Con la llegada de la variante Coupé, Mini amplía su abanico de opciones y ofrece ahora el primer biplaza de la serie actual. Probamos la versión Cooper S, que con sus 184 CV de potencia se posiciona un escalón por debajo del tope de gama John Cooper Works Coupé de 211 CV. El Mini Coupé se adentra en un nuevo territorio el de los pequeños biplaza cupés, partiendo con la ventaja de disponer de clientes fieles y puristas de la marca, que en busca de nuevos diseños, y de un estilo de conducción más deportivo, podrían ver con buenos ojos la adquisición del nuevo modelo de aires más deportivos. Su longitud y anchura es prácticamente la misma que la del modelo convencional (3.734 mm de largo y 1.683 mm de ancho), solamente la altura (1.364 mm) se ve afectada con una reducción de más de 3 cm. Pudimos conducirlo durante una semana y comprobar de primera mano qué tal va el nuevo Mini Coupé Cooper S en general. A continuación os detallamos nuestras impresiones. PVP Mini Coupé Cooper S: 27.050 euros Unidad probada: 33.203 euros
Diseño
El Mini Coupé tiene un carácter propio que lo desmarca del resto de modelos de la marca a simple vista. Dispone de una carrocería de tres volúmenes claramente identificados (capó, habitáculo y maletero), pero lo que verdaderamente llama la atención es el techo en forma de casco o caparazón de color contrastante con la carrocería. El frontal prosigue con la tradición de la familia Mini y se muestra inalterable. Un poco más atrás, en el montante A, el parabrisas adquiere una caída mucho más pronunciada para complementar la menor altura del techo. La parte trasera quizás sea la más llamativa. Empezando por la parte alta, encontramos un pequeño spoiler integrado en el techo que ayuda a canalizar el flujo de aire a altas velocidades hacia el alerón retráctil que se encuentra en la parte superior del maletero. Éste se despliega automáticamente cuando se superan los 80 km/h y se esconde por debajo de los 60 km/h. El portón trasero integra la estrecha luneta de forma curva, que se extiende hacia los laterales hasta las ventanas del conductor y acompañante. Dada la atípica configuración del techo, la visión trasera se ve bastante perjudicada al mirar por el retrovisor. Los dos tubos de escape centrales, característicos de esta versión y de la John Cooper Works, enfatizan aún más el aspecto deportivo del pequeño biplaza. Multitud de elementos decorativos están disponibles en un completo abanico de accesorios opcionales para personalizar al Mini de forma única.
Habitabilidad
La parte delantera del habitáculo es la misma que en el resto de la gama Mini. Como es habitual, el salpicadero cuenta en su parte central con un gran reloj que integra el velocímetro en su parte exterior y una pantalla a color de 6,5 pulgadas en el centro, que ofrece toda la información relacionada con diferentes parámetros del coche: el control de la radio, el CD MP3, el navegador, temperatura del aceite, etc. Los asientos delanteros, los únicos en el acabado Coupé, ofrecen un gran confort y sujeción óptima para todo el cuerpo. Dada la disminución de altura del coche, los ingenieros han tenido que moldear parte del techo con dos guarnecidos elípticos para asegurar que ninguno de los dos ocupantes pueda tocar con la cabeza en él y así acentuar la sensación de mayor espacio. El Mini Coupé renuncia a los asientos posteriores para ofrecer un maletero de 280 litros. A él también se puede acceder mediante una trampilla situada entre los dos asientos, que aporta un plus para transportar algún objeto largo que pueda sobresalir un poco sin llegar a estorbar al conductor. El acabado en general es de gran calidad, el cuero de los asientos o los materiales utilizados en el salpicadero y en los revestimientos de las puertas así lo demuestran. Lo único que puede entrar en discusión el estilo clásico que impera en la filosofía del diseño de Mini, la cuál a algunos puede enamorar y a otros acabar pidiendo una buena modernización.
Mecánica
La versión que hemos probado, la Cooper S, monta el potente motor de cuatro cilindros de 1.600 cc con sistema de regulación variable de las válvulas, turbo Twin-Scroll e inyección directa de gasolina. Gracias a esta combinación entrega una potencia total de 184 CV a 5.500 rpm y un par máximo de 240 Nm a partir de las 1.600 rpm, aunque con la función "overboost" el par aumenta durante unos pocos segundos hasta los 260 Nm. La eficaz caja manual de seis velocidades presenta unos recorridos cortos de la palanca del cambio, que permiten disfrutar de una conducción deportiva y de un engranaje rápido y preciso. El Coupé Cooper S es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,9 segundos y alcanzar una velocidad punta de 230 km/h, una cifra que evidentemente no hemos podido comprobar ya que nuestra prueba se efectuó íntegramente por vías públicas. Estas prestaciones se combinan con un consumo medio de 5,8 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 136 g/km según homologación. Estos valores se consiguen gracias, en parte, al sistema de recuperación de la energía de frenado, a la función Auto Start-Stop, al indicador del momento óptimo del cambio de marchas y a la servodirección electromecánica que actúa únicamente cuando giramos el volante. En la prueba dinámica, hicimos nuestros propios test de consumo, que si bien continúan siendo bajos, aumentan un poco respecto al homologado (como es habitual). En ciudad nos marcó un consumo medio de 7,9 l/100 km, en carretera y autopista una media de 5,5 l/100 km y al finalizar la prueba, después de más de 500 km el ordenador de a bordo marcaba un consumo medio de 6,6 l/100 km. Unas cifras bastante aceptables teniendo en cuenta el carácter deportivo del modelo. En el eje delantero monta una suspensión de tipo McPherson, mientras que en el trasero la configuración multibrazo es la encargada de garantizar un contacto óptimo con la calzada. Los frenos de 294 mm delante y 259 mm detrás aseguran una capacidad de frenado óptima.
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Comportamiento
Cuando te pones al volante del Mini Coupé Cooper S lo primero que te viene a la cabeza es buscar una ruta alternativa para llegar a tu destino. Con más curvas, sin tráfico y a ser posible con puertos de montaña. Digo esto porque el biplaza es pura diversión. Su corta batalla garantiza reacciones nerviosas cuando lo conducimos al límite, además si apretamos el botón Sport notaremos como el vehículo tiende a sobrevirar un pelín cuando lo forzamos y la respuesta del acelerador y de la dirección son ahora aún más precisas. Los 184 CV de su motor se notan, ¡y vaya si se notan!. Gracias al par disponible a bajas revoluciones, podemos presionar fuertemente el pedal del acelerador, con la aguja del cuentarrevoluciones en cualquier rango de rpm, que el Mini Coupé Cooper S responderá con rapidez y eficacia. La puesta a punto del chasis es una delicia, está armoniosamente reglado entre el confort y la estabilidad de marcha en curva, lo que garantiza una gran eficacia para cualquier tipo de conducción con el balanceo justo de la carrocería. Las suspensiones, con un tarado un tanto duro, ayudan a canalizar cualquier irregularidad del terreno. Pero no hablemos sólo de pasarlo bien conduciendo rápido, ya que el Mini Coupé se presenta también como una gran solución para circular por las ciudades. Dadas sus reducidas dimensiones, callejear por vías estrechas no supondrá ningún problema y nos permitirá movernos con soltura entre el denso tráfico urbano sin por ello disparar el consumo. En los semáforos notaremos como entra en acción el sistema de parada del motor que ayuda a reducir unas décimas el consumo urbano. Si nos vamos al extremo opuesto, las autopistas, el pequeño Coupé Cooper S garantiza una buena estabilidad y un placer de conducción bastante logrado. Gracias a las seis velocidades del cambio de marcha y a los 184 CV, el Cooper S puede mantener medias de 120 - 130 km/h sin despeinarse. Y seguro que más altas...
Seguridad
El sistema de control dinámico de la estabilidad DSC se incluye de serie en el modelo, que además incluye, entre otros sistemas, antibloqueo de los frenos ABS, distribuidor electrónico de la fuerza de frenado EBD, regulación de frenado en curvas CBC, asistente de frenado y el sistema de ayuda al arranque en cuesta. En el interior se han instalado airbags frontales para conductor y acompañante, y airbags laterales y de techo. Los dos asientos disponen de cinturones de seguridad automáticos con tres puntos de anclaje, con limitadores de tensión y tensores. El Mini Coupé también tiene de serie un indicador de pérdida de presión en los neumáticos.
Valoración final
Partiendo de la base que el Mini Coupé es un coche pensado para parejas sin hijos, solteros, o hasta como segundo coche, si nos centramos en la versión Cooper S, de la que os hablamos en esta prueba, está claro que es un vehículo pensado para ofrecer diversión al volante. Sin duda alguna se trata del Mini más exclusivo de todos, y así lo demostraron las innumerables miradas que se clavaban en él al estar parados en los semáforos de Barcelona. Hasta un "chaval" no tuvo reparos en acercarse hasta mi ventanilla para preguntarme ¡si lo había tuneado! En fin... Como ya es habitual en la marca, el nivel de acabados está a la altura que se merece, y gracias a su mayor capacidad de carga, otorga más versatilidad para transportar equipaje u objetos en su maletero. Eso sí, renunciando a las plazas traseras. Diseñado para no pasar desapercibido, el Mini Coupé Cooper S está destinado a aquellos que busquen un biplaza diferente, pequeño, potente, bien equipado y con el inconfundible sello de Mini. Eso sí, habrá que rascarse el bolsillo, porque los 27.000 € que vale el modelo, sin extras, nos parecen excesivos para un "capricho".
Muy caro por llevar la guantera detras de los asientos traseros.