Capacidad elegante
El reciente auge de las berlinas compactas, con la llegada de diversos nuevos modelos, ha abierto de nuevo un segmento muy poco protagonista durante bastante tiempo. En este contexto, Opel lanzó recientemente la variante de cuatro puertas de su popular Astra. Por un lado, hay que remarcar la consecución de más espacio para alojar el equipaje, lo que agradecerán sobre todo las familias. Y, por el otro, no hay que obviar el buen trabajo realizado por los diseñadores de la firma alemana, ya que han logrado integrar el tercer volumen de forma muy acertada, dando lugar a un atractivo diseño de la zaga, algo que no siempre se consigue en este segmento.
En lo que se refiere a mecánica, hemos probado la versión diésel más potente de las que ofrece la gama del Astra Sedán. Hablamos del motor 1.7 CDTI de 130 CV, que registra un buen equilibrio si tenemos en cuenta su rendimiento y su nivel de eficiencia. De la berlina compacta de Opel también cabe distinguir su confort de marcha que se hace patente, sobre todo, al rodar por autopista y vías interurbanas.
Línea estilizada
Con el Astra Sedán, la firma alemana amplió la gama del modelo, sumando esta alternativa a las versiones de dos volúmenes de cinco puertas, el familiar Sports Tourer y el deportivo GTC de tres puertas. La variante sedán del compacto alemán, caracterizada por su estilizada silueta, mide 4,66 metros de longitud (o lo que es lo mismo, 24 cm más larga que el Astra de cinco puertas) y 1,48 de altura, mientras que su anchura es de 1,81 m. Si echamos un vistazo al frontal del automóvil comprobaremos que no hay variaciones si lo comparamos con el modelo de cinco puertas.
La línea de cintura, que marca una trayectoria ascendente y une el paso de rueda delantero con los faros traseros, le aporta más carácter al vehículo y resalta su contorno. No obstante, las mayores diferencias con respecto al Astra de cinco puertas se encuentran, cómo no, en la parte trasera. Lo primero que se observa es la curvatura de la línea del techo, que da lugar a una acentuada inclinación de la luneta trasera.
También cabe señalar la presencia de un disimulado labio aerodinámico en el extremo del portón del maletero, sin olvidar el prominente paragolpes trasero. Por su parte, se aprecian los finos pilotos, gracias a los cuales se incrementa la sensación de anchura del vehículo. Pese a contar con tres volúmenes, la retrasada posición de los pilares C originan que el maletero quede muy bien disimulado e integrado en la “anatomía” del vehículo.
Misma batalla pero más equipaje
Aunque el Astra Sedán es más largo que su homólogo de cinco puertas, los 24 centímetros adicionales se logran mediante el voladizo posterior, de modo que se mantiene la misma distancia entre ejes de 2,69 metros. A raíz de ello, el espacio para las piernas de los ocupantes de la segunda fila apenas difiere del Astra de cinco puertas. Es decir, éstos contarán con una buena amplitud para las rodillas. Donde sí se perciben variaciones más evidentes es en la altura al techo. Con respecto a ello, el diseño de la línea del techo hace que el espacio por encima de la cabeza sea inferior. Por anchura y por la dureza del respaldo, será más recomendable que viajen dos ocupantes en esta fila.
En general, el habitáculo dispone de numerosos huecos y espacios para guardar pequeños objetos tanto en la parte delantera como en la trasera, lo que hará más sencilla la vida a bordo. Estaría bien, por otro lado, un tablero algo más simplificado, ya que el exceso de botones puede resultar poco intuitivo al principio. El hecho de contar con tres volúmenes se traduce en un maletero más capacitado. Con 460 litros de volumen, en la media de su segmento, supera en 90 litros al del Astra con carrocería de cinco puertas. Además, si plegamos los respaldos de la segunda fila de asientos, la capacidad crece hasta los 1.010 litros. Eso sí, no estaría de más una boca de carga algo más grande para facilitar la introducción de objetos de tamaño considerable.
Nuestra unidad, perteneciente al acabado superior denominado Excellence, contaba de serie con volante multifunción de cuero, control de crucero, elevalunas eléctricos delanteros, climatizador bi-zona, radio CD400 con 6 altavoces y entrada auxiliar de audio, sensor de lluvia, faros antiniebla delanteros, luces de conducción diurna de tipo LED, control de estabilidad ESP Plus, asistente de arranque en pendiente, ABS, airbags frontales, laterales y de cortina y frenos de disco delante y detrás.
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Equilibrio turbodiésel
En esta ocasión hemos probado la variante diésel más potente que ofrece la gama del Astra Sedán, que está movida por el propulsor 1.7 CDTI de 130 CV. La potencia adicional con respecto a la segunda versión de gasóleo de la gama (de 110 CV), supone una cierta mejora en términos prestacionales sin que ello suponga un incremento de consumo. Frente a los 186 km/h de velocidad máxima de la versión menos potente, ésta alcanza los 198 km/h. Asimismo, en el 0-100 rebaja los 12,3 segundos hasta obtener 10,6 segundos. No se trata de un registro espectacular, pero sí más que aceptable teniendo en cuenta su cilindrada y su segmento.
Aunque le falta algo de carácter a bajas vueltas, sus 300 Nm de par motor entre 2.000 y 2.500 rpm son suficientes para mover con solvencia al vehículo. El propulsor cumple en las recuperaciones en marchas largas, lo que nos permite adelantar sin problemas y no sufrir en los repechos de autopista. Con respecto al consumo, como hemos comentado, registra una media homologada idéntica a la variante de 110 CV, de 4,6 litros cada 100 kilómetros. En nuestra prueba del modelo alemán con el motor de 130 CV, el valor fue de 6,2 litros, si bien hay que tener en cuenta que alternamos entre ciudad, carretera de montaña y autopista.
El propulsor va engranado a una caja de cambios manual de seis velocidades de tacto muy preciso. Cuenta con unos buenos desarrollos que permiten sacar provecho de los 130 CV que ofrece la mecánica. En general, el motor se muestra bastante silencioso, factor que se ve reforzado por una buena insonorización interior.
Conducción suave y agradable
En términos dinámicos, lo primero que cabe señalar es su destacable confort de marcha, presidido por unas suspensiones de tarado muy equilibrado. Al situarse en un punto intermedio de dureza, consiguen absorber de forma muy efectiva las irregularidades de la calzada sin que por ello se muestren excesivamente blandas. En este sentido, se asemeja en buena medida al comportamiento del Astra de cinco puertas, pues proporciona la misma suavidad de conducción que su compañero de gama.
Uno de sus terrenos predilectos se encuentra en las grandes rectas de autopista, por las que aporta una gran sensación de aplomo y seguridad. Ello le convierte en una buena alternativa como vehículo para viajar. Por otra parte, al conducir por carreteras de montaña, se muestra muy estable y reacciona de forma noble, sin que apenas se registren balanceos.
Nuestra unidad montaba la suspensión de dureza variable opcional FlexRide, que permite variar entre los modos Normal, Tour y Sport. Hay que tener en cuenta que las diferencias entre los dos primeros modos son muy sutiles, aunque se percibe una suspensión algo menos firme en Tour. Lo contrario que sucede con el modo Sport que, entre otros parámetros, la endurece ligeramente. A pesar de ello, al subir el ritmo veremos que le falta cierta agilidad para pensar en horizontes demasiado deportivos. En lo que respecta a la dirección, su respuesta es buena y su tacto es muy directo, lo que transmite una remarcable sensación de precisión al volante.
Conclusión
Aunque el incremento de maletero con respecto a la variante de cinco puertas es uno de sus principales argumentos, seguro que a muchos conductores también les atraerá su línea estilizada. Por lo demás, estamos ante un Astra con todo lo que eso significa. Notable confort de marcha, buena respuesta mecánica del motor 1.7 CDTI de 130 CV y un interior bien acabado son, por tanto, otras de las ventajas de esta berlina compacta del fabricante alemán.
Tampoco inflavalores a Volswagen maquina, cada uno tiene su gusto, pero si te pones en general Opel no viene a ser para nada lo que es un Volswagen en condiciones... Nose, es cuestion de gustos ya que me gustan los dos y tal pero yo que se pensar un poco