Mercedes-Benz GLK: Reestilizado integral

Mercedes-Benz ha dado un nuevo impulso a su SUV de referencia, el GLK, retocando algunos detalles de su diseño exterior e interior, ampliando el equipamiento de confort y seguridad y mejorando la gama de motores, que ahora gastan menos. Por lo tanto, la marca germana ha revisado integralmente este SUV de lujo, que cada día incorpora más detalles propios de las berlinas tradicionales de la marca manteniendo los atributos propios de un todocamino. Los nuevos sistemas de asistencia a la conducción que se incluyen en la gama a partir de ahora proceden de la Clase S y la Clase E; el interior se ha rediseñado para aumentar todavía más la sensación de bienestar; la gama de motores es más eficiente y muy amplia, similar a la que podemos ver en la Clase C y Clase E: seis diésel y un gasolina; y la carrocería ha recibido pequeños retoques en las ópticas y los paragolpes, que lo hacen un poco más atractivo. Estos cambios van a venir muy bien a un coche que hasta ahora parece haber sido más del agrado en mercados como el estadounidense o el chino que en el europeo. Refuerzan al GLK como un modelo de referencia en cuanto a la mezcla de estilo SUV o todocamino con el comportamiento, el confort y las prestaciones de un turismo de lujo. PVP: MERCEDES-BENZ GLK 200 CDI BE 36.700 € MERCEDES-BENZ GLK 220 CDI BE 39.575 € MERCEDES-BENZ GLK 220 CDI 4M BE 42.950 € MERCEDES-BENZ GLK 220 Bluetec 4M 44.800 € MERCEDES-BENZ GLK 250 Bluetec 4M 47.625 € MERCEDES-BENZ GLK 350 CDI 4M BE 54.600 € MERCEDES-BENZ GLK 350 4M BE 53.625 €

El Mercedes-Benz GLK cambia poco, como podemos ver en las fotos. La marca alemana sólo ha efectuado algunos retoques en las ópticas delanteras y traseras, ha rediseñado ligeramente las barras del techo, los paragolpes y los protectores. Aprovechando el restyling, Mercedes-Benz introduce nuevas llantas de 17, 19 y 20 pulgadas. Sólo los más detallistas verán las diferencias entre el nuevo modelo y el del año pasado. El GLK mantiene, por lo tanto, las formas cuadriformes y angulosas que lo diferencian de otros SUV's, que apuestan por formas más redondeadas y suaves. Es una apuesta estética bastante atrevida, que no resulta del agrado de todo el mundo, pero que hacen del GLK un todocamino muy original y diferente. Para los que buscan un GLK con un aire más deportivo, la marca ofrece el paquete exterior AMG, que comprende faldones AMG delante y detrás, parrilla del radiador específica con dos lamas cromadas, luces diurnas LED y llantas de aleación de 19" y 5 radios. Con el paquete AMG también se incluye una adaptación del tren de rodaje, para asegurar un comportamiento más deportivo.

En el interior también podemos ver algunos cambios con respecto al anterior GLK, aunque básicamente mantiene el mismo diseño. Lo más destacado es la nueva moldura que recorre todo el tablero de instrumentos, para dar mayor sensación de anchura, y los nuevos difusores redondos del aire acondicionado. Es un interior que desde el primer momento da sensación de calidad y refinamiento, que invita a acomodarse y a disfrutar de la conducción. El volante de tres radios tiene buen tacto y un diseño agradable, con mandos multifunción integrados, aunque para nuestro gusto es un poco grande. Adoptar una buena postura de conducción es muy fácil gracias a las múltiples regulaciones eléctricas de asiento y volante, que permiten precisar al milímetro. Como en todos los SUV automáticos de Mercedes-Benz, la palanca selectora Direct Select marca la diferencia. No tenemos palanca de cambios tradicional, sino una pequeña leva donde en otros coches está la del limpiaparabrisas, que sirve para insertar el modo Directo del cambio automático. Las marchas podemos cambiarlas mediante las levas detrás del volante.La palanca selectora Direct Select tiene una ventaja: permite ampliar la capacidad de la consola central, que se aprovecha para colocar compartimentos portaobjetos, muy prácticos y de buen tamaño. La inclusión de nuevo equipamiento opcional, como el sistema multimedia Comand Online, que nos permite navegar o conectarnos a internet y visualizar todo en un pantalla de 17,8"; el sistema de sonido surround Harmand Kardon Logic 7; el navegador Becker Map Pilot de visualización en 2D/3D; o el kit de integración para iPad en las plazas traseras, colocan al GLK como una nueva referencia en cuanto a infoentretenimiento, y potencian todavía más su imagen de SUV de lujo. Estamos hablando de un coche que mide 4,53 metros de longitud, con carrocería de cinco puertas. Es un tamaño compacto pero suficiente para dar cabida a cinco pasajeros con sus equipajes y no tener sensación de estrechez. El acceso a las plazas es bueno, ya que no es un SUV excesivamente alto (177 mm. de altura libre).

La gama de motores la forman seis modelos diésel y uno de gasolina. La versión de entrada en la gama diésel es la GLK 200 CDI de 143 CV. Le siguen la 220 CDI de 170 CV, la 250 BlueTec 4 Matic de 204 CV y la 350 CDI de 265 CV. En gasolina, el protagonista es un bloque V6 de 306 CV, que monta el GLK 350 4Matic. Estos motores montan tecnología BlueEfficiency, que comprende un grupo de sistemas destinados a mejorar la eficiencia del motor y reducir el consumo de combustible. Entre estos sistemas destacan la función de parada y arranque ECO, la dirección electromecánica o los neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Las versiones GLK 220 y 250 pueden equipar la tecnologia BlueTec, que se sirve de una solución acuosa de urea para limitar sus emisiones contaminantes a la atmósfera y cumplir la normativa europea. En la presentación organizada por Mercedes-Benz en Suiza pudimos conducir la versión diésel de menor potencia, que se prevé que sea la más vendida. También probamos el motor diésel más potente, el que monta el GLK 350 CDI 4Matic. Ambos motores destacan por una excelente entrega de par a bajas vueltas, suavidad de marcha y baja sonoridad mecánica. El mayor peso del V6 diésel de la versión 350 CDI con respecto al 4 cilindros del 200 CDI se nota en marcha. La versión más potente carga más peso en el tren delantero, y condiciona la respuesta de la dirección y la agilidad del coche, mejor en el 200 CDI. Pero si lo que queremos es empuje y mayores prestaciones, mejor optar por los 265 CV del 350 CDI. A pesar de esta cifra de potencia, el 350 CDI sólo gasta unos 7 l/100km de gasoil. El 200 CDI se queda en 6l/100 km. de media. Todas las versiones del GLK montan cambio automático 7G-Tronic Plus de 7 velocidades, excepto las diésel 200 y 220 CDI, que vienen de serie con un manual de 6 marchas, y el automático queda como opción.

El aspecto más destacado del Mercedes-Benz GLK es la suavidad de funcionamiento de todo el conjunto. El motor, el cambio, las transmisiones, la suspensión o la dirección funcionan con una suavidad y precisión notables. Está claro que en el GLK se ha priorizado el confort y el placer de conducción , algo típico los coches con la firma de la estrella. No obstante, todos los GLK montan el tren de rodaje Agility Control, con sistema de amortiguación selectivo, que adapta automáticamente la respuesta de los amortiguadores, su mayor o menor dureza, según nuestro estilo de conducción. Esto ayuda a la estabilidad del coche en carretera de montaña, por ejemplo, y hace más efectiva la respuesta del chasis. Como os comentaba un poco más arriba, se percibe una mayor agilidad y facilidad de guiado en la versión diésel con motor de cuatro cilindros que en la V6, debido a su menor peso. No es un coche liviano precisamente (1.825 kg. en orden de marcha el cuatro cilindros diésel, y casi dos toneladas el V6) pero lo compensa con un buen chasis y unos motores suficientemente potentes. El GLK invita a circular con suavidad, disfrutando de su lujoso interior y su carácter rutero. El cambio de marchas automático responde a esta filosofía, y ofrece una transición entre marchas suave, precisa, pero un poco lenta si lo comparamos con un cambio de doble embrague. La dirección de desmultiplicación variable ofrece una extrema suavidad a la hora de aparcar, por ejemplo, y la firmeza necesaria a alta velocidad. Es un coche con un buen ángulo de giro, como tuvimos ocasión de comprobar durante una ruta off-road. En este sentido, el GLK ofrece la posibilidad de hacer excursiones por el campo, con la seguridad que otorga su tracción integral y sistemas electrónicos como el control de tracción, el control de descensos, el de ayuda al arranque en pendiente o el ABS adaptado para la circulación en pistas. Si sois de los que no le importa ensuciar el coche de barro a cambio de una magnífica ruta campera, es recomendable que montéis el pack offroad, que comprende todos estos sistemas de ayuda a la conducción además de un programa que modifica la respuesta del acelerador, el ABS y el control de tracción para adaptarlos a las necesidades de la conducción en campo. El paquete off-road incluye además protectores de bajos y tren de rodaje de mayor altura (20,1 cms. de altura libre). Los recorridos de rueda del GLK no son los del GL ni mucho menos los del G, pero dan suficiente juego para circular por terrenos abruptos con un buen nivel de seguridad.

Uno de los aspectos destacados en el restyling de este SUV de Mercedes es la incorporación de todo un grupo de sistemas de asistencia a la conducción que mejoran la seguridad activa: -Dirección eléctrica con servodirección inteligente Steer Control, que emite impulsos al volante para corregir la dirección en situaciones de riesgo. - Servofreno de emergencia BAS. - Adaptative Brake, que nos ayuda a arrancar en pendiente. - Sistema de alerta por cansancio Attention Assist (opcional). - Sistema de prevención de protección de los ocupantes Pre-Safe (opcional). - Paquete de control de carril, que engloba el detector de cambio de carril y el control de ángulo muerto. A todo ello hay que añadir airbags frontales, de cadera, laterales para conductor y acompañante, de cortina para todos los ocupantes y airbag de rodillas para el conductor. Además, sistema de pedales a prueba de impacto, reposacabezas Neck-Pro activos y capó activo para protección de peatones.

Dentro del grupo de los SUV compactos de lujo, el GLK sigue siendo una referencia, no tan sólo por la calidad de su construcción, sino por la eficiencia de su cadena cinemática, ahora todavía más precisa. A su nivel de potencia, equipamiento y precio se mueven pocos todocamino, entre ellos el BMW X3, Volvo XC60, Audi Q3 o Range Rover Evoque. La versión de acceso de estos modelos se mueve en torno a la misma tarifa, inferior a 40.000 euros. Nos hubiese gustado que esta renovación del GLK incorporase mayores cambios estéticos, pero no ha sido así. Es un SUV con una estética algo particular, que puede llegar a no convencer, y creemos que esto limita algo su difusión en Europa. Como contrapartida, marca una diferencia con respecto a sus competidores, y eso siempre es un valor añadido en un mundo, el del automóvil, a veces poco original.