de cinco cilindros.
El año pasado se propuso un ligero restyling para la gama Focus que, a su vez, ha supuesto también una actualización en la variante deportiva. Todos esperamos ansiosos la llegada del nuevo Ford Focus RS, el primer RS con tracción total y que montará un potente motor 2.3 Ecoboost de 350 CV, sin embargo, el ST, también presenta importantes mejoras que lo hacen aún más racing que la versión anterior.
Una de las grandes novedades es la introducción del motor diésel en la gama ST. El modelo 2015 podrá escogerse también con el propulsor TDCi 2.0 de 185 CV que, si bien no llega a las prestaciones puras que ofrece el gasolina, asegura una respuesta contundente, gracias a sus 400 Nm de par máximo, y un consumo mucho más contenido.
Hemos querido poner a prueba a este nuevo Focus ST en todo su esplendor, y para ello queríamos la versión de gasolina, la más potente, a la que sometimos a un duro examen tanto en carretera abierta como en nuestra pista de pruebas habitual para coches deportivos:el circuito de Parcmotor Castellolí, un trazado muy variado, con todo tipo de curvas de diferentes ángulos y velocidades, perfecto para encontrar los límites de estos modelos de aspiraciones deportivas con seguridad.
Tuning de fábrica
Los cambios estéticos apenas modifican el aspecto exterior que ya presentaba el anterior ST. En este caso hablamos de detalles que realzan una apariencia deportiva que, si bien, se antoja extremadamente juvenil y con un cierto parecido a un Focus convencional tuneado, como bien dicta el encabezado, como comentario personal.
Los añadidos se centran en potenciar una estética extremadamente deportiva y aunque no son muchos, podemos contarlos con los dedos de las manos, sí logran enfatizar aún más el espíritu de este modelo. Empezamos con el frontal, el cual presenta una disposición un poco más baja de sus elementos. La característica parrilla de panal de abeja es ligeramente más estrecha, los faros más finos y rectos, las luces antiniebla adquieren un formato rectangular, las tomas de aire inferiores son un poco más grandes y el capó presenta ahora nervaduras centrales.
El kit de carrocería incluye faldones laterales, parachoques trasero específico, con la zona negra más extendida que en el modelo anterior, escape doble central de forma poligonal y un gran spoiler de techo. Monta llantas de 18 pulgadas de serie color grafito, como las de nuestra unidad de pruebas, pero el cliente también puede optar por unas de 19 pulgadas ST Design con neumáticos específicos desarrollados conjuntamente entre Ford y Michelin.
Ford ofrece 6 tonalidades cromáticas para la carrocería que van desde los clásicos blanco, plateado y gris hasta los coloridos Rojo Race y Azul Impact o el espectacular Amarillo Race que viste a esta unidad y que tiene un sobrecoste de 1.250 euros.
Más funcional y deportivo en el interior
Ford ha querido mejorar aquellos puntos en los que “fallaba” la anterior generación y para ello ha rediseñado ciertos aspectos del interior para que este Focus ST sea un poco más intuitivo y agradable tanto para el conductor como para los compañantes.
La antigua pantalla del sistema de infoentretenimiento se sustituye por una nueva más grande, de 8 pulgadas, a color, táctil y de alta resolución. Este cambio permite modificar gran parte de la consola vertical y ahorrar un buen puñado de botones. Ahora es todo mucho más intuitivo, siempre y cuando dediques los primeros días a trastear un poco la pantalla para familiarizarte con las diferentes opciones que propone, al principio un poco confusas.
Con el sistema multimedia se añade el Ford SYNC 2 que otorga control de audio, navegación, climatización y conectividad con smartphones usando el control de voz.
Los asientos semi-baquet fabricados por la prestigiosa marca Recaro se incluyen de serie en el ST. Según el nivel de acabado podrán estar forrados de cuero parcial negro y tela de diferentes colores o, en el caso de la versión ST+, la nuestra, éstos vienen forrados completamente en cuero negro. Se trata de unos asientos muy deportivos, perfectos para realizar una conducción alegre, pero que pueden llegar a cansar en trayectos largos debido al escaso mullido que proponen. Los conductores de cuerpo fino se acomodarán bien, si bien las personas corpulentas o con un poco de sobrepeso los encontrarán realmente incómodos debido a su excesiva estrechez.
El nuevo ST propone también un nuevo volante deportivo de tres radios que se apunta a la moda de añadir la base plana con un aspecto más racing. Está forrado en piel y ofrece un tacto blando fantástico con una ergonomía muy buena gracias a sus formas bien marcadas para la correcta colocación de las manos.
En la parte superior del salpicadero encontramos los tres indicadores correspondientes a la presión del turbo, la temperatura del aceite y la presión del aceite. Se añade una nueva palanca de cambios con el pomo en cromo satinado, pedales deportivos ST, iluminación en los pies de color rojo, manetas de las puertas en cromo satinado y embellecedores de aluminio en los umbrales de las puertas iluminados en rojo con el anagrama ST.
La habitabilidad respecto a un Focus convencional apenas cambia para sus ocupantes y se mantiene con un espacio en las plazas traseras algo justo para las piernas. Esta unidad trae consigo la rueda de galleta opcional, un hecho que hace que el volumen del maletero se reduzca hasta unos pobres 316 litros sin doble fondo Para ampliar la capacidad de carga, hasta los 1.262 litros, habrá que abatir los respaldos traseros (en proporción 60/40) no sin antes haber plegado la base del asiento hacia adelante para conseguir un piso totalmente plano.
Un motor muy cañero
Poco hay que hablar del motor 2.0 EcoBoost de 250 CV porque es el mismo que se montaba hasta la fecha. Se trata de una mecánica potente con una respuesta sumamente satisfactoria. Cuenta con 360 Nm de par máximo que se entregan a tan sólo 2.000 vueltas por minuto y que garantizan un fuerte empuje a bajo régimen.
Según la ficha técnica logra catapultar al Focus ST desde parado hasta los 100 km/h en apenas 6,5 segundos y puede alcanzar una velocidad punta de 248 km/h. Todo ello con un consumo combinado homologado de 6,8 l/100 km, aunque creedme cuando os digo que en la práctica es difícil bajar de una media de 8-9 l/100 km pese a contar ahora con parada y arranque automático. Con este coche es imposible conducir relajado…
Se asocia únicamente con un cambio manual de seis relaciones diseñado por el equipo Ford Team RS, donde las primeras marchas son muy cortas para mejorar las aceleraciones y las dos últimas enfocadas hacia una conducción más confortable y “ahorradora”, en la medida de lo posible...
Es una mecánica que no defrauda prácticamente en ningún rango de revoluciones, lo que permite disfrutarla a bajas vueltas en una conducción más tranquila o descubrir todo su potencial en la zona media-alta de su cuentarrevoluciones. Todo ello acompañado de un espectacular sonido de escape tan deportivo como artificial.
Transmite tanta seguridad que no importa en qué rango de revoluciones te encuentras. Si pisas a fondo el acelerador responde de forma casi instantánea desbocando sus 250 CV, que en realidad parecen más.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
¡Esto es la guerra!
Hace poco más de un mes publicamos una comparativa entre los tres compactos de tracción delantera más rápidos del momento. Enfrentamos al Seat León Cupra con el Performance Pack, al Renault Mégane RS Trophy R y al Volkswagen Scirocco R, mientras se quedaron fuera modelos de la talla del Opel Astra OPC, Peugeot 308 GTi by Peugeot Sport o Alfa Romeo Giulietta QV por tener menos caballos o simplemente por un tema de disponibilidad. Obviamente, el nuevo referente entre este tipo de vehículos, el Honda Civic Type R, tampoco podíamos incluirlo debido a que aún no está a la venta.
Como en el caso del Giulieta QV (240 CV) el Ford Focus ST no entró en la comparativa con esos tres titanes al considerar que sus 250 CV de motor no estarían a la altura de los de sus competidores. Quizás nos equivocamos, pero no por motor, sino por chasis.
El Ford Focus ST puede presumir orgulloso de contar con uno de los mejores chasis del segmento, con una puesta a punto extremadamente deportiva más típica de un RS que de un ST.
La actualización de este modelo trae consigo nuevos muelles delanteros y un nuevo reglaje de los amortiguadores más deportivo en ambos ejes. Todo ello combinado con nuevas barras estabilizadoras específicas y los mismos muelles traseros que ya montaba la generación anterior.
El resultado salta a la vista desde los primeros metros al volante. El tarado de las suspensiones es de los más duros que pueden encontrarse en un coche de estas características actualmente. Un hecho que trae consigo puntos a favor, como la excelente estabilidad y dinamismo en conducción deportiva, pero también algunas pegas referentes al confort de marcha, en especial cuando el firme no está en perfectas condiciones.
Se ha revisado la dirección asistida para adecuarse a los nuevos términos planteados por el ST, sin embargo me sigue pareciendo demasiado asistida. También continúa presente el problema que ya presentaba el anterior modelo, y es que al acelerar a fondo la dirección tiende a leer el estado la carretera. Es decir, si existe una mínima inclinación, tiende a coger esa dirección. Por el contrario, me ha gustado mucho que sea tan directa, menos de dos vueltas de volante de extremo a extremo, aunque el coche tiene poco ángulo de giro.
No cuenta con un diferencial mecánico de deslizamiento limitado como el que monta el Seat León Cupra o el anterior Ford Focus RS, por poner dos ejemplos, sino que equipa un diferencial electrónico de par vectorial denominado Electronic Torque Vectoring Control. Este sistema es exactamente el mismo que el XDS del Grupo Volkswagen, el cual frena la rueda delantera que se encuentra en el interior de la curva para trasladar el par motor a la rueda exterior que dispone de mayor capacidad de tracción.
El conductor del Focus ST tiene la potestad de poder elegir entre tres modos del programa electrónico de estabilidad (Estándar, Sport y Off) según el tipo de conducción que desee practicar. Con el modo Estándar los controles de estabilidad y tracción están totalmente activos y apenas dejan jugar con el coche. El modo Sport es sin duda el más divertido para afrontar un tramo de montaña, ya que nos permite jugar con la trasera hasta cierto punto, que por cierto se muestra muy viva.
Cabe la posibilidad de desconectar por completo cualquier tipo de ayuda con el modo Off, y aunque el Focus ST no sea un coche muy radical, sí que precisa de buenos dotes de conducción y, sobretodo, cabeza para evitar sustos.
Es un coche claramente pensado y creado para el disfrute del conductor y ofrece todas las cualidades que se buscan en un coche con aspiraciones deportivas. En carretera te lo puedes llegar a pasar extremadamente bien sin sobrepasar los límites de la vía y sin poner en peligro a ningún otro usuario. El mero hecho de enlazar curva tras curva a un ritmo alegre, sin apenas inmutarse, es toda una bendición para los sentidos.
En Parcmotor Castellolí, el circuito de pruebas que usamos a menudo, pude exprimir al máximo tanto su chasis como su potente motor. En la pista salen a relucir las carencias típicas de un coche de calle cuando se le somete a un máximo esfuerzo, sin embargo el Focus ST sólo se quejó de frenos, que tras dos o tres giros perdieron mucha eficacia.
Las suspensiones mantienen al coche literalmente pegado al asfalto, con un paso por curva realmente rápido y con la particularidad de “levantar la patita” en las curvas más lentas del circuito debido a la gran rigidez que presenta.
El motor 2.0 EcoBoost da mucho juego en un trazado como este que combina giros de todo tipo con fuertes subidas y bajadas. El gran empuje que ofrece a bajas vueltas aumenta el rango de aprovechamiento a prácticamente todo el cuentarrevoluciones lo que nos permite afrontar la mayoría de las curvas en tercera marcha y evitar la segunda, muy corta, que hace patinar en exceso las ruedas al salir de la curva a fondo.
Precio ajustado
Si echamos un vistazo a los precios base de los principales compactos deportivos del mercado, rivales del ST de gasolina, se deduce rápidamente que el Ford es uno de los más económicos. El acabado ST+, el tope de gama que monta nuestra unidad, se factura de entrada sin extras en 32.925 euros (sin descuentos). Sólo el Renault Mégane Coupe RS 275 (31.850 €) es un poco más económico que el Ford, que a su vez es 1.000 euros más barato que el Seat León Cupra 5p 290 CV manual (33.950 €).
El resto de rivales están claramente por encima: Volkswagen Scirocco R (38.770 €), Opel Astra OPC (38.000 €), Alfa Romeo Giulietta QV (38.850 €), Honda Civic Type R (34.500 €) y Peugeot 308 GTI by Peugeot Sport (35.400 €), todos ellos sin posibles descuentos aplicados.
Además nuestra unidad de prueba equipaba algunos elementos opcionales que lo dejan prácticamente en un modelo “full equipe”: color Amarillo Sport (1.250 €), el paquete Active Vision (700 €) que incluye el Avisador y Asistente de cambio de carril, el Reconocimiento de las señales de tráfico y el Control automático de las luces de carretera, el Navegador con pantalla táctil de 8” con SYNC2 y 10 altavoces (1.450 €), el Control de crucero y el Limitador de velocidad (200 €), Apertura sin llave Ford Key Free (300 €), Cristales de privacidad (200 €), Protector de las puertas (150 €), BLIS y Alerta de tráfico cruzado (500 €) y la Rueda de repuesto tipo galleta (100 €).
Con todo este equipamiento nos plantamos en 37.775 €, un precio que aún sigue por debajo de modelos como el Scirocco R, el Astra OPC o el Giulietta Quadrifoglio Verde, todos ellos sin equipamiento añadido.
Además, según el configurador online de Ford, nuestra unidad de pruebas con todos los extras y los descuentos aplicados (3.450 €), referentes al descuento promocional, al Plan PIVE y a la financiación con FCE Bank a través de la campaña "Vente a Ford Credit", se queda en unos interesantes 34.325 euros. Que no está nada mal.
El Focus ST se presenta entonces como una alternativa muy buena para el cliente más racing, con un motor que sorprende por su fantástico empuje, un chasis súper deportivo –demasiado incluso-, con un equipamiento muy bueno y unos extras para completar la operación al gusto del consumidor con unos precios a priori nada disparatados. El ST no defraudará. Seguro.
Si el presupuesto no llega para hacerse con uno de los nuevos, siempre se puede echar un ojo al mercado de segunda mano. En coches.net tenemos actualmente cerca de 65 anuncios con precios que van desde los 2.900 euros hasta los 29.800. ¿Por qué no le echas un vistazo? Ford Focus ST de segunda mano
Buenos días, les escribo desde Monterrey México, probé hace poco un focus ST 2014 con 45mil kms y todo bien menos una cosa que me sorprendió mucho, las imperfecciones de la carretera regresan de manera bastante violenta hacia el volante, probé el auto como 20 minutos y me paso 2 veces, se sintió fuerte en el volante y hizo mover el volante, les parece normal o sino cual podría ser la razón porfa ? Sin este detalle creo que compraría el auto porque se ve nuevo y su comportamiento muy bien, la suspensión muy fuerte