Pequeños cambios muy favorables
Nissan se está convirtiendo en una marca visionaria. Apostó de lleno por el segmento de los SUVs compactos con el que se convertiría en el fenómeno del momento, el Nissan Qashqai, que recientemente se ha actualizado. Años más tarde la marca japonesa volvió a apuntar, disparó y dio de lleno en el centro de la diana sacándose de la manga, otra vez, un nuevo segmento al que denominaríamos el de los SUV pequeños o pequeños crossovers. El modelo que lo estrenó fue el Nissan Juke, una especie de “mini-Qashqai” con un aspecto desenfadado y en cierto modo cuestionado por algunos.
La cosa parece que les ha funcionado porque el Nissan Juke se ha convertido en el vehículo más vendido de su categoría con más de 500.000 unidades. Aproximadamente unos tres años después de su lanzamiento llega ahora con una imagen ligeramente renovada, nada de cambios profundos, por lo que casi no podríamos hablar ni de restyling sino más bien de un pequeño lavado de cara.
La versión que hemos probado esconde bajo el capó el propulsor estrella, el más vendido. Hablamos del conocido dCi de Renault con 1,5 litros de cilindrada y una potencia de 110 CV.
Más bonito o menos feo, según los ojos que lo miren
El Juke es un coche de esos que crea debate. Como ha demostrado durante sus años de vida, con su gran número de ventas, el pequeño SUV es un modelo que por lo general gusta. Sin embargo también conozco a mucha gente a la que no le ha acabado de entrar por los ojos, y lo entiendo.
Con esta actualización se ha revisado el aspecto general del exterior, modificando algunos detalles para conseguir una pequeña puesta al día y así relanzar las ventas de nuevo. El interior también se acomoda a estos cambios y ofrece ahora nuevas opciones de personalización con colores y acabados. Nuestra unidad no gastaba de eso.
Empezando por fuera puede verse como el paragolpes delantero adquiere un nuevo diseño. Las tomas de aire inferiores formadas por varios círculos ahora ya no son tan llamativas y las luces antiniebla se han recolocado ligeramente.
Los faros delanteros se presentan más elaborados, adoptando una forma mucho más parecida a los que exhibe el Nissan 370Z. La luz diurna de tipo LED también es nueva y tiene dos niveles de brillo según si llevamos las luces encendidas o apagadas.
En la calandra se ha cambiado el diseño del entramado y se ha otorgado más relevancia al logotipo de Nissan en el centro, custodiado por la “V” más gruesa.
La parte trasera también recibe algunas novedades como un paragolpes actualizado de aspecto más deportivo y la tecnología LED para los grupos ópticos. Al mismo tiempo, los retrovisores incorporan ahora los intermitentes integrados y las cámaras del sistema de cámaras de 360º.
Al interior se le han añadido nuevas opciones de personalización, pero curiosamente la unidad de pruebas que nos cedió Nissan no incorporaba nada especial. Como ya nos avanzó Jaume Gustems en la presentación de este modelo, donde además pudo probar también el nuevo motor de gasolina 1.2 DIG-T, pueden elegirse varios colores en contraste para el túnel central, los difusores de aire, los reposabrazos o para las costuras de los asientos.
La configuración del interior apenas varía respecto al modelo anterior. El espacio habitable es el mismo, en las plazas delanteras bastante bueno y justo en las traseras. Sorprende entonces que la marca haya logrado aumentar la capacidad del maletero hasta los 354 litros (1.189 litros con los respaldos abatidos) sin modificar el tamaño del coche. Cuenta con un práctico doble piso para separar distintas cargas.
Una de las opciones más interesantes
Bajo el capó encontramos el conocidísimo motor 1.5 dCi de origen Renault en su variante de 110 CV. Poco más podemos decir que no hayamos dicho ya de este propulsor. Hay que reconocer que con el paso de los años ha ganado en refinamiento hasta convertirse en uno de los motores referentes entre los compactos y utilitarios, pero aún me sigue pareciendo bastante ruidoso.
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Al Juke, sinceramente, no le hace falta más. Los 110 CV le vienen como anillo al dedo para un conductor… digamos estándar, sin demasiadas pretensiones prestacionales. Además, en diésel no hay más opciones de momento. Si buscamos mayores alegrías deberemos irnos a las variantes de gasolina, que llegan hasta los 190 CV o 200 CV en el caso de tratarse de la versión Nismo, pero ésta última aún ofrece el look anterior.
Recientemente he podido probar esta misma mecánica en el Qashqai, exactamente cuando realizamos la comparativa de SUVs, y aunque en el compacto nos gustó bastante su funcionamiento, en el Juke se comporta aún mejor. Además el consumo es ligeramente más bajo. En esta prueba he obtenido una media de 5,6 l/100 km sin privarme de darle algún que otro achuchón.
El menor peso respecto al hermano mayor es la causa principal que hace que parezca que llevamos un motor más potente. A baja velocidad, en ciudad y similar, permite conducirlo por debajo de las 2.000 rpm con ciertas garantías y un consumo contenido. A la hora de realizar desplazamientos por vías rápidas responde con esmero y permite mantener ritmos elevados sin despeinarse.
El cambio manual de seis velocidades tiene unos desarrollos tirando a largos que favorecen el desahogo del motor y bajos consumos. Para practicar una conducción más enérgica deberemos movernos por encima de las 2.500 rpm para garantizar una buena respuesta.
Comportamiento contrastado
El chasis del nuevo Juke continúa siendo el mismo, por lo que apenas varía el comportamiento dinámico en este restyling. En anteriores pruebas realizadas, tanto por mí como por mis compañeros, nos gustó especialmente el tarado de la suspensión que ofrece un excelente compromiso entre confort y dinamismo más propio de un compacto que de un SUV o todocamino. Aunque eso lo penalice ligeramente fuera del asfalto donde los golpes debido a las irregularidades del camino se notan contundentes en el interior.
No tan destacable es el tacto de la dirección que me sigue pareciendo un poco artificial y falto de información, aunque el guiado sí es bastante bueno. Lo que echamos en falta los conductores de gran estatura es la regulación en profundidad del volante. La falta de ésta complica encontrar la postura de conducción óptima –cuando colocas bien las piernas el volante queda lejos, y viceversa-.
Permite variar entre tres programas de conducciónd con el botón D-Mode seleccionado de la consola: un modo normal, otro ECO y uno más deportivo. Cada uno presenta sus propias configuraciones para adaptarse al estilo elegido. Por ejemplo, en el caso de elegir la modalidad deportiva la dirección se endurece y el tacto del pedal del acelerador es más directo. En el caso de decantarse por la opción ECO se prioriza el consumo limitando en gran medida la respuesta del motor y gestionando de forma óptima el climatizador.
De precio ligeramente elevado, pero cargado de equipamiento
El modelo que probamos tiene el nivel de equipamiento Tekna Premium, que sumado a la motorización 1.5 dCi de 110 CV se vende al precio de 24.850 euros sin contar con posibles descuentos. Hablamos del acabado más alto, el cual ya incluye de serie todo el posible equipamiento que lleven las versiones anteriores, es decir, navegador, conector USB, Bluetooth, climatizador, etc, y además añade los faros de xenón, el techo panorámico practicable y los asientos calefactables en las plazas delanteras.
Destacable también la incorporación de del escudo de protección inteligente de Nissan que añade el avisador de cambio de carril involuntario, el control del ángulo muerto en el retrovisor y el detector de movimiento al maniobrar marcha atrás. Además esta unidad de pruebas añade la pintura exterior blanco perla que tiene un sobrecoste de 488 euros.
A nivel de acabados, diseño y equipamientos, tanto de seguridad como funcionales, podríamos decir que a este Juke Tekna Premium no le falta de nada, y es cierto, pero me parece un poco elevado pagar los más de 25.000 euros que piden por él. Al final serán menos si contamos las promociones, descuentos, Plan Pive y demás, pero el PVP estándar se me antoja ligeramente por encima de la media que piden sus principales rivales.
Esta pequeña actualización le ha venido muy bien al pequeño Nissan, un modelo que ya se vendía bien y que ahora pretende aumentar ligeramente sus cifras. Son pocos cambios, contados con los dedos de la mano, pero le han refrescado el aspecto y añadido equipamientos nuevos que lo hacen aún más atractivo. Para el cliente que guste de este tipo de coches, polivalentes, con una altura ligeramente superior y con cierta permisividad para circular por caminos de tierra en buen estado es una magnífica opción, de lo más atractivo del segmento si te gusta su estrambótico diseño.
Tengo un juke 1.5 dci y va de maravilla.90000 km y no me ha dado un solo problema,y ademas mal hechos porque tengo una autoescuela y es el coche que uso para dar practicas.El coche es atrevido,con chispa,se sale de lo convencional...Por supuesto,gasta muy poco y que es amplio esta claro porque mido 1.96 y paso muchas horas en el y voy bien.Siempre habra criticas,esta claro.Para mi cumple extraordinariamente bien.No pasa desapercibido y eso es publicidad para mi autoescuela.Lo dicho muy contento con el
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