Una buena alternativa al diésel
Tras probar a fondo el Note 1.5 dCi de 90 CV, que seguramente será la versión más vendida (tenéis la videoprueba en este enlace) y probar también la versión de gasolina con el motor de tres cilindros atmosférico de 80 CV que no nos acabó de convencer por sus pobres prestaciones (aquí tenéis la prueba de esta versión) llega ahora la tercera variante mecánica de este modelo, anunciada desde el lanzamiento del mismo pero que se ha retrasado hasta el mes de febrero. Se trata del tres cilindros pero con cambios en el sistema de inyección -pasa a ser directa- y con el apoyo de un compresor volumétrico desconectable que eleva la potencia máxima a 98 CV. Esta variante, por tanto, se sitúa como la de mayor potencia de la gama Note y como la principal alternativa al diésel en cuanto a rendimiento.
La unidad de pruebas que hemos conducido tenía el acabado Tekna Premium, el más completo de la gama Note, y el Pack Dynamic. Éste último incluye cristales traseros oscurecidos, un volante exclusivo y un kit de carrocería integrado por un alerón de techo, parachoques trasero en imitación de fibra de carbono, parachoques delantero deportivo, faldones laterales, una parrilla delantera en negro brillante y unas llantas de 16 pulgadas con aspecto diamantado por la combinación de colores plata y negro.
El precio de este kit, recomendable sólo para aquellos que quieran personalizar estéticamente su Note, es de 1.200 euros, un precio excesivo para lo que ofrece. Nuestra unidad, que parte de un precio base de 19.890 euros, costaba 21.510 como consecuencia de montar el mencionado Pack Dynamic y ser de color rojo. La pintura metalizada cuesta 420 euros que hay que pagar por todos los Note excepto que lo elijamos en color blanco sólido (el coche de la videoprueba es blanco metalizado y, por tanto, también tiene el sobreprecio de 420 euros).
La gran novedad de esta unidad es, por supuesto, el motor. Se trata de un bloque de tres cilindros en línea que funciona en ciclo Miller (estos motores tienen un periodo de apertura de la válvula de admisión más largo con lo que ésta se mantiene abierta mientras el pistón está ya en su fase ascendente y se genera un ligero reflujo del aire de admisión hacia el colector. Combinado con la presión que añade el compresor, se logra una relación de compresión más elevada que pasa de 10,7:1 en el atmosférico de 80 CV a 12:1 en este motor sobrealimentado).
El compresor, imprescindible en el Ciclo Miller, permite además, disponer de un par elevado desde bajas revoluciones y, por tanto, dotar al propulsor de una elasticidad que no tendría si fuera turboalimentado. Por el contrario, el compresor no consigue la potencia en alta que sí produce un turbo.
La verdad es que, al volante, el motor es muy agradable de utilizar. No tiene una respuesta muy vigorosa en baja y hay que esperar a que sobrepase las 4.000 vueltas para que justifique su potencia nominal pero la entrega de potencia es rápida y suave. Además, es un motor que no hace excesivo ruido y que no vibra en absoluto, algo poco habitual en los tres cilindros, que suelen tener vibraciones elavadas como consecuencia del desequilibrio que origina el hecho de que dos de los cilindros trabajen enfrentados al tercero.
En ciudad es un motor muy vivo, que acelera bien en marchas cortas pero en carretera queda un poco más justo, sobre todo, porque va acoplado a un cambio de sólo cinco velocidades con unos desarrollos largos pensados para reducir el consumo. Eso obliga a abusar del cambio tanto en los repechos de autopista para mantener la velocidad como en carreteras convencionales donde hay que bajar un par de marchas para adelantar son seguridad y trabajar en segunda y tercera en determinadas circunstancias.
El consumo, pese a que tener que bajar marchas no ayuda a conseguir buenos registros, es bajo para tratarse de un motor de gasolina y aunque gasta más que el Diésel, puede ser una buena alternativa a este último, en especial en un uso muy urbano o para quienes hagan pocos kilómetros al año. Nissan asegura que el coche gasta 4,3 l/100 km. Nosotros le sacamos un consumo de 5,9, mucho más realista, circulando casi siempre con el coche descargado.
El comportamiento dinámico de este coche es correcto. El chasis es ligeramente más duro que el de la versión de 80 CV -es equivalente en muelles y amortiguadores al diésel- y la verdad es que ese algo más de contundencia en los elementos elásticos se agradece ya que reduce ligeramente las oscilaciones de carrocería y transmite más confianza en las carreteras reviradas. Y todo ello sin perjudicar al confort que es lo que Nissan ha querido priorizar.
La suspensión tiene una respuesta adecuada en compresión, con un buen filtrado de baches, ralentizadores y otros obstáculos pero es demasiado generosa en extensión, al menos para mi gusto ya que preferiría que el coche fuera algo más sujeto en las curvas rápidas y de autopista, con una menor inclinación de la carrocería. Por lo que respecta a los frenos, cumplen con su misión aunque no estaría de más sustituir los tambores traseros por unos frenos de disco.
La dirección es eléctrica y tiene un buen tacto. Es bastante informativa y tiene la asistencia justa en marcha aunque menos de la deseada en parado. En este sentido, un modo City como el de los Kia y Hyunadi o el de los Fiat le iría como anillo al dedo.
Habitable y luminoso
El Note anterior era un coche de tipo monovolumen. Al renovarlo, Nissan lo ha hecho ligeramente más bajo y con un diseño más de coche polivalente de segmento B que es como pretende venderlo ahora pero sigue gozando de las ventajas de una distancia entre ejes larga y de un tamaño superior a la media de sus teóricos rivales ya que mide 4,10 metros de largo mientras que coches como el Peugeot 208, el Volkswagen Polo, el Seat Ibiza o el Renault Clio son claramente más cortos.
Su superior distancia entre ejes y una superficie acristalada muy generosa (que puede ampliarse con el techo de cristal opcional que cuesta 600 euros y que no llevaba nuestra unidad de pruebas) le proporcionan un habitáculo en el que se tiene una gran sensación de amplitud. El acceso a bordo, además, es muy bueno, con un corte muy cuadrado de la puerta trasera y, sobre todo, una apertura de las puertas posteriores casi en ángulo recto en relación a la carrocería. El acceso para personas mayores, por ejemplo, es el mejor del segmento de largo.
Una vez dentro, en la banqueta trasera hay un espacio enorme para las piernas. La banqueta está situada a buena altura y con el respaldo bastante vertical, lo que permite ofrecer una posición cómoda pero acerca mucho al techo a las personas altas. En el acabado Tekna Premium y sólo en este acabado, lo que es una lástima ya que sería un buen opcional para las versiones menos equipadas, la banqueta trasera es deslizante, con un recorrido de 14 cm. Ello permite aumentar el tamaño del maletero cuando no es necesario disponer de tanto hueco para las piernas -cuando viajamos con niños, por ejemplo- y modular, por tanto, el espacio disponible.
Lo que tienen de bueno en longitud, las plazas traseras lo pierden en achura. El Note es un coche estrecho y su banqueta trasera no vale para tres ocupantes salvo que sean niños y alguno de ellos no viaje ya en sillita. La plaza central es muy mala, de las peores que hemos visto en coches de su categoría. Inutilizable para un adulto por su dureza y la menor altura al techo, esconde un apoyabrazos. Los huecos para objetos detrás son correctos con bolsillos en los asientos delanteros y unos huecos en las puertas de buen tamaño.
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El maletero es grande para tratarse de un coche de este tamaño. Ofrece de entrada 325 litros que se convierten en nada menos que 411 si adelantamos la banqueta deslizante. Tiene, además, un doble fondo integrado por dos partes que pueden situarse sobre el piso inferior o enrasadas con el umbral de apertura. Además, podemos disponer una de ellas en vertical para dividir el maletero. En esta configuración evitamos que los packs o los botellones de agua del super o las bolsas de la compra rueden por el maletero. Debajo del piso todavía hay un hueco extra de buenas dimensiones ya que el Note no lleva rueda de repuesto. En su lugar hay un kit antipinchazos que no nos parece la mejor solución.
Con los asientos abatidos, la capacidad aumenta hasta 1.495 litros medidos hasta el techo. El hecho de que el asiento del acompañante pueda abatirse hacia atrás quedando completamente plano, permite despejar una gran longitud de carga del umbral del maletero hasta el salpicadero.
Delante, los asientos son confortables y bastante anchos pero tienen muy poca sujeción lateral con los contornos muy blandos. El diseño del salpicadero es agradable y sencillo, sin muchos elementos que distraigan. La consola central tiene una forma ondulada y presenta la pantalla del nuevo sistema Nissan Connect, más grande que antes, en la parte superior, bajo las dos bocas de aireación centrales, y el habitual mando del climatizador redondo de los Nissan, tan estético como fácil de utilizar.
En el volante tenemos los mandos del control de velocidad de crucero con limitador y del equipo de audio mientras que a la izquierda del volante, en el salpicadero, hay diferentes teclas como la que permite desconectar de una vez los sistemas de seguridad del Escudo de Protección Inteligente -para desconectarlos uno a uno hay que utilizar los ajustes del coche en la pantalla táctil-, quitar el ESP o moverse entre los menús del ordenador de a bordo que se consulta en una pantalla situada en la instrumentación. Lo peor del puesto de conducción es la ausencia de regulación en profundidad del volante, que sólo se regula en altura.
La calidad de materiales es sencilla pero el ajuste es muy correcto y el coche transmite una sensación de calidad percibida elevada, sin ruidos extraños. Hay, además, muchos huecos para objetos empezando por las dos guanteras delante del acompañante, ambas con tapa, un hueco delante del cambio de marchas y bandejas en las puertas.
Equipamiento con elementos inéditos en el segmento
Esta versión Tekna Premium está superquipada. La gama Note está compuesta por cinco niveles de acabado, el Visia, que se destina únicamente a flotas, y los Naru, Acenta, Tekna Sport y Tekna Premium pero en el caso de esta variante de gasolina de 98 CV, llamada DIG-S, sólo puede obtenerse con los dos acabados superiores con una diferencia de 1.500 euros entre ellos.
En esos 1.500 euros, el Tekna Premium incluye la banqueta trasera deslizante, el doble piso del maletero, los reposabrazos delantero y trasero, el volante en piel y la tapicería también parcialmente en piel, un equipo de sonido igual pero con dos altavoces más, la Cámara de Visión de 360º y el Escudo de Protección Inteligente. Además, el Tekna Sport no puede llevar el techo de cristal opcional aunque sí el Pack Dynamic que montaba nuestra unidad.
Además de lo citado, ambos llevan climatizador, faros antiniebla, llantas de aleación de 16 pulgadas, airbags frontales, laterales y de cortina (que no es el caso en todos los coches del segmento), ESP, cierre con mando a distancia manos libres, control de crucero con limitador de velocidad, cuatro elevalunas eléctricos, sensor de lluvia, faros de encendido automático y un equipo Nissan Connect con radio CD, MP3, Bluetooth y tomas USB y Aux-in y navegador 3D con el software Google send to Car que permite crear rutas en casa con Google Maps y mandarlas al coche para que éste las siga con el navegador. La pantalla de 5,8 pulgadas, por supuesto, también es de serie.
Con el equipamiento citado, podemos afirmar con rotundidad que el Note es el coche con un mejor equipamiento de serie del segmento e incluso, en la variante Tekna Premium dispone de elementos que no ofrece ninguno de sus rivales como la Cámara de Visión 360º y el Escudo de Protección Inteligente que ahora os detallaré.
La Cámara de Visión 360º no es una cámara sino cuatro. Hay una en la parte delantera, una de gran angular en el portón trasero y otras dos bajo los retrovisores exteriores. Con las imágenes que suministras estas cámaras, el Note presenta en el salpicadero una visión cenital del coche y de lo que hay a su alrededor. Esta vista cenital es muy útil para poder aparcar con tranquilidad y aunque la calidad de la imagen no es extraordinaria, sí sirve para maniobrar con seguridad.
Además, el Detector de Movimiento, uno de los elementos que se incluyen en el llamado Escudo de Protección Inteligente, detecta los movimientos de personas o vehículos en la parte trasera del coche y las señala mediante un destacado en color amarillo en la zona de la cámara de 360 grados en que se produce. Este elemento, que funciona muy bien, permite detectar coches en perpendicular cuando salimos marcha atrás de un aparcamiento en batería o, por ejemplo, a un niño o un perro que se mueva en la parte trasera del coche cuando vamos marcha atrás.
Los otros dos sistemas del Escudo de Protección Inteligente son el aviso de cambio involuntario de carril y el aviso de presencia en el ángulo muerto. Ambos funcionan, como el detector de movimiento, mediante las imágenes de la cámara trasera -no de la delantera ni de las laterales- que además, dispone de un curioso sistema de autolimpiado con agua y aire a presión que se acciona cuando la propia cámara detecta que está sucia mediante el análisis de sus imágenes.
El sistema de aviso de ángulo muerto va relativamente bien pero avisa con una lucecita muy discreta -demasiado- en el retrovisor y sólo advierte con un pitido si ponemos el intermitente hacia el lado en que ha detectado un coche. Finalmente, el aviso de cambio de carril tiene un funcionamiento irregular. Al basarse en la cámara trasera, que es la que lee las líneas, a veces avisa antes de que pisemos la línea y otras veces después de que lo hagamos y no discrimina si, en una carretera de curvas estrecha, pisamos la línea exterior o interior. Además, el triple pitido de aviso es muy engorroso y uno acaba por desconectarlo en ciudad y carretera aunque en autopista es útil y va bastante mejor. Lo que no hace es rectificar con el volante como otros sistemas más sofisticados.
En definitiva, el Note es un polivalente de segmento B con un aspecto de monovolumen y una habitabilidad longitudinal (que no en achura) y un maletero de monovolumen que, en esta versión tope de gama, añade la banqueta deslizante. Tiene un motor de rendimiento más que correcto, con un consumo bajo para ser un gasolina, una caja de cambios que mejoraría con una sexta y un chasis que va bien en ciudad y autopista y se muestra algo más limitado pero siempre seguro y fácil de llevar en carretera. Con un equipamiento imposible de igualar por ninguno de sus rivales, es un buen coche para los que busquen un polivalente funcional, con un fácil acceso al habitáculo, buen maletero y un equipamiento de seguridad propio de categorías superiores.
He comprado un Nissan Note 5 P. de gasolina, 98 CV tekna Sport y según las caracteristicas de Nissan debe gastar en ciudad, 5,2 litros, en carretera, 3,8 y el mixto, 4,3 litros/100 km. Pues bien, eso es MENTIRA. He hecho un viaje por autovía de 360 Km. y ha gastado 30 litros, lo que da una media de 8,33 litros/100 km. No se si es que irá mal el coche (es nuevo) pero eso me parece un engaño. Hablaré con el concesionario a ver si eso es normal. ¿A alguno de vosotros os ha pasado esto?.