Hay Insignia para unos años más
Hace unos meses mi compañero Gerard Farré os contaba los detalles del último restyling del Opel Insignia y sus primeras impresiones al volante durante la presentación del modelo. Si echasteis un vistazo a su artículo recordaréis que los cambios experimentados tratan sobre una actualización estética, mejoras en la gama de mecánica y un mayor entusiasmo en el equipamiento y en los sistemas multimedia.
Para poder profundizar un poco más, la marca alemana nos ha facilitado una unidad de pruebas del 5 puertas equipada con el propulsor de gasolina 1.4 Turbo de 140 CV y configurada con el acabado Excellence, además de un buen puñado de equipamiento adicional que tenéis desglosado en la parte final del artículo.
El acertado restyling que ha propuesto Opel servirá para alargar unos pocos años más la vida del modelo estrella de la marca alemana que, desde que en 2008 se empezase a vender, pedía a gritos alguna ligera mejora para no quedarse atrás respecto a sus rivales. Estos no son otros que el Ford Mondeo, el Hyundai i40, el Mazda 6, el Renault Laguna, el Volkswagen Passat y el resto de sedanes generalistas que compiten para llevarse una buena porción del pastel.
Más agradable y estilizado
Empezando por el exterior, el nuevo Insignia, incorpora un nivel evolucionado del lenguaje de diseño de Opel. De esta forma nos encontramos con un nuevo frontal con un diseño más bajo y ancho, acentuado por una calandra más grande de color negro. La parte baja del frontal logra acentuar la anchura del modelo instalando nuevas entradas de aire laterales, con los antiniebla de nuevo formato integrados, que se expanden hacia el exterior. Por su parte, la entrada de refrigeración inferior cambia su entramado con un formato enrejado.
De costado debemos conformarnos con la misma silueta que ya conocemos. Al tratarse del cinco puertas la caída del pilar C se extiende prácticamente hasta el final del portón. Las llantas de aleación de 18 pulgadas que veis en las imágenes se equipan de serie con el acabado Excellence.
En la trasera hay más cambios. Como en el frontal, se han dispuesto todos los elementos en una posición un poco más baja. La característica barra horizontal cromada que recorre el portón ahora se sitúa por debajo del anagrama de Opel y se integra con los pilotos traseros LED de nuevo corte. Éstos son más grandes y a la vez más estilizados, abarcando un buen segmento del portón hasta perderse en el lateral del vehículo. También se ha modificado el hueco de la matrícula, más grande y mejor integrado en el paragolpes trasero.
Todos estos cambios redundan en un aspecto general más moderno. Con un ligero toque de deportividad que aumenta la sensación de aplomo, sobretodo en la trasera. Sus cotas exteriores son las siguientes: 4.842 mm de largo, 2.084 mm de ancho (contando los retrovisores) y 1.498 mm de alto. Por su parte dispone de una distancia entre ejes de 2.737 mm.
El Opel Insignia se comercializa con tres variantes de carrocería distintas: cuatro puertas, cinco puertas y la variante Tourer o familiar. El modelo que probamos es el cinco puertas, que se diferencia del cuatro puertas únicamente por la apertura del maletero que también abre la luneta trasera para facilitar su carga. Yo personalmente lo prefiero.
Calidad y confort en el habitáculo
Opel no ha escatimado esfuerzos en la confección de un interior que irradia bienestar por los cuatro costados. La última actualización del Insignia mejora notablemente los elementos empleados en la fabricación de las diferentes partes del interior.
Nos reciben unos estupendos asientos forrados en cuero beige (1.405 €) al más puro estilo de un butacón de cuarto de estar. El confort que aportan es excelente, tanto por mullido como por sus formas que recogen muy bien la espalda y las piernas. Además, el asiento del conductor monta regulación eléctrica con memoria (576 €) con el que es muy fácil encontrar la postura de conducción idónea.
Las plazas traseras son bastante confortables, con suficiente espacio para las piernas pero con una altura hasta el techo un poco justa. La acusada caída del techo dificultará el acomode de pasajeros de gran estatura –superior al metro y ochenta centímetros- que tocarán con la cabeza en el mismo. Por su parte, la plaza central no es de las mejores que he probado. Tiene una banqueta un poco más dura que la de los asientos laterales y un poco más alta. Lo mismo ocurre con el respaldo que también es más duro porque incorpora en su reverso dos posavasos y un hueco portaobjetos. En mi opinión, no aconsejaría realizar largos viajes en ella ya que el pobre ocupante que le toque “disfrutarla” podría dejar de hablarnos durante una buena temporada.
Puestos a valorar el salpicadero y sus elementos empezaremos por el puesto de conducción. Tras acomodarnos en el asiento, ante nosotros se nos muestra un volante multifunción forrado en cuero con los diferentes mandos que controlan el ordenador de a bordo, el sistema multimedia, el control de crucero o que nos permiten regular la alerta de colisión delantera, por ejemplo. Tras este se sitúa un cuadro de instrumentos muy vistoso, compuesto por dos medios círculos laterales, correspondientes al cuentarrevoluciones a la izquierda y a la temperatura del aceite y la carga de combustible a la derecha, y por una gran pantalla digital de 8 pulgadas a modo de velocímetro.
Esta pantalla además permite visualizar de forma rápida las diferentes opciones del ordenador de a bordo, las órdenes del navegador, gestionar las llamadas manos libres o visualizar la emisora de radio que escuchemos, el CD o el MP3, o la música de nuestro Smartphone conectado por Bluetooth.
La consola central se ha rediseñado reduciendo el número de botones que encontramos en ella y otorgando más presencia y usabilidad a la pantalla táctil del sistema IntelliLink que se incluye en el Pack Excellence Plus (806 €). Los pulsadores que se han conservado corresponden a la botonera para las diferentes ayudas de conducción, los controles del sistema multimedia y otros pocos del climatizador, con la zona de la temperatura táctil. Se han agrupado de tal forma que prácticamente con un vistazo rápido se localiza la función deseada.
El sistema IntelliLink ahora podremos manejarlo de cuatro formas distintas, cinco si contamos los mandos en el volante. Se puede usar la pantalla táctil directamente con el dedo, podemos optar por el método tradicional de apretar botones, se pueden utilizar comandos de voz –funciona realmente bien- o también se puede gobernar con el Touchpad HMI (100 €).
Esta zona táctil (Touchpad HMI) que veis en la fotografía, situada al costado del freno de estacionamiento eléctrico, reconoce la escritura de letras y números que podremos usar, por ejemplo, para introducir la dirección de destino en el navegador. También nos permite movernos por las diferentes zonas de los menús como si controlásemos un puntero, o subir y bajar los menús deslizando dos dedos en la superficie.
Volviendo al diseño, me ha gustado bastante la combinación de colores y acabados que estila nuestra unidad. La superficie de goma que recorre la parte alta del salpicadero tiene un tacto blando, mientras que la inferior, de color beige, es dura. Los adornos de madera que monta este Insignia desprenden elegancia y sobriedad. No soy demasiado amante de la madera en el interior de un coche pero debo reconocer que en este caso no le queda nada mal.
No podía terminar este apartado sin valorar el su sistema de audio. Los más melómanos podrán elegir como equipamiento extra el estupendo equipo de sonido Bose (655 €) que incluye nueve altavoces y dos subwoofers. Suena espectacular.
Un maletero generoso
La gran ventaja del Insignia de cinco puertas respecto al de cuatro es su mayor versatilidad en cuanto al maletero. El portón, que también abre conjuntamente la luneta trasera, proporciona una boca de carga más amplia que ayudará a la hora de introducir el equipaje y bultos con un tamaño considerable.
Ofrece un volumen de carga de 530 litros, que también es mayor que el del cuatro puertas (500 litros), ampliables hasta unos generosos 1.470 litros con los respaldos de la segunda fila abatidos. Esta capacidad lo sitúa ligeramente por detrás de los maleteros del Mondeo (540 l.) y Passat (565 l.) pero también muy por encima de los que ofrecen los Laguna (450 l.) o Mazda 6 (489 l.). También debe destacarse la facilidad con la que se puede gestionar la carga al disponer de unas paredes totalmente rectas.
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El respaldo de la plaza central trasera, además de incorporar los dos posavasos y un compartimiento para depositar objetos, tiene una trampilla que se puede abrir desde el mismo maletero o desde los asientos traseros para transportar, por ejemplo, unos esquís o alcanzar algún objeto que hayamos dejado en el maletero.
Acceso a la gama de gasolina
La gama Insignia cuenta en sus filas con tres variantes de gasolina, aparte de los diésel. Por un lado tenemos el potente propulsor V6 Turbo de 325 CV que monta el OPC, por debajo está el 2.0 Turbo de 250 CV equivalente a las versiones Sportive y por último el 1.4 Turbo de 140 CV que monta nuestro Insignia de pruebas.
Este motor de cuatro cilindros está asociado a un cambio de marchas de seis velocidades y al sistema Start/Stop de parada y arranque automático cuando se detiene el vehículo. Según los datos de Opel, emite 123 gramos de CO2 por kilómetro y homologa un consumo de combustible medio de tan sólo 5,2 litros a los cien kilómetros. De tal forma cumple con la estricta normativa anticontaminación Euro 6.
En lo relativo a las prestaciones puede acelerar de 0 a 100 km/h en 10,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 205 km/h, siempre y cuando circulemos en vías sin límite de velocidad o rodemos en un circuito.
Un motor que no acaba de convencer
Se me hace un poco difícil describir las sensaciones que me ha transmitido este propulsor de baja cilindrada colocado en el Insignia. Los 140 CV que eroga el 1.4 sobrealimentado deberían ser suficientes para movernos con cierta soltura. Lo cierto es que no es del todo así. Los más de 1.500 kg. de peso del Insignia afectan negativamente al empeño que le pone el pequeño motor, limitando en gran medida sus prestaciones.
Ya en los primeros instantes puede notarse como le cuesta horrores subir de vueltas. Es un motor bastante lineal al que no le gusta demasiado girar a bajas revoluciones. Si queremos movernos con un poco de brío se muestra más efectivo a partir de las 3.000 rpm hacia arriba, pero tampoco muy arriba porque volvemos a perder esa sensación de empuje. La zona media del cuentarrevoluciones, creo, es donde se encuentra más a gusto.
Al tener un rango de revoluciones óptimas tan limitado nos veremos obligados a jugar bastante con la palanca del cambio. Las relaciones están bien escalonadas, con unas primeras algo cortas y con una sexta claramente enfocada al desahogo en autopista.
Sin lugar a dudas la orientación de este propulsor está destinada al usuario que vaya a rodar mucho por autopista, donde el consumo que se obtenga, a velocidades legales, será bastante bajo (he conseguido 5,5 l/100 km en autopista a 120 km/h). En mi caso, usando el coche a diario para venir a la oficina, que se traduce en unos pocos kilómetros por las calles de Barcelona y otros tantos de autopista, y realizando una escapada de 200 kilómetros en fin de semana, he obtenido una media de 7,4 l/100 km. Cerca de dos litros más de los que homologa (5,3 l/100 km) en su ficha. Teniendo en cuenta que no he practicado una conducción para nada deportiva me parece un consumo desmesurado.
Siéntate y disfruta del viaje
Tras el ímpetu inicial de querer probar todas las cualidades del Insignia en los primeros kilómetros, te acabas dando cuenta que lo que realmente hay que hacer con este coche es tomarse las cosas con cierta calma. El chasis está claramente enfocado al el confort del conductor y de todo aquél que le acompañe. Por un lado tenemos unas suspensiones capaces de comerse cualquier bache o irregularidad de la carretera y por otro lado está la dirección que, aún y no ser extremadamente precisa, tiene un tacto muy bueno. La carrocería balancea un poco en curva y notaremos las inercias propias de un coche pesado.
El tacto del pedal del freno es muy esponjoso y tiene un recorrido demasiado largo. Con el paso de los días uno se acaba acostumbrando y podrá comprobar como frena bastante bien. Monta discos en las cuatro ruedas, además los delanteros son ventilados, que en ningún momento presentaron signos de fatiga durante esta prueba.
Al motor no le podemos pedir gran cosa pero nos permitirá movernos a velocidades legales sin demasiado apuro. El principal inconveniente lo encontramos a la hora de adelantar en carretera, una acción que nos llevará más tiempo del que desearíamos.
Como ya os podéis imaginar no es un coche para irse de curvas a un puerto de montaña. Es todo lo contrario. El Insignia, al menos con esta configuración, es un modelo que destaca especialmente en las vías rápidas. El agrado a la conducción que aporta en autopista es simplemente extraordinario. Tiene una insonorización muy bien trabajada y un rodar que nada tiene que envidiar a los famosos alemanes premium del segmento.
Equipamiento de primer nivel
El Insignia puede presumir de incorporar un equipamiento de serie plagado de soluciones que nos harán la vida a bordo mucho más confortable. Además, dispone de uno de los catálogos de extras y opciones más amplios del mercado, con unos precios que no son demasiado abusivos.
Con el acabado Excellence la lista de equipamientos de serie es larguísima. Esto debería ahorrarnos el tener que desembolsar un dinero extra para incorporar nuevos sistemas y soluciones opcionales para dejarlo a la altura. De tal manera, entre otros muchos elementos, el Opel Insignia con el acabado Excellence cuenta de serie con: ajuste lumbar para el asiento del conductor, asientos delanteros calefactables, control de crucero, cuatro elevalunas eléctricos, moldura interior de Madera Rhythm, ordenador de a bordo, climatizador bizona, pantalla a color de 4,2 pulgadas, 7 altavoces, USB, Bluetooth y entrada aux-in, volante multifunción, pomo del cambio de símil cuero, reposabrazos delantero, retrovisor interior fotosensible, sensor de lluvia, encendido de las luces automático, llantas de 18 pugadas, freno de mano eléctrico, espejos exteriores térmicos y plegables eléctricamente , faros antiniebla y molduras cromadas.
En el apartado de la seguridad tampoco se queda corto y nos ofrece de serie: airbags para el conductor, copiloto y laterales, airbags de cortina en el techo delanteros y traseros, anclajes Isofix en las plazas traseras, cinturones delanteros con doble tensor, control electrónico de estabilidad (ESP Plus), control electrónico de tracción (TC Plus), reposacabezas activos en las plazas delanteras, distribución electrónica de la fuerza de frenado, ayuda al arranque en pendiente y frenos ABS.
Como nos ocurre en la mayoría de coches de prueba que nos ceden las marcas, este Insignia trae, además, un buen puñado de equipamiento opcional. Casi un “full equip”. A continuación os detallo exactamente todos los elementos instalados en este Insignia con su precio al lado entre paréntesis: Color Caoba para la carrocería (510 €), asientos de cuero Siena Beige (1.405 €), Pack Excellence Plus (806 €) que incluye sensores de aparcamiento, panel de instrumentos digital de 8 pulgadas, faros delanteros de xenón adaptativos AFZ Plus y el sistema de infoentretenimiento IntelliLink Navi 900. También monta el Pack Park&Go (1.050 €) que consta de alerta del tráfico trasero transversal, alerta del ángulo muerto del retrovisor, asistente de aparcamiento avanzado y cámara de visión trasera. El sistema de estabilidad adaptativa FlexRide (900 €) permite elegir entre dos reglajes el chasis del coche, en modo Sport o modo Tour, cada uno con una gestión del acelerador y una dureza de la dirección variable. Continuamos con el asiento del conductor ajustable eléctricamente con memoria (576 €), el limpiaparabrisas trasero (35 €), el techo solar eléctrico (935 €), lector de CD y MP3 (80 €), touchpad HMI (100 €), sistema de audio de 9 altavoces Bose (655 €), rueda de repuesto de 17 pulgadas (100 €) y la cámara frontal Opel Eye (700 €).
¿Y el precio?
El Opel Insignia 1.4 Turbo de 140 CV con el acabado Excellence tiene un precio base de 29.115 euros, que se sitúa en la media de lo ofertado por sus rivales, pero posiblemente les supere en cuanto a equipamiento de serie. Si tenemos en cuenta la ristra de equipamiento opcional que monta esta unidad, esos 29.115 euros se nos van hasta los 36.967 euros.
En estos momentos la marca alemana está ofreciendo un descuento de 2.084 euros por lo que se nos quedaría en 34.883 €. Además, si podemos acogernos al nuevo plan PIVE optaremos a otros 1.258 euros de descuento adicionales. En resumen: si quisiéramos comprar este Insignia tal y como lo veis, acogíendonos al PIVE, deberemos desembolsar una cantidad final de 33.625 euros, un precio razonable teniendo en cuenta todo lo que llevamos instalado y las grandes cualidades de este sedán de Opel.
He comprado un insignia GLP 140 CV TURBO Con 90.000 Km y funciona de cine sus acabados su navegador su aplomo en autopista , cosumo , maletro etc un berlina premiun aleman y a buen precio que mas se puede pedir