Mazda 3 2.0 l DISI i-Stop

Mazda sigue completando nuevas etapas en su estrategia llamada "Zoom-Zoom sostenible". Con el lanzamiento, a partir de la mitad de este mes de julio, del nuevo Mazda3 2.0 l. DISI con un sistema de corte de ralentí altamente eficiente, denominado "i-Stop", el fabricante japonés da un paso más en esa dirección y logra reducir consumos y emisiones empleando tecnología pionera. Este innovador sistema, unido a la inyección directa de gasolina del nuevo Mazda3, ofrece una eficaz combinación de diversión al volante y respeto por el medio ambiente. El secreto se basa en un exclusivo sistema que utiliza energía de combustión para volver a arrancar el motor rápidamente con sólo una pequeña ayuda del motor de arranque y sin consumir combustible en exceso. Para conseguir esto, la posición de los cilindros y el cigüeñal, la apertura de válvula y la inyección directa de gasolina se sincronizan con precisión. La aportación del motor eléctrico únicamente se requiere durante la primera fase del arranque. La ignición inicial, combinada con un impulso al cigüeñal, arranca el motor de una forma extremadamente suave y con gran eficiencia de combustible, además de hacerlo en la mitad de tiempo que los sistemas convencionales de corte de ralentí. Combinado con el motor de inyección directa de gasolina, la optimización aerodinámica del exterior y otras medidas adoptadas para la ocasión, el nuevo sistema i-Stop logra reducir el consumo de combustible del nuevo Mazda3 2.0 l. DISI en un 14% en ciclo combinado, en comparación con el Mazda3 de primera generación con motor convencional 2.0 gasolina. Las previsiones de ventas de la marca para esta versión se sitúan en el 10% del total de Mazda3 que se comercialicen en España, mientras que por carrocerías, el 80% de ellos corresponderán a la versión de 5 puertas y el 20% restante a la carrocería SportSedán.

Las diferencias estéticas entre esta versión de arranque y parada automática respecto a cualquier otra variante de la familia Mazda3 son inexistentes puesto que se trata sólo de una variación mecánica y tecnológica que se añade a la gama. Por ello, el diseño del flamante compacto japonés brilla con todo su esplendor como viene haciéndolo desde hace sólo unos meses, cuando fue presentada la nueva generación Mazda3. Caracterizado por una fuerte expresividad de líneas, el compacto asiático destaca por elementos tan singulares como la toma de aire delantera que conserva en cierta manera la parrilla de cinco puntas clásica de Mazda. Una fluida línea de techo y unos hombros muy marcados son otros de los rasgos característicos de su diseño junto con unos grupos ópticos delanteros de formas muy rasgadas y unos modernos pilotos traseros con cristal transparente. El Mazda3, disponible en carrocería 5 puertas y Sedán con esta mecánica, se adapta a todos los gustos y necesidades, con un carácter más deportivo y dinámico en la versión compacta y con una personalidad más elegante y polivalente para la variante SportSedán, aunque no exenta de deportividad por su silueta con aires de coupé. El cinco puertas mide 4460 mm de largo (con kit deportivo: 4490 mm) y 1470 mm de alto, y el SportSedán mide 4580 mm de largo y 1470 mm de alto.

El salto de calidad experimentado en la nueva generación del Mazda3 fue notable respecto a su predecesor. Este hecho se hace especialmente evidente en unas holguras mínimas entre los componentes y revestimientos interiores así como en el empleo de materiales que aportan una elevada sensación de calidad. Otro factor acertado de su interior es el cuadro de instrumentos ligeramente orientado hacia el conductor, lo que le confiere una ergonomía general muy buena. Como elementos exclusivos del i-Stop están el indicador de color verde en los relojes que avisa del funcionamiento del dispositivo de parada y arranque (motor parado) y el botón junto a la columna de dirección que permite desactivar el sistema. El manejo y el tacto de los mandos es fácil e intuitivo y tanto la palanca de cambios como el volante destacan por su deportividad, al igual que los asientos, que ofrecen una excelente sujeción lateral. Por lo que se refiere al espacio y la habitabilidad interior es óptima aunque en relación a las medidas exteriores no resulta especialmente generosa.

La novedad que introduce como primicia el Mazda3 2.0 DISI i-Stop aporta una solución tan inteligente como eficaz desde el punto de vista de la eficiencia medioambiental. El sistema desarrollado por los ingenieros japoneses es el único de corte de ralentí del mundo que utiliza energía de combustión para volver a arrancar. La ventaja de esta tecnología es que se logra una rápida respuesta y un alto potencial de ahorro de combustible, ya que el reinicio del motor se lleva a cabo en 0,35 segundos aproximadamente, el doble de rápido que los sistemas convencionales de corte de ralentí. Este sofisticado sistema de gestión del motor garantiza la fiabilidad y funcionalidad. El nuevo motor 2.0 l. DISI (Direct injection spark ignition) de gasolina con inyección directa de combustible y sistema de corte de ralentí "i-stop" desarrolla 151 CV de potencia máxima a 6.200 rpm y ofrece un par máximo de 191 Nm a 4500 rpm. El consumo medio homologado de este modelo, asociado a una transmisión manual de seis velocidades, es de 6,8 l/100 km, un 14% menos que la primera generación de Mazda3 con motor convencional gasolina de 2,0 litros. Los niveles de emisiones son igualmente ajustados (159 g de CO2 por kilómetro), lo que le permite cumplir sobradamente la normativa Euro V gracias a la utilización de un nuevo catalizador de nanotecnología simple que ofrece excelentes resultados a largo plazo en el tratamiento de los gases de escape así como una importante reducción del consumo de metales preciosos.

Uno de los efectos beneficiosos de su trabajado y acertado diseño exterior es que a nivel aerodinámico presenta escasísimos ruidos y turbulencias generadas por el viento, lo que redunda en un confort acústico y de marcha superior. Además, la nueva generación del Mazda3 posee unos niveles de sonoridad interior entre un 6% y un 11% más bajos que su predecesor. Esta mejora ha sido posible gracias a las citadas medidas aerodinámicas en el exterior pero también a una mayor rigidez torsional (+10%) en todo el vehículo -el uso de aceros de alta resistencia y de resistencia ultra alta ha aumentado un 17%-, mayor rigidez de la suspensión y un amplio uso de materiales aislantes en el habitáculo. Y es que a pesar de sus mayores dimensiones y de llevar más equipamiento, el nuevo Mazda3 pesa 15 kg menos que el modelo anterior.

Con respecto al comportamiento dinámico, la suspensión delantera McPherson delantera en conjunción con la trasera multibrazo, ambas de nuevo diseño, ofrecen un manejo preciso y una gran comodidad de marcha. Además, unidas a la dirección asistida electrohidráulica sensible a la velocidad, que aumenta la sensación de precisión de la dirección y reduce el consumo de combustible, ofrece un rendimiento general absolutamente convincente.

Por lo que se refiere a este apartado, el nuevo Mazda3 2.0 DISI i-Stop comparte con sus hermanos de gama elementos como el control de estabilidad DSC con sistema de control de tracción (TCS); ABS con distribución de la fuerza de frenado (EBD), asistencia a la frenada y señal de parada de emergencia (ESS), de serie en toda la gama. También incluye airbags delanteros, laterales y de cortina de serie y en función de los acabados (de serie en Sportive) cuenta con Asistente de Cambio de Carril (RVM) que avisa al conductor antes de cambiar de carril con señales luminosas y sonoras cuando un vehículo se aproxima por detrás o se encuentra situado en el ángulo muerto. También puede incorporar faros delanteros bixenón adaptativos (AFS), testigo de presión de los neumáticos (TPMS) y sensores de aparcamiento (de serie en Luxury y Sportive).

La diferencia en consumo con respecto a la variante de gasolina (de dos litros y 150 CV) es apreciable mientras que en precio no hay un salto destacable y las prestaciones son casi idénticas, por ello se revela como una alternativa interesante porque sólo suma ventajas. A unas emisiones menores y un consumo más ajustado se le añaden las sensaciones que proporciona el sistema i-Stop, tremendamente suave. Su actuación puede pasar casi desapercibida en el caso de que circulemos con el volumen de la radio un poco alto, ya que la ausencia de ruidos y vibraciones es sorprendente. A penas se aprecia cuando se detiene el motor y cuando se vuelve a poner en marcha (a la menor insinuación sobre el pedal del embrague). Además, si en algún momento no se desea que actúe, existe un botón para poder desconectar este dispositivo.

La implantación de este tipo de tecnologías deberá cubrir un porcentaje de la gama de modelos de la marca significativo en pocos años puesto que es un sistema que ha demostrado su eficacia (se implantó ya en Japón en la anterior generación) y los resultados son francamente positivos tanto para el bolsillo de los propietarios como para el medioambiente.